Al momento del quiebre entre Hugo Moyano y el kirchnerismo, mientras buena parte de la militancia festejaba el desembarazarse de un “impresentable" que desafiaba a la Conducción, aquí sostuvimos que: “quien suprascribe entiende la fractura en términos negativos (porque) significa el fin de lo que fue un periodo iniciado por Kirchner y Moyano a poco de andar el kirchnerismo: el del manejo político de la conflictividad laboral ya que, al contrario de lo que pueda pensarse, atomizar la central (aunque de hecho fuera así ya) disminuye el poder de negociación del gremialismo en su conjunto pero aumenta la capacidad de daño de los diferentes sindicatos". El paro de ayer, la mayor conflictividad de los últimos años para cerrar paritarias, y el avance mismo de la izquierda dura dentro de algunos sindicatos avala la tesis propuesta respecto a la inconveniencia de la fractura. Claro, it takes two to tango, pero sólo suele hacer falta uno para quebrar una relación. Lo señalamos también en su momento: Moyano quiso cobrar de más, pensó que su representación debía ser mayor no debido a que aportara electoralmente (aquello de que la mitad de los votos le pertenecían se trataba claramente de una falacia), sino al control de la calle que permitía mantener. Mal hubiera hecho Cristina al ceder a la presión, y a poco de andar el segundo periodo de CFK, el quiebre se materializó. No era difícil advertir que “si la situación de la conducción hubiera resultado debilitada por las urnas (en octubre/2011), el precio de Moyano como "garante del modelo" hubiera aumentado y hubiera traspasado los límites del sindicalismo". También resumimos las razones subterráneas a la disputa: “la pelea por espacios de poder, por las listas armadas a dedo por CFK, por dinero de las obras sociales, por la participación y el impuesto a las ganancias, hacia el interior del sindicalismo y hacia afuera para contrapesar el acercamiento de la UIA (o a la UIA), por una "sensación" de Moyano de no ser lo suficientemente reconocido". Quizás calculó que el ajuste ortodoxo que el kirchnerismo lleva ahora adelante (matizado con pinceladas de heterodoxia que —es lícito pensar— otro gobierno no consideraría) se materializaría antes y de allí su prisa por comenzar a acumular hacia 2015 sin pagar costos que ahora, indudablemente, se encuentra pagando.
Dijimos también, en ocasión del primer paro general que debió afrontar el kirchnerismo el 20 de noviembre de 2012, que: “no podría entenderse, la medida de fuerza, si no consideráramos que se trata del reposicionamiento de actores políticos (y no sólo gremiales) de cara a la reconfiguración de alianzas que más temprano o más tarde ocurre cuando un elenco gubernamental transita el que puede ser su último periodo. Así como Clarín presiona no al gobierno, sino al Poder Judicial y a los sectores políticos que, piensan, podrían estar cerca de ganar las próximas elecciones, Moyano y Micheli se sitúan como actores con poder de veto con los cuales, necesariamente, esta y la próxima generación política deben negociar". No podemos entonces comprender el paro de ayer como un llamado a combatir ajuste e inflación, razones poco atendibles si conocemos lo que una huelga verdaderamente significa respecto al derecho laboral, pero debemos reconocer que “no puede ser sino legítimo que Moyano y el gobierno utilicen las herramientas de las que disponen". Así, el oficialismo responde a través de Randazzo con un descuento de subsidios a las empresas de transporte que adhirieron al paro. Como el kirchnerismo renegó del paro, el sindicalismo opositor elevará quejas por la medida. De todos modos me parece importante pensar esto mas allá del consignismo mediático: como también decíamos en el post linkeado anteriormente “si lo que va a decir la prensa opositora es el marco para encuadrar nuestro pensamiento o acción, estamos atados -así- a la lógica de esa prensa opositora".
La evaluación que aquí realizamos es que Moyano y Barrionuevo pueden darse por satisfechos. Más allá del nivel de acatamiento, difícil de mesurar, demostraron poder de fuego y será difícil que no sean tomados en cuenta en el nuevo esquema de poder a partir de diciembre de 2015. Pero no deben confundirse, ya que “acatamiento" poco tiene que ver con representatividad. Un paro general, sin el concurso del sistema de transporte parado, patotas sindicales amedrentando y ejerciendo violencia física, sumado a los piquetes de la izquierda dura, no encontraría mayor eco en la sociedad debido al desprestigio y ausencia de representación de Moyano, Barrionuevo y compañía. No es inadecuado razonar que en el quiebre entre Moyano y el oficialismo, es el líder camionero quien más perdió: abandonó la cocina de la política para merodear por el jardín en búsqueda de atención. De otro modo, no hubiera necesitado convocar a un paro para demostrar poder de fuego, con el desgaste que ello genera, a más de un año de las PASO/2015.
