Costó, en nuestro país, regular a la medicina prepaga. Una proyecto de ley, sancionado en 2008, durmió en el Senado hasta ser aprobado -y con modificaciones- en la última sesión de 2010. Ahora, la HCD (merece ser llamada así cuando sanciona leyes en defensa de la ciudadanía a pesar de la formidable presión de los lobbies) aprobó finalmente el proyecto y ayer fue promulgado por la Presidenta.
Una de las primeras entradas de este blog se tituló: Plan de Salud de Obama: ¿pacientes o clientes? y en ella hacía referencia a una nota en la que Mario Bunge criticaba al Health Plan de Obama por no ser lo suficientemente revolucionario. Decía, por entonces, que:
...el enfermo puede ser visto como un paciente, con derecho a la salud; o como un cliente, que cuenta con el privilegio de acceder a un sistema de salud si puede pagar el costo...
La lógica mercantilista, llevada a su extremo, indica que sólo es sujeto de derechos aquel que puede pagar por obtenerlos. La salud y la educación son así vistos como privilegios a los que se accede de acuerdo a las posibilidades económicas de los usuarios.
La globalización, el Mercado, impusieron una lógica gerencial en la medicina, en la que la productividad pasó a tener mayor valor que el acto médico. Así, el término y el concepto de paciente fue sustituído, en gran medida y no sin resistencia por parte de los profesionales de la salud, por el término y el concepto de cliente. Este enfoque quiebra uno de los basamentos de la práctica médica, que es la relación médico-paciente pero, por el contrario, mejora la rentabilidad de la empresa de servicios médicos.
La Presidenta, ayer, explicaba el negocio multimillonario que es la medicina privada. Daniela Godoy, en un comentario, decía algo importante al respecto:
...con la cantidad de dinero de la que se trata, si no hay una fuerte corriente de opinión que respalde leyes, no se tendrá suficiente espalda para resistir los embates de los empresarios de la salud (...) Hay que hablar más de esto, de la salud como un derecho que el Estado debe garantizar. Que no somos clientes, sino pacientes.
Esa caracterización, la del enfermo como paciente y no cliente, no es sólo un capricho ideológico sino un mandato de la bioética, que explica que los principios de beneficencia (que engloba al de no maleficencia), de autonomía y de justicia deben regir no sólo la actividad médica sino la conducta humana toda respecto a la vida. El segundo principio, el de autonomía, coloca al ser humano como sujeto y es bajo este concepto que el enfermo no puede ser catalogado como cliente sin el riesgo de ser objetizado.
Todo acto médico implica no sólo una cuestión científica sino también el ejercicio de la compasión, en el sentido de poder aproximarnos al dolor del Otro. Un profesor nos preguntó una vez cuál es el dolor más fuerte. Las respuestas citaron desde el dolor de muelas hasta el dolor de parto. No -nos dijo categóricamente-: el dolor más fuerte es el que me duele a mí. Con esto quiso ejemplificar cómo debemos colocarnos en el lugar del paciente e intentar comprender no sólo su enfermedad sino también su sufrimiento. Sólo de esa manera podemos establecer una relación médico-paciente óptima y poner nuestro saber junto a nuestra humanidad en el acto médico. Es precisamente contra esa doctrina humanitaria que la lógica de mercado conspira en el ejercicio de la medicina; y es contra la desarticulación de esa lógica que este post, humildemente, intenta colaborar.
Muy buena noticia, pero creo que las prepagas fueron la respuesta a un Estado ausente. La culpa no solo es del chancho. Esperemos que se continue a fondo con lo que falta.
ResponderBorrarAbrazo.
Muy buen aporte, Algún.
ResponderBorrarEs verdad, desde el Estado, ya desde los '60, se tendió a desarticular el sistema de salud. No es que sea malo per se, pero creo que ya comenté antes por acá que el traspaso de los hospitales a las provincias, durante los '90, tuvo un objetivo financiero antes que sanitario. Y además promovió la medicina privada.
