Un apunte lateral para empezar y que el kirchnerista emocional se golpee la cabeza contra la pared como yo cuando suspenden un partido de River: todos hablan de Scioli. Puntito inteligente para el sciolismo. Ahora, por favor, lloren. Pero no se enojen con este bloguero de narcisismo hipertrofiado, porque ya habíamos advertido que era la propia cúpula kirchnerista la que hacía lo posible por evitar la emergencia de cualquier liderazgo que pudiera fungir como heredero. Hay mérito de Scioli, pero es antes esa la razón por la cual hoy está en pole dentro del FpV y es el único que visita provincias con el traje de candidato (aunque Taiana y Rossi estuvieron el viernes en el Chaco de Capitanich).
¿Es Scioli un fatalismo? Y, no lo sería si en 2015 crecemos al 8%... Pero vamos por partes.
¿Polarizar o no polarizar? La tesis de Artemio se sostiene algo así: Cristina es dueña de los votos del FpV. El FpV tiene un piso del 33%. Entonces polarizar, en su acepción, implica que el candidato del espacio debe ser K puro para que CFK pueda efectivamente trasladarle el total de “sus” votos. Aquí ya habíamos criticado la hipótesis del piso porque, les guste a los salvajes unitarios o no, los peronismos provinciales cuentan votos propios. Politics 101: es la coalición que uno es capaz de ensamblar la que tributa la totalidad de los votos. De otro modo no serían necesarios los partidos, las alianzas, la transversalidad, la concertación plural… el peronismo. Y esa, estimados, es en realidad la tesis del PRO de Durán Barba y Macri.
Por si lo anterior fuera poco, desde su primer desliz apresurado acerca de la manera de encarar la negociación con Griesa y los buitres, Scioli comprendió que en esta etapa debía asegurar los votos del espacio FpV, asumiendo sin beneficio de inventario el discurso y praxis del oficialismo. El propio kirchnerismo colaboró para hacer esto posible, alvearizándose respecto a su etapa cuasi dogmática circa el 54%. Claro, esto no fue tanto un logro de Scioli como una consecuencia del desafío Massa2013 y un saludable retorno a una visión más realpolitikera que voluntarista-ideológica.
–Pero, ‘pará un cachito, ¿y entonces… polarizamos o no?
–Ya vamos, aguantame. ¿Qué sería kirchnerizar o peronizar la campaña? Esto me parece más importante que plantear una polarización, ya que ésta será una consecuencia inevitable del devenir de estos años y más aún desde 2008. Al asumir el discurso más K, Scioli comprende que el eje del debate es aún oficialismo-oposición, que equivale a kirchnerismo sí o no. Y aquellas encuestas de hace unas semanas daban cuenta de que el ánimo social va más por el lado de la continuidad con cambios que de su espejo, los cambios con continuidades que Macri y Massa se apresuraron a revivir, en un intento de caprilización que habían abandonado, obligados en parte por la disputa que sostienen entre sí por el espacio de representación opositora.
–¡Qué manera de dar vueltas, macho! E’ corta la bocha: ¿kirchnerizamos o peronizamos?
–Bueno, depende de lo que entendamos por eso. ¿Kirchnerizar es plebiscitar los 12 años desde 2003? ¿Plantear sólo continuidades sin cambios? Entonces peronicemos, porque –como dijimos– lo anterior será consecuencia inevitable de estos años batalla cultural, y además –dato para nada menor– no es posible plebiscitar sin Cristina en la boleta. ¿Peronizar implica entonces cambio? No necesariamente, pero sí abre la compuerta de plantear futuro. Profundizar sí, pero el tema es cómo. El para qué, en cambio, implica peronismo y kirchnerismo en dosis iguales porque el último es el avatar actual del primero: empleo, salario, defensa del mercado interno. Tender hacia la justicia social, para resumir. Sólo el sciolismo y el Mov. Evita están mirando hacia adelante, pero cualquiera sea el candidato del FpV no debe hacer sino lo que viene advirtiendo Taiana: plantear una agenda de futuro (y habla de reforma tributaria, algo fundamental). En la acepción naranja esto vendría a ser algo así como “tuvimos crecimiento, ahora tengamos desarrollo”. ¿Desarrollo es eso que puso recientemente a Dilma al borde del knock-out: servicios públicos, salud, educación, transporte, infraestructura? Ojalá. Las demandas de segunda generación le ganan por goleada a la demanda por darle bronce al kirchnerismo, sobre todo porque el kirchnerismo mismo las generó, al modo en que explicaba Huntington. El presente es duro y muchas veces injusto, esperemos que la Historia no lo sea. Si no la escribe Luis A. Romero, puede ser. Pero vayamos cerrando este razonamiento antitwittero…
–Ah, ¿ahora se pone divertido?
