Si quienes lideran el mundo (...) no dan soluciones claras y concretas sobre el sistema de regulación financiera, si solamente siguen apuntando a controlar a ver en qué gasta cada país las cosas pero no controlan qué hace cada banco de inversión, en lo que hace cada calificadora, en lo que hace cada movimiento de Bolsa...
...Ustedes creen que no hay gente que gana miles de fortunas con esos movimientos sin hacer absolutamente nada, solamente sentado en un escritorio y manejando una computadora. Eso, los líderes del mundo no han logrado solucionarlo y han pasado 3 años...
...Yo sostuve en la reunión de Londres del día 2 de abril, que era necesario obligar a los sectores financieros a volcar a la economía real, esos recursos, porque si no hay consumos, señores, no hay capitalismo, no hay posibilidades de crecimiento de la economía.
Si nosotros hacemos planes de ajuste, si la gente no puede gastar plata, si la gente está endeudada en más del ciento por ciento de sus posibilidades (...) cómo vamos a hacer para que vuelva a crecer la economía si no hay consumo, si el capitalismo hace eso, que la gente consuma y que ustedes, los empresarios produzcan y vendan cada vez más. Este es el tema, esto es lo que está fallando.
¡Quién me habría visto de mis épocas universitarias ahora! O sea lo que estoy proponiendo es volver al capitalismo en serio, porque esto que estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarco-capitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie. (APLAUSOS)
Entonces, la propuesta es que regulemos a los que realmente tenemos que regular. Resulta que vamos a regular a los países y ver cómo pueden ajustar. Además, van cayendo los liderazgos, y además, permítanme desde la política no ya desde la empresa, se van a comenzar a cuestionar los fundamentos de la democracia. Porque cuando la gente vea que la democracia no le da posibilidades de trabajo, de progreso, de tener casa, de salud, comienzan a cuestionarnos los funcionamientos del sistema político.
Ustedes piensen no en términos de 2 ó 3 años, piensen en términos de la evolución histórica de la humanidad, lo que ha pasado cada vez que el pueblo no ha podido comer. Y lo digo acá en Francia, cuna de la Revolución Francesa; cambian los sistemas...
Huelga comentar. Quizás quienes no quieran a Cristina podrán calificar su discurso nuevamente como el de una maestra ciruela, subida al pedestal del 54%. Pero no podrán criticar el fondo de la cuestión, a lo que apunta, porque es de una lucidez envidiable.
La otra parte tiene más que ver con la política doméstica y los últimos movimientos en torno a la relación del gobierno con la CGT y con los alineamientos en pugna hacia el interior de la Confederación General del Trabajo. Es esta porción del discurso:
...Nosotros hemos presentado en el Plan de Agricultura Nacional, en el Plan Agroalimentario Nacional 20-20 como lema: la industrialización de la ruralidad...
...creemos que una de las claves unida a la tecnología, a la mayor productividad, es lograr el agregado de valor a cada uno de esos productos, a los distintos eslabones de la cadena productiva, en el lugar de producción. Esto tiene que ver no solamente con una cuestión de tener nuestras familias situadas en sus lugares de origen, sino que también va a ser un problema de competitividad, porque una de las cuestiones de la competitividad va a estar dada por la logística también.
Si yo evidentemente tengo también que trasladar mis materias primas a determinados kilómetros para poder industrializarlas, esto evidentemente me va a restar competitividad en lo que hace a la industrialización y al valor agregado...
...¿Cuál es el problema que yo veo en lo futuro? Puede ser el climático, evidentemente (...) la tarea de irrigación es fundamental para prevenir la sequía, en un país donde además tenemos un acuífero muy importante.
Ustedes saben que América del Sur tiene algo así como el 25 ó 30 por ciento de reserva del agua potable del mundo, con lo cual nosotros podemos con un fuerte Plan de inversiones, garantizar por lo menos de no tener que mirar el cielo, a ver si cae agua. Esta es una de las claves también en infraestructura de puertos. Tenemos un complejo, el complejo oleaginoso, o sea el granero más importante está en el puerto de Rosario y hemos desarrollado una infraestructura que es la Hidrovía, que nos permite -ustedes saben- el transporte marítimo. Es, en el término de costos una ecuación importante y estamos también volviendo a desarrollar luego de muchas décadas, el transporte ferroviario.
Todos sabemos que el transporte en camiones, más allá de los 100, 150 kilómetros, torna no competitiva a la producción, con lo cual es necesario contar con transporte a través de ferrocarriles y fundamentalmente marítimos, para poder por ejemplo en el caso nuestro, llegar en el año 2014-2015 directamente con barcos de muy alto calado hasta Asunción, lo que significaría poder sacar la producción vía marítima de todo lo que es el sur de Brasil, de todo lo que es Paraguay, de parte de Bolivia, de toda Argentina y obviamente de Uruguay que allí está. Con lo cual también concebimos a la infraestructura tal cual se ha explicitado aquí, como algo fundamental en esta cuestión...
