Popurrí

1. Elección de vida:

La derecha vernácula, AM (antes de Macri), proponía como disyuntiva dos modelos distintos de gestionar el Estado. Decían que lo público debía ser gestionado como lo privado. Ahora, ante el evidente -para quien quiera verlo- y prematuro fracaso de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires (que todavía puede ganar, ojo), Francisco De Narváez propone una dicotomía distinta:

...El candidato bonaerense -aliado del radical Ricardo Alfonsín- señaló que en las elecciones del 23 de octubre se va a confrontar dos formas de vida: “o es el autoritarismo, la soberbia y la corrupción del kirchnerismo o es la moderación, la capacidad de diálogo, de construir soluciones y sobre todo la honestidad. Esta es la elección del 2011, cómo queremos vivir”...

Adiós al modelo de gestión. Chau Peter Drucker, hola Osho. Siguiendo este orden, para la próxima elección no serán las distintas formas de vida las que se enfrentarán sino, directamente, nuestro destino después de la muerte: "en 2015 se va a confrontar nuestro destino final: los que voten al kirchnerismo se irán al infierno y quienes nos elijan se irán al cielo a tocar el arpa con Tata Dió..." -podrá decir el filántropo colombiano.

2. Hagamos el ajuste, no el amor:

A las propuestas de ajuste de González Fraga se suman ahora las intenciones privatistas de Oscar Aguad, el único radical con posibilidades de ganar algo grande:

En su discurso frente a empresarios en la Bolsa de Comercio provincial, el candidato a gobernador por la UCR, Oscar Aguad, ratificó que intentará incorporar capitales privados al Banco de Córdoba. "Pienso en un 49 por ciento, mediante aportes del sector productivo y empresas desarrollistas", detalló...

...La propuesta de Aguad es que el banco cuente con una conducción mixta, de mayoría estatal, y un gerenciamiento privado cuyos períodos de acción no coincidan con los de los gobiernos de turno, para reducir la discrecionalidad...

3. Vengo del placard de Macri (?):

Ricardo Mollo y Diego Arnado, Divididos -no jodamos-, emitieron un comunicado condenando el uso del nombre de su ex-banda Sumo como parte de la campaña del macrismo en la CABA. Este es el cartel en cuestión:


Esta es la respuesta de los ex-Sumo:

En referencia al uso del nombre y la imagen de SUMO en la campaña de vía pública de un partido político de la Ciudad de Buenos Aires y como integrantes que hemos sido de esa agrupación musical tan querida por nosotros, queremos compartir que tanto Ricardo Mollo como Diego Arnedo sentimos la necesidad de comunicar por este medio que al menos a nosotros nunca nos pidieron autorización y que de todos modos si alguien lo hubiese hecho, de ninguna manera hubiésemos autorizado el uso de la misma para tan malintencionada operación de sentido. Atentos a este tipo de operaciones comunicacionales pronunciadas por la carrera electoral y que tanto desautorizan al hacedor de las mismas, les agradecemos a todos ustedes que visitan nuestra página Web oficial y se contactan directamente con nosotros, sus inquietudes, indignaciones y solidaridades ante semejante acto de irrespetuoso comportamiento sobre el presente y la memoria de la historia tan querida de SUMO.

Muchas gracias.
DIVIDIDOS

4. ¿LA NACION no está contenta con la alianza UCR-De Narváez?

Esta imagen, que ilustra la nota de hoy de Sarlo, en la que critica el acuerdo -como describió acá el Ing. Sbariggi-, parece ser prueba de ello:


Un Alfonsín apocado, cansino, constrasta con un De Narváez maligno y en tensión. Ilustra perfectamente la nota de la "compañera" Beatriz.