¿Qué resta luego del paro entonces? ¿Responder a sus demandas? Se dificulta enormemente cuando las razones son tan difusas. Se están tomando medidas para bajar el índice inflacionario, y en muchos sentidos eso comprende un ajuste (cuando las medidas heterodoxas aplicadas desde 2011 ya fracasaron). Entonces, como ya dijimos —y para finalizar—, el sindicalismo opositor no busca ninguna respuesta del oficialismo, y el paro tenía como objetivo principal mostrarle musculatura, capacidad de daño, a quienes se perfilan como postulantes en 2015. Quizás por ello encontrar el modo de deslegitimar aún mas lo burdo de los disímiles y nebulosos reclamos sea una respuesta acertada: si todo paro es político, toda respuesta debe necesariamente también ser política.
Por cierto que el peor pecado en el peronismo (y en este contexto hablamos) es discutir la conducción. Esto hizo Moyano, como lo dije en su momento, con la cabeza más enfocada en el PT brasileño que en La Comunidad Organizada de Perón. La pretensión del moyanismo de constituirse en un partido sin perder el link con el peronismo clásico y su fraseología simbólica, degeneró en "un bien mostrenco" que nunca fue ni chicha ni limonada. Su asociación forzada con viejos enemigos a izquierda y derecha (Micheli y Barrionuevo) y su deambular por diferentes variantes peronistoides anti-K, no tuvo el menor éxito por fuera del terreno estrictamente sindical. En este contexto, el paro de ayer era la única opción posible para no licuarse en la nada política. A mi ver, ganan mucho más los socios (por marginales naturales en la década) que el propio Hugo.
ResponderBorrarPoco o nada cambiará después del paro, que contó con la inestimable y siempre disponible utilidad trotskysta y con la ausencia de transporte público para poder tener efectividad. No nació una opción política "laborista" ni tampoco un grupo de presión a nivel de las bases. Creo que nace una alianza espuria fe sindicalistas y patrones bajo banderas en alquiler, claramente sesgado a la derecha.
Gran post. Abrazo
Creo que si leemos esto como un paro obrero nos equivocamos de medio a medio
ResponderBorrarFue basicamente una combinación de presion patronal a traves de sus representantes en los gremios de transporte,una movida hacia el interior del Frente Restaurador y quizas un ensayo guarimbero
Moyano ratificó la capacidad de generar daño que tiene.- Lo que me cuesta entender es su sociedad con Barrionuevo y el Momo Benegas.- Paralizar el transporte de cargas y de pasajeros con la UTA y los ferroviarios tiene efecto multiplicador en todas las restantes actividades.- No así los gastronómicos de Barrionuevo ni los rurales del Momo que no solo son intrascendentes si paran, sino que además, ayer, ni siquiera pararon. Restaurantes y mozos trabajaron a pleno y donde no lo hicieron fue por dificultades de llegar al lugar de trabajo.- Tampoco escuché que un solo establecimiento agrícola hubiese paralizado actividades por la adhesión al paro de sus peones.- Creo que el poder de fuego lo tienen los gremios del transporte (camioneros, UTA, ferroviarios) y los activistas de izquierda, para los que creo que cortar rutas es ya un programa habitual y divertido.- Ni Barrionuevo, ni Benegas aportan nada a Moyano.- ¿Por qué se asocia con ellos? Saludos
ResponderBorrarMario: gracias.
ResponderBorrarSí, queda claro que el intento de salto hacia la política de Moyano ya fracasó, y que sólo puede incidir apelando a demostraciones de fuerza. Eso implica poder de veto, de negociación, pero no de acumulación política.
Nando: coincido con eso. Por eso el link donde decimos lo que huelga implica para el derecho laboral.
Capitán: es la foto de las Azores. Bush no necesitaba en términos operativos a Blair o Aznar, sino para sumar apoyos en términos simbólicos.
Ricardo… ¿Burdos disimiles y nebulosos reclamos hecho el sindicalismo peronista opositor?…¡Qué lo parió!....¿Cuál sería la respuesta acertada política?. Guarda que el vértigo a veces lleva a conceptualizar a la ligera, si de peronismo se trata uno se puede llevar sorpresas.
ResponderBorrarParticulares: fijate en la respuesta de Moyano cuando le preguntaron que debería hacer el gobierno. No les interesa: el motivo del paro es mostrar poder de parar, nada más. Inflación, ajuste, cuando hubieron paritarias, ¿parece joda o no?