Un abrazo.
Así es Ricardo, el conurbano está lleno de "clinicas" privadas, porque no hay suficientes hospitales, o porque para atenderte tenés que viajar una hora en colectivo, o hacer la cola a las 6 de la mañana para un turno en el hospital. No hay peor cosa que sufrir dolor, o que tus hijos sufran, si tenés la guita pagas cualquier cosa y estás agradecido de que te atiendan.
ResponderBorrarSería bueno reformular todo el sistema de salud, incluyendo también las Obras Sociales y lo Público.
Abrazo.
el problema del significante "paciente" es el que lo pone en un lugar pasivo, el que debe "tener paciencia". Yo digo paciente, pero no me termina de cerrar. Me pasa lo mismo con otras palabras como "planificacion familiar" (que supone una familia) o anticoncepción, o servicio de sexualidad, etc.
ResponderBorrarEn cada manera de decir las cosas se gana algo y se pierde algo. Evidentemente "si lo decis de otra manera, decis otra cosa"
En cuanto a la salud publica, apuesto a la universalidad mas que a la logica de "seguros de salud" donde tenes que estar segun determinados criterios. Pero ese es otro debate.
Pero Nilda; a falta de mejor término. No la quiero contradecir, pero se evidencia con ésto la diferencia entre la atención "más humana"? y el mero hecho de despachar a un cliente.
ResponderBorrarUnfor, Ricardo no me deja mentir, los medicos todavia se acodan en la asimetria del vinculo paciente/medico para tener actitudes paternalistas, francamente desempoderadoras. Yo uso paciente, ya le dije, jamas usaria cliente. Usuario no me cierra. Es muy noventoso.
ResponderBorrarMuy buen post Ricardo. Creo que estamos en la senda de recuperar los ideales de Ramón Carrillo.
ResponderBorrarUn abrazo!
Algún: es una realidad. En Tucumán tenemos hospitales pero casi todo lo termina concentrando el H. Padilla, debido a que es el que está equipado y preparado para la complejidad.
ResponderBorrarTambién hay un tema, y es cultural, que muchos pacientes optan por el hospital cuando se tratan de patologías que bien podrían ser atendidas por el sector primario, los CAPS.
Nilda: coincido con la universalidad antes que el sistema de seguros. Es lo que tenemos en nuestro país, en oposición a, por ejemplo, los EE.UU.
Con respecto a pacientes, usted sabe, viene de "padecer".
Abrazos.
Nilda: es verdad, es una relación asimétrica. Desde un lado el saber y del otro el paciente. Pero está en los médicos y en las Universidades empoderar al paciente con información y un trato humanitario. Es algo no sólo deseable sino que además redunda en beneficios porque, de todas maneras, hoy, con internet, es mayor el riesgo de que los pacientes busquen "resfrío" en Google y éste les devuelva que es una enfermedad mortal.
ResponderBorrarAbel: ojalá. Gracias.
Abrazos.
yo tengo 21 años de CAPS, (centro de atencion primaria) y me se de memoria la frase de Carrillo, “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas"
ResponderBorrarPero no hay una denominación a mano.
ResponderBorrarNo clientes, por supuesto.
No pacientes?
Cómo les llamaríamos?
Unfor: ahí en Artepolítica me tiraron "Sujetos del derecho social a la salud".
ResponderBorrarLa veo compliquetti, je:
- Que pase el siguiente sujeto del derecho social a la salú, porfavor...
Pasa, Cacho, te toca a vo.
ResponderBorrarGracias Ricardo!
ResponderBorrarY muy bueno el debate.
Creo que si la medicina privada es lo que es no ha sido por la retirada del Estado, sino que el Estado fue retirado exprofeso para que la salud se transformara en un negocio.
