En términos de individuos, candidatos hablamos. Y pertenecientes al universo peronista, porque a nivel partidario sí, la hipótesis se mantiene. Es que el PRO, la UCR, el FAP y lo que sea que pueda denominarse Peronismo Disidente necesitan recobrar impulso, aunque sea en términos de relato, para olvidar el paupérrimo papel realizado en la elección de 2011. No hay que perder de vista que renueva la promoción 2009, que significó un 30% a nivel nacional para lo que entonces era el ACyS (UCR + FAP, para redondear), y un resonante triunfo, “por muy poquito" (Kirchner dixit), de Unión-PRO (macrismo + ¿Peronismo? ¡Federal!) en la provincia de Buenos Aires. Hoy el ACyS no existe, Unión-PRO tampoco (y si se recrea el macricoloradismo junto a Cariglino no será lo mismo), y el peronismo todavía kirchnerista no parece necesitar de candidaturas testimoniales. Resulta por demás gracioso el intento de Mauricio Macri por presentarse como un desarrollista frondizista, quizás intentando tentar a la UCR, o comprar un nuevo, ay, relato. No será tampoco candidato, bajando a la PBA, como se especulaba. Por el lado de la socialdemocracia liberal y el socialismo también liberal no encontraremos actores políticos nuevos y, mucho menos, con mayor potencial al ya demostrado. Por el contrario, la esperanza está depositada en un probable mal humor social, jalonado por Lanata y el cacerolismo vandorista (este último con una estrategia de acumulación casi moyanista, que será un obstáculo si intentaran saltar el cerco y alquilarse a un dirigente o partido), esperan también tropiezos oficialistas (inflación, las fracturas hacia su ampliado interior, solicitadas desesperadamente desde editoriales opositores) y el nunca bien ponderado Dios proveerá (de ahí el bergoglismo militante, por ahora no retribuído por el Santísimo Padre, más preocupado por un alto el fuego, muchachos, si kirchneristas somos todos).
El momento económico tampoco es el de 2009, con algunas ventajas y otras, distintas, desventajas. La inflación, sin dudas, sin ser alarmante, será el indicador que determine la mayor parte del humor social, por eso la importancia del acuerdo de precios y, por la misma razón, el ataque que el acuerdo recibe desde la prensa opositora, sus dirigentes-dirigidos y los autodenominados economistas que son antes lobbistas corporativos.
Por el lado del peronismo es donde se encuentra el flanco oficialista. Cristina, muy probablemente, no tenga re-reelección. Más allá de resultados electorales, de consultas populares que no se harán (mal que les pese a los republicanos, el kirchnerismo dista mucho de ser un chavismo y Argentina de ser Venezuela), de la voluntad de la Presidenta (escasa, en mi horangelismo hipersubjetivo), no existe espacio ni tiempo propicio para una reforma constitucional que habilite un tercer mandato. La de 1994 la realizó un Menem que había vencido la hiperinflación, con el apoyo de una tercera fuerza (un legislador de la UCeDé ofició de portavoz de la reforma) y a la que se sumó la UCR, ya que Alfonsín consiguió, a través del Pacto de Olivos, asegurar la supervivencia del radicalismo. No existe tal consenso hoy, y Cristina puede, mientras agita razonablemente el fantasma de una reforma -al tiempo que la descarta-, señalar un heredero o influir en su elección, reservándose el papel de Madre Eterna (mi vida, el dianacontismoeterno). Para ser muy claro: no habría peor destino para el proyecto que terminar como un alfonsinismo, perdiendo y, a la vez, festejando el campeonato moral. Pasó la etapa del menottismo, y queda el menos lírico bilardismo. De otro modo habría dilapidado todo resto de poder simbólico y la capacidad de presión que poseerá hasta, por lo menos, el 2017.
La prédica mediática a favor de un rompimiento por parte de Scioli y Massa en la PBA se encamina a un predecible fracaso. Scioli depende más de los fondos nacionales que de Clarín, y su postulación a 2015 y las fotos incómodas para Balcarce 50 parecen más berrinches para conseguir caramelos que una verdadera estrategia de poder. Massa, por su parte, ya ha sido advertido por sus asesores norteamericanos que su perfil ejecutivo no haría recomendable, o haría innecesario, enfrentar elecciones legislativas. 2015, parece, no obliga entonces a inmolarse en 2013. El humor social se vería además desafiado por tan prematuros posicionamientos, cuando las demandas se orientan hacia lo inmediato y, más aún, cuando Scioli y Massa hacen de la gestión pura y dura el leitmotiv de sus relatos. Por si fuera poco, no sólo el antikirchnerismo bobo se parece demasiado al quinto círculo infernal dantesco, sino que el espacio opositor no es concebido como uno con proyecto alguno de poder. La reciente reunión de la gran mayoría del peronismo con poder real en Entre Ríos, constituyó una clara muestra del poder institucional del oficialismo nacional. Y la esperanza de unos cuantos en participar de la carrera a 2015 bajo la certeza de que el kirchnerismo cuenta con el aire suficiente como para delinear una sucesión ordenada.
lúcido análisis, pero no ha tenido en cuenta las masas camioneras junto a su lider sublevando el subsuelo reaccionario de la patria...
ResponderBorrarVos sabés que pensé en agregar algo sobre el compañero macrista, pero en este momento, más allá de algún tironeo en las paritarias, no es mucho lo que el sindicalismo incide sobre lo político. Moyano y Micheli están intentando demostrar poder de extorsión y no están teniendo mucho éxito.
ResponderBorrarMe quedó grabado un febrero en las playas, repletas de gente disfrutando, feliz, tranquila, gastando mucho...
ResponderBorrarGanamos caminando.
No tengo idea de como será el resultado en octubre. Vivo en un microclima antikirchnerista bravo (Y antichavista, yo vi festejar y bromear sobre su muerte) que me hace preferir el desensillar hasta que aclare.
ResponderBorrarPero el 2009 no se repite, ya no más,aunque algunos opositores lo sueñen.
Pero hay que estar muy desesperado para aferrarse a Macri. Eso sí que es sujetarse de un clavo ardiendo.
ResponderBorrarhabria q hacer como lula con dilma.
ResponderBorrarno veo a cristina eligiendo a sioli o masita, a ver el goberna de e rios si es fiel al modelo actual seria un buen delfin, pero no se nada de tal gobernador.
quiza lo elijan a el o a capitanich, no se . mas adelante se vera, el tema no es elegir a uno q a los 2 dias cambie todo lo hecho en estos 10 años
el tema es a quien promover y q no haga un cambio copernicano y termine amando a los mercados
saludo
romu
Daniel: lo importante sería una victoria sin muchos heridos. Pírrica me parece que no serviría.
ResponderBorrarIris: Macri está mucho más aislado que en 2009. Lavagna, en TN, no quiso decir si será candidato en la CABA.
Romu: para mí no hay mucho margen para dar marcha atrás y sí como para pretender entregar pedazos de poder para acabar con la “crispación". Y eso significa guita, sabemos.
Hoy por hoy hay más internas en el Moyanismo y en el Sciolismo que en el kirchnerismo.. Si Alicia es candidata a diputada encabezando lista, Massa se hace el dolubo hasta 2015 y negocia lugares en la lista y Scioli... Juró que jamás enfrentaría a un Kirchner...Saludos.- Pablo, el bostero.-
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