Fernández Díaz entiende algo

En LA NACION, el periodista reconoce que, luego de los comicios, Cristina ha leído correctamente la realidad. Es una media verdad: la Presidenta lee así la realidad desde siempre. Quizás el error más grueso del oficialismo -agigantado luego- haya sido la 125 y esperar tanto para empezar a recomponer lazos con el sector agropecuario. FD, como por ejemplo Brito (ABA), halaga, para construir legitimidad desde la cual reclamar luego.

FD dice que el enigma, antes de las elecciones, era si Cristina «¿Continuaría con las políticas de siempre, profundizaría sus aspectos más radicales o metería en boxes el auto peronista?». Según su saber, CFK optó por esto último. Las medidas para evitar la salida de divisas, el recorte de subsidios, la disolución de un corte en la autopista Ricchieri y la recomposición de las relaciones con los EE.UU. formarían parte de ese combo. Es menos simple, me parece, porque esas medidas significan continuar con las medidas de siempre, profundizarlas y utilizar, para ello, al auto peronista que lejos está de recalar en boxes.

Si algo caracteriza al peronismo -y a este peronismo kirchnerista sobre todo- es la capacidad para leer la realidad y actuar en consecuencia. Algo entiende FD cuando dice que «Cristina Kirchner cierra frentes para cruzar huracanes». ¿Pero cómo los cierra? ¿Aumentando el IVA o decretando que las mineras y petroleras liquiden sus divisas en el país? ¿Recortando la AUH y jubilaciones o los subsidios a entidades financieras, juegos de azar, aeropuertos internacionales, puertos fluviales de pasajeros, telefonía móvil de jurisdicción nacional, minas y extracción de hidrocarburos? Si eso no es peronismo puro, kirchnerismo al palo, que alguien me explique qué es, porque sigue siendo el Estado que interviene en economía, y no para favorecer a los sectores concentrados precisamente.

Ya el día siguiente al 14 de agosto decíamos algo parecido a lo que ahora sostiene FD: «El frente externo, si bien opera favoreciendo a CFK, puede complicar la gestión. Existen votantes conservadores. Y el oficialismo deberá atender también sus demandas. Significa incorporarlas al mix que es el kirchnerismo, algo que puede causar algún malestar en los sectores más progres». También al amigo Pablo D. le comentábamos la siguiente impresión: «lo político quedará para mas adelante, visto el enorme respaldo de la ciudadanía. (...) esas disputas se encararán cuando enfrente haya algo y no el campo desierto que es ahora. Por el momento me imagino que lo económico será lo fundamental en la agenda oficial».

Pero no nos engañemos pensando que se alcanzó la pax kirchnerista. La tensiones aflorarán más temprano que tarde. Siempre ocurre cuando se afectan intereses y no afectarlos es imposible. Por ello Cristina reafirmó que no es neutral.