Por otra parte la relación parternalista de la que habla Nilda creo que tiene que ver con todo lo que un concepto de medicina social - que garantiza una política de Estado- que transforme la mirada de todos los efectores de salud pero que también haga posible que las personas sepan sus derechos, se sientan dignamente tratados, se remitan a otras esferas o espacios en los que puedan desarrollarse.
Abrazo a todo el mundo y esto es muy bueno, que lo pensemos y hagamos nuestra contribución.
coincido en general con lo vertido en el post y luego en los coments, y :
ResponderBorrar1) con respecto a paciente o cliente o lo que sea, por ahora que quede paciente, pero NO cliente de salud. Eso más allá de cuestiones semánticas creo que está claro el concepto.
2)Lo de la ausencia del estado como factor principal del crecimiento de las prepagas es evidente, más allá de si fue exprofeso, adrede, sin querer queriendo, etc, etc, etc. Por lo tanto ahí está una de las vetas de desarrollo para los próximos 4 años : Un sistema de salud gratuito, humano, de calidad, y todas las cualidades que tenga que tener.
3) Parecido a lo que pasa con el sistema de salud pasa con el sistema educativo, por algo el florecimiento de las escuelas privadas.
Nilda: lo que sí me parece que no corresponde -y es bastante común, al menos acá- son los "mamá", "abuelo", "viejita" o "mi amor" para dirigirse a los pacientes. No es que me parezca una falta de respeto pero si una falta del debido respeto.
ResponderBorrarDaniela: gracias. Creo que es así. Y en educación igual. Ya comenté algunas veces que creo que si la Derecha gobierna, uno de los objetivos primeros sería hacer más rentable aún la educación y medicina privada destrozando a la pública. Y cuando me refiero a la educación, también hablo de la Universidad pública y gratuita. Ya habíamos tenido algunas pistas cuando durante el gobierno de De la Rúa se hablaba de la arancelización.
Respecto a los pacientes, el empoderamiento también debe ser uno de los objetivos para una buena relación médico paciente y redunda en mejores respuestas al tratamiento.
Larabi: por lo que le decía a Daniela, verás que estamos completamente de acuerdo. Gracias por el aporte.
Abrazos.
Leia hiy que en la misma ley se legalizaba la tercerizacion que hacen muchas obras sociales pasando los servicio de salud a una prepaga y la desregulacion que hicieron Menem y Cavallo en los 90 para vacuiiara a las obras sociales y alimentar enl negocio de las prepagas .
ResponderBorrarComo retrocedemos todo eso para que las prepagas cada dia tengan menos importancia y menos afiliados ?
Yo creo que con la salud publica se puede tendere a olvidarse definitovamente de la mierda de las empersa prepagas , obvo que mientras tanto las regulamos pero siempre pensanaoen que no es lo deseado ni ahi
Un abrazo
Creo que es una utopía lo que pedís, Javier. No sólo porque es muy difícil que la salud pública pueda hacerse cargo absolutamente de todo sino porque la lógica de la sociedad no es esa. O sea, siempre habrán quienes quieran pagar para pertenecer al sector privado.
ResponderBorrarUn abrazo.
Y comop puede existir eso en UK ? o en Canada o en Francia ¿'
ResponderBorrarEso si despues llegan los banquers , los especuladores , la mierdac del FMI a decir siempre que el estado de bienestar es una barrear para el crecimiento y hay que abandonarlo
Yo creo que depende de la batalla cultural y la correlacion de fuerzas , por ejemplo no necesariamente debe existir un grupo que se vaya a vivir a barrios cerrados eso es profundamente negativo para una sociedad y el estado deberia luchar contra esa tendencia antisocial que conspira contra el bienestar de nuestera sociedad
Supongo que la historia del sistema influye. Y el sistema de Canadá me parece un modelo.
ResponderBorrarCoincido, en que se trata de una batalla cultural, pero para pelearla tiene que transcurrir mucho para primero poder mostrar un sistema público capaz de absober la totalidad del sistema y, lamentablemente, no estamos ni cerca.
Un abrazo, Javier.