Quizás en este último apartado podamos entender un poco más el por qué del enfriamiento en las relaciones que venimos observando. Hace al propósito de industrialización y a la búsqueda de mayor competitividad, puesto que el sector de Moyano no querrá, de buenas a primeras, abandonar las prerrogativas conseguidas. Algo totalmente lógico, por otra parte. Deberemos ver cómo se desarrolla y resuelve la cuestión. Si algo ha certificado el abrumador porcentaje de votos recibido por Cristina es que no hay nadie mejor que ella para administrar las tensiones sectoriales.
El desempeño de la Presidenta en los foros mundiales siempre es destacable. Tiene conocimiento de los temas que aborda y hace alarde de sencillez, de elocuencia y de convicción, lo cual no es poco y resulta incomparable con relación a otras alocuciones cargadas de retórica y falta de compromiso. Su falta de neutralidad es manifiesta y corrobora su liderazgo. Me imagino que más de un figurón internacional envidiará la soltura y espontaneidad de la morocha argentina.
ResponderBorrarLa gran pena es que muchos de los participantes, especialmente los del "primer mundo", comprenden perfectamente lo que ella expuso. Simplemente, no les importa.
Saludos
Tilo, 70 años
El capitalismo se muerde la cola.
ResponderBorrarLos enclaves financieros más que producción quieren billetes.
Están enfermos de acumular numeritos donde los ceros se juntan sin control hacia la derecha.
Esta masturbación numerológica es el colmo anunciado de la aberración del sistema.
Cierta vez lo plantée (veintidós años atrás) en una reunión espontánea de vecinos en un comercio de barrio.
Estábamos hasta el tuétano con la hiperinflación. Sin embargo uno de ellos me interrumpió para preguntarme con fastidio:
-"Qué, vos sos comunista?!"
Ahí me di cuenta que el menemismo iba a tener vía libre...
Tilo: el tema sería entonces que reconozcan que les importa tres cuernos y que, en realidad, aunque los haya votado la ciudadanía, son los representantes de los bancos y el capital financiero.
ResponderBorrarEspero sentado, ¿no?
Daniel: es que ni siquiera se plantea salir del capitalismo. Cristina fue clarísima: hay que volver al capitalismo. Esto, la timba financiera, es cualquier cosa menos capitalismo.
Abrazos.
Es probable, espero que no, que este discurso no llegue más allá de una sorpresa, de una parada de carro de un paisito clase B ante los dueños del circo mundial, los verdaderos dueños.
ResponderBorrarPero el componente que yo más rescato es el del aumento de la autoestima nacional, de ver a la presidenta diciendo cosas importantes y no precisamente baratas en la boca del lobo. Nada que ver con otras presencias, cuando se iba a recibir los retos y firmar algún compromiso ruinoso nuevo. Ah, y las alabanzas de los mismos medios que ahora se harán los boludos o interpretarán cualquier cosa negativa.
ram: viene siendo así desde 2003. Las intervenciones, tanto de NK como de CFK, son para guardar por la valentía y la lucidez para entender los momentos históricos. Pasa que algunos tardan más en entender, como dice siempre Cristina.
ResponderBorrarAbrazo.
Estupenda, como siempre. Eso sí, yo discrepo un poco con su pedido de un retorno a un "capitalismo en serio". El capitalismo financiero es hoy el capitalismo real. Si se aspira a reformarlo (y hace falta mucho poder político para eso, poder que nosotros no tenemos, ni hablar si hablamos de cambiarlo por otro) conviene comenzar sabiendo que este es el punto de partida. Y que el sistema que regirá finalmente la vida de las personas durante todo el siglo XXI saldrá de las disputas de poder que ahora se están dando más que de discusiones teóricas.
ResponderBorrarIris: también debemos considerar que lo que dice está atravesado por los pedidos de los paises centrales por controlar los precios de las commodities antes que controlar a los capitales especulativos que amasan fortunas apostando contra países, el precio de los alimentos, etc.
ResponderBorrarYo creo que se inscribe en lo que el kirchnerismo siempre propuso: un capitalismo más humano, y un sistema en el que la política, como herramienta de la ciudadanía, tenga preponderancia por sobre un capitalismo que ha buscando, con éxitos, superar las barreras de los Estados.
No discuto que el objetivo de Cristina sea un "capitalismo con rostro humano", pero creo que el capitalismo actual simplemente se muestra desnudo cuando antes disfrazaba sus partes oscuras con tules y gasas.
ResponderBorrarY la respuesta de los países más ricos frente al aumento del precio de los alimentos muestra que no aspiran a volver al Welfare State sino a garantizar que la timba financiera siga cantando números.Sus gobernantes no se ven ni actúan como representantes de sus pueblos sino como gerentes de multinacionales cuyos intereses defienden con uñas y dientes (y bombas y misiles).
Sí, puede ser.
ResponderBorrarAdemás, no sólo con las bolsas ganan fortunas sin hacer nada, sino que las crisis son momentos de ganancia pura para algunos. 2010 fue el año que mayores utilidades le reportó a los bancos yanquis, por ejemplo.