–¡Claro!
–Era irónico lo mío…
–(…). No importa. La tesis de este blog, desde hace un buen tiempo (puede remontarse a los tiempos del quiebre con Moyano), es que estrechar los límites de la coalición que da soporte al oficialismo no hace a la posibilidad de desarrollar un programa de gobierno. Luego del 54% vimos que no alcanza con el PEN + Congreso porque lo formal de la democracia termina allí pero la sociedad es más ancha (en razón de esos poderes que no se someten a las urnas). El quiebre del peronismo en la PBA el año pasado agregó un condimento más a lo anterior, disgregando aún más el poder, lo que sólo puede derivar en un gobierno post kirchnerista más débil, cualquiera sea su signo político. Por lo tanto, la respuesta cae de madura: es necesario ensanchar el sistema de alianzas. La teoría de Artemio es funcional a mantener el poder hasta 2015, pero no para reproducirlo hacia 2016. Por si hiciera falta un ejemplo –éste de política económica–, el modo en que el oficialismo paró el último intento de corrida y presión por devaluación: la emisión de uno (o dos) bonos dollar-linked (lo que además da por tierra aquello de que son los pequeños ahorristas los que generan la brecha entre el dólar oficial y el blue).
–¡Qué manera de dar vueltas, macho! E’ corta la bocha: ¿kirchnerizamos o peronizamos?
–Bueno, depende de lo que entendamos por eso. ¿Kirchnerizar es plebiscitar los 12 años desde 2003? ¿Plantear sólo continuidades sin cambios? Entonces peronicemos, porque –como dijimos– lo anterior será consecuencia inevitable de estos años batalla cultural, y además –dato para nada menor– no es posible plebiscitar sin Cristina en la boleta. ¿Peronizar implica entonces cambio? No necesariamente, pero sí abre la compuerta de plantear futuro. Profundizar sí, pero el tema es cómo. El para qué, en cambio, implica peronismo y kirchnerismo en dosis iguales porque el último es el avatar actual del primero: empleo, salario, defensa del mercado interno. Tender hacia la justicia social, para resumir. Sólo el sciolismo y el Mov. Evita están mirando hacia adelante, pero cualquiera sea el candidato del FpV no debe hacer sino lo que viene advirtiendo Taiana: plantear una agenda de futuro (y habla de reforma tributaria, algo fundamental). En la acepción naranja esto vendría a ser algo así como “tuvimos crecimiento, ahora tengamos desarrollo”. ¿Desarrollo es eso que puso recientemente a Dilma al borde del knock-out: servicios públicos, salud, educación, transporte, infraestructura? Ojalá. Las demandas de segunda generación le ganan por goleada a la demanda por darle bronce al kirchnerismo, sobre todo porque el kirchnerismo mismo las generó, al modo en que explicaba Huntington. El presente es duro y muchas veces injusto, esperemos que la Historia no lo sea. Si no la escribe Luis A. Romero, puede ser. Pero vayamos cerrando este razonamiento antitwittero…
–Ah, ¿ahora se pone divertido?
–¡Claro!
–Era irónico lo mío…
–(…). No importa. La tesis de este blog, desde hace un buen tiempo (puede remontarse a los tiempos del quiebre con Moyano), es que estrechar los límites de la coalición que da soporte al oficialismo no hace a la posibilidad de desarrollar un programa de gobierno. Luego del 54% vimos que no alcanza con el PEN + Congreso porque lo formal de la democracia termina allí pero la sociedad es más ancha (en razón de esos poderes que no se someten a las urnas). El quiebre del peronismo en la PBA el año pasado agregó un condimento más a lo anterior, disgregando aún más el poder, lo que sólo puede derivar en un gobierno post kirchnerista más débil, cualquiera sea su signo político. Por lo tanto, la respuesta cae de madura: es necesario ensanchar el sistema de alianzas. La teoría de Artemio es funcional a mantener el poder hasta 2015, pero no para reproducirlo hacia 2016. Por si hiciera falta un ejemplo –éste de política económica–, el modo en que el oficialismo paró el último intento de corrida y presión por devaluación: la emisión de uno (o dos) bonos dollar-linked (lo que además da por tierra aquello de que son los pequeños ahorristas los que generan la brecha entre el dólar oficial y el blue).
