Todos conocimos en nuestra niñez o adolescencia, en la escuela o en el colegio, a algún matoncito, personaje estereotipado si los hay que busca, pareciera, desesperadamente a veces, dar cumplimiento al rol determinado para el personaje. Suelen aflorar esos comportamientos infantojuveniles luego, durante la edad adulta, en los partidos de fútbol. Es, el fútbol, un equipo radiográfico o tomográfico capaz de exponer al Yo librado de represiones o de cualquier convención social. Se juega cómo se vive, pero en serio y no seisieteochísticamente. En realidad, se juega como se aprendió a vivir, si quieren.
Estamos jugando un picado. En el potrero y sin réfer. A cara de perro. En la canchita del barrio se juega así. Mucho más aún si no se juega entre amigos sino con la otra barra, eterna rival. Nos conocemos todos, en el barrio. Aunque la cancha esté poceada, la pelota rebote mal en las áreas, alguien la tire por arriba de alguna tapia para respirar y ganar tiempo, se juega por el honor, que es la vida misma. La posición adelantada no existe y los penales se discuten al calor del momento. Por lo general es el matoncito o quien alguna vez lo fue quien suele intentar imponer su punto de vista.
Quizás por haber conocido a un par, siendo chico, los conozco bien. Se aprende a sobrellevarlos. Pero hay alguien que suele ser más peligroso, y es el matón venido a menos. Aquel que solía imponerse por su sola presencia y la amenaza implícita que esta determina, pero que por alguna cuestión -generalmente haber perdido el poder de coacción como resultado de una derrota en alguna pelea o situación, simbólica- ya no ocupa el lugar que antes disfrutaba. Ahora, en presencia de quien es el nuevo líder, suele desaparecer. O se dedica a hablar mal a sus espaldas. Es difícil tolerar la angustia de ya no ser, la pérdida del poder. Suele, además, este personaje característico, estereotipado, intentar recuperar algo de lo que perdió. Si no con quien o quienes se lo arrebataron, sí con quiénes considera inferiores. Su sola presencia ya no es todo lo intimidante que antaño: insinuar no basta y debe, ahora, pasar al acto, imponerse con el cuerpo para conseguir el mismo efecto que antes su potencialidad resolvía sin necesidad de demostración alguna.
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Nuestra solidaridad con los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente. Dice Caballero:
"...El Grupo Clarín S.A. entiende que su derecho a la libertad de expresión es superior al que me asiste a mí para expresar lo que pienso en un país libre y democrático, y exige que se me aplique una mordaza judicial en el marco del Derecho Penal, nada menos. La intención es clara: producir en los periodistas que no repiten lo que Magnetto quiere escuchar el temor a la represalia y silenciar así la crítica como parte de una estrategia general de blindaje a su patrimonio excedido, que deberá adecuar a la Ley de Medios de la democracia antes del 7D...".
Mire, amigo Ricardo. Entiendo que esta noticia es absolutamente falsa.He googleado la misma en el sitio de Clarín y La Nación y no encuentro ninguna mención. Poniendo “Sandra Russo” las únicas referencias son las de Tiempo, Diario Registrado y algunos medios del interior.
ResponderBorrarLa única coincidencia sobre la denuncia es una nota del mes de septiembre del periodista independiente Jorge Lanata que dice, textualmente, “Sandra Gómez Fuentes -en otra época llamada Sandra Russo- dijo en plena marcha que ése era el “núcleo del veneno””, frase que aparece en la presunta denuncia
http://www.clarin.com/opinion/reclamo-democracia-mejor_0_774522645.html
Recordemos que el periodista José Gómez Fuentes fue un notorio colaborador de la dictadura militar en los años en que Clarín lideraba la resistencia democrática, así que el apodo usado por el Sr. Lanata sugiere una actitud de la Sra. Russo complaciente con regímenes dictatoriales.
Hay una remota posibilidad de que la noticia sea veraz y es que a Clarín y sus socios les de vergüenza ponerla en sus páginas, porque, con esto superaron todos los límites. Pero esto es difícil de creer, por tratarse del Gran Diario Argentino y la Tribuna de Doctrina.
No obstante, por las dudas firmo con seudónimo. Saludos y aguante CARP
Este gobierno derogó las figuras penales de calumnias e injurias.
ResponderBorrarSi a este periodista le cabiera una denuncia penal, a los que conforman el stock de Clarin/Nación/Perfil/ etc. le iría la de sucesivas e incontables cadenas perpetuas, con sentencia firme.
