jueves, 31 de julio de 2014

Buitres, Kiss&Love, Brito, Grondona, Susana. No nos organizamos...

Ya lo dice la famosa sentencia, ese axioma moderno del amor líquido en tiempos del cólera whatsappero: sólo hay un modo de que cojamos todos, y es organizados, compañeros. La organización vence al tiempo, me dicen mis amigos cabareteros, que serán quilomberos pero también peronistas. Entonces tantos temas para un solo día son un flood de noticias que hasta impidió la conferencia del Primer Argentino que es Alejandro Sabella. Y así no se puede vivir, con tanta inseguridad noticiosa, oiga.

Vamos por orden, entonces. Lo primero fue el ¿amague?, ¿será?, de una —supuesta— propuesta de bancos privados para comprar los bonos en poder de Singer & Co. Algo así con un Bailout Inverso. Gol de mediacancha, celebraban en el ágora tuitero. Mascherano, Romero, el Papa y ahí nomás, detrás, Jorge Brito de Banco Macro (ahora que lo pienso, ¿el nombre será para sobrecompensar algo? Otrosí: ¿Brito sería ahora el Gral. Alais del kirchnerismo? Les regalo el tema para el paper). Ámbito Financiero sigue sosteniendo —en soledad, debemos agregar— que habrá acuerdo entre los privados. Entretanto, pensemos en el peor escenario.

El peor escenario es que murió Grondona (no, aquí no vamos a hacer el chiste fácil de Marian... ups). Y claro, se conmueven los cimientos del fútbol argentino, porque si Diego es D10S y Lionel el Messías, Grondona era San Pedro, la piedra sobre la que se edificaba la AFA. Reproducimos a continuación el debate que su muerte repentina desató:

Grondona era un hijo de puta.
Pero era nuestro hijo de puta...
, pero hijo de puta...
Nuestro.

Y así ad eternum.

Volvamos al #GrieFault. Argentina no está en default, dicen los representantes nacionales. La afirmación tiene su lógica leguleya: nosotros pagamos, la guita no llegó a los boneholders por culpa de Griesa, ergo no vamos a garpar un mango más por ningún seguro, apúrenlo a Griesa antes de que vaya a besarle el anillo a Grondona en el trono del Hades. Pero la esperanza de un arreglo que nos evitara la declaración de Defol (ese juega en Racing, ¿no?) existía, debido a las versiones periodísticas y el comportamiento de la bolsa. Entonces aparece Kiss&Love para la conferencia y cuando dice “fondos Buitre" en lugar de hold outs algunos dejamos de darle a las matracas. Luego dice “fructífera" y vuelan nuevamente las serpentinas al aire. Kiss& sigue hablando y me recuerda a esa amiga de mi esposa a la que querés clavarle la silla en la jeta para que se calle cuando viene a comer pero no y le decís “ah, mirá vos..." mientras pensás por qué Gallardo no lo puso a Kranevitter. A continuación se pelea Kiss&Love con los titulares de la prensa, mirás alrededor tuyo para ver si estás en 2008, 2009 y no, estamos en 2014 y #LaConchaDeTuMadreSabella todo. La cuestión que no hubo arreglo y desde Mascherano para abajo pasan a ser todos hijos de puta: Griesa, Pollack, Singer, Kici, Brito y el hijo de puta de mi hermano que llega tarde ya para ir al paddle. Estaba escuchando también a Kiss&. Y todo el partido las pelotas buenas son obra de Don Julio que desde el Cielo nos ayuda, capo, y las que quedan en la red son culpa de Grondona que desde el Infierno nos sigue cagando y la puta que lo parió.

Como los buitres. Lo dijo Kiss&: Singer corta el queso y Griesa es su pastor. Buitres, si quieren alimentarse, ahí tienen el cadáver de Gro—CENSURADO POR EL DEPARTAMENTO DE LEGALES—. ¡Hijos de puta! Ok, me calmo, tal como me calmé cuando la Corte Suprema norteamericana rechazó la apelación de Argentina a la Griesentencia: vamos al default nomás, me dije entonces. Técnico, selectivo, burocrático (?), no-default o como prefieran. Porque era fácil entender que los Buitres no pretendían negociación alguna sino cobrar el 100% y cobrar los seguros contra default. Con este... u otro gobierno (lo aclaro porque no leí ese dato en ningún análisis, y me parece importante). Porque, dígame, si ustedes fueran buitres y tuvieran a la ley norteamericana, a Griesa de su lado, ¿qué estímulo tendrían para negociar con la consiguiente reducción de ganancia? Entonces, el llamado de Griesa, y la introducción del espeshalmastah Pollack significaba nada más que “vayan, siéntense y entréguenles lo que piden". Alguien como Macri, acostumbrado a estar de ese lado del mostrador en el plano local, entiende eso perfectamente.

