miércoles, 15 de junio de 2011
Humala en la ecuación geopolítica latinoamericana: Acuerdo del Pacífico vs. Mercosur
Ayer fue el turno de nuestro país: Ollanta Humala se entrevistó con Cristina como antes lo había hecho con Dilma, Lula, Lugo y Mujica. Estuvo acompañado por su esposa, Nadine Heredia, a quien el ex embajador de EE.UU. en Perú calificó como "el cerebro político radical detrás de Humala". Más temprano que tarde querrán atacar al Presidente electo peruano como antes a Néstor Kirchner, señalando a su esposa como el verdadero Poder detrás del Gobierno. Como en nuestro caso, ¿construirán y se construirá Nadine como opción electoral? En Perú no hay reelección y habrá que prestarle atención.
Podemos abordar el triunfo de Humala desde diversos lugares, casi todos ajenos a mi escasa competencia. El punto de vista geopolítico no escapa a esa regla pero el acercamiento de Humala hacia el Mercosur nos habilita el bloguerismo (entendido como la capacidad para hablar sobre un tema de manera superficial). Los primeros destinos del Presidente electo del Perú fueron los países miembros del Mercosur (y Chile). El triunfo de Humala, como ya hemos dicho, quebró el Eje de países del Pacífico alineados con la política norteamericana. Puede ser leído, también, como estratégico para los países de la región gobernados por lo que José Natanson llama la nueva izquierda latinoamericana. Tan estratégico que Brasil jugó un rol fundamental en la elección de Ollanta Humala. Mientras que PPK primero, y luego Keiko Fujimori, fueron los candidatos bendecidos por el establishment peruano y los intereses norteamericanos y canadienses (financieros, mineros y energéticos), Humala fue apoyado y asesorado por el PT brasileño.
Los intereses de Brasil son varios. No sólo necesita energía para abastecer su mercado interno (y por eso encara la construcción en Perú de centrales hidroeléctricas, cuestión que planteará demandas ambientalistas que un gobierno de Humala podría estar más capacitado para encauzar) sino que también tiene intereses de orden geopolítico y económico. El propio Humala, luego de haber triunfado en la primera vuelta, lo explicó: "Brasil necesita un socio estratégico en el océano Pacífico y creo que Perú es el aliado ideal para cumplir ese papel (...) nuestra colaboración será mutuamente beneficiosa".
El Océano Pacífico, con la irrupción de China, se ha convertido en una ruta comercial central dentro del nuevo mapa mundial que se va configurando. La firma del Acuerdo del Pacífico en mayo de este año, y en la misma ciudad de Lima, por parte de los Presidentes de México, Colombia, Perú y Chile, fue un triunfo de la política exterior de Washington. El objetivo es una "Sudamérica estadounidense en el Pacífico, otra Sudamérica brasileña en el Atlántico". Como explicaba en P/12 Darío Pignotti desde Brasilia, se trata de una "nueva geometría en ciernes, con el Mercosur y la Alianza del Pacífico situados en posiciones divergentes (...) Brasil es poco más que un pigmeo geopolítico en el Pacífico, y ese déficit de poder puede agravarse si gana vuelo el proyecto apadrinado por los gobiernos conservadores de Calderón, Juan Manuel Santos, Sebastián Piñera y Alan García (...) Esto explica la inclinación hacia el candidato Ollanta Humala demostrada por el Partido de los Trabajadores (...) evidenciada por el gobierno de Rousseff, a través de Marco Aurelio García. “Para saber cuál es la vida futura de ese bloque (Alianza Pacífico) deberíamos esperar a las elecciones del 5 de junio en Perú; cualquier decisión tomada ahora tiene dos meses de validez”, planteó el funcionario brasileño, haciendo una apuesta casi explícita a que Humala, si vence, desande los pasos del saliente Alan García".
Reunido ayer con nuestra Presidenta, Humala ratificó la intención de acercar el Perú al Mercosur, avanzando "poco a poco a través de mecanismos de carácter político" "porque sabemos que en el área comercial Perú tiene suscritos más de una decena de Tratados de Libre Comercio (TLC) que chocarían con los sistemas arancelarios propios del Mercosur". La economía del Perú, creciendo a altas tasas, también es un escollo. La izquierda revolucionaria lo sabe: no se puede hacer una revolución si no es desde los escombros del régimen anterior; el Perú actual dista de tal estado de situación. Deberá ser con paciencia.
Me parece que de acuerdo a tu último párrafo acerca de que la izquierda sólo tiene oportunidad en países que se cayeron al precipicio, debés ser uno de los tantos trostkos que pregonan que "cuanto peor, mejor". Recordemos el auge de la izquierda durante la "Revolución Argentina" para ver que no es así.