Una reflexión más para terminar: es poco más que extraño que sea el kirchnerismo, de corte tan centralista en su conducción y concentrado en el puerto, el espacio que tiene una visión más federal del país. Es más extraño aún que Scioli, gobernador de la PBA, aparezca como el más federal de los tres candidatos que hoy danzan al tope de las encuestas. Aún para un cripto-sciolista de bajas calorías como este bloguero.
Se termina el azar provocado por la buena racha y no por el esfuerzo… Si no hubo viento de cola tampoco existe el viento de frente… Perdida de la confianza… La constante sensación de euforia que puede terminar en la autodestrucción… Todo tambalea porque la construcción se hizo sobre una sola columna… El síndrome del nuevo rico… La vida puede quitarle todo, tan rápido como se lo ha dado… Segunda marca que se destiñó con el primer lavado… “Polarizar o no polarizar, kirchnerizar o peronizar, Scioli sí o el manco hijo de mil puta no”…. Dicotomías del debate interno… Continuidad con cambio o cambio con continuidad…
ResponderBorrarLo peor para un frívolo, es que otro frívolo con códigos parecidos le birle el voto…
De acuerdo a lo que entendí de la campaña de artemio en su blog y TV "indid":
ResponderBorrar-como decís, buscar un k puro para afianzar el 33 y así no se piante ni medio
-que dicho k puro NO es scioli
-y que la polarización vendrá una vez definido el sucesor y será contra los proyectos de Macri, Ma$$ita o no se... algún comandante perdido sin tropa (Esto lo noté tras elecciones en Brasil)
-en ningun momento asumí que la campaña ramble tamblera fuera una suerte de sectarismo pero bueno... larga tantos posteos el compañero que porái se me escapó algún concepto al respecto, que se yo
No entiendo por qué un "K puro" (si es que lo hay y suponiendo que el Hombre de la Mano de Hierro ja ja... no lo sea) no pueda "ensamblar la que tributa la totalidad de los votos.(...) el peronismo"
Después de todo no creo que Sabatella sea ungido o puesto a dedo ¿O Pichetto ya blanqueó como será la mano?
Si, gobernas e intendentes traccionan votos hacia arriba ¿la inversa sucede o no?
Ahora con las PASO ¿qué hacemo'? ¿varios candidatos o lista única?
Saludos
Y pregunto algo mas:
ResponderBorrarEn el caso de que el dedo de Cristina sea lo suficientemente fuerte como para poner un candidato ganador en 2015, de verdad pensamos que le entregaria todo sin mas?
Sea cual sea el candidato la consigna va a ser agarrarlo lo suficiente de las pelotas como para que el 1 de enero de 2016 no se corte solo y tengamos un nuevo ismo.
Saludos
el "y" esta de mas je
ResponderBorrarParticulares: hubo viento de cola y hay viento de frente. No verlo es obsecación. Ahora, podríamos discutir adónde se orientó/orienta la vela en cada caso.
ResponderBorrarSilenoz: lo de tracción hacia arriba o abajo depende de los distintos. Mapa fragmentado, cada territorio tiene uno o dos tironeadores. PBA es un caso de tracción desde arriba, provincias del NOA desde abajo.
Respecto a las PASO, mi impresión es que se hacen y estaría muy bien, pero no con más de dos candidatos y eso pensando también en distritos como la PBA. La posibilidad de ganar está, pero si no la ayudamos...
Luciano: yo creo que no funciona así, pero bueh, me puedo equivocar...
Mjm...
ResponderBorrarAhora ¿podría otro candidato que no sea el manco aglutinar al P?
Saludos
"Las demandas de segunda generación le ganan por goleada a la demanda por darle bronce al kirchnerismo" ¿Tanto cuesta entenderlo y actuar en consecuencia?
ResponderBorrarEl 54% del 2011 me llenó de malos presentimientos, ratificados por la ruptura con Moyano. Un movimiento que ya experimentó la elección arrasadora de Perón en el '52-'73 y sus abismos debería estar prevenido contra el exitismo ¿no?.
A estar por los indicios registrables, parecería que Cristina decide que es preferible entregar la posta a DOS (con algunos compromisos garantizados, supongo) que arriesgarse artemiamente al "apres moi la deluge" y un fantasioso retorno en 2019.
Ahora, espero que el kirchnerismo progresista unifique sus candidaturas (¿Taiana-Rossi?) y establezca una buena plataforma de compromisos tras las PASO.