Pensar que ningún bonista reclamaría la RUFO en caso de pagar la Griesentencia es abonar la fantasía de que los Reyes no son los padres. Aventuremos entonces posibles escenarios: a) una continuación del que venimos sufriendo, con recesión en ciernes, descenso de la actividad y presión sobre el tipo de cambio; b) una exacerbación de lo anterior; c) el paraíso socialista, con nacionalización del comercio exterior, cierre de importaciones, progroms para el antikirchnerismo y Massa Presidente 2015; d) ninguno de los anteriores porque vienen los Aliens y nos hacen pomada, se llevan toda el agua y a nosotros para trabajar como esclavos en sus fábricas de naves espaciales guerreras y productos cosméticos a base de páncreas masticado de bebés panda.

Acá esperamos que la opción (a) sea la que el destino nos depare —o la (d), total...— y que mientras tanto, Ámbito Financiero esté tirando la posta y no el pescado podrido que algún insider trafica.

...

¡Ah, Susana! Cierto. Volvió. Porque a las malas noticias no les gusta caer a la fiesta con las manos vacías.

viernes, 25 de julio de 2014

La línea histórica Codesal - Rizzoli - Griesa

Las audiencias promovidas por Griesa Tomás (no, gracias; un poquito de agua, si tenés fría) han captado el volumen de la agenda política/periodística/económica luego del Mundial (et tu, Messi?). En ese orden porque, claro, el tema se aplica primero a la disputa política interna en la afiebrada mente del periodismo vernáculo opositor. Tampoco los autoconscriptos en las trincheras de la grieta lanatiana suelen demorar para tomar armas y disparar. Y bombardean entonces con una serie de pseudo argumentos que son antes banales intentos de pases de factura: Kirchner puso a Nueva York como plaza, él firmó la cláusula RUFO, la RUFO significa que las reestructuraciones 2005 y 2010 fueron de mentira, el gobierno hizo todo mal (sí, ese es todo el argumento de los expertos en reestructuraciones de deuda y DTs de Selección nacional imaginaria que cuestionan los cambios de Sabella en el segundo tiempo) y otras bellezas que sirven para que los muchachos de la MAK gasten a los que abominan de este gobierno pagador serial de deuda que incumple con sus compromisos fiducidiarios.

No debe ser muy difícil la respuesta: tienen razón, chicos. Había que poner a Uruguay como plaza de pago y litigio mientras manteníamos a Natalia Oreiro como rehén. Ricardo Mollo patriota, dejá que yo me encargo, capo. Sobre la RUFO responde Gustavo Arballo y a él los remito, aunque no coincida del todo con su apreciación de que las posibilidades de activar la cláusula en caso de pagar la Griesentencia (uy, los neologismos) son cero sin decimales. Por algo tan simple como lo que el mismo abogado refiere: un Juez no es igual a Justicia sino a interpretación. Y con que un solo juez haga oídos a una presentación podemos encontrarnos nuevamente en este laberinto donde los únicos felices son los leguleyos y los que tienen seguros contra default como, oia, Paul Singer.

No debe resultar difícil comprender que los buitres no juegan a negociar. Si no tuviéramos el historial del litigio, las rechazadas oportunidades para ingresar al canje de deuda, o lo que aquí relata este profesor de Economía hindú: «...this fund has a history of using aggressive tactics to force struggling sovereign debtors to pay the full value of debts that have already been deeply discounted by the market. In the past, it has successfully sued the governments of Peru and the Democratic Republic of the Congo...», el reciente intento de embargar activos de YPF ¡o Chevron, una empresa norteamericana! debería bastar.

