Portabilidad numérica

Esta mañana me tocó comunicarme con mi empresa de telefonía celular. Prefiero, a veces, llamar por teléfono a mi suegra o a mi mamá. Si tenés un celular (y si no lo tenés, sos un trotkista romántico) no hace falta aclarar que comunicarse con atención al cliente es un tormento similar al de Prometeo; sólo que el héroe puede, eventualmente, hacerse amigo del águila que le picotea el hígado y charlar del clima y cuestiones similares.

Recordé entonces este post de Matías, de agosto de 2010, que decía que el populismo también está en los detalles. La portabilidad numérica no es el fin de las AFJPs ni la cancelación de la deuda al FMI, tampoco la Ley de Entidades Financieras ni la participación de los trabajadores en las ganancias, pero es una deuda del Estado y será, cuando se implemente, una pequeña victoria, módica, como los feriados de carnaval, que sirva para alegría del pueblo. ¿Cómo puede la portabilidad servir a este loable propósito? Bueno, para empezar, la competencia entre empresas será más descarnada y puede redundar en mejores ofertas para captar una porción mayor de mercado. Motivo de alegría 1. Tendrán, estas empresas, un cepo menos con el cual fidelizar al cliente: el número deja de ser propiedad de la empresa y pasa a ser del titular que, si algún día se le ocurre -o le ofrecen algo mejor- puede cambiar de compañía sin la soberana molestia de participar de la novedad a sus contactos para que actualicen su agenda. Motivo de alegría número 2. El tercer motivo de alegría es enteramente personal y pueden coincidir conmigo o no, pero odio a las compañías de telefonía fija y celular. Las odio como odia D'Elía a la puta oligarquía. Me salió en verso. Las odio desde los noventa, cuando Menem le entregó el norte a Telecom y el sur a Telefónica e hicieron y deshicieron a placer. Las odio como se odia lo maligno. Quizás mi odio es desmesurado y burgués, pero es mío, qué joder. La portabilidad numérica, final e indefectiblemente, reducirá sus márgenes de ganancia. Ese es mi tercer motivo -odioso- de alegría. Deberán, también, las compañías, mejorar su servicio de atención al cliente. Puede ser un buen motivo para cambiar de compañía operadora. Motivo de alegría número cuatro.

Como dato de color, este que aporta Nicolás Bacqué en LA NACION:

...Las compañías afrontarán un gran desafío para fidelizar a sus clientes y deberán resignarse a competir por precio o mostrar creatividad y eficiencia operativa para diferenciarse. (...) Un caso interesante para observar es el de Yoigo, la filial española de Telia Sonera (principal operadora en Suecia y Finlandia y con operaciones en quince países) (...) además de precios competitivos, la compañía ofrece esquemas tarifarios simples y fáciles de entender por los consumidores y contratos sin letra chica...

...Volviendo a la Argentina, si el cambio regulatorio se implementa en toda su dimensión y se asegura un adecuado acceso a la información, el impacto sobre el negocio puede ser significativo. En una industria que ha ocupado consistentemente los primeros lugares del ranking de consultas a la línea gratuita de Defensa del Consumidor a lo largo del último quinquenio (1° en 2005 y en 2006, 4° -abono- y 8° -prepago- en 2007, 3° en 2008, y 2° en 2009 y 2010) la magnitud del desafío podría ser muy grande...

Para finalizar, algunas (pocas) precisiones:

• La resolución 98/2010 aprobando el Régimen de Portabilidad Numérica, acá.
• Aunque pude leer artículos como este, este o este que dicen que será recién para marzo o abril de 2012, la CNC dice que entre el 15 y el 31 del presente mes de diciembre deberá estar puesta en marcha (Anexo I, Id. 14).
• El plazo mínimo de permanencia con un proveedor es de 60 días.
• Para quienes quieran leer más, toda la información en la web de la Comisión Nacional de Comunicaciones.

Es de esperar que en un futuro no tan lejano podamos también hacerle "fuck you" no imaginariamente a las prestadores de telefonía fija y que ésta ingrese también en el regimen de portabilidad. Porque el populismo también está en los detalles.