Denunciar saqueos organizados, aunque lo sean; perseguir penalmente con pruebas aportadas por la web, aunque se traten de delitos tipificados en el Código Penal; denunciar extorsión policial, aunque se trate exactamente de eso; marcar que la dirigencia opositora hace mutis por el foro, algo que se trata de una media verdad cuando algunos sí se pronunciaron;
Nada de lo anterior sirve para destrabar el conflicto con las Policías acuarteladas. Nada de eso sirve para restablecer el orden y que los saqueos se extingan. No se trata de los bienes materiales robados, de las empresas saqueadas (aunque también), sino de la violencia que atraviesa a la sociedad: los violentos que saquean, violentados o no por el sistema y a quienes la Década Ganada encuentra seguramente mejor que en 2001 pero todavía sin satisfacer sus deseos de consumo; el miedo que esa violencia provoca en la población, y las reacciones xenófobas y salvajes que hacen aflorar. Pero fundamentalmente se trata de todos los que nos autoacuertelamos a la fuerza en nuestras casas porque salir representa un peligro. Esa es la mayoría a la que el oficialismo debe representar brindándoles aquello que el contrato social establece y que Freud definió como una renuncia voluntaria a algo de libertad a cambio de seguridad.
Sostienen en la tele analistas cercanos al oficialismo que De la Sota se equivocó al arreglar con la policía cordobesa (una derrota, efectivamente), pero quienes se equivocan son los analistas cercanos al oficialismo. Perdimos. Las Policías, apelando a la ilegalidad, justo ellas, demostraron su fuerza: se acuartelan, liberan ciudades o zonas, seguramente promueven los saqueos. Y entonces lo fundamental: sin ellos no hay solución. Pedirles grandeza o solidaridad es de romántico o estúpido. La Gendarmería puede ser paliativo, pero no más. La relación entre las FFSS locales y el crimen no es un invento, y huelgan las palabras si se sabe leer.
De la Sota tuvo mucho que ver, seguramente, con la actualidad desbocada en todo el país, pero ya no hay marcha atrás. Hay que dejar los principismos moralistas en la puerta de la Casa de Gobierno, negociar y arreglar con las policías, primer paso ineludible para reencauzar la desbandada situación social. De la Sota les otorgó lo que pedían (resta ver de dónde sacará el dinero) y luego relevó a la cúpula policial y a su ministro de seguridad. ¿Cambió algo para que nada cambie? Puede ser, pero ahora cuenta con FFSS para empezar a acabar con los saqueos. Que es lo que hay que hacer. Luego, sí, sumar a la Justicia en la ecuación.
Recuerdo haber leído como deseo, o principio, no recuerdo dónde, “paz, abundancia y justicia". No me parece que el orden de los factores sea aleatorio.
Diciembre; siempre sopa.
ResponderBorrarToda la basofia se junta. La izquierda que nos ve taaan a la derecha mañana armará un martirio si se pudre todo y se abanderarán porque definitivamente no saben leer la realidad.
Fíjense quienes están como locos agitando esto. Fíjense, no es tan difícil.
Siempre es lo mismo. Quieren forzar una realidad que no se puede y la mierda de siempre se lleva las utilidades.
Donde les estalla a ustedes todo este asunto es que el saqueo no lo lleva a cabo el hijo del policía o el afiliado a un sindicato "golpista", sino que el protagonista es el Braian o la Yamila, dos veinteañeros, que son beneficiarios del plan Argentina Trabaja y que cobran la AUH, pero aún así te chorean todos los leds de Garbarino. Hoy están afanando a tres manos, y mañana no sólo te votan a Cristina, sino que además le prenden una velita en el altar que le hicieron en el fondo de la casa.
ResponderBorrarMás que ceder ante la policía, a ustedes les conviene ceder ante la sociedad: busquen el helicóptero y vuelen bien alto.
Como yo lo veo Ricardo, los operadores mediáticos independientes ya están tirando mierda y a favor del gobierno algunos inclusive.
ResponderBorrarEntendamos, como bien dice Manolo, que una de las "banderas" de la derecha, el "orden", no puede garantizarlo.