ResponderBorrarVa a ser difícil la tarea de Humala. Llevar adelante su proyecto en un país que está atado comercialmente a los TLC, teniendo una oposición política fuerte (porque en el parlamento, muchos legisladores no habrá sacado con el veinte y pico por ciento de los votos), y encima después de saberse que fue el ganador de la segunda vuelta, los mercados le salieron a marcar la cancha haciendo que la bolsa de valores caiga (el suceso muy bien no habla de una economía fuerte, cuando un grupo concentrado del establishment te pueden operar de esa manera)
AlaN García asumió un país con un 44% de pobreza y logró bajar ese índice al 32% (habiendo prometido que cuando deje el mandato, tener sólo un 30% de pobres). Pero hay una diferencia, la pobreza no es homogénea, está la pobreza urbana (un 20%) y la pobreza de las zonas rurales y amazónicas (que trepa al 54%). De éstas últimas zonas es de donde Humala cosechó más votos (en las ciudades había ganado Keiko). De todas maneras si estamos ante un país que creció a un ritmo anual del 8-9%, vemos que los beneficios del sistema llegan a los de abajo como migajas de los verdaderos beneficiarios. Perú tiene uno de los salarios mínimos más bajos de la región que se ubican en torno a los 190 dólares. Por eso pienso que debe ser jodido estar en el lugar de Humala. Por un lado están los intereses para que todo se mantenga igual y por el otro, el de la masa de votantes que puso sus expectativas en él.
Ya sé que mi comentario poco tiene que ver con el análisis geopolítico de tu post, pero pienso que el presidente electo antes de pensar en llevar su país a una integración con los países del Mercosur o del ALBA, estará pensando más en concreto en los márgenes de maniobra que llegará a tener.
Saludos!
El problema es que no puede ingresar al Mercosur mientras tenga los TLC. Y toda una vuelta de tuerca al respecto le llevaría prácticamente su período. No se como va a hacer Ollanta para desentrañar eso. Alguna punta le darán Cristina y Dilma (especialmente).
ResponderBorrarPara mi es una incógnita como va a desenvolverse en medio de una maraña de entrecruces políticos, comunicacionales y económicos bastante rígidos.
Lo que si puede hacer es repartir mejor los tantos que bastante mal repartidos están. Veremos.
Muy bueno el post.
ResponderBorrarEn realidad una situación económica favorable maximiza las expectativas de la población. Lo de "cuanto mejor, peor" no suele funcionar: las situaciones de crisis se prestan más al "sálvese quién pueda" y al sacrificar a los más débiles, que las situaciones de prosperidad.
ResponderBorrarPor otra parte las dos elecciones están indisolublemente unidas : si va por la vía de las relaciones carnales ya se sabe que no habrá redistribución de la riqueza,ni reducción de la desigualdad y que probablemente perderá a sus votantes sin que eso suponga ganar a los otros...si quiere hacer pié y no convertirse en un político descartable,le conviene tirar para el lado de los más débiles,o sea tratar de redistribuir para abajo, porque para neoliberales ya están los convencidos. Claro que eso supone espaldas anchas, y acercarse al Mercosur y buscar el respaldo de la UNASUR no le vendría mal, aunque no hay garantías de que le vaya salir bien.
Igual, el movimiento se demuestra andando, cuando comience a caminar veremos con qué pié cojea...
Abel: me saco el sombrero por tu comentario. Muchas gracias.
ResponderBorrarMás que jodido, el lugar de Humala, es complicado. Tiene todas las oportunidades para hacer un gran gobierno pero muchas trabas también.
Daniel: como dice iris, hay que verlo andar. Con seguridad no puede, si no quiere quedar rápidamente rengo, olvidarse de su base. En ese sentido, repartir más y mejor no es sólo una necesidad sino una obligación.
Gracias @tilio.
iris: a lo que iba es que las experiencias de cambio se fueron dando a partir de contextos de crisis. En nuestro país NK llegó después de 2001. En Ecuador, Correa luego de la fiesta de Bucaram. Chávez en una Venezuela que sería algo así como Medio Oriente en Latinoamérica. El caso de Brasil y Bolivia, con muchísimos postergados.
Perú, en cambio, cambia de signo político en un contexto de crecimiento y eso es una novedad.
Me imagino que buscará respaldo político en el Merco y Unasur.
Abrazos.
Richard: Muy bueno el comentario, mané.
ResponderBorrarAh, he vuelto desde el ostracismo.
Cordialmente,
Yo.
Welcome back, Niño.
ResponderBorrarAbrazo.
Que lejos está Perú, que supo ser nuestro aliado más cercano.
ResponderBorrarEl error más grande del menemismo, incluso más que las relaciones carnales.
Abrazo.
Algún: yo no me animaría a decir tanto...
ResponderBorrar¡Abrazo!
Lo que pasa es que con Perú, las cosas van a tardar mucho en cambiar. Con los yanquis, me importa un carajo.
ResponderBorrarAbrazo
Luego de casi un año de tu post, me parece interesante cómo se han alineado las cosas al respecto:
ResponderBorrar1. Humala sigue en la encrucijada. El motor económico del Perú hace difícil un giro ideológico, sin duda se ve su incomodidad al estar en la orilla de las derechas latinoamericanas, pero ello habla bien de su gobierno, porque se desmarca del error y horror de Chavez-Ortega-Evo-Correa.
2. La nacionalización llevada por la Argentina, delinea mejor la diferencias en Latinoamérica, el reto ahora en la región es no crear una guerra fría dentro de nuestros países, y la mejor forma es respectar que nuestros pueblos son libres de eligir el modelo de desarrollo y nuestros líderes.
3. La alianza del pacifico al ser pragmática y enfocada a lo comercial ya está dando resultados (integración de bolsas-oficina conjