Mientras en nuestro país se debate la ley de pago soberano (es un modo de decir, los argumentos opositores se reducen a no votar una ley del oficialismo), y el debate mediático está motorizado por las declaraciones oportunistas e irresponsables de Ivo Cutzarida o VHMorales, pasan cosas más importantes en nuestro subcontinente: las elecciones en el hermano país vapuleado por Alemania y Holanda.
Un digresión antes: considero importante la ley de pago soberano, pero no implica modificación efectiva alguna en el litigio que mantenemos con los fondos buitres prohijado por Griesa. Sí representa(ba) una oportunidad para demostrar que la defensa de la soberanía y las arcas estatales son una cuestión de Estado, pero es evidente que se privilegia la disputa electoral. Imagino a Paul Singer contento con el accionar de nuestra oposición vernácula, que adelanta una posición más amistosa hacia sus intereses en caso de resultar elegidos en 2015. Cerramos y retornamos a Brasil.
Sorprende la escasa repercusión que en nuestro país recibe el proceso eleccionario brasileño. Sostenemos, casi en soledad, que “una derrota del PT, antes que el triunfo mismo de Marina Silva, podría tener consecuencias más que importantes para el subcontinente". Marcelo Falak lo confirma en Ámbito: «...creció con fuerza la posibilidad de una derrota del Partido de los Trabajadores, único garante de un bloque fuerte. Las restricciones argentinas a las exportaciones, las polémicas comerciales recurrentes y los controles cambiarios que complican la repatriación de dividendos de las empresas extranjeras son un permanente motivo de irritación política en los socios regionales del país. Esto se tradujo en una intensa presión empresarial para que Brasil pueda negociar en soledad acuerdos de libre comercio con otros países y bloques , lo que convertiría al Mercosur en un bonsái y, a través de la llegada masiva a su mercado de nuevos y más eficientes competidores, condicionaría las posibilidades de desarrollo industrial de la Argentina (...) El plan es, entonces, promover acuerdos comerciales de "dos velocidades" para los distintos miembros del bloque , algo que ni siquiera debe ser negociado entre la Argentina y Brasil ya que, explica la plataforma, ello es compatible con el Tratado de Asunción. En pocas palabras: con Marina presidenta, Brasil se cortaría en soledad en las negociaciones internacionales . El objetivo estratégico es, explica, avanzar en la integración con la UE, con la Alianza del Pacífico y con los propios Estados Unidos...». No sería distinto con Aecio Neves, y la propia nota de Ámbito da cuenta de ello. Los mentideros brasileños cuentan que el propio FHCardoso, líder del PSDB que postula a Neves estaría inclinándose por dar soporte a Marina y el PSB. Podríamos incluir ese dato en aquel posteo en el que trazábamos paralelos entre el proceso electoral brasileño y el que enfrentaremos en nuestro país el año próximo: aquí también cualquier opción opositora funcionaría a modo de colectora para la opción republicana que acceda al segundo turno electoral.
A escasas tres semanas de la primera vuelta, no ha habido en Brasil algún vuelco en el electorado, pero continúa la tendencia evidenciada en las últimas semanas, que avanza hacia un escenario de polarización y empate entre la presidenta Dilma y Marina Silva. Decíamos que “muestran un leve descenso de Marina de la semana anterior a esta (de 50 a 48% para el ballotage) y un leve incremento de Dilma (de 34 a 35% para la primera vuelta y de 40 a 41% para el ballotage". Ahora Datafolha, la consultora estrella a la que vienen y venimos siguiendo, entrega números más alentadores: “...en relación al primer turno, la presidenta osciló un punto para arriba, y Marina un punto hacia abajo, aumentando la diferencia entre ellas a tres puntos, también dentro del margen de error: 36% para Dilma y 33% para Marina..." —Aecio conserva una intención del 15%— “...Para el segundo turno cayó a cuatro puntos la diferencia entre ellas, lo que resulta en empate técnico (47% para Marina y 43% para Dilma). La semana pasada Marina estaba al frente con 48% de las intenciones de voto contra 41% de Dilma...".
Como podemos ver, luego de la irrupción del fenómeno Marina posterior a la muerte de Eduardo Campos, la tendencia hacia la convergencia se ha acentuado. Esto incrementa las chances de continuidad, lo que redituaría en beneficios políticos y económicos para el bloque regional y la Argentina. Es preocupante, en cambio, observar que hay dirigentes en nuestra oposición que observan la posibilidad de Marina Silva con esperanza, a la espera de que una alternancia en Brasil propicie un efecto contagio en nuestro país.
La balanza está mas o menos equilibrada.
ResponderBorrarBrasil nos deja de comprar, nosotros le dejamos de comprar a ellos.
El problema es no haber diversificado la matriz. Demasiada industria automotriz.
De una u otra manera yo creo que lo del Mercosur seguirá más o menos como ahora, que al final de cuentas resulta YA ser un "bonsai". De todas maneras no hay que olvidar que son -o fueron hasta hace poco- argentino dependientes según dicen y de aquí quizás las quejas de los schumpeterianos cariocas ante la disminución del comercio que señala don Daniel
ResponderBorrarY el problema, a mi entender, es que Brasil NO asume su rol de locomotora para la región, ni siquiera puede o no quiere ver la forma de colgarse de la gran locomotora china... los tipos siguen mojándose con los TLC..
En fin, ¿rentismo?
Daniel, Silenoz: ojalá fuera tan simple. No hay que reflexionar mucho: la industria automotriz, por deficitaria en la balanza, compensa con puestos de trabajo. Y en el posteo anterior citábamos el porcentaje de actividad nuestro ligado al brasileño, que podría desanclarse para peor en el caso de que el PT resultara perdedor.
ResponderBorrarEs cierto que el Mercosur y el vínculo interno no es el de otrora, pero aún así es nuestro nexo más importante en relaciones internacionales...
Abrazos.
PD: qué éxito estos posts, eh? Interesadísimos estamos en el proceso electoral brasileño...
" Interesadísimos estamos en el proceso electoral brasileño..."
ResponderBorrarJa ja ja...
Lo que pasa es que en nuestro boliche hay pogo, mosh or somzing laik dis apabullante... no da respiro..
Saludos