River Independiente

Lo primero que hay que decir es que el corte de pelo de Néstor Pitana, el árbitro del partido, debería inhabilitarlo como referí. Y como ser humano. Su peluquero debe ser un tipo jodido y carecer del más mínimo sentido estético. Con seguridad podemos afirmar que, en su peluquería, la radio debe estar encendida a perpetuidad en alguna AM de noticias. Y debe sonreir de compromiso para las fotos de casamiento.

Se trató de un partido muy entretenido: 4 goles en menos de 20 minutos -3 de ellos en un periodo de siete durante el PT-. Sobre el final, el descuento con blopper incluído y una tapada de Juan Pablo Carrizo que vale 2 puntos, terminaron de redondear un partido interesante. Entre los goles y el gol en contra, muchas imprecisiones.

¿Hace cuánto que no vemos a la imagen que entrega la televisión moverse de arriba hacia abajo? El Monumental late también.

Foto: Olé. Ladrón que roba a ladrón...

Indepediente tiene un gran mediocampo, con muy buen pie en Mancuello, Fredes y Gracián -y Nico Cabrera en el banco-, pero ninguno pesó en el partido, anulados por Affranchino, Pereyra (nuevamente muy importantes ambos) y Almeyda, más la colaboración de los centrales; colaboración que en más de una ocasión desequilibró a la defensa y le otorgó situaciones de peligro a la delantera del Rojo.

En River, una vez más, fue fundamental el Pelado Almeyda, cortando en el medio y metiéndose entre los centrales frente a los ataques de los de Avellaneda. Movimiento éste que está saldando una cuenta pendiente de River de años, ya que cuando los centrales se movían hacia un lateral, el equipo sufría a los rivales que llegaban por el medio y el lateral contrario.

Lo mejor de River estuvo, como en ese primer tiempo contra Huracán y en el mismo periodo, por la banda derecha, cuando se juntaron Buonanotte, Affranchino y Ferrari. Pereyra hizo un partido interesante y se va afirmando como titular. Lanzini demuestra que, a sus escasos 17 años, no le pesa la camiseta. Hay que llevarlo de a poco, igual. Buonanotte volvió a gambetear productivamente y Mauro Díaz cumplió con su labor.

Funes Mori. Funes Mori. Empieza a demostrar por qué decimos que tiene grandes condiciones y, si sigue en esta senda, será un delantero al que las defensas rivales marquen con preocupación. No como a la Gata Fernández, émulo en negativo del gran Jay Jay Okocha, o el Pepe Sand, un gran delantero para Lanús y el último partido de Basile en la Selección.

River, tres partidos, tres triunfos. Ya estamos para pelearle al Barcelona. De Guayaquil.

De todas maneras, el presente de River puede ser atribuido al nivel de sus jugadores, la mano de Cappa y los manejos del Presidente Passarella; pero todo análisis pecaría de incompleto si no se considerara a la salida de Oscar Ahumada como el verdadero artífice de este auspicioso presente millonario. Gracias, Oscar. No vuelvas nunca.