Groucho: el sólo hecho de aclarar que por si acaso firma con seudónimo es sintomático.
ResponderBorrarLa levanta también Página/12: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-208594-2012-11-25.html
Daniel: ¿qué te parece? Hoy es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres. Teléfono para Jorge Lanata por sus expresiones para con Gabriela Cerruti, tratándola de trola, hacia Saintout y López, por ningunearlas, a la Russo, igual. Pero no, Lanata es bueno...
Ok, Pagina 12 también, Pero ahí trabaja Russo. Refuerza mi ironía anterior.
ResponderBorrarSigue extrañando que Clarín y sus aliados no hayan destacado en primera plana la noticia. Ese silencio es una confesión de que se fueron al carajo.
¿No es Clarín el que decía que una noticia pude taparse o hacerse tapa?
En un contexto donde la Solano Lima, alegremente, expone imágenes de linchamiento, donde Lanata reportea a un honorable ciudadano que en su twitter llama a reventar a tiros a la yegua, donde las consignas de magnicidio fueron moneda corriente en los recientes cacerolazos, esta denuncia de Clarín entra en el guiness de lo bizarro.
En este momento escucho a Marcelo Araujo solidarizarse con los tres denunciados y sigo sin entender qué pretende Clarín con esta payasada.
Hay que ser muy imaginativo para encontrar delito en las expresiones de los tres periodistas. ¿“Incitación a la violencia”? ¿Coacción agravada?.
Es un mensaje mafioso demasiado evidente, excesivamente torpe. Casi un manotazo de ahogado.
¿Lanata se solidarizará con el más débil? ¿Fontevecchia dirá algo?
mas allá que la denuncia formulada por esta gente no tiene andamiento juridico -otra burrada mas basada en publicaciones o declaraciones públicas-, y es probable que sea rechazada in limine -siempre y cuando no caiga en algun juez amigo de la casa-, la idea es que el grupo tenga algo para pegarle a quienes le reprochan su sistematica violación de la ley. estos tipos no vacilan ante nada, pero se las estan viendo venir negras. ya falta poco. nunca menos
ResponderBorrarGroucho: se me había escapado la ironía. Ahura caigo.
ResponderBorrarSí, es casi pornográfico, y bien de famiglia, visto lo que vienen diciendo sus voceros o lo que ellos mismos habilitan cuando abren las notas al vómito facebookeano.
Y no es joda. Claudio Díaz lo podría decir. Diego F. también.
Piotr: ojalá sea rechazado.
Y es tal cual.
Saludos.
Ricardo jugá los picados que quieras,cornetita se prueba la mortaja épica.
ResponderBorrarVila-manzano,moneta,cristóbal,caranchos de la misma especie que mañeto pero mas chicos.
Si estas mierdas avanzan y crecen son peores.
Me sale el enano trosco.
Abrazo
Parece que era así nomás.
ResponderBorrarQue se fueron al carajo y ahora quieren arreglar el desaguisado:
http://www.clarin.com/politica/Grupo-Clarin-incitacion-violencia-periodista_0_817718381.html
Ahora Russo y cía. no son denunciado s sino "testigos".
Un papelonazo. Vieron crecer el #RepudioAClarin y salieron con esta aclaración que aclara todo ¿o no?
Moscón: pasa que se juega, pero después él otro equipo apela al trubunal deportivo y me pone una cautelar al gol que metí. Así no se puede...
ResponderBorrarGroucho: ¿le creemos a Clarín o a Fopea?
"El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) rechaza la denuncia por “incitación a la violencia colectiva” (Artículo 212 del Código Penal), iniciada por el Grupo Clarín contra los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente. Se trata de una figura penal que podría implicar penas de tres a seis años de prisión. De acuerdo al texto de la denuncia al que accedió FOPEA, además de esta denuncia, el demandante pide a la Justicia que se evalúe la posibilidad de aplicar también la figura de “coacción prevista agravada” (Artículo 149 del Código Penal), que establece penas no excarcelables, de hasta 10 años de cárcel.
26 de noviembre de 2012
Es contradictorio que una empresa para cuya tarea es imprescindible el ejercicio de la libertad de expresión, recurra a presentaciones penales contra periodistas. Y más si se tiene en cuenta que en su denuncia el Grupo Clarín hace hincapié en la necesidad del respeto a la libertad de expresión y de opinión"
http://www.fopea.org/Inicio/FOPEA_rechaza_denuncia_del_grupo_Clarin_contra_periodistas