Año legislativo clausurado

A confesión de parte, relevo de pruebas:

Senado: la agenda de la oposición, al borde del fracaso

titula La Nacion. Razonan que fue la muerte de Kirchner lo que lleva a senadores opositores a no votar en contra del oficialismo.

Ok. Digamos que fue Kirchner. Pero eso sería ningunear el espíritu de las plazas del país que despidieron/bancaron a Néstor/Cristina. ¿No podría la oposición, acaso, sancionar todos esos temas súper importantes para la vida cotidiana de la gente como la reglamentación de los DNU y el Consejo de la Magistratura si la respuesta popular al fallecimiento de uno de los líderes del proyecto nac&pop hubiera sido de tibia a casi nula?

Se corrió un velo y la realidad desestructuró el pensamiento de muchos. Pensar que senadores del peronismo, luego de la espontánea, sentida y multitudinaria manifestación popular, van a seguir legislando para la tapa de los diarios es desconocer profundamente la vocación del peronismo. Ya lo dijo Artemio, que será consultor y numerólogo exótico pero antes que eso peronista: la popularidad de CFK servirá como una herramienta de disciplinamiento formidable hacia el interior del peronismo.

Me repito: el peronismo estaba en discusión porque NK era el candidato natural pero no aseguraba el triunfo. Cristina, a partir de ahora, lo asegura. ¿Quién no querrá subir al colectivo triunfador? Sobre todo si consideramos que desde el otro lado lo único que ofrecen son las tapas de los diarios, devaluadas en su credibilidad y poder de adoctrinamiento y coerción.

La importancia del debate alrededor de la Ley de Medios. El papel de los Medios, en su acepción de función y en la interpretación literal.

Casi que podríamos dar por clausurado el periodo legislativo. El año que viene nos encontrará, con seguridad, con un arco opositor aún segmentado, pero haciendo honor al Teorema de Baglini. Se verán lejos y tratarán de embarrar todo lo posible la gestión oficialista. Si ya eran troskos, se troskizarán más aún, por aquello de que si las condiciones no les son favorables, lo que hay que cambiar son esas mismas condiciones. No les importa el común de la sociedad. Será, para ellos, cuanto peor, mejor.