En 2007 asumía la derecha en Francia, de la mano de Nicolás Sarkozy. Causó gran impresión su discurso de Bercy, días previos a su asunción, en el que condenaba el ideario del mayo francés, a la vez que renegaba del presupuesto del fin de la historia luego de la caída del Muro y de la inevitable dictadura del Mercado que el pensamiento único neoliberal proponía. Reivindicaba Sarkozy a la política -a una forma de hacer política-, y se planteaba como una superación de las visiones de izquierda y de derecha liberal. Proponía, para ello, una derecha conservadora nacionalista. La realidad europea hoy, derrumbó cualquier esperanza de una derecha que se plantara frente a los intereses especulativos en defensa de la ciudadanía.
Un fragmento de su discurso, para quienes no lo recuerden: «El pensamiento único (...) había denegado a la política la capacidad para expresar una voluntad. Había condenado la política. Había profetizado su caída imparable frente a los mercados, las multinacionales, los sindicatos, Internet. Se sostenía que en el mundo (...) el poder pronto estaría compartido, diluido, disperso en red; porque las fronteras estarían totalmente abiertas y los hombres, los capitales y las mercancías circularían sin obedecer a nadie. Pero la política retorna. (...) La caída del Muro de Berlín pareció anunciar el fin de la Historia y la disolución de la política en el mercado. Dieciocho años después, todo el mundo sabe que la Historia no ha terminado, que siempre es trágica y que la política no puede desaparecer porque los hombres de hoy sienten una necesidad de política, un deseo de política como rara vez se había visto desde el fin de la segunda guerra mundial».
En ese momento Sarkozy representaba un retroceso, visto desde el cristal progresista. No al nivel de un Le Pen, y tampoco tanto si advertimos como los socialistas europeos debieron liberalizar sus economías luego. Entonces releo ese discurso y digo "la puta, hasta yo lo hubiera votado". Un año después, Sarko propuso algo parecido a lo que Néstor y Cristina vienen proponiendo en distintos foros: una refundación del capitalismo, un nuevo Bretton Woods. En ese 2008 Nicolás dijo: «le laissez faire, c'est fini». Un gigante, el petiso (sí, el chiste fácil). La puta, qué Presidente tenían los franceses, podría haber pensado uno por entonces. Pero la realidad es una puta -dicho con todo el respeto del mundo para las putas, por supuesto- y es más Presidenta que muchos. Dicho con poco respeto por la realidad, claro, que no es una entelequia sino un organismo supranacional comandado por el capital financiero, los bancos, las grandes corporaciones, etc.
Hoy Sarkozy, el que proponía refundar el capitalismo, el que proponía un retorno de la política, el que planteaba mayor margen de discrecionalidad para la decisión nacional, depende del humor de Frau Merkel, debe aceptar que el Banco Central Europeo no puede ser reformulado y el FMI manda. ¿Eurobonos? -se rie la Canciller alemana-. ¿Que los países centrales europeos financien nueva emisión de deuda a los países periféricos? Ja, ja, ja -se descostilla en el suelo Ángela-. No, el capitalismo financiero sigue vivo y con mayor poder que nunca. Suele ocurrir en las crisis, hasta que éstas alcanzan el trazo plano electroencefalográfico. Por eso Sarkozy, que inició su mandato intentando liderar una nueva derecha en Europa, debe contentarse hoy con ser cola de león de la vieja derecha, y avenirse a sustentar la mayor injerencia fiscal que Alemania demanda al resto de los países de la eurozona, las sanciones más severas para los Estados miembros que no cumplan con los ajustes y que el déficit cero -hola, Fernando; hola, Domingo Felipe- sea una imposición con rango constitucional.
A veces me pongo setentista y pienso que en determinadas circunstancias (estas... no las de acá, las de allá. Esas, entonces) hay que agarrar los fierros. Las condiciones objetivas están, faltan las subjetivas (la izquierda implotó, y los indignados son una masa difícil de asir, no identificable con un sujeto revolucionario, ni siquiera reformista. Quieren que se cumpla la letra escrita.