El objetivo es claro: cobrar el 100%, también de paso los seguros contra default y que la deuda vuelva a ser eso que, en ocasión del rechazo de la Corte Suprema norteamericana a tratar el reclamo argentino a la Griesentencia, escribíamos en Panamá Revista: «...nuestra disposición a la épica y victimización nos dificulta comprender que esta movida tiene intereses máselevadosque sólo castigarnos por intentar una gambeta a las reglas implícitas de dominación impuestas por la globalización financiera. El Nuevo Orden Mundial es menos glamoroso de lo que los foros conspiranoicos describen, y se construye con el barro de la historia y la bosta del día a día, pacientemente, con decisiones como esta del Supremo Tribunal norteamericano que implica, sobre todo, que las reestructuraciones de deuda no pueden ni deben ser soberanas, y que el endeudamiento es un grillete a cargar ad eternum. En un salto de página, hipertextual, la resolución del Caso argentino se constituye en un nuevo golpe a la soberanía de los Estados, y de allí los diferentes amicus curiae recogidos por nuestro país para la causa. Porque si algo deja claro la pretensión de los fondos buitres, el fallo de Griesa y el rechazo de la CSJ norteamericana es que los países sub desarrollados no deben intentar escapar de su destino, y que las asimetrías dentro del capitalismo global son uno de sus fundamentals...». No sólo eso, agregamos ahora, ya que seguir privando al país del acceso al crédito (cuando dimos sobradas muestras de vocación con Repsol, el CIADI, etc.), permitiría que los activos argentinos se deprecien, y no deben ser pocos los que se relamen los bigotes imaginando banderitas de remate flameando en los cielos nacionales. La deuda como Espada de Damocles presta para intervenir sobre economías dominadas.

El que juega con capitalismo financiero se quema. El que se quemó con una deuda, ve un fondo de inversión y llora. Y ya lo decía von Clausewitz: Griesa es la continuación de Codesal y Rizzoli por otros medios. No esperemos entonces que Thomas de Nueva York de marcha atrás y reponga el Stay, porque cuando declaren a Argentina en default técnico, tribunalicio o Griefault, como Zandoná, Thomas Griesa va a correr a abrazarse con ellos.

lunes, 14 de julio de 2014

Perdimos la final pero recuperamos el respeto para la Selección

Como esos noviazgos apasionados, que duran lo que un suspiro y aun así te marcan; y duelen después, pero con un dolor dulce, cálido (¿es más fácil superar esos amores que no dejan un vacío en el pecho?), así fue este equipo. Para muchos, durante este mes que pasó, esta Selección se transformó en la primera novia. Me incluyo: era chico en 1990. Recuerdo entonces el llanto de mi hermano. Yo lo miraba sin comprender. Nunca había gustado del fútbol como yo, tenía que rogarle que abandonara los autitos y camiones para armar un partido. Pero es que la Selección –lo comprendí luego– involucra sentimientos que van más allá del gusto por el fútbol. Y por eso duele ahí, claro, en el pecho, en el corazón. Pero mientras escribo siento tristeza y no bronca. Y será trillado (¿qué despedida amorosa no lo es?), pero perder así, poder mantener la frente alta con el pitazo final, ser reconocidos por la hidalguía, por haber conformado un equipo solidario, sacrificado, aplicado, con hambre de gloria antes que un mero rejunto de individualidades, es motivo de orgullo. ¿Qué decís? ¿Las de Higuaín, Messi y Palacio? Seguro, hubieran cambiado el partido. ¿El penal de Neuer al Pipa? No lo quisieron cobrar, y no van a darlo de oficio tampoco.

HOLA, FIFA. DAME UN PENAL DE OFICIO
Se dio la lógica: el campéon es Alemania. ¿Es Justicia? No necesariamente. Argentina –lo sabemos–, pudo ganar. ¿Hubiera sido acaso injusto? No. Hablemos entonces de fútbol, como una manera de exorcizar los demonios que esta noche no me dejarán dormir. Antes un pedido: si lo estás puteando a Messi, si pensás que Sabella se equivocó al plantear el partido, si creés que ser subcampeón es un fracaso o vergüenza, no sigas leyendo. Este post no es para vos. Descargate, es comprensible. Volvé después, si querés.

