sirvió para demostrar que se pueden tener premios políticamente correctos como en el Oscar, que otorgó estatuillas a Rain Man y Mi pie izquierdo, películas en las que profesionales de gran talento simulaban tener deficiencias mentales (en el caso de La cornisa sería más o menos al revés, pero el efecto emotivo es el mismo)
Lapidario.
Duriiiiiiiisimooo! Excelente, no había leído ese artículo.
ResponderBorrarLa verdad es que me reí mucho cuando lo leí.
ResponderBorrarSaludos, Matías.
Excelente ricardo!!! jajaja
ResponderBorrarEstá para la cachetada permanente Lusmi y lo peor es que se lo vé recómodo en ese roll.Saludos.
ResponderBorrarGracias, Manuel. ¡Abrazo!
ResponderBorrarGringo: para eso lo ponen en ese lugar. Le gusta ser el idiota útil.
Se lo ve cómodo en su nuevo papel de columnista antikirchnerista en La Nación, se lo ve cómodo fingiendo miedo, defendiendo a su libro porque ¡tiene 500 páginas! y recibiendo un premio que no merece, despreciando a sus compañeros de rubro (678, tv pública, propaganda).
Yo no quise escribir nada sobre Majul porque no quería hacerle el juego a los que buscan que el tipo cobre notoriedad, pero la cita me pareció buenísima.
Me hubiera gustado tener algún periodista más interesante e inteligente, como lo fue Lanata durante el menemismo, para que cumpliera el papel que le asignaron a Majul. Es una lástima.
Saludos.
cuando todo pase, (el tiempo, digo) y las cosas se acomoden ya quedara Majul como hombre de la saga de neustad.
ResponderBorrarun cariño.(yo leo su blog, pero no le comento por que en politica soy una perejila)
Gracias, nilda.
ResponderBorrarA mi me parece muy interesante su blog.
Con respecto al tema: no creo que llegue a la altura de Neustadt, acaso a una Olga Wornat.
Bernardo era protagonista, tenía poder. Luisito es un empleado del mes. Él lo sabe y reconoce que lo pone contento.
¡Saludos!