¿Por qué sino la iracundia de ciertos medios contra la tiranía y la protección mediática más allá de la ley de medios y otras libertades cercenadas?
Deslinde de responsabilidades del modelo alternativo al actual.
Mientras arreglen, que digan lo que quiera quien quiera
Saludos
No me gusta la realidad, pero Ud tiene razón. últimamente no vengo coincidiendo con sus posteos, pero esta vez no le quitaría ni una coma.
ResponderBorrarBuen análisis, buen título. Jodida la realidad.
Abrazo
De toda estas situaciones lo unico que me sale pensar es dentro de unos meses, cuando los docentes pidan aumentos y no se los den y lleven adelante medidas de fuerza...estos hdp van a estar ansiosos de salir a meter bala.
ResponderBorrarSe que es futurismo barato, pero con la policia no puedo mas que generalizar y desconfiar siempre y como primera medida.
Por lo demas, completamente de acuerdo con el posteo.
En los 30 años que hoy festejamos no hemos podido generar las condiciones de una policia subordinada al poder político y a las instituciones democráticas.
ResponderBorrarProfesionalización, equipamiento necesario, buenos salarios y buenas condiciones de trabajo brillan por su ausencia.
Es otra materia pendiente de nuestra democracia renga.
Mientras sigamos por este camino seguiremos siendo rehenes de aquellos que disponen de las armas que debieran servir para otros fines.
Y mientras no se ataque la antigua ortodoxia perversa que relaciona políticos + policia + delincuentes, seguiremos empeorando.
Mientras tanto negociemos nomás, cada vez con menos poder, claro.
Totalmente de acuerdo en que dado que el problema se encaro mal desde el principio ahora no queda otra posibilidad que aceptar una mala solucion pero mirando al futuro yo diria:
ResponderBorrar1)Hay que impulsar la sindicalizacion de la policia.Las troskeadas en asambleas universitarias e incluso sindicales son relativamente inocuas pero cuando llegan a la cana pueden terminar en desastre.
2)Es el momento que desde el Gobierno Nacional y el resto de las jurisdicciones se planteen estandares comunes en la politica de seguridad.En los ultimos meses el reclamo hacia el GN con respecto al narcotrafico ha sido casi unanime pero ¿Cuan lejos se puede llegar cuando las que manejan el negocio son las policias locales que estan fuera del control del PEN?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarJuan tiene razón en que "el protagonista es el Braian o la Yamila, dos veinteañeros, que son beneficiarios del plan Argentina Trabaja y que cobran la AUH... Hoy están afanando a tres manos, y mañana no sólo te votan a Cristina, sino que además le prenden una velita en el altar que le hicieron en el fondo de la casa"
ResponderBorrarPero ¿se engaña o intenta engañar? cuando dice que no es " el hijo del policía o el afiliado a un sindicato golpista"
Ayer, cuando todo esto estaba comenzando... a mi amiga policía que estaba trabajando la mandaron a la casa dos colegas policías encapuchados y desde ese episodio sigue encerrada en su casa.... ni se le paso por la mente ir a trabajar hoy a arriesgar su vida....
Y Juan añora que ...busquen el helicóptero y vuelen bien alto... ¡pobre iluso! "Los policias ganaron" como bien dice Ricardo... y ahora y espero que pronto se arrodillaran a sus pies a negociar.... ¡ojalá!... pero de ahí al helicóptero hay un trecho grande....
Gracias a todos.
ResponderBorrarhttp://pensando-la-argentina.blogspot.com.ar/2013/12/control-politico-del-conflicto.html
ResponderBorrarEn una parte dice" No podemos permitir que bandas armadas, con vinculaciones con el narcotráfico y con la fracción política de la derecha que está operando a las diversas policías provinciales mediante punteros, pongan una pistola en la cabeza de la democracia nacional." Es la interna de la que se regodeaba la carrió?