Argentina jugó una gran final de Copa del Mundo. Pará, empecemos de nuevo: Argentina jugó una final de Copa del Mundo. ¿Se entiende? Y el planteo de Sabella, el funcionamiento del que dotó al equipo fue el adecuado considerando el plantel, circunstancias y contrincante/s. Como contra Holanda –y el partido por el 3er. puesto lo confirmó–, la Selección supo plantear el partido que más le convenía. Antes del Mundial sosteníamos que Argentina contaba con jugadores para resolver de contra, pero el problema residía en que no contaba con un mecanismo defensivo que diera soporte a esa estrategia. Durante el Mundial, a partir de la ronda eliminatoria, lo consiguió. Pero quiso el destino que los 4 fantásticos, ese diamante letal que metía miedo a las defensas rivales, no llegara a la cita mundialista en óptimas condiciones. Agüero fue un fantasma de quien es, Di María se lesionó, Higuaín llegó mal y fue poniéndose en forma sin terminar de amigarse con la red. De Messi recibimos pinceladas que, con los otros tres en buen estado, quizás hubieran bastado, pero no, y sus mejores aportes cayeron en los pies de Palacio o Maxi Rodríguez. Aun así no creo injusto el Balón de Oro: este sería para alguno de los seis aspirantes que disputaron la final, y no podemos decir que el torneo de Müller o Kroos fuera superior al de Lionel. Premio consuelo entonces, con sabor a nada. Pero debería reconfortarnos saber que estuvimos a la altura de las circunstancias.

Algunos análisis puntuales:

1. Argentina llevó a los mejores jugadores de esta generación. Y los que más se adaptaban a la idea que Sabella pretendía poner en práctica. De todos modos, la diferencia de categoría entre titulares y suplentes fue evidente.

2. Aquí saludamos siempre la decisión del DT de privilegiar el grupo por sobre las individualidades. El compromiso de los jugadores evidencia que supieron reconocerlo.

3. Durante la fase inicial, este pareció el Mundial de los blitzkieg. Pero a la final llegaron los equipos mejor armados y triunfó el que contaba con mejor mediocampo. Aun así, hasta el gol de Goetze, las mejores chances habían sido de nuestra Selección.

4. Messi. Jugó un buen Mundial. No uno consagratorio. ¿Eso lo desmerece? Si la respuesta es sí, no deberías haber leído este post. Lionel jugó con poca compañía arriba porque Argentina no tiene jugadores para jugar de otro modo. También porque fue el jugador más y mejor marcado del torneo. Y algo para reconocer: jugó mucho para el equipo aunque el equipo no jugara mucho para él.

5. Mascherano. Aquí lo sostuvimos antes que nadie: el mejor jugador argentino en el Mundial (no el más determinante).

6. Qué columna vertebral. No la de Neymar, sino Romero, Demichelis, Garay y Mascherano. Grandísimo lo de Rojo. Correctísimo en los últimos dos partidos lo de Zabaleta. Bien Biglia y actuaciones conmovedoras las de Enzo Pérez y Lavezzi. Los actores de reparto posibilitaron el arribo a la final. Mérito de los jugadores y de Alejandro Sabella.

7. Perdimos la final pero recuperamos el respeto para la Selección.

8. Esta actuación estelar de Alemania se prefigura desde hace tiempo, y más aún con las actuaciones del Bayern y el Dortmund en la Champions 2013.

9. Neuer y el que le pega flor de murra a Biglia en el primer tiempo debieron ser expulsados. El fantasma de Codesal.

10. Fue –casi casi– el mejor Mundial de los últimos 25 años. ¿Cómo puta hacemos para dormirnos ahora? ¿Y cómo hacemos para seguir sin el Mundial? El miércoles juguemos un amistoso con Brasil y que empiece el torneo de AFA el próximo domingo por decreto.

jueves, 10 de julio de 2014

La línea Zubeldía-Bilardo-Sabella* nos depositó en la final


El día después de un triunfo como el de ayer frente a Holanda puede encontrar a la euforia convertida en alegre calma: al quemarse energía por la inyección adrenalínica el cansancio es regla luego. Entonces aquí creemos que el kirchnerismo durmió al no decretar feriado mundialista hasta el domingo. No importa: ganamos el domingo y Boudou 2015, Ricardo Jaime gobernador de Córdoba y D’Elía Secretario General de la ONU.

Sí, “Brasil decime qué se siente…”, “brasilero brasilero, qué amargado se te ve…” y “Máxima, la tenés adentro…”, pero lo importante es que Argentina está en la final y a 90 o 120’ minutos de la gloria y de la Historia. De todos modos, ya son héreos. Digo, para el video que seguro está en edición. Romero y Mascherano a la cabeza. Sabella también, y ya recibió “perdones” desde las redes sociales, desde banderas en las canchas y hasta los propios periodistas deportivos le transmiten estas sensaciones. Acertó bancando a Romero (acá sosteníamos que debía ser el arquero “a pesar…”), a Rojo, la revelación del equipo, al Pipa Higuaín, cuando todos pedían banco para él (y acá exponíamos argumentos en contra), y dándole minutos y la titularidad a Enzo Pérez, de grandísimo partido ayer, justo una en semifinal (¿es el Negro Enrique de este equipo?). Ah, la confianza, ese regalo que se paga con compromiso.

