Cuando la felicidad se disuelve en cada gota de transpiración y sentimos que nos inunda por dentro, nos empapa la piel y justifica el grito de desahogo, podemos decir que estamos viviendo el fútbol como a muchos nos gusta.
No cambia la vida, excepto para quienes el fútbol es una profesión. A los hinchas no los hace más ricos, pobres, altos o buenmozos. Pero les permite disfrutar de un orgasmo sostenido, profundo y hasta compartido. Sentir que la vida es bella y que en ocasiones el cosmos se ordena como cuando nos enamoramos. Es lícito.
Fontanarrosa escribió muchos cuentos de fútbol y en todos transmite esa maravillosa sensación del triunfo y la derrota, que también es noble si la merecemos. A nadie le gusta merecerla, eso sí. Pero el fútbol no sólo es bello en los resultados sino sobre todo en los caminos.
Veía hace instantes, en el final de la transmisión, la alegría de la gente de Argentinos Jrs., luego de dar vuelta con fútbol y corazón un resultado que favorecía a Independiente. Contemplaba el llanto de Ortigoza y Oberman y recordaba cuando lloré lágrimas así, de chico, en algún partido de la primaria, luego de dar vuelta un resultado contra "el B".
Recordé también un campeonato intercolegial que jugué en la secundaria y que perdimos en una final que vi desde afuera. Me dolió pero estaba feliz de haber podido disfrutar de cada partido, del ritual de vendarme el tobillo izquierdo, calzarme las medias, los botines y sentir la camiseta que molestaba en las costuras, de tan berreta. Y el corazón que pusimos para llegar hasta esa tristeza enorme de haber estado tan cerca. Y vivirlo con alegría a la vez. Extraño.
Una hincha de Estudiantes fumaba con resignación luego del empate y la entendía. Celebraba también la hidalguía de los hombres de Independiente, felicitando a sus compañeros del Bicho al término del partido. A veces pienso que podemos tener un fútbol menos violento y más bello. Como el gran primer tiempo de River y el chico Funes Mori ayer.
Y se viene el Mundial.
Mi señora me decía hoy, cuando yo disfrutaba Argentinos-Independiente y ella intentaba dormir: "me tiene harta el fútbol". Y yo me reí y le contesté que todavía ni había empezado el Mundial.
La esperanza del gol de Higuaín ayer, para darle una fecha más al sueño del Real Madrid, no se compra en ningún supermercado, ni con efectivo o tarjeta. Y es que el fútbol es así y tiene esas cosas. Frase híper trillada pero de una validez irrebatible.
Todo esto para contarles -quizás poco les importa- que me emocionó la alegría de la gente de Argentinos, que acaricia la posibilidad de ser campeón. Mi más sincero deseo es que así sea.
una sola cosa compañero, Verón es demasiado grande como para no estar.
ResponderBorrar¿En el Mundial?
ResponderBorrarSeguro va a estar. Es uno de los preferidos de Maradona y ángel guardián de Messi.
Parece que Palermo también, ¿no?
Me parece bien.
¡Un abrazo!
Estimado Ricardo:
ResponderBorrarDurante varias horas esta tarde ,los intentos de leer tu blog recibían el comentario: este blog ha sido eliminado.
No pude evitar sentirme preocupada y hasta un poquitín paranoica,saludos
Lidia.
Lidia: es un halago que te preocuparas por el blog. Gracias.
ResponderBorrarSucede desde hace un tiempo ya, parece que Blogger no anda funcionando muy bien.
Les ha pasado a otros compañeros blogueros. A no desesperar que después reaparece.
¡Saludos!
Al parecer sos de los míos, un futbolero de raza. Creo es la primera vez que entro a tu blog. Buenisimo eso de poder ver las "ventanitas de la derecha" de los blogs conocidos para conocer mas jeje.
ResponderBorrarMe siento identificado con las sensaciones que describís. Además, uno siendo bostero, si bien no es triunfo propio, no lo es de la contra, sino de la cenicienta.
Pero mas allá de que el bicho sea un equipo al que pocos pueden odiar, uno disfruto por el fútbol. Perdían 3 a 1... cuantas veces habremos jugado de chicos a la pelota, perdíamos, faltaba poco y se iba en malón en busca de la gloria? atrás quedaba el arquero, el 2, el 5... y despúes, todos arriba. Eso hizo Argentinos. El gol del triunfo lo hace su número 2... su capitán... mejor imposible. Poca técnica, poca estetica para pegarle a colocar con la parte interna, pero con ese fuego sagrado de no rendirse nunca, de querer ganar, de dejar hasta el último aliento.
Ver un 5 como Ortigoza que recibe la pelota y levanta la cabeza... pero no para largar la pelota, sino para ir hacia adelante, es un placer. O un tipo de casi 40 años como Calderón corriendo y metiendo como si tuviera 20... brindandosé y hacindo el trabajo sucio a veces... un ejemplo.
Que lindo es el fobal.
Cuántas veces nos habrán clavado un par de goles más por ir así, en malón y a lo loco, a tratar de dar vuelta el resultado, ¿no?
ResponderBorrarPero en esas ocasiones en que conseguimos hacerlo, para mí era como vivir una de esas películas épicas, je.
No sé si será así, pero creo que todos tenemos un lugarcito para Argentinos Jrs. en nuestros corazones. Históricamente buscaron honrar el buen fútbol y el sólo hecho de que el más grande saliera de ahí es suficiente para mi.
Saludos futboleros, Marcelo.
Hola
ResponderBorrarUn hincha fana del Rojo está completamente de acuerdo con lo dicho: con el dolor que lógicamente siento, agradezco haber visto el partido que ví, y la humildad y la vergüenza deportiva de Argentinos. Ojalá sea el campeón.
Saludos para todos
Sujeto de la Historia
Un partido emocionante, Sujeto.
ResponderBorrarY hay que rescatar que fue jugado con lealtad deportiva por ambos equipos.
La verdad es que fue una linda fecha la que pasó: buenos partidos y muchos goles.
Vamos el Bicho ahora. Como antes Banfield y Huracán.
Saludos.