Bob: por eso que decís del 54% es que el día siguiente al 50-51% de las PASO 2011 escribí esto: http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2011/08/anotaciones-mas-alla-de-la-alegria.html
ResponderBorrarY todo parece indicar que se abandonó esa línea que tiró alguien de La Cámpora cuando dijo que no estaban pensando en 2015. Enhorabuena, porque entregar el gobierno a otro partido puede poner a parir a muchos; y privilegiar el bronce, o pretender rendir tributo a una memoria que todavía está viva no pueden estar por encima de los intereses del conjunto.
Abrazo.
Scioli no va. Ni ganando las PASO ni con el apoyo explícito de Cristina. Busquen otro o nos reencontramos en el 2019. Un abrazo!
ResponderBorrarCada quien es dueño y responsable de su voto, Nukleo Duro.
ResponderBorrarSaludos!
Lo que pienso es que la disyuntiva que planteas en el título y que tomás de Artemio y del "ambiente": ¿polarización o… sciolización? es posiblemente falsa en términos generales aunque pueda ser verdadera en este momento particular de la política interna del FPV. Lo que es seguro es que es muy especulativa en términos generales.
ResponderBorrarPara mí, visto al día de hoy:
Me parece que la polarización en las elecciones 2015 es inevitable por que será propuesta probablemente por la oposición y asumida por el oficialismo. Lo digo a pesar de que hoy dicen haber renunciado a derogar aún cuando pocos les creen, creo que esa posición de la opo es insostenible en el tiempo simplemente porque para qué vas a proponer poner al inquilino para hacer lo que viene haciendo el propietario. (Esa discusión "continuidad vs cambios" no es equivalente a la de "alternancia si vs alternancia no").
La opo parece ir hacia un acuerdo que lleva a Macri y deja aparte a Massa, lo que no deja de ser un potencial problema para todos ellos, porque divide el voto opositor en especial si salen parejos en las respectivas paso (esto dicho como si las paso fueran el mes que viene). Eso en el "mejor" de los casos para ellos. Porque, por ahora, parece que tanto Massa como Macri se van a quedar con una parte de los restos de la UCR a nivel nacional, dejando a la UCR básicamente con el control de las provincias que ya tenían, pero sin unidad.
Por otro lado y dicho con el mismo grado de condicionalidad, el FPV tiene el gobierno y mucho menos apuro por definir candidato mientras la oposición no termine por definir el suyo. Posiblemente el FPV vaya a las paso a definir su candidato. los llamados "del núcleo duro" (o de esa forma graciosa en que vos los llamás) ahora dicen, algunos, los más lenguaraces, que valoran a veces en exceso su propia opinión,que no votarían a Scioli ni mamados (algo así sugiere también Artemio) habrá que ver que hacen si gana las paso y Cristina lo apoya sin ambigüedades.
Creo que lo único que posiblemente se mantenga hasta el "gran momento" es el eje de la polarización. Además creo que la cuestión económica es importante pero no va a ser el único factor, es condicionante pero no determinante. Lo que quiero decir es que no será necesario volver al 8% de crecimiento, cosa que aparte es imposible, para reconquistar los votos que "perdimos" del 2011 al 2013, para mí basta que la situación no se desmadre en cuanto a las principales variables macro. Lo central para el gobierno será mantener ese control y, a la vez, seguir dando la impresión que conserva la iniciativa política y económica.
Lo que probablemente debe instalar el gobierno (y el FPV)en el territorio electoral en disputa es la idea de que a pesar de lo que dicen los medios (que me parece han sobresaturado el ambiente con imágenes negativas)vamos razonablemente bien y que con la continuidad podremos consolidar lo logrado e ir mucho mejor. Propuesta que para 2016-2019 parece bastante factible y realista. Más allá no se sabe. El estado del mundo no permite pronosticar demasiado lejos. Claro que en el 2019 no deberíamos tener problemas de candidatura. ¿o alguien lo duda?.
Profe: como suele suceder, estoy bastante de acuerdo con lo que decís.
ResponderBorrarUn apunte lateral y amplío en el post siguiente esta respuesta: yo también valoro en exceso mi opinión. Si no, no tendría blog ni Twitter, je. Ahora, tampoco hay que —bueh, pueden hacerlo, cada quien es dueño— dejar que nuestros deseos anulen la realidad o quedamos como el Tano Pasman pidiéndole 33 pases al River de JJLópez.
Abrazo.
jejejeje, muy bueno, entiendo, jajajajaja
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