Un interesante artículo, en inglés (no tengo tiempo de traducírselos, sepan disculpar; hay muchos traductores online), que a partir de un reciente libro de Thomas Pikkety, analiza los desafíos que plantea la desigualdad para ser superada. Copio y, al final, un muy breve comentario:
«Six years after the Wall Street Crash, a book was published that revolutionised economic thinking and set the tone for policy for decades to come. That book was, of course, The General Theory written by John Maynard Keynes. Has history just repeated itself?
Thomas Pikkety’s book Capital in the Twenty-first Century* has beaten Keynes’s record appearing five years and six months after the 2008 Crash. Nevertheless, it does look set to create just as much debate. Whether it will recast policy in the same way is less certain but, if there is any justice, it should although maybe not in the way Pikkety himself suggests.
Pikkety’s central claim is that material inequality persists because the wealthy earn their income in a different way to everyone else. The rich get rich because of the return they make on their investments in capital which for Pikkety encompasses land, housing, shares, machinery, intellectual property amongst other elements. The rest of us poor schlubs have to rely on income from selling our labour.
Nothing that original there but Pikkety’s key contention, based on a vast study of historical data, is that the return on capital always outstrips economic growth which is what determines any rise in income from labour. So the rich will keep getting richer while everyone else increasingly lags behind. The only exception to this is an anomolous period in the middle of the twentieth century when, due to a strange coincidence of factors, growth outstripped the return on capital meaning inequality consequently fell.
This insight has the power to influence public debate about the economy hugely. Instead of the current obsession with relative levels of pay, tax and benefits, it could force a much more profound discourse about ownership. Pikkety points out that the source of inequality is not ownership as such but a complex interplay of legal, historical, political, social and cultural factors which allow ownership to be incredibly concentrated meaning that the financial benefits of that ownership flow to the few. Fiddling about with fiscal, regulatory and labour market policy (a not too inaccurate characterisation of current political debate) will never make a significant difference to such profound forces.
This plays in to the divide I outlined in my last post. Those in the Conservative and Labour parties who believe we need a broader distribution of power away from the unholy alliance of big state and big business are closer to offering a solution to Pikkety’s contradiction than those who think growth driven by corporations or by government is the answer. In fact, Pikkety’s analysis has the potential to give major empirical weight and provide an economic focus for the ‘Littleendians’ that is currently lacking.
But that raises the more disappointing aspect of Pikkety’s analysis. His one hit solution is the introduction of a punitive global tax on wealth. Leaving aside the fact that the idea is, in many ways, a total non-starter it surely repeats the mistake socialists and social democrats have made for decades namely that the solution to the concentration of economic power is a countervailing concentration of political power.
As a recent detailed empirical study of public spending across the world showed, it is an approach that becomes less effective – both in terms of improving social outcomes and generating economic growth – the more it is relied upon. It also, of course, generates all sorts of constraints on freedom of choice which extend well beyond the immediate impact on the yacht-buying classes to affect the whole of society.
Far better surely to explore how capital ownership could be spread much more evenly without the need for the intervention of an over-bearing state. Could we not, for example, imagine a world where intellectual property is far more widely shared as a result of the unfolding empowerment through new technologies, a much stronger focus in school on creativity and a liberalisation of patent and copyright law?...».
El artículo continúa (completo aquí) pero allí está lo central. Seamos buenos entre nosotros —en honor al payaso mediático— y traduzcamos un par de ideas:
1. La desigualdad persiste porque los ricos ganan sus ingresos de manera distinta al resto de los mortales: sus retornos por inversiones siempre le ganan al crecimiento económico, que es lo que determina el incremento de lo que perciben los asalariados por su trabajo. Entonces los ricos se hacen más ricos mientras el resto se retrasa cada vez más.
2. Esta perspectiva tiene el poder de influenciar el debate público, obsesionado respecto a salarios, impuestos y beneficios y forzar una discusión sobre propiedad.
Todo muy comunista, podemos ver.
3. La propiedad está concentrada por motivos históricos, legales, políticos, sociales y culturales. Y el debate actual por mejorar la distribución del ingreso no toma en cuenta este factor.
4. Los que creen que necesitamos una mayor distribución del poder, lejos de la diabólica alianza entre grandes propietarios y grandes negocios, están más cerca de ofrecer una solución a la contradicción de Pikkety que aquellos que piensan en el crecimiento liderado por corporaciones o los gobiernos.
Mi breve impresión, ahora sí: el diagnóstico es acertado. El debate por la distribución del ingreso, por una mayor equidad, es una discusión acerca del poder y no sobre cómo se direcciona el dinero únicamente. No es algo que acá desconozcamos, por supuesto, pero que las proclamas en EE.UU. contra el 1% más rico sea encauzada ahora también en el plano teórico es algo, levemente, esperanzador. Imposible de pensar sin la crisis de las sub prime. Cuestionar el american way of life es sintomático, no puede negarse. Pikkety propone un impuesto a la riqueza que sea global. El autor de la nota —Adam Lent—, desde una visión demasiado liberal como para permitir una verdadera redistribución, propone flexibilizar los derechos de autor, las patentes, para estimular la creatividad. Ufff, muy Benjamin Franklin todo.
Un diagnóstico acertado y dos propuestas que no modifican en lo más mínimo el problema planteado: la concentración del poder (y por ende del dinero, o al revés, que si el resultado es el mismo, se'igual). Así no se puede, malditos comunistas new age (!). Sigan ocupando Wall Street, chicos.
¡Qué bueno! Ahora tenemos un mejor diagnóstico y una mejor descripción teórica de cómo funciona el mundo económico. Lamentablemente, las recetas no funcionarán porque -como dice el artículo- repetirían el error que cometieron los socialistas no binnerianos, o sea, contrarrestar el poder económico con un poder político aún mayor, cosa que, como se sabe y además hace poco salió un detallado estudio empírico que dice eso, este enfoque es menos efectivo -tanto en términos de mejoras sociales como para generar crecimiento económico- cuanto más se confía en él.
ResponderBorrarNos volvieron a cagar.
¿Y? ¿No puteamos más a Funes Mori, Ricardo?
ResponderBorrarUn abrazo
udi (un auriazul al que le robaron el partido ayer)
Un tal Ramón Ángel te manda un fuerte abrazo...
ResponderBorrarestimado:
ResponderBorrares una buena noticia que el kirchnerismo tome nota de
que en un mundo de apalancamiento financiero
el consumo descapitaliza
es también sintomático que la universidad de harvard
se decida a vulgarizar conceptos propios
de un curso de business 101
acaso se debe a que harvard liquidó el modelo wall street
el dia que echó de su presidencia
a larry summers en 2006
http://harvardmagazine.com/2006/05/a-presidencys-early-end.html
la aplicación de la stem cell a la industria farmacéutica
más la posibilidad de una clonación femenina
del actual modelo allston
http://www.seas.harvard.edu/programs/biomedical-engineering
seguramente es la mayor divergencia entre obama y bergoglio
ya que no lo es la política latinoamericana
tercerizada en itamaraty
saludos
Diego: no coincido. Si no es el poder político el que puede intentar, cuanto menos, cambiar el balance de poder, estamos en manos de los grandes capitales irremediablemente y el concepto de nación sería un anacronismo que sobrevive.
ResponderBorrarUdi: este sitio es ultrafunesmorista de Rogelio y, por traslación, somos funesmoristas críticos (?) de Ramiro.
Ikal: qué dura es la vida del antiramondiísta medio (!) luego de un triunfo así en la Bombonera, ja.
Rib: no es el nudo de su comentario pero es el que puedo contestarle ahora: no creo que la política latinoamericana del great country of the north esté tercerizada en Itamaraty. No es allí, para el caso, adonde viajó a hacer migas el amigo (?) Sergio Tomás, alias Little Mass (!!!)
La distribución es la distribución. No hay condicionantes y derrames. EN todo caso para generar derrames hay que extraer recursos sobreabundantes para que justamente derrame.
ResponderBorrarLA velocidad de succión del sistema es mayor a la del derrame. Es la economía de los tragamonedas que uno va ganando chirolas pero al final del día se queda seco.
La distribución es la distribución, la forma distribuida no solo de la economía, sino del poder, de los recursos, de las instituciones, de las monedas, de la información. PAra ver lo bien-mal que está el mundoi hoy solo basta con ver cuan concentrado está.
La URSS era un polo concentrador, como tal balanceaba al otro polo, los sistemas se estabilizaban uno a uno, sin embargo los recursos siempre los ponía el sur.
No existe el sistema único, porque para ser sistema se debe diferenciarse contra algo, las revoluciones/golpes soft, lo que hacen es tratar de ocultar esa triste realidad. Las guerras sirven para distribuir, aunque luego se llegue a una nueva bipolaridad.
estimados:
ResponderBorrarlo que hay es la esquicia norteamericana
un querer dejar atrás a europa y oriente medio
un mirar adelante con china y la cuenca del pacífico
que massa ofrezca al palacio san martín
para participar de las grandes ligas mundiales
como reemplazo de itamaraty no es más que una argentinada
saludos
"en un mundo de apalancamiento financiero"
ResponderBorrar¿para financiar qué?
"el consumo descapitaliza"
Ja ja... Y si, consumimos más de la cuenta y ahora hay que pagar la fiesta de consump populista como dirían los liberales aka neoliberales NO conscientes
Saludos
Cuando aparecen estos temas practicados desde los países centrales y se los pretenden instalar como análisis para la solución de un problema universal, yo tiemblo. Es la típica bajada de línea del centralismo que ha irradiado siempre, como eso que la economía de mercado y la social democracia representan dos caras concebidas desde óptica opuestas. Son soluciones de ellos y para ellos, para seguir detentando el poder. Niegan su carácter de colonizadores y de empobrecedores históricos del tercer mundo, para colmo de males en estos lares siempre existe un ingenuo dispuesto a darle bola y disfrutar de sus caracterizaciones.
ResponderBorrarPor esta razón nunca me sentí conmovido (más allá de la adhesión a distancia) por las imágenes de los indignados de España, donde a partir de su crisis pretendían la solidaridad, por su búsqueda de justicia en el mundo, olvidándose del desprecio que el día anterior esos mismos tenían por nosotros los sudacas. Así fue como nos putearon de arriba abajo por las medidas tomadas en contra de las empresas españolas que nos cogían de parado, mostrándose menoscabados por haber perdido los privilegios que oh casualidad en nosotros tenía el significado totalmente opuesto. Si volvían a obtener las ventajas que el sistema le suspendió, al otro día se olvidaban de todo. Y si de franceses se trata peor, porque aunque se reivindique el Mayo Francés como un hito, estos pudieron mostrar su disconformidad con el sistema en el mismo momento que Argelia era diezmada y masacrada. Ejercieron ese rol de vanguardia intelectual progresista, desde un país que les brindó el privilegio de acceder a un espacio de instrucción mientras en muchísimos países dependientes ni para comer había, no porque fuesen países pobres sino que eran empobrecidos por el sistema del que ellos formaban parte. Desde los espejitos de colores para acá fue siempre lo mismo. Seré un ignorante pero prefiero esa condición a la de aceptar a la hipocresía disfrazada de buenas intenciones humanitarias.
"... pero que las proclamas en EE.UU. contra el 1% más rico sea encauzada ahora también en el plano teórico es algo, levemente, esperanzador." Minga de EE.UU. Monsieur Piketty es francés
ResponderBorrar.
http://fr.wikipedia.org/wiki/Thomas_Piketty
Y el blog http://www.rsablogs.org.uk/ es del Reino Unido. Como que habla de "Conservative" y "Labour", con "U " después de la "O".
Charly: coincido con todo. Pero la distribución vía derrame, como mencionas al final, es la forma del sistema y vemos que es pobrísima.
ResponderBorrarRib: venimos argentineando de un modo distinto (no tanto, si querés, seamos buenos), desde hace unos 12 años (sí, pongámosle que comenzó en 2002).
Silenoz: me parece que se refiere a cierto tipo de consumo, como éste. No son pocos los capitalistas que pretenden menos consumo porque significa compartir más torta. Los financieros, como dice.
Particulares: se relaciona tu comentario con lo que dice Boyle más arriba. Comparto, claro. Y también la visión respecto al movimiento de Indignados. Recuerdo que me criticaron por estos:
ResponderBorrarhttp://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2011/10/15o-indignados-de-wall-street-y.html
http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2012/05/espana-contra-el-fatalismo-fatalismo_28.html
Eso sí, si sirven a los propósitos, por qué no alentarlos (?) desde este humilde lugar (!)?
Anónimo: le agradezco la colaboración.
Esto me pasa por postear cerca de una mesa de examen. Creo de todos modos que las conclusiones pueden ser válidas. Los comentarios ciertamente lo son. Debería haber escrito “país central", por ejemplo
estimado charlie:
ResponderBorrarque la negación del in-divi-duo es la esquicia
no es una idea que sea ni nueva ni mia
http://es.wikipedia.org/wiki/Capitalismo_y_esquizofrenia
la persona abstracta del trabajo abstracto
es la que produce el capital
http://es.wikipedia.org/wiki/Trabajo_bifac%C3%A9tico
que el liberalismo presupone un neoliberalismo
es propio del entendimiento medieval
no del pensamiento moderno
saludos
"es propio del entendimiento medieval"
ResponderBorrarQue la luz de la "modernidad" despeje el manto de tinieblas y oscuridad medieval...
Ja ja..
Somo todos "ojos" rib
Saludos
Ricardo vos escribiste...“Eso sí, si sirven a los propósitos, por qué no alentarlos (?) desde este humilde lugar (!)?”
ResponderBorrarCreo más en los aportes que se pueden hacer desde el campo nacional a lo universal que la inversa. No estaría mal alentar y poner en valor a Perón y (pese a mi agnosticismo) las actuales reflexiones del Papa, que oh casualidad son sin duda un mayor aporte en ese sentido. Los intelectuales agringados seguro no los aceptarían porque no son parte de la historia de la Academia de la Colonización Cultural.