Siguiendo con las anotaciones de las PASO

Luego del triunfo aplastante y plebiscitario obtenido por Cristina y el FpV (peronismo y aliados) en estas PASO poco queda por decir. El resultado habla por sí mismo y quizás lo que siga sean todas obvias generalidades. En el post anterior mencionábamos que no todo el voto es de defensores del "modelo", que la crisis global puede complicar el frente interno generando algunas contradicciones y que una oposición que efectivamente represente a los sectores de la sociedad que no se referencian en el kirchnerismo es deseable. Que alguien como Duhalde esté peleando el segundo lugar es un síntoma y habla de un déficit en las alternativas opositoras, una bancarrota casi, de la que hablaremos al final de esta entrada.

Mencionábamos también la cuestión de la responsabilidad: un 50% del electorado deposita su confianza en el oficialismo y es motivo de orgullo, pero no podemos olvidar que (aún después de -como se espera- una gran elección del FpV en octubre) la conformación del Congreso continuará siendo similar a la que configuraron las elecciones de junio de 2009. Recién en 2013 podría el oficialismo recuperar las mayorías que hasta entonces le habían permitido avanzar decididamente con su agenda.

Completemos lo anterior con algunas anotaciones de cara el futuro, importantes para ir saliendo un poco del discurso anterior:

1. Hay que dejar de mirar el país a través del cristal centrista -y sus deseos- y abrazar la realidad profunda: sí, Dios atiende en Buenos Aires pero hay que abrir sucursales en todo el país. Los votos del NOA, NEA, del Sur son tan importantes como los de la región centro. Puteamos a los Insfrán pero ellos son también soportes del triunfo y de la gobernabilidad. Además, si Altamira descorcha champán con Gelblung, creo que nada queda por decir.

2. La verdad de la milanesa no es la batalla cultural. Es la gestión que, secundariamente, la permite.

3. Los medios. Hay que desclarinizar, como decía Sujeto. Ya no marcan la cancha. Clarín ataca rabiosamente desde hace casi 4 años, con más de 1.000 tapas negativas y aún así CFK arrasa en todo el país. Decíamos hace un tiempo que si hubiéramos seguido la agenda clarinista deberíamos haber pedido también #unmilagroparaCFK, y rogar que superara el piso del 1,5%. Podemos seguir discutiendo a Lanata, a Majul, pero ya no influyen como hace un tiempo pensábamos.

Y desclarinizar vale más aún para la oposición política que para nosotros, las hordas blogueras fanáticas K (je). Un párrafo del post de Sujeto citado arriba, de abril de este año:

...aquí no estamos asistiendo al clásico juego de pujas, tensiones y dinámica de todo proceso pre-electoral (llevamos vistos muchos de ellos, ninguno así) sino que se percibe una importante desarticulación de los partidos políticos en tanto tales, porque lo que está roto es la articulación de esos partidos con la base popular, lo que está roto es el contacto directo, pulsátil, con su pueblo, sacrificado al altar de las necesidades del poder mediático.

La mera existencia del Grupo A, matriz experimental de lo que propone Macri a instancias de Magnetto, es la prueba de hasta qué punto los partidos han perdido su identidad propia, subordinándola a una "unidad transitoria de oposición"; si oponerse al kirchnerismo es lo que les otorga visibilidad mediática a sus dirigentes, este mismo acto, de subordinación al clarinismo, es lo que desarticula a los partidos con sus bases...

El 50% obtenido por Cristina y el FpV señala no sólo hacia adentro sino también hacia afuera cuál es el norte: reconciliar a los partidos políticos con la sociedad y viceversa. Y así como en 2009 la oposición -como un todo- pedía que el oficialismo escuchara el mensaje de las urnas, vale ahora pedir también lo mismo. El kirchnerismo escuchó. Vaya si lo hizo que tan sólo dos años después cosechó el 50% de las adhesiones. Queda en las fuerzas opositoras hacerse cargo de su parte y no seguir en la tesitura de oponerse por oponerse, de colaborar y construirse como opciones proponiendo y no sólo impidiendo. El clima de 2008/2009 ha quedado definitivamente enterrado y deberán comprenderlo si no quieren acompañarlo.