viernes, 16 de septiembre de 2011

Mentime que me gusta... ¿5?

Rucio, un amigo bloguero, desarrolló una serie de posteos muy interesantes buscando la punta del ovillo que nos permita entender qué son la verdad, la realidad, sus variantes interpretativas y su aplicación al entendimiento de nuestro escenario político. Este post intenta ser una contribución a tal objetivo.

Busqué "la verdad" y salió Rachel Weisz. Gracias, Google.

En el post que da origen a la tetralogía sienta las bases de lo que consideramos como manipulación de datos objetivos. Dice Rucio, al hablar de la denuncia de fraude aventada por un aventado en las PASO Duhalde (pero bien podría haberse referido al tratamiento que recibe el IPC del INDEC o el mismo instituto en los medios): "estamos frente a una lógica perversa de deslegitimación permanente, axiomática, cuya mecánica es la manipulación numérica, es decir, de aquel elemento referencial más fiel para medir cualquier cosa, incluso dentro de una sociedad. Cualquier logro alcanzado por el gobierno nunca podrá ser apreciado en su magnitud si no puede ser cuantificado, o si esa cuantificación pierde su carácter de referencia objetiva. Si se cumple el objetivo de lograr tal descreimiento, nada tendrá valor y todo lo que se diga podrá ser relativizado (incluso a fuerza de mera reiteración, ni siquiera es necesario argumentar en contra)". Es imposible no coincidir.

En el segundo capítulo de la serie desarrolla la "sensación de inseguridad", como construcción mediática de un relato ajeno a parámetros objetivables. Según Rucio -y desde aquí coincidimos-, entre los objetivos, está edificar: "3) un gobierno proclive a ser pateado en los tobillos permanentemente por no dar soluciones imposibles de dar a un problema con fuertes ribetes psicológicos". En la tercera entrega teoriza acerca del posicionamiento de Clarín respecto al oficialismo. Si disponen de poco tiempo para la lectura, este es el capítulo que no pueden perder.

Para toda la serie don Rucio parte de esta tesis: "rechazo la idea de la multiplicidad de verdades, ni siquiera acepto la parcelación de la verdad a efectos de satisfacer la egoísta vanidad de sentirse dueño de una porción. Las cosas son tal cual son, verificables, cuantificables, experimentables, o no lo son. Para mí, no existe “mi verdad relativa”, como tampoco existen "verdades a medias". Y a no confundir esta afirmación con una pretensión autoritaria, para nada. Porque cabe sí distinguir otra cuestión, las posibles interpretaciones de la realidad, los disímiles cánones de valoración, los cuestionamientos de los por qué, los para qué y los por donde, que, en definitiva, tanto como inequívocamente aceptables y necesarios, no son más que subjetivos cristales a través de los que se observa un objeto único".

El aporte que quiero hacer es el que sigue.

Parto desde una posición relativa, sin negar que hay absolutos que no cambian, independientes de la mirada del observador. La velocidad de la luz en el vacío, por ejemplo. Pero aquello que se puede aplicar a la física (aunque la mecánica cuántica venga luego a desmentir algunos postulados) difícilmente pueda trasladarse a una ciencia social. Entonces podemos decir que La Verdad -respecto a cuestiones históricas, sociales, humanas- está determinada por la resolución de las tensiones hacia el interior de las relaciones de Poder. Es el Poder el que determina qué es verdad. Podemos observar una historia como una sucesión de hechos, pero no podemos entenderla linealmente. O es difícil entenderla así. Al menos para mí, porque el sentido de una historia, o de de La Historia, está dado por la interpretación que hagamos de tales acontecimientos. Podríamos apelar a un ejemplo reciente y decir que la disputa del kirchnerismo con los factores de Poder estaba prefigurada en las disputas de Kirchner con el menemismo o en su enfrentamiento con la Corte Suprema menemista a poco de asumir. O podría ser también la interpretación -que se demostró adecuada- que realizó Kirchner de un momento histórico, que podría haber sido bien otra -como fue bien otra tantas veces-. El kirchnerismo podría haber pactado con esos poderes -como ocurrió tantas otras veces-. ¿Pero de qué hubiera valido ese hecho concreto -el kirchnerismo enfrentando a esos poderes- si hubieran triunfado esos factores de poder, la oligarquía, Nazareno y Moliné O'Connor? En los libros de historia, si el kirchnerismo hubiera durado el año que le pronosticaba Escribano -en virtud de la resolución de las tensiones entre los distintos poderes-, la crónica relataría una experiencia fracasada y la interpretación estaría dada por los triunfadores. Podrían decir: el kirchnerismo tomó un rumbo que no fue bien recibido por la mayoría, que necesitaba de consensos para pacificar a un país que salía de una crisis profunda.

Claro, las cosas no son como en la época del bueno de Heródoto y hoy hay muchos, muchísimos relatores, y la tecnología permite la preservación de la memoria de una forma -tan sólo un poco- más directa. Algún Norberto Galasso les habría discutido el teorema.

6 comentarios:

  1. Mire, no le de más vueltas, la física, que para eso es ciencia, nos enseña que ningún pito llega a matraca - e`cir, esta oposición que padecemos no sirve ni servirá nada más que para estorbo. Matemática pura.
    ¿Que es una pena y un problema?; sí, ambas cosas, pero ser esa porquería fue cosa de ellos, yo no los obligué, usted tampoco, paciencia, ya les queda poco.

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  2. Al que nace barrigudo, es al ñudo que lo fajen. Aunque unos cuantos opositores se merecen que los fajen, je.

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  3. Ocurre que el concepto mismo de verdad (o el de realidad) son indeterminados. ¿Qué es la verdad; qué es la realidad? A partir de esa indeterminación primaria, luego determinar qué voy a mostrar, cómo lo haré, etc. abre un espacio en el que ingresan a tallar las disputas que vos mencionás, porque toda indeterminación espera ser determinada, pues de por sí es un espacio de inestabilidad que el poder no tolera.

    Abrazo.

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  4. Gracias Ricardo por la deferencia de la referencia (JE!). Acabo de ver tu post (es que cuando lo publicaste andaba lejos de casa y con poco tiempo de visitar a los amigos bloggeros). gracias de nuevo.

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  5. También anduve lejos de casa, Rucio, y recién leo tu respuesta. Je.

    Abrazo.

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Se agradecen todos los comentarios con ganas de aportar. Los que insultan serán automáticamente borrados así el autor sea Obama. Y a quejarse a La Haya, loco.