Recientemente citábamos a Michel Platini y su frase “el fútbol está hecho de errores, porque el partido perfecto es 0 a 0”. Sabella y Van Gaal la probaron cierta. Desde el punto de vista táctico, impecable el planteo de Sabella. Holanda –aunque parezca increíble si estuviste prestando oídos a los rebuznos periodísticos– también jugó su mejor partido en la Copa. Los aspectos anímicos engloban desde el sacrificio de Higuaín, Lavezzi y Enzo Pérez hasta los esfuerzos monumentales, hercúleos de Mascherano, Biglia y toda la defensa. Rojo y Zabaleta contenidos, Garay impasable por arriba y nuevamente saludamos la inclusión de Demichelis, que cambió para bien el engranaje inicial del mecanismo argentino: no sólo aporta desde lo defensivo, sino que por manejo y visión (queda claro que se desempeñó como mediocampista central) se alterna con Mascherano para conducir la salida, ese primer pase que es tan importante si un equipo quiere ser ordenado.

Con seguridad el triunfo, el cansancio, la conciencia de un triunfo epopéyico habilitan el abandono del cassette porque Sabella, Mascherano y Romero mostraron puños triunfalistas cargados de verdades en sus contactos con la prensa: “inteligencia”, “suerte” en los penales, y algo que resultó fundamental para anular la mejor virtud de Holanda que es el contraataque letal a campo traviesa: la sabia ocupación de los espacios en el campo de juego. En ese ítem se encontró el principal déficit de Brasil durante todo el campeonato, y lo que le permitió a Alemania –sumado a la virtud de sus jugadores– conseguir una goleada histórica en el estadio Mineirao. Contrario a lo que cierta prensa especializada considera, aquí creemos que Argentina – Alemania puede ser más parecido a la semifinal de ayer que a la del martes. Los germanos no comen vidrio y saben que Messi, Higuaín y compañía no son Fred y Hulk. Vaya si no.

El domingo pasado mencionábamos que la aplicación táctica de la Selección frente a Bélgica hacía a las esperanzas de alcanzar los objetivos trazados. Este partido frente a Holanda las confirma, y estamos seguros de que Alemania, entre los otros dos semifinalistas, prefería enfrentar a Holanda. ¿Parten los germanos como favoritos? Seguramente tendrán el apoyo del público local. Gracias, hermanos brasileños: eso sólo agranda a nuestro equipo. Si la principal duda de éste antes del inicio de la Copa era el aspecto defensivo, ésta fue despejada gratamente; si se extrañaba la mística que contagiaba Maradona desde adentro o afuera del campo, estas victorias, el sacrificio del alma del equipo, de ese jugador que nos emocionó hasta las lágrimas cuando cortó ese avance último de Robben, de Mascherano hablamos, claro, está también presente luego de esta semifinal definida en la agonía de los penales. Y tenemos a Messi. Sólo falta un punch en el aspecto ofensivo, y para conseguirlo tenemos un partido por delante. Con todo esto, existen elementos para creer que es posible ver a Lionel levantar la Copa y traerla de una buena vez y para siempre a la Argentina.

A un solo paso de la gloria, muchachos. Vamo’ que se puede.

* Debemos el título a Nando Bonatto. Y de paso recordamos que hace 4 años y 3 meses pedíamos esto que nos entrega hoy el montonero Sabella: una Selección peronista que honre las verdades 2, 3, 6, 7, 8 y 9.

lunes, 7 de julio de 2014

La lapicera (breve retorno a la política entre –o intra, je– partidos)

Desde hace tiempo sostenemos en este blog repugnante que si algo estableció 2013 esto fue la dispersión de la representación que, valga decir, se avizoraba ya en 2012. Y eso, por supuesto, tuvo consecuencias: la ruptura del peronismo en la PBA, el descenso de los guarismos oficialistas, el crecimiento de las opciones republicanas y, claro, la distribución del poder, más segmentado que en las cercanías de octubre de 2011. Decíamos en su momento que “…las administraciones provinciales ganarían en márgenes de autonomía respecto al gobierno nacional. Manteniendo el equilibrio (los fondos son necesarios), pero con mayor fuerza para pulsear. Maurice Closs elevó la voz primero y ni falta hizo que otros lo hicieran. La dinámica de fin de periodo lo condiciona…”.