ResponderBorrarTonce se me pasa, tomo la pastilla y me vuelvo socialdemócrata, tibiamente marxista. Las vanguardias terminan solas. Pa cá sigo Krishtinista :)
Y es que los avances del capitalismo financiero,el capitalismo realmente existente no dan lugar para "derechas lúcidas". Exige sumisión total de los gobiernos a los mercados sin concesiones y en Europa y EEUU la está obteniendo.
ResponderBorrarOlvidé el enlace a la editorial de Le Monde diplomatique que escribe Ramonet. Interesante. La gran regresión
ResponderBorrarhttp://goo.gl/L6O2H
Y bueno, se hizo famoso por mandar a cagar a palos a africanos del norte que armaban quilombo en los suburbios.
ResponderBorrarLuego, de presidente, mando a que los bombardeen, pero en su casa.
Va a terminar mal, por supuesto.
Conservador en política, liberal en economía. No tuvo problemas en expulsar, reprimir o invadirles el país a los negritos. Pero frente al, invencible, Banco Europeo estuvo manso como una oveja. Vendiendo a Francia por un euro. Que pase el que sigue.
ResponderBorrarLeia antes el nuevo plan para europa que publico Diego Tirelli en su blog y que vos dejas el link y es el suicidio de la politica absurdo , ver como estops sujetos renuncian a su propia funcion para sucumbir ante la dictadira de lso mercados , hoy esta desseperado por mantener la AAA por parte de las calificadoras que supuestamente iban ellso a rgular y que son las que terminan determinando que deben hacer los gobiernos , me resulta realmente increible y pienso que aca pasaba hace 10 años exactamente lo mismo .
ResponderBorrarUn abrazo
la verdad es que todo lo que propongan por ese lado es insostenible (el deficit cero en la constitución...), es prohibir llover. El afano está prohibido, es inconstitucional que yo sepa, y sin embargo ha sido lo más practicado en este mundo capitalista... Qué va sé...
ResponderBorrarAbrazo
Rick
Sudaca: yo soy feimannista respecto a la violencia. Puedo intentar entenderla pero soy un pacifista-lennonista.
ResponderBorrarDe todas maneras coincido en el diagnóstico: en Europa no hay más que sopa en el menú.
Gracias por el link, no había leído la nota.
Iris: ese es el corolario. No ha espacio para nada más que el anarcocapitalismofinancierototal (je).
Daniel: y sí, pero leés hacia adonde quería dirigir su gobierno y mirás lo que hay ahora y decís: pucha, tan mal no hubiera estado.
donchango: y, será la Bruni, que me lo acarameló, je. Aparte, no jodamos, tan macho no puede ser si es francés, jeje.
Javier: sí, en términos políticos era exactamente eso lo que pasaba acá. Es un suicidio político.
Rick: aparte, pongámosle que pongan el déficit cero cuando tengan superávit. Para quedar bien nomás. Pero cuando están en contracción, contraer aún más la economía no tiene sentido. Bah, sí, es la confianza en el Dios Mercado, para que recupere la "confianza".
Abrazos, mes amis.
Sarkozy se va en la primera huelga que le planten, porque ajustarse el cinturón sirve sólo hasta el diámetro de la cintura, por más delgado que uno asté.
ResponderBorrarCordialmente,
Yo.
Del link que aporta el chamigo Sudaca:
ResponderBorrar"Para tener una idea de su colosal fuerza basta comparar dos cifras: cada año, la economía real (empresas de bienes y de servicios) crea, en todo el mundo, una riqueza (PIB) estimada en unos 45 billones (1) de euros. Mientras que, en el mismo tiempo, a escala planetaria, en la esfera financiera, los “mercados” mueven capitales por un valor de 3.450 billones de euros. O sea, setenta y cinco veces lo que produce la economía real...".
Contundente. Buen post Richardinho querido. Hace mucho no me pasaba. Estoy a full con la letúrac.
Abrazo!
Niño: tiene un par de huelgas en el haber, si no me equivoco.
ResponderBorrarDesocupao: anarco capitalismo financiero. Total. Je.
Abrazos.
Tal vez la estrategia de refundar el capitalismo del petiso, sea refundiendo al neoliberalismo primero.
ResponderBorrarSi es así va por el buén camino.