En nuestro país, luego del fallecimiento de Kirchner, la candidatura del peronismo era responsabilidad pura -y dependía de la decisión- de Cristina. En Venezuela, el mismo Hugo Chávez despejó cualquier incógnita respecto a la sucesión: su voluntad «plena como la luna llena» señalaba a Nicolás Maduro (dirigente sindical y ex Canciller, pueden leer su perfil en P/12 [1]).
En nuestro país, en 1974, Perón nombró al pueblo como su único heredero. El anciano General no pudo -o no quiso- decantar su legado en la persona de nadie. Ocurrió así lo peor: sus herederos, en la única verdad que es la realidad, fueron Isabelita y ese personaje siniestro llamado López Rega. Daniel. Y la burocracia sindical, porque “renunciar" a Cámpora implicó de hecho el desplazamiento de la JP. Resonaron entonces los ecos del Golpe.
En Venezuela, Maduro conducirá el proceso hacia su elección presidencial. Formalmente, debiera haber sido Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, quien condujera la transición. Ocurre que, como dijimos, en el mismo instante de la muerte de Hugo Chávez se dio inicio a la carrera electoral para Maduro, el PSUV y el chavismo todo. Las exequias de un líder, como acá, aunque suene cínico y frío, forman parte de la campaña electoral cuando lo que se pretende es asegurar la continuidad. Así, Cabello a cargo del Ejecutivo y Maduro como candidato no hubiera constituído una buena señal. Ahora, con Nicolás Maduro llevando en sus hombros el peso, la señal de unidad es más fuerte, y habilita la transferencia directa del aura del líder que ya es mito. Las recientes elecciones, con Chávez mortalmente enfermo, adquieren un nuevo significado hoy, como plebiscito de la revolución bolivariana y no sólo de la persona de Chávez, y fueron preámbulo de las que en menos de 30 días se celebrarán.
El futuro se va escribiendo en arena. De cualquier manera, todo hace pensar en que Maduro vencerá a Capriles; pero ya sin el liderazgo carismático de Chávez, el proceso bolivariano deberá esmerarse no sólo en mantener la unidad sino en la consecución de éxitos de gestión, ya que la espalda para los momentos de tensión, que han sido la regla en el caribeño y hermano país, no será ya la misma. Ese es el desafío que el chavismo enfrenta, y no el que la prensa opositora interesadamente le señala [2].
[1] http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-215296-2013-03-07.html
[2] http://rambletamble.blogspot.com.ar/2013/03/que-espera-la-opo-neoliberal-de-nicolas.html
Hay que ver si Capriles es el unico candidato de la oposicion , es obvio que como se sabe perdidosa es el momentop de lanzarse pensando en el 2018 para muchos esperando explotar las internmas en el PSUV luego del triunfo de Maduro donde empezara a verse realmente la vida de la unidad unidad unidad que pedía Chavez antes de morirse
ResponderBorrarEs cierto, el pueblo venezolano está movilizado y expectante, exige nuevas respuestas, más inclusión, más justicia social.
ResponderBorrarJavier: yo creo que lo que decís sería lo lógico. O que Capriles decline ahora la candidatura con alguna excusa (llamó a conferencia de prensa para dentro de un rato). Ahora, no se, me parece que están tan cebados que van a intentar ir por el Gobierno. Y eso es con Capriles y juntos...
ResponderBorrarMancu: sí, la hipótesis de desafío es considerado todas las movidas desestabilizadoras y los quilombos que arrastra la economía venezolana.