Entonces leemos en La Tecla respecto a la PBA (pero puede bien aplicarse a cualquiera de los territorios comandados por el oficialismo): “A diferencia a las últimas contiendas electorales, los jefes comunales del Conurbano que juegan con el kirchnerismo no permitirán que le cuelen gente que no es de su riñón en las listas locales.
Desde hace un tiempo, los intendentes del Frente para la Victoria pasan por diferentes oficinas de la Gobernación, reciben a ministros en sus distritos y hablan con Scioli en reuniones privadas que en su mayoría se desarrollan en las oficinas del Banco Provincia.
En todos los casos se llevan el compromiso de que mientras se mantengan en el FpV no tendrán inconvenientes para volver a ser los dueños de la lapicera en 2015.
Sin embargo, en Casa Rosada, cuando hacen el mismo planteo, no consiguen la misma certeza. Según indicaron fuentes a La Tecla, en Nación volverán a pedir espacios para los jóvenes y no descartan las colectoras”
.

Por supuesto, se tratan de rumoreos político-conventilleros. Que por lo general tienen viso de opeación, pero en la línea temporal de la política electoral del kirchnerismo no suena del todo irreal, ¿no? (imagino a un intendente PBA escuchar la palabra "colectora" y alargar la mano inmediatamente hacia el celular). A ver, no es ninguna locura pretender monopolizar la lapicera cuando las condiciones para hacerlo existen. Pudieron hacerlo Kirchner en 2007, Cristina en 2011 y algo en 2013. Seguramente cualquier candidato del oficialismo, llámese Scioli, Randazzo o Urribarri, debe soñar con la posibilidad al apoyar la cabeza en la almohada. Es sólo pura lógica instrumental. Pero retornamos a lo que decíamos respecto a 2013, y utilizando al peronismo de la PBA como ejemplo trasladable: “…hay una advertencia en esta emergencia del massismo, y tiene que ver con la necesidad de una apertura en el esquema de decisiones del oficialismo…”. No comprender cabalmente el significado y consecuencias de 2013, y persistir en políticas de construcción inconducentes debido al actual esquema de relaciones de fuerza, es un pasaje seguro a sufrir en 2015. Y no debería ser el objetivo, creemos. Hemos advertido por aquí, en cambio, que uno de los objetivos del peronismo oficialista, de cara a 2015, debe ser recrear lo máximo posible el sistema de alianzas que dio soporte al 54% de 2011, y que para que eso ocurra, el engorde de las ambulancias opositoras debe ser reducido a su mínima expresión. La cuestión de la lapicera será entonces determinante para que eso no ocurra.

domingo, 6 de julio de 2014

Cruzamos el Rubicón (Sabella, re-loco, se compara con Julio César)


1. El fútbol es la… suplantación de la guerra por otros medios.


Hay formas de la felicidad que involucran lo individual, lo familiar, o aún celebraciones como el carnaval (que se vive con mayor intensidad en el NOA o en el NEA) que difícilmente puedan servir como paralelo para la que genera una victoria como la de Argentina hoy. Suelen en cambio trazarse comparaciones entre las competiciones deportivas y la guerra. Ciertamente ante cada Olimpiada se recuerda que los conflictos bélicos eran puestos en pausa. Y quizás el sentimiento que genera este triunfo de la Selección, cómo involucra a lo colectivo, pueda ser comprendido en esos términos, como la emergencia triunfal de alguna batalla. Allí está la famosa foto del beso, y los yanquis que nos emocionaron hasta las lágrimas en cuanta película pusieran a francesitos engominados a agradecerles por el regalo de la recuperada liberté luego del Día D. Entonces la definición de Sabella: “cruzamos el Rubicón”, es exquisitamente adecuada. En términos poéticos y desde una mirada histórica, claro. Como Julio César, el DT argentino entiende que éste era el hito que la historia de la Selección demandaba, y ahora alea jacta est. Lo que viene sólo puede ser ganancia.

