En algún momento la humanidad (o la proto-humanidad) dió un salto evolutivo desde el sexo hacia el amor. Antes, podemos inferir, fue la adquisición del orgasmo como mecanismo que asegurara la cópula y reproducción por fuera de los periodos de celo, que se hacían innecesarios ya. Sexo, amor, seguridad, porque son muchos los ejemplos que nos brinda la historia de la primitiva asociación de la mujer, fértil, con la tierra que proveía y provee los alimentos.
El amor como alimento espiritual.
La religión fue la primera en legislar sobre el amor. ¿Quiénes habrán conformado el Senado que votó a favor del amor divino? ¿Quién habrá sido el que interpuso el primer recurso de amparo a favor del sexo sin amor? Amarás a la lluvia que te permite cosechar la cebolla. Amarás a tu prójimo, así nos ahorramos los inconvenientes de arreglar todo a los garrotazos. Amarás a tu Dios, fuente de toda bondad y de los contratos sociales que regularon las relaciones humanas de entonces. La mujer era divinidad, era Afrodita y era Venus. El judaísmo, el cristianismo, el islamismo vinieron a remediar eso; pero no apliquemos la lógica troskofeminista kirchnerista. Sigamos con el amor.
Seguimos avanzando y van quedando atrás periodos históricos -aunque hubiera sido interesante hablar sobre las orgías romanas-. Muchos pensadores se ocuparon del amor. Pocos filósofos se ocuparon del tópico tanto como los artistas. Los juglares medievales le cantaban al amor, ahora los songwriters melódicos también . All you need is love, la píldora, el sexo y viva la pepa de los 60s como respuesta a la represión. El amor como fuente de vergüenza, el amor como lo sublime, el amor al dinero. Se va a la cucha, perro. ¡A la cucha! El amor como fuente de inspiración.
Tanta letanía para decir que recién ayer comprendí el discurso del amor. Boludo grande. La sustancia del discurso de Cristina hacia la militancia, ayer en Huracán, fue el amor, y la apelación al resto de la sociedad también. No sólo amor, claro, realidades efectivas también: ver, tocar y palpar cada uno de los logros. Mencionó, Cristina, el acto en Ferro de marzo del año pasado como el de la emergencia de un amor que se fue construyendo desde antes. Así lo veía en ese momento.
Un pequeño paralelo nos muestra que en el radicalismo es Alfonsín quien apela al amor, pero al amor de sus correligionarios por la UCR. Sanz, Macri, Duhalde, Solanas no. Quizás Carrió apele también a los sentimientos, con escasísima credibilidad. Es más fácil aglomerar desde el rechazo, desde la negación. Construir desde el amor y las coincidencias exige apertura, tolerancia, imaginación, respeto y, por sobre todo, ideas claras respecto del país que queremos. De cara a octubre es el oficialismo el único actor que puede amalgamar lo simbólico y emocional con lo efectivo y real.
No recuerdo un presidente (desde Perón) que haya concitado tanto amor y odio.
ResponderBorrarAlfonso cargó a la gente de mucha emocionalidad, se salía de la dictadura y eran las ganas de explotar. Luego, el globo pinchado, la defraudación y la consideración a su intento.
Menem ni siquiera concitaba odio. Se lo despreciaba, se lo había relegado, había que esperar que se fuera. De la Rúa daba lástima. Néstor equilibró las emociones, aunque el último año la cosa se movió un poco.
Pero Cristina, fue desde que empezó, amor y odio.
Se los traduzco políticamente. Ella giró a la izquierda y no se gasten en relativizarlo. Por eso ahora hablamos de "profundizar".
La construcción de un ser colectivo más allá de los liderazgos fue insinuada ayer y sería un legado explosivo.
Quién lo podría parar?
Muy acertado, amigo Unfor: la construcción de un ser colectivo fue insinuada ayer. Esa frase sola vale un post.
ResponderBorrarAbrazo.
Ayer escuchamos un mensaje para el PJ ,la base está(BAMBINO)PERO NO ES EL PEJOTISMO..Yo discrepo un tanto con esa posición,la política del poder aún necesita del aparato en sentido positivo,no patota;pero lo que viene es frentista.Arma muy bien utilizada por el general Perón.Si no hay equilibrio se puede perder la provincia.
ResponderBorrarEstamos de acuerdo, Eduardo.
ResponderBorrarde todas maneras también fue una clara señal a todos compañeros, esto va más allá de Cristina y del 2015. Y es responsabilidad de la militancia que así sea.
