lunes, 23 de octubre de 2017

Follow the yellow brick road a 2019

Pese a encontrarse con un Congreso en buena medida adverso, en 2015 se dijo que Macri contaría con el PEN, PBA y CABA, los mayores presupuestos a nivel nacional y un esquema de poder distinto al del kirchnerismo inicial, que debió apalancarse en la opinión pública y los resultados económicos para alinear a su grupo de poder. El macrismo entra en una van —metáfora de aquel kirchnerismo— pero debe negociar con pocos afuera para arribar a sus consensos, bastante estándares para el credo liberalconservador, debemos agregar.

Ese macrismo, que en palabras de Michetti agredece a los héroes que bancaron el cambio y aún no lo sienten —eslogan sintomático de la economía y política comunicacional macrista si los hay—, puede decir sin faltar a la verdad que triunfó en su primer test electoral en el poder. Podrían tentarse entonces, cuando encuentren algunas (pocas) resistencias para sus cacareadas reformas, a nuestro conocido “si no les gusta, armen un partido y ganen las elecciones". Lo dirán sus periodistas, sin dudas, pero en lo que a manejo de percepciones se refiere tendrán tino, y lo demuestra el hecho de que apuntaran y acertaran en sus blancos: desbancaron a Urtubey en Salta y destrozaron a Massa en PBA y hasta en Tigre. Los peronistas blancos que se autoconstruían y eran publicitados por los medios porteños como alternativas racionales para una continuidad macrista fueron los grandes derrotados en estas legislativas.

El massismo esperaba conservar en este 2017 los casi 20 puntos con los que resistió con aguante en 2015. Era lo que Ias encuestas prePASO le auguraban. Se acercó, en cambio, al 15%, perdiendo casi los mismos puntos que sumó la lista de María Eugenia Vidal - María Eugenia Vidal (sic) por sobre lo que le pronosticaban en agosto. Anoche, la lista Massamarga (licencia poética) apenas arañó los 11 puntos, pudiendo sumarse su pérdida y la mayor participación para explicar el resultado cambiemista en PBA. Resulta así evidente que el cálculo político de Massa en 2015, de evitar un triunfo peronista y favorecer una alternancia que lo posicionara mejor de cara al pejotismo, resultó nuevamente fallido. Ya le había ocurrido en 2013/2014. Ahora, en la derrota salteña del urtubeycismo, ¿cuánto hubo de castigo por su macrifriendlismo si la Unidad Ciudadana provincial alcanzó el 22,5%, a escaso punto y medio de la lista del gobernador? ¿Y cuánto dirigió de su propio voto Urtubey hacia la lista amarilla con tanto elogio al macrismo? La ancha avenida podía ser una alternativa de emergencia al kirchnerismo, más para el Círculo Rojo que para un sujeto social inexistente. Y negar al kirchnerismo, que interpela a un colectivo, no resultó ganador. Ambos, Urtubey y Massa, prefirieron extemporáneamente la construcción de su perfil nacional antes que el resguardo de sus territorios. Y lo pagaron caro.

Quienes entendieron que las elecciones eran distritales —y sólo nacionales para Macri— fueron los gobernadores peronistas que consiguieron triunfos en sus provincias. El peronismo aguanta los trapos en Tucumán (y Manzur ya lanzó su campaña 2019), Catamarca, Formosa, La Pampa, Río Negro, San Luis, San Juan, ¿Misiones?, ¿Santiago del Estero? El caso tucumano resultó una prolongación de lo que escribimos en relación a las PASO, así que poco queda por agregar más que Manzur puede aspirar ahora a nacionalizar su figura (al contrario de lo que señalamos de Urtubey) y que José Cano puede correr la suerte de otros derrotados consuetudinarios. ¿Hay espacio para una liga de gobernadores? Bastante menos que el que hubo para condicionar y negociar con De la Rúa (el PJ contaba entonces con PBA, y candidatos en gateras para reemplazar al aliancista como finalmente ocurrió) pero el peronismo necesita un proyecto de futuro que tome en consideración la coyuntura y las aspiraciones del electorado y que habilite la emergencia de un liderazgo claro en un mapa que contiene al macrismo y liderazgos territoriales desperdigados.

¿Qué queda como dique de contención al macrismo? Poco. Deberemos continuar renegando con nuestro sindicalismo herbívoro y temeroso del carpetazo, algo lógico si enfrente se mancomunan el oficialismo, el poder judicial, los servicios y los medios en una ensalada que no permite diferenciar bien qué factor es ingrediente y cuál aderezo. ¿Y del Congreso, leitmotiv de estas elecciones, qué podemos esperar? El macrismo pudo en 2016 legislar merced a la chequera y a la extorsión con la gobernabilidad; en este 2017 se les complicó por errores propios pero, fundamentalmente, por su política económica en un año electoral. 2018 será diferente: no podrán apelar a la extorsión pero, además, será el año en que la reforma laboral y la poda de derechos sociales a la que aspiran deberá sortear el escollo del Congreso, menos adversativo merced, lamentablemente, a la voluntad popular.

Para una próxima entrega quedan Cristina, Vidal y la PBA.

5 pusieron huevos y comentaron:

Erkekjetter Silenoz dijo...

¿cómo es esto... ni siquiera una mención para el peronimo de Perón (o algo así) descarrilado de PBA?
El Señor de los Cordones cuando citaba al frepasito, el FIT o PI P se referiría el citado "ut supra"... ja ja...

Saludos y felicitaciones Manzurianas

Ropi dijo...

Una pequeña aclaración... en Río Negro no ganó un gobernador Peronista, el gobernador actual Wereltineck es de espacio propio y al haber sacado pocos votos en las PASO, no se presentó en las generales. La que ganó, Soria, es hermana del intendente de Gral Roca e hija del fallecido Soria padre. Por las proyecciones, Martín Soria podrá convertirse en gobernador en el 2019 seguramente, pero a la fecha no lo es.

ram dijo...

"¿Qué queda como dique de contención al macrismo? Poco." ....y tal no quede tan poco. Porque el desbole del peronismo anti natura es buena noticia y otra es que el virrey aaba de detonar (aunque sea retardada) la mayor y mejor trampa caza bobos en plena capital.... lady colesterol carrió no es massita, es bicho dañino que quiere ser presidente y con sponsors, no por poco notorios menos interesados en promoverla...

Martín L. dijo...

Como siempre, me encanta como escribís. No necesariamente comparto todo, soy bastante más escéptico en general, creo que estamos en una situación terminal, una de las más graves de nuestra historia política (y no por el gobierno, sino por la actitud de la población).

No obstante, me pareció interesante hacer un comentario en tu post porque leí esto de pasada: https://www.infobae.com/sociedad/2017/10/25/escandalo-en-tucuman-se-filtro-un-video-del-vicepresidente-1-de-la-legislatura-mientras-tomaba-cocaina/

Evidentemente lo de que Manzur se lanza para 2019 tiene sustento. Estos van a matar a los hijos de los hijos del kirchnerismo, si es necesario. Maquiavelo en su estado puro.

Salutes.

Comandante Cansado dijo...

¡No estaba muerto, estaba de parranda! Re-bienvenido compañero veterano bloguero. Cof, cof, me voy a poner la cataplasma.