2. La pasión de Bergoglio.

Le relatan a este cronista una escena de los festejos en Salta capital. Unos jóvenes y mochileros alemanes se acercan a un grupo de folcóricos salteños por fuego. Sobre la ropa visten camisetas de Argentina y portan una vuvuzela a la que uno de los germanos sopla cuando considera que debe sumarse a la algarabía. La sorpresa del grupo local no es mayor que la de los alemanes, quienes relatan que en las tierras de Hitler y Goebbels no festejan así, que un festejo de esas características se reserva para el triunfo al final de la competición. La vergüenza los desanima, dice, a pintarrajearse la cara o celebrar cuando aún no triunfaron. “Ah…” –acota uno de los salteños, comprendiendo– “es que esto es pasión”, les explica. ¿Se puede explicar? Seguramente sería imposible sin observar el fenómeno. Empirismo para Todos.

3. Pipa corazón, aquí tenés los pibes para la festejación.

Insistía Alejandro Apo en los comentarios de Holanda – Costa Rica, en referencia al tiempo suplementario que nos entregará a los holandeses de Van Gaal más cansados, con el “alargamiento”. Si tuviera que apostar diría que revisó su email justo antes de la transmisión y la palabra se imprimió en su retina. Esperaba entonces alguna mención al Viagra que, por suerte, no llegó. Pero nada de esto tiene que ver con la figura del partido frente a Bulg… ¡Bélgica!, Gonzalo Higuaín. Consciente de las críticas, de su propia deuda de gol, el 9 argentino se señaló en su carrera alocada pero no con la actitud arrogante de un Cristiano Ronaldo: “Sí, lo hice yo”, le decía al mundo el Pipa, pero antes y después del tanto del triunfo jugó su mejor partido en este Mundial. Había tenido un gran primer tiempo contra Nigeria, que prolongó ahora durante los 80’ que permaneció en el terreno de juego. Aportando justo lo que aquí señalábamos como las virtudes que sólo él puede entregar en este plantel, pero sumando despliegue y aún retroceso, conducción y descarga ante la salida obligada de Ángel Di María. Es justo el hincha cuando critica a un goleador por la falta de gol. Es injusto el análisis cuando critica a un jugador como Higuaín sin reconocer su aporte al equipo en lo que va de la competición. Bienvenido al amor populista entonces, Pipa.

4. Argentina 1 – Bélgica 0

El gol tempranero simplificó el plan argentino, colocando la presión por el resultado sobre los hombros de la Selección belga. Supo Argentina defenderse ordenadamente, haciendo de la aplicación táctica (nunca una de sus constantes históricas) un valor a ser rescatado. Lavezzi por izquierda y Di María por derecha, Messi por el centro e Higuaín como primer defensor entregaron una imagen del equipo que, si bien no sirve al lucimiento, hace a las esperanzas de cumplir el objetivo de pasar a la final primero y levantar la Copa después. No le tocó a Mascherano recrear el partido inmenso que jugó frente a Suiza, más ayudado por Biglia en esta ocasión que por Gago entonces. El volante que revistó filas en el Anderletch belga funcionó al modo del Lobo Ledesma en River y descomprimió la labor del subcapitán argentino. En ese andamiaje defensivo deben ser destacados los centrales: Garay jugó para un 10 aún si no tuviera a Tamara Gorro para cebarle unos mates y Demichelis resultó un gran acierto de Sabella. Nos animaríamos a afirmar que se ganó el puesto y no sólo por su aporte aéreo y ubicación, sino porque entrega orden y una salida más prolija que Fernández (eso también descomprime a Mascherano). Basanta no desentonó y hasta Zabaleta estuvo más correcto en la marca, sin tanto espacio a su espalda para cubrir en carrera alocada mientras observa la espalda del delantero rival.

Los interrogantes frente a Holanda no son tantos entonces, y podemos resumirlo en uno: ¿quién será el reemplazante de Di María? De las opciones, aquí sólo abominamos (sí, es el término adecuado) de Maxi Rodríguez, único posible causal de un #LaConchaDeTuMadreSabella. Pueden ser Enzo Pérez, cubriendo el sector como durante este partido, o Ricky Álvarez, quien puede intercambiar lugares con Messi o Lavezzi de acuerdo al desarrollo del encuentro. Retornará Rojo y podemos apostar que Holanda esperará a nuestra Selección para salir rápido de contraataque. El partido a estudiar entonces, Sabella, es el que los holandeses le robaron con aquel penal regalado al México de Rafa Márquez.

