La disputa electoral, se sabe, dará paso a la disputa por la interpretación de los resultados.
Para orejear por donde irá la interpretación del resultado para el FpV sólo hay que leer a Artemio: consolidará la primera minoría a nivel nacional (pero se trata de una legislativa distrital y no pudo ser nacionalizada vía elección de Consejeros para el CdlM, agrego yo), probablemente la distancia con la segunda fuerza, UCRFAP, sea importante y más aún tratándose de una elección de medio término (y considerando que van 10 años de un gobierno que soportó durante 5 de tamaña virulencia frente a la opinión pública), y las fuerzas opositoras se encuentran circunscriptas a sus respectivos distritos: Macri, Binner, De la Sota y posiblemente Massa y Cobos. Sin posibilidad de acordar, agrego yo, puesto que ese acuerdo, obviamente, no se dio; y de pretender construirlo hacia 2015 generaría un engendro político con destino de fracaso símil Grupo A congresal. Aún si quienes constituyen sus soportes dentro del establishment piensan en un mismo proyecto de país, distinto al del kirchnerismo, los arriba mencionados representan cosas distintas para el electorado. O sólo demasiado cerca de 2015 podrán medir los focus groups si existen condiciones para un Frankenstein caprilesco, y esto sólo en caso de que el oficialismo recupere iniciativa y apoyos importantes.
La UCRFAP tendrá la mesa servida para posicionarse como la opción nacional al peronismo. Es decir, intentar tibiamente presentarse como opción de poder republicana y, bueh, socialdemócrata.
El FR intentará nacionalizar el resultado, aún a pesar de apelar durante la campaña a provincializar el voto. Cualquiera sea el resultado (excepto frente a una derrota amplia, poco probable), quedará posicionado como un polo aglutinante dentro del peronismo, y dependerá de la lectura y voluntad de quienes defienden sus votos y territorios... dentro de la PBA, cuando muchos de ellos, a diferencia de Tigre, dependen del oficialismo nacional también para conservarlos.
El PRO capitalino sólo puede aspirar a que el resultado electoral de octubre le permita pensar en conservar la CABA en 2015. Y usufructuar el acuerdo con Massa para mantener alguna -ilusoria- proyección nacional.
Cristina, de no considerar que una eventual derrota en la PBA implique la necesidad de quemar naves sino la de montarse en el resultado, corregir errores e ir por lo que aún falta (pero en términos de, sí, gestión, y no batalla cultural), podrá transitar relativamente bien los siguientes dos años. Será una lectura a realizar, también en estas elecciones, la capacidad de transferencia de Cristina, y para ello habrá que realizar la aritmética entre la intención de voto de Insaurralde el 23 de junio versus el resultado de octubre. Eso, más el manejo de la economía y la gobernanza, serán sus herramientas en la discusión por la sucesión.
Parece que está muy bien cerradito el tema, porque nadie opina, y es que mas o menos esa ha sido la conclusión de estos últimos posts.
ResponderBorrarNosotros somos Ella, abrazos
Con respecto a la supuesta búsqueda infructuosa del Majunche vernáculo, Mocca hace un intereseante análisis donde, en lugar de asentarse en los egos de los actores, esta imposibilidad se debe al "peso de viejas subculturas políticas y las supuestas demandas de la dialéctica política actual.". La estructura de la UCR impide una alianza formal con la derecha y su búsqueda de diferenciación sentados en una supuesta ideología por ejemplo
ResponderBorrarSumando también la "memoría histórica" sobre la experiencia aliancista
Saludos
No sé si Massa imaginó la actual situación de Scioli con el kirchnerismo...
ResponderBorrarAún ganando provincia de BS AS queda afuera del FPV y ya sin posibilidades de retorno.
Está instalada la cifra nacional y si el oficialismo saca entre el 35 y el 40% de los votos, está claro que el próximo presidente saldrá del FPV y la posición para el resto será incomodísima, aún ganando en sus distritos, más sin Cristina candidata, único elemento que podria aglutinarlos a todos.
Saludos.- Pablo, el Bostero.-
Norberto: je, puede ser. O puede que estemos esperando algo más...
ResponderBorrarSilenoz: estoy de acuerdo con Mocca, pero hasta ahí, porque no sólo se debe a las subculturas. Acordar con los radicales sólo le sirve al FAP por lo que dice Mocca, y la alianza con De Narváez sirvió como prueba. Massa acordó con Macri por tres intendencias, pero vergonzosamente, sin foto. Y no le hubiera sumado nada hacerlo con De la Sota no sólo por los límites geográficos provinciales, legislativa, etc., sino porque no se podía ser lo nuevo abrazado a ese tren fantasma.
Pablo: tanto Massa como el kirchnerismo tienen mucho laburo por delante. Es cierto lo que decís.
Abrazos.
Está bien Norberto, pero lo que me parece es que no hay posibilidades de, llamémsole, un bipartidismo para aglutinar a toda la oposición.
ResponderBorrarTodo indica que de acá a 2 años competirán con alguna chance mínimo 3:
-FPV
-A mi entender coalición FAP UCR
-Y bueno el peronismo federal ponele con algún aglutinador
Como dice Mocca y acuerdo, no veo chances en una unión entre el P federal y los otros. Encima como antecedente se tiene la experiencia Ricardito-colombiana
Si bien los radicales venden al mejor postor las estafetas postales, el FAP tiene aspiraciones y a éstos los veo lejos de pactar con alguno de los innombrables
No se, la única que veo con posibilidades a algún tipo de majunchismo es una 2da. vuelta, pero bueno veremos que pasa en estos dos años
Saludos
Yo preveo un sólido 46% para el FPV en octubre.
ResponderBorrarSilenoz: supongo que la respuesta pera para mí :P
ResponderBorrarEstoy de acuerdo, por eso digo lo del frankenstein caprilista. Que, ahora que lo pienso, sólo sería posible frente a una Cristina candidata.
Y ya tuvimos nuestro Capriles. Se llamó Fernando de la Rúa. Lo habíamos tratado acá:
http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2013/05/la-imposibilidad-de-un-capriles-en.html
Político: a la pelota.