Tampoco hay nada a la derecha del kirchnerismo

Me parecieron interesantes estos posteos de Udi en AP Y Luciano en su blog, que hablan de un -supuesto- próximo corrimiento a la derecha del kirchnerismo. O de este peronismo, como prefieran llamarlo.

Yo no lo veo. Quizás necesite visitar al oftalmólogo. O quizás no y mis anteojos estén bien calibrados nomás.

Seguramente algunos se habrán entusiasmado con la visita de Cristina a la 16a. Conferencia Industial de la UIA. Habrán aplaudido a la Presidenta por anunciar las negociaciones con el Club de París y habrán llorado de emoción al enterarse de que el FMI colaborará con el INDEC en un nuevo IPC a nivel nacional.

La pucha, releo y parece que se me está haciendo la noche en la mitad de la tarde, justo cuando CFK tiene una intención de voto de 43% de piso y 66% de techo (Poliarquía, noviembre 2010). "Guot pass, papi?" -podría preguntar Moria. Y lo que pasa, creo, es que Cristina se planta ahora, que es más fuerte que nunca. "¿En que lugar, papi?" -sería la pregunta de la Casán, que no caza un fulbo de nada-. En el lugar que le corresponde al Estado: el centro de la pelea. Y eso no es precisamente correrse a la derecha, según mi humilde punto de vista. Lo anteriormente citado (Club de París, etc.) tampoco implica resbalones hacia la derecha. No son nuevas medidas sino consecuencias de la dirección que le viene imprimiendo a la gestión política el oficialismo. Ya en setiembre, a una semana del acto convocado por la Juventud Peronista en el Luna Park, decía que el oficialismo no propondría crecer por derecha. Si, quizás, abandonar un poco el perfil progre para ir hacia una posición más de centro:

...el oficialismo tiene una buena oportunidad de situarse en el centro y, desde ahí, en un cuadro que también contemple sectores altos y bajos, distribuir. Más hacia abajo, tanto a derecha como a izquierda. Agrego ahora que la peronización me parece importante, ya que la competencia es el radicalismo...

Y es que a menos de un año de elecciones nacionales no es productivo polarizar la opinión pública con temas espinosos. El aborto es uno de ellos, la participación de los trabajadores en las ganancias quizás otro. No lo sé. No creo, de todas maneras, que el panorama haya cambiado tan drásticamente. Ya antes del 27 de octubre el oficialismo estaba cerca del 40+1 y 10 de ventaja. Ahora casi todos descuentan una victoria oficialista para 2011. Mi impresión es que si algo era bueno antes del 27/10, sigue siendo bueno en este escenario.

Correrse hacia la derecha sería hacer antipolítica. Entregar el manejo de la economía a las Corporaciones, el Ministerio de Producción a la UIA. Ajustar. Reprimir la protesta social. Parar la Obra Pública. Proponer un presupuesto regresivo en educación y salud. Contratar a Durán Barba para la campaña.

Yo creo que tenemos indicios y certezas como para estar tranquilos. Cristina lleva a Moyano a la UIA y nadie pone el grito en el cielo. Cristina dice en el cierre, frente al empresariado, que "ya no se puede pensar en mercados autorregulados. Un Estado tiene que intervenir fuertemente cuando la economía tiene problemas". Y nadie pone el grito en el cielo tampoco.
Y tengo la impresión de que esta parte de esa misma nota pasó inadvertida:

El jefe de los industriales (Héctor Méndez) llamó también a "construir una red de relacionamiento que cambie de raíz nuestro humor social".

Creo que dice mucho. Se construye sólo frente a la expectativa de futuro. Una relación amorosa, un edificio, un vínculo político. Nos habla -esa frase- de la certeza que hay hacia adentro de la Unión Industrial Argentina de que el periodo 2011-2015 pasa por Cristina Frenández y el peronismo. Y Moyano. Y las paritarias. Y la AUH. Y todas esas cosas sobre las cuales la oposición, de ser gobierno en 2011, daría marcha atrás.

¿Habrá que hacer una relectura de esa famosa sentencia que dice que a la izquierda del kirchnerismo no hay nada? Quizás a la derecha también esté la pared.