A dos pasos de la gloria, muchachos.

miércoles, 2 de julio de 2014

Los educados LTA de Sabella

La parábola del héroe es la que relata un viaje atravesado de penurias y contratiempos de los cuales el protagonista emerge fortalecido. Cuando arriba a su destino carga con esa experiencia y puede entonces valorar, en su justa dimensión, con sabiduría, las mieles del triunfo. Con excepción de ese dulce sabor final, fue ese el tránsito de la Selección en Italia '90. No tanto así en México 1986, donde disfrutamos de un fixture en los papeles liviano como ahora, y sólo debimos enfrentar a Inglaterra en Cuartos de final. Entonces, difícilmente pueda decirse ahora que Argentina esté transitando el camino al Peloponeso. Pero aún así, como en México, tiene posibilidades ciertas de saborear el néctar de la victoria, ese dulce fruto reservado para los campeones en esta y en cualquier Copa del Mundo.

Cortemos con lo dulce —que hubo poco, además—: como contra Irán, Argentina adoleció de dinamismo y combinaciones que le permitieran vulnerar una defensa cerrada y aplicada. No fue esta vez la incapacidad para abrir la cancha, puesto que contó con Lavezzi, Di María (siempre estacionado sobre el lateral) y Rojo para hacerlo. Vale destacar que se intentó. También que se abusaron de los centros ante la imposibilidad de penetrar, y no contamos con un Palermo o CR7.

Vamos con los pros: Romero responde, Rojo es la revelación del equipo y Mascherano es, en lo que va de Mundial, el mejor jugador argentino (no el más determinante: ese es Messi). Así como Sabella mandó dos educados LTA al destacar en la conferencia post partido a los discutidos —en la previa— Rojo y Romero, el 14 de Argentina podría también apelar al maradonismo, ya que se debatió en algún momento si debía permanecer en el mediocampo u ocupar un lugar entre los centrales como en su club. Con sacrificio, corte, distribución, relevos y voz de orden para el equipo, demuestra que no olvidó cómo jugar en su puesto y es, para mí, el mejor mediocampista central del torneo. Es de los que se agrandan en paradas bravas.

En el debe: Higuaín. Si al finalizar las eliminatorias el consenso señalaba lo maravilloso del ataque y lo sórdido (?) del aspecto defensivo, en estos cuatro partidos es la delantera la que está en deuda. Agüero nunca fue Agüero, Messi apareció siempre en los momentos justos (fue el artífice de todos los triunfos) pero nunca se comió la cancha y Di María, por suerte, luego de un inicio irregular, está encontrando su mejor nivel. Pero volvamos al actualmente cuestionado Higuaín. Es fácil decirlo ahora, pero antes sólo este humilde DT amateur y campeón del baby fútbol señalaba la conveniencia de contar con un centrodelantero suplente. Ni Palacio, Lavezzi o Agüero pueden aspirar al papel. El Pipa no está en su nivel, es cierto, pero no contamos con alguien como él, que aún cuando no encuentra el gol colabora abriendo espacios, arrastrando marca, en defensa ante cada córner y es preocupación permanente para los centrales rivales. El diagnóstico entonces: aunque falto de ritmo, cavenaghizado, Higuaín es insustituible en este esquema y plantel.

Cerremos con una proyección del partido contra Bulgaria. Sus delanteros rápidos, la lentitud de Fernández y el vortex que crea Zabaleta a sus espaldas (debido al esquema pero también al Mundial horrible que está haciendo) podrían inclinarnos a pensar en modo Playstation y colocar a Mascherano en la zaga central, Campagnaro de lateral derecho, Biglia en mediacancha y Di María como extremo derecho. Un 4-2-3-1 con Lavezzi, Palacio o Ricky Álvarez por izquierda. Suena bien, ¿no?, pero no formaría nunca parte del recetario sabelliano. Y está bien que así sea: variar demasiado, sin tiempo para practicar, puede ser una invitación al suicidio. Por eso la referencia al modo Playstation de pensar el fútbol, cuando las variantes de confianza, costumbre y seguridades individuales deben ser a veces superlativas respecto a planteos de pizarrón. Este razonamiento, claro, fue también el aplicado por la Selección de Maradona en Sudáfrica, lo que demuestra que a Priori lo están sodomizando en la cárcel junto a Seguro. Aquí nos inclinamos a pensar que serán los mismos once (con Basanta por Rojo) los que ingresen al campo este próximo sábado a las 13 hora local. Y que el Papa, nuevamente, nos ayude.