Tenés razón, Ricardo. Perdimos. La derrota ha sido tan contundente que hasta logró que se pongan de acuerdo políticos de distinto signo para actos simbólicos de apoyo a la gobernabilidad. No es poco: señal que entendieron (aunque sea un poquito) que el poder policial avasallando al político no es joda, y que caen o pueden caer todos en la volteada, no solo el gobierno nacional actual. No hay otra que, en principio, tratar de apagar el incendio como mejor se pueda. Espero que no nos quedemos en eso y que, más adelante, de verdad verdadera se desmonte el grave problema de tener fuerzas uniformadas armadas jaqueando al gobierno político (o sea, a toda la sociedad).
ResponderBorrarConfieso que el caos de la violencia me nubla la capacidad de pensar. Estos días me parecieron un negro regreso a épocas también negras. Tuve, sin embargo, la suerte de estar viviendo en un lugar donde no hubo acuartelamientos ni saqueos. Puedo imaginar, eso sí, el miedo sufrido por quienes vivieron el miedo en sus barrios convertidos en zonas liberadas.
No estuve en condiciones de comentar en tu entrada anterior. Aprovecho ahora para decir algo al respecto, a título estrictamente personal y teniendo en cuenta lo que acabo de escribir (no fui víctima directa del miedo y la violencia). A mí sí me sirvieron los festejos de ayer. Fue una forma de percibir de nuevo cuál es el centro del círculo, de no olvidarlo: en treinta años de democracia vivimos mucho de bueno y mucho de malo. Pero todavía estamos. Como sociedad, todavía estamos. Hay una esperanza abierta.
Saludos.
Esther
Carrió tira cualquier verdura.
ResponderBorrarHubo, sí, internas policiales.
Esther: ayer decía en Twitter que hasta el tratamiento de los medios opositores era relativamente benévolo con los oficialismo. Señal de que también están cagados en las patas.
ResponderBorrarRespecto a lo que me decís del post anterior y Plaza de Mayo, con todo respeto para quienes no piensen así, pero me parece una visión porteñocéntrica del asunto. No hubo tucumano o jujeño, de todo color político, con el que charlara que no dijera lo mismo.
Disculpa Riocardo pero voy a repetir el primer comentario que hago en varios días, no leí el post ni estos días tampoco me sentí con ganas de hacerlo o de comentar porque mi indignación hacía que fuese imposible hacer ambas cosas desde una posición que no fuera demasiado agresiva para los hechos y los protagonistas, que los hay en gran cantidad a la vista y ocultos.
ResponderBorrarY no se si alguien ya se ha referido a ello, pero ademas de los errores intencionales o no de don Gato al que se le rebeló parte de la pandilla, esa parte que usa uniforme para sus negocios ilegales y que a falta de estos requiere subvención estatal, dado que lo exigido extorsionando estaba por encima de sus méritos y capacidades, sin dejar de reconocer la necesidad de una remuneración justa de acuerdo a estos, con lo que gustaría saber de donde sacarían el dinero para pagar por el uso del uniforme, me voy a ocupar de uno de los grandes ausentes, oculto y haciéndose el distraído.
Y me refiero a los Poderes Judiciales tanto federales como provinciales, que debieron actuar de oficio ante la multitud de delitos cometidos, entre ellos y principalmente el que tipifica el artículo 22 la Constitución Nacional. No he oído de que ningún juez se haya puesto los pantalones exigiendo la protección de las personas y bienes bajo su jurisdicción en virtud del cuerpo legal que le corresponda, tan rápidos para los amparos de los poderosos no han levantado ni el dedo ni la voz ante este desmadre, y la única acción hasta el momento partió de la representación del ejecutivo, es decir del ministerio público fiscal.
Es muy interesante ver la catadura moral de quienes mañana nos pueden juzgar por algún motivo.
Nunca menos y abrazos
coki creyó que con la iglesia alcanzaba
ResponderBorrarpero no fue así claro
todo esto se
sabía
http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2013/07/solo-con-la-iglesia-no-alcanza.html
la derecha no está quieta y vocifera autogolpe
sino para que insisten con milani
lea la nacíon
de hoy
p.d. :
echarle la culpa al juez
es de mal perdedor
Ricardo, por eso hablé de que a mí me sirvieron, remarcando que no sufrí directamente el acuartelamiento policial. No quise dar una visión ni una opinión general, sólo contar qué me sucedió en lo personal.
ResponderBorrarUn abrazo. Esther.