ResponderBorrarHola Ricardo
ResponderBorrarLeyendo tu post, que está muy bueno, me puse a pensar en distintas formas del amor, porque no todas ellas son buenas: hay amores posesivos, asfixiantes, con condición de dominio, de prevalencia narcisista. Otros, en cambio, son amores que respetan el derecho del otro, que aman lo diferente que el otro tiene, amores del compartir, amores ¿por qué no? de compañero en el más pleno sentido de la palabra. Cuando dice que no importa de donde provengan (mos) está señalando que hay algo que hace de ligadura: el amor a nuestro país, a nuestro pueblo, que es el motor para transformar la realidad, la instancia superadora de las vanidades, las conveniencias personales o sectoriales: convoca a cada uno, desde su lugar, a ejercer el amor de erradicar el hambre, la injusticia, la marginalidad.
Un Abrazo
Así es, Manuel. La basssestá, como dice Eduardo.
ResponderBorrarSujeto: gracias por el aporte.
Agrego el amor por el prójimo, como motor para tender hacia la igualdad y una sociedad más justa.
Abrazos.
El discurso de Cristina estuvo dirigido a afianzar, en primer lugar, su conducción sobre la juventud militante, les dijo claramente que deben ser mensajeros del amor, del amor por los logros, del amor por su consolidación y su profundización en el tiempo. Que ellos serán los herederos del Gran Movimiento Nacional y Popular, Inclusivo, Democrático y Latinoamericanista y con su prédica de acciones y hechos concretos y visibles conquistarán el corazón del Pueblo-Nación y lo harán eterno, lo habrán institucionalizado. A los militantes de más antigüedad, más viejos si se quiere, nos dijo que abandonemos las mañas de andar analizando pedigrees, las vanidades personales, que dejemos de lado la pelea contra y nos pleguemos al trabajo por, en favor de. Es una visión del futuro posible y deseable, una utopía movilizante como no se había escuchado tan clara desde los tiempos de Evita y de Perón. Dicha con un lenguaje sencillo, amable, claro, sin ánimo de provocar exaltación sino reflexión. Madura en su dolor y recogiendo lo mejor del mensaje y las maneras políticas de Néstor, quien también hablaba de amor incluso después de referirse al monopolio y a Magnetto. Cristina nos convocó a una utopía realizable, a seguir un faro que ilumine un camino que será largo, pero que será hecho en libertad y en democracia. No soy iluso, este discurso impecable que termina por desarmar la falsa imagen de Cristina Crispada, generará más oposición porque hará aún más probable el triunfo en el 2011 y el superar el desafío del 2015 que si va a requerir la institucionalización de la que nos habla. Si es así, si así sucede, se habrá cumplido la máxima del General Perón "Solo la organización vence al tiempo".
ResponderBorrarCreo que un/una lider solo puede hablar del amor si primero concita el amor hacie el/ella en el seno de su propio pueblo
ResponderBorrarUn abrazo
Profe: no sólo desactivó a la Cristina crispada sino también a esa imagen que quieren vender los autoproclamados analistas políticos de los medios, la de una Cristina sola. Fue el acto una muestra más de que los distintos sectores del peronismo están amalgamados y cobijados bajo el liderazgo indiscutible de nuestra Presidenta.
ResponderBorrarJavier: puede ser. Carrió habla de amor, de parir, de ser madre y, la verdad, es que no le cree nadie ya.
Abrazos.
Si Ricardo es así, coincido totalmente. Hoy Cristina es la conductora indiscutible del peronismo a nivel nacional, dejando fuera expresiones minúsculas y dueñas de un discurso retrógrado, condenadas a ponerse detrás del PRO o a desensillar. Pero también lidera a sectores no peronistas provenientes de la transversalidad y otros más recientes. Desde la aparente derrota del 2009, el liderazgo de Cristina y de Néstor no ha hecho más que crecer. Pero todavía tiene mucho para dar y el discurso de Huracán es una muestra. Javier, no se si compartís el sentimiento, no estás obligado, pero creo que realmente Cristina despierta amor serio y profundo en amplios y diferentes sectores populares, también despierta en otros rechazo, incluso odio, pero ya sabes una cosa y la otra suelen ir juntas, como con Eva. En cuanto a Carrió, da la impresión que aunque hable del amor no tiene idea de los que significa. En el nuevo "A dos Voces" dijo: "yo a Cristina la quiero pero no la respeto". Frase propia de una desquiciada.
ResponderBorrarEl post es bueno y las devoluciones lo enaltecen. Pero coincido con Sujeto: la devolución de una identidad argentina y latinoamericana creciendo entre los jóvenes, refrescando el alma de los descreídos de ayer (me cuento allí) y valorizando ese "compañero" que no es privativo del peronismo, sino que hermana al vecino con el vecino para optimizar este país que hoy nos hace caminar más erguidos.
ResponderBorrarAbrazos