ResponderBorrarRicardo…. Los motivos se explicitaron antes del paro en el comunicado de la CGT: Ganancias, obras sociales, asignación, inseguridad, jubilados, inseguridad. Pero bueno… Si se considera una joda, es lógico que el gobierno siga cagándose de risa….No pasó nada. Un abrazo.
ResponderBorrarParticulares: lo que es joda es hacer un paro general por todo eso, de buenas a primeras. ¿El siguiente paso es poner una bomba atómica? El Gobierno había dicho que se revisarían ganancias y toda esa agenda de la punta de la pirámide gremial.
ResponderBorrarAbrazo.
Ricardo, estimado, como dije por ahi: "
ResponderBorrarBuscando a su unicornio blanco, puro y mitológico (la burguesía nacional) el gobierno le soltó la mano al rinoceronte negro y fulero, pero de verdad (el Mov. Obrero Organizado). ¿Que a algunos mejor perderlos que encontrarlos? ¡Sin duda! Pero en el mientras tanto no se puede rifar ese apoyo. Nadie pretende que estén junto al gobierno por convencimiento, es por conveniencia mutua que no se debió dejar que la zanja se ensanchase a tal punto.
¿O vamos a pelear en todos los frentes a la vez?"
Voy a utilizar ahora un vocabulario algo demodeé, pero sigo considerando que las burguesías "compradoras" (Samir Amin dixit) de las semicolonias nunca han tenido - y menos después de la revolución científico - técnina y la predominancia de la valorización financiera del capital, la capacidad de liderar un desarrollo autocentrado. Las tareas "democrático burguesas", entonces, deben asumirse desde la captura del aparato estatal, y generar desde el intervencionismo lo que la debilidad de "espíritu schumpeteriano" de nuestras burguesías no les permite. Esto no se explica por algún déficit espiritual, sino por una simple ecuación costo-beneficio.
Para esto, insisto, la alianza con el MOO debe ser estratégica e inquebrantable, más allá de algunas rispideces coyunturales.
Un abrazo !
Ricardo…. El sindicalismo peronista es incautación de los derechos que considera propios y visibilizó siempre su acción ante un conflicto frente a la pasividad del orden republicano. Eso de “hacer paro de buenas a primeras” es lo mismo que planteó Massa “El paro tiene que ser la última instancia, no la primera” Si tomamos al paro como una escalada fuera de toda lógica, estamos negando la historia y la magnitud del daño que produjo Cristina al movimiento obrero organizado. Logró 5 CGT para que no haya ninguna. Para demostrar el éxito se informó el día previo al paro el cierre en buenos términos del Gremio de Comercio, hoy la realidad muestra la verdad… “Estalló el acuerdo, estamos tratando de recomponer las esquirlas” estamos en cero.
ResponderBorrarUdi: como suele suceder, estoy de acuerdo un 100%. 98%, pongamoslé (sic), para no parecer chupamedias (?).
ResponderBorrarLe agradezco el comentario.
Particulares: con ud acuerdo a veces y otras no. Esta es una de las últimas. Primero, nos dijo massistas. :´(
En segundo lugar... ¿“la magnitud del daño que produjo Cristina al movimiento obrero organizado"? Me parece exagerado con los % de sindicalización de nuestro país, con el acento que puso el kirchnerismo en crear y mantener el laburo después. El MOO nunca fue monolítico tampoco. Y no me haga empezar a hablar de las preocupaciones de Moyano respecto a la guita de las obras sociales (está linkeado en el post) y menos aún de las preocupaciones por los de la punta de la pirámide salarial y lo nulo que hicieron respecto a laburo en negro.
Se necesitan dos para el tango, y aunque creo que el gobierno hizo poco y debería haber hecho más por evitar la ruptura, Moyano tenía poco interés en seguir acompañando.
Hola Ricardo!
ResponderBorrarEspectacular como siempre tu análisis.
Le quería agregar algo que es menor, pero me molestó la forma en que lo instaló los medios.
Los medios para defender el Paro, instalaron la idea de que los Cortes eran de la izquierda, no de los sindicatos.
En Tierra Del Fuego "La Izquierda" no existe, y todos los cortes de Ruta los hizo Camioneros y UTHGRA (Barrionuevo).
Nada más, simplemente eso.
Abrazo.
Gabriel: gracias!
ResponderBorrarPor cosas como esas puse lo de las patoteadas en el post. Me contaron que acá también hubieron, pero no tengo data chequeada. Por lo que yo pude ver, estuvo bastante light la cuestión por aquí.
Abrazo.