¿Perón, Perón? ¿Qué grande sos? No, no es Perón el que firma el siguiente artículo. A ver si usted, amigo lector, adivina en qué medio apareció la nota (tranquilos/as, la respuesta al final):
El capitalismo está globalmente aceptado no por producir ganancias y más riqueza, sino por producirlas con modalidades que garantizan eficiencia económica y legitimidad política . La presente crisis europea nos muestra graves falencias al respecto [Temprano empezamos, marxistas asquerosos].Bueno, si pensaron en Miradas al Sur, Página/12, Le Monde Diplomatique, el Facebook de 678 o en la Prensa Obrera, se equivocaron: fue publicado acá. Poco a poco empieza a reconocer su bancarrota ideológica.
La primera tiene que ver con el riesgo, concepto central del capitalismo . Antonio, en El mercader de Venecia (una obra centrada en este concepto), construye su riqueza sobre su disponibilidad a aceptar que sus barcos cargados de preciadas mercaderías de Oriente se hundan en una borrasca o asaltadas por piratas.
La legitimación de su ganancia deriva de este riesgo, aceptado y repetido. La falta de regreso de sus barcos puede destruir su negocio – y su propia vida en el caso de la tragedia de Shakespeare.
Hay quien dice que el origen del capitalismo se vincula al surgimiento, y a la legitimación social de un nuevo modelo de hombre, volcado hacia el futuro, un hombre de coraje [¡Macho!, dijo la partera].
¿Por qué en el caso del capitalismo financiero, los bancos, que traen ganancias altísimas de su disponibilidad al riesgos, se rehúsan a aceptar las consecuencias de que un barco pueda hundirse y pretenden trasladar sus pérdidas a la sociedad en su conjunto? [Uy, ya me carcome la duda: ¿en qué medio ultrakirchnerista habrán publicado esta nota?] ¿Cuál sería el elemento legitimador de sus ganancias, si no corren riesgo alguno? La segunda falencia se refiere a la centralidad del mercado en la visión moderna de la economía, es decir la representación del mercado como lugar neutral donde, a través del encuentro entre demanda y oferta, se regulan los intercambios no solamente económicos, sino sociales [Barone piensa pero no habla así. Hubiera dicho "Fíjense, es muy interesante" antes de empezar...], en los ámbitos cruciales de la producción y de la distribución.
Pero, ¿quién controla si los bienes que se ofrecen en dicho mercado no son fraudulentos? ¿Y quién tiene que pagar las consecuencias en caso de verificarse una crisis como producto de la inmisión en el mercado de, pongamos, los fondos buitres? [Posta que es el ultra-K de Feletti el que escribe esto, maldito populista] Al propiciar el mercado la difusión de este tipo de productos, ¿no iría perdiendo su original legitimidad, basada sobre su supuesta capacidad de regular más racionalmente la producción y distribución de riqueza? La tercera falencia tiene que ver con la relación entre capitalismo y sociedad igualitaria [¿No te dije? ¡Ahí está! ¡El sucio trapo rojo!]. Siempre nos dijeron que entre los beneficios más patentes de la modernización capitalista estaba la difusión de un modelo de sociedad más igualitario.
Si miramos a Europa, esto es lo que pasó, no sin idas y vueltas. El desarrollo industrial se fue acompañando de una evolución de la sociedad hacia un modelo más igualitario y más móvil, donde se marginaron los grupos de poder antiguos, “ineficientes”, cuyo poder estaba radicado en la tradición y/o en la represión.
Crucial en este proceso fue la difusión de altos niveles de educación, lo que, a su vez, brindó progreso científico y técnico y más innovación, que es el motor del desarrollo económico. Lo que propicia el modelo de desarrollo actual es, todo al revés, la protección de los grupos que no producen riqueza sino préstamos (algo muy diferente), además de una sociedad cada vez más desigual donde, dada la cada vez menor posibilidad de acceder a una educación pública de calidad, se estanca la capacidad de innovar [¿Cómo? ¿No tiene razón Piñera entonces? ¡Renuncie montonera Camila Vallejo!].
La cuarta falencia se refiere a las relaciones entre mercado y democracia. Talcott Parsons decía que la democracia es el mejor sistema para mediar entre los conflictos de una moderna economía capitalista . El mercado, por sí solo, no ayuda a fijar el mejor nivel de inversión en las áreas que no producen ganancia inmediata [Muchachos, el Muro ya cayó. Per-die-ron. ¿No lo entienden? Váyanse a su país: Comunilandia] (la seguridad por ejemplo), ni ayuda a resolver temas cruciales como la calidad del aire o los niveles salariales.
Estas elecciones necesitan una arena neutral, donde se confronten las varias opciones de salida del conflicto sobre una base paritaria y de argumentos razonables (es decir que ningún grupo, a priori, tiene el monopolio de la verdad). Esta es la esencia de la democracia sustancial.
Resolver estos casos en base a una supuesta eficiencia económica puede ser, en el mejor caso, peligroso, en el peor, fatal para la democracia y para el propio capitalismo. El funcionamiento de dicho sistema, como bien lo sabía el señor Ford, depende de la buena disposición de los trabajadores a trabajar y de su posibilidad de comprar , algo que no se consigue con la represión de sus niveles salariales o con el descuido de sus exigencias básicas [¡Por Dios! ¡Díganme ya en que medio ultrakirchnerista apareció esta nota! ¡Hay que aplicarle ya una Ley Mordaza a Spolski!].
Ojala pueda la crisis retomar la discusión sobre estos puntos tan sencillos que no necesitan premios Nobel para ser entendidos y discutidos, sino hombres y mujeres con educación básica y sentido común.
♫ ...Por ese gran (diario) argentino
que se supo conquistar ♪
♬ a la gran masa del pueblo
combatiendo al capital (financiero)...♩
No tengas miedo de que aquí estos señores pretendan imponerle límites a la libertad del capitalismo ni mucho menos que propicien una revolución de los trabajadores. Lo que el estudioso afirma y que suena bastante plausible, solo se aplica a los países europeos donde realmente existe el capitalismo. Ante esa inquietud, que pondría todo patas para arriba, seguramente te responderán que desde luego esa argumentación no se le aplica a nuestro país porque lo que hay en él, desde el 2003, es un capitalismo populista dirigido desde el Estado que controla el mercado y ahoga la libertad que es la esencia del capitalismo.
ResponderBorrarDe todas formas y tomándolo con ironía como vos lo hacés suena gracioso pero en realidad revela la incongruencia de los que lo publicaron. Muy bueno el post, pescaste un buen espécimen.
ResponderBorrarIncreíble, verdad.
ResponderBorrarHay que notar que al mundo lo gobierna un poder con eje en el gran enclave financiero-militar (que conspirativo que estoy!). Y que los tipos tienen el monopolio de los medios de comunicación en los países centrales y periféricos para haber propagado ese balurdo de la "sensibilidad de los mercados". Y que un capital que arriba es como una especie de niño impoluto, estudioso que llega al pago con su valijita cargada de ilusiones y esperanzas y que el menor exabrupto populista lo espanta para marcharse a otro sitio más "civilizado". Por lo tanto, te están bajando linea de: -"no te hagás el loco o no vamos a mejor puerto".
Si esto pretende aplicarse a los capitales productivos y no precisamente a los volátiles. Hay que decir que las ganancias de los productivos suelen convertirse en remesas que en algún momento tienen parada en algún paraíso fiscal.
Y digo, si se censura y critica taaaaanto a un país -pongamos- como Venezuela. Quién de esos repúblicos levanta su voz alguna vez contra Barbados o Chipre?
Profe: tenés razón. Aún así, en el artículo sobrevuela la idea de que el mercado, por si sólo, no puede regular la actividad humana y, obviamente, es entonces el Estado el que debe "fijar el mejor nivel de inversión" en esas áreas que no producen ganancia. Podemos trasladar estas palabras a todo el revoleo armado alrededor de Aerolíneas desde su estatización y no únicamente ahora, ¿no?
ResponderBorrarDaniel: ni siquiera hay que ir tan lejos. Proponen como modelo a Uruguay, con un Presidente que dice que la mejor ley de prensa es la que no existe. Tupamarismo homeopático, je.
Respecto a las teorías conspirativas, por ahí tengo un artículo que todavía no se si subir. Yo soy bastante conspiranoico.
Abrazos.
¿Así que ahora se vienen a enterar que en verano hace calor?
ResponderBorrarTiene un olor a intento de armonizar con lo decentemente correcto(para parecer decente)que voltea,necesitan ser creíbles porque ya ni los mas rancios reaccionarios le dan bola.
La nota anuncia el invento de la pólvora y la fórmula secreta del dulce de leche,¿y?¿las leyes del mercado ideológico les demandan un cambio para poder tener injerencia en los nuevos-viejos avatares?
Que tengan algo de dignidad y se hundan con el buque,sarta de cipayos.
Jejeje.
ResponderBorrarEn La Gaceta también ando leyendo que piden opiniones a profes universitarios sobre algún tema, inseguridad ponele, y los tipos mandan "porque las políticas de exclusión de la década pasada...".
Y bueh, muerto el rey, viva el rey, ¿no?
Me parece que desde el principio se lamentan porque el ríezgo país no le interesa a nadie . Y el control que había sobre el mercado con Menem y De La Rúa era total:((
ResponderBorraren el blog de Anyuletta escribiste una gorileada total,se agarraron de ahí hasta la FLÍA de la Pando..??sos vos???después de lo tUyo hay uno que te apoya en nombre del antipopulismo..Es como tu amigo javier,APOYO CRÍTICO ,COMO EN AEROLÍNEAS,TE JODO Y TE CASCOTEO Y TE QUIERO DERROCAR ,PERO TE QUIERO !!
ResponderBorrarAnónimo: cualquiera lo que decís.
ResponderBorrarCopio el comentario y me hago cargo (no como vos, que no firmás):
"Creo que es como dice el anónimo. Es guita que no está. Y es cierto que desde el oficialismo no se lo explicó pero ey, ¿a quién le gusta dar malas noticias?
Algunos explicaron que los subsidios, por la inflación, se comían cada vez porcentajes mayores del presupuesto. Además, la mayoría de los subsidios van para la CABA, una situación más que injusta para el resto del país.
26 de noviembre de 2011 02:08".
Fijate lo que cuesta el transporte en la CABA y fijate lo que cuesta en Tucumán. Y después decime si eso es justo.
Comenté en igual sentido en el blog de Daniel: tanto revoleo por el tema subsidios y es un pataleo porque se lo sacan a los porteños. Acá luz y agua cuestan más que allá y nadie llora.
Te mandaría saludos, pero no se quién sos.
Javier: el riesgo país... vivíamos mirando la tasa de interés. Signo de que la economía era endeudarse.
ResponderBorrarAbrazo.
Pienso que estos muchachos andan queriendo parecer simpaticones...
ResponderBorrarNo sé si nadie les cree, pero necesita que les crean más...
Así es, Hilda. Tambiés les sirve para cubrirse. Después dicen: "no, pero fijate que en una nota del suplemento Zona, en la págin 84, allá chiquito, dice que el kirchnerismo no es tan malo".
ResponderBorrarAbrazo.
Lo comparto en Facebook.
ResponderBorrarGracias, Jorge.
ResponderBorrarAbrazo.
La leo ,la leo y la vuelvo a leer, (DISCONFIO), ESTÁ BIÉN , ES PARA EUROPA , PERO SE ESCRIBIÓ AQUÍ, Algo traman, nada que clarinete publique está hecho sin una razón obstaculizan-te, ¿Tiene firma la nota? ojalá me equivoque y tenga que pedir disculpas.
ResponderBorrarSALUDOS
Néstor: yo la entiendo como una apertura. Como decía: para luego decir "no, sí, nosotros también criticamos el anarco capitalismo financiero", je.
ResponderBorrarLa autora es: LORENZA SEBESTA POLITOLOGA E HISTORIADORA. PROFESORA DE INTEGRACION EUROPEA (UNIVERSIDAD DE BOLOGNA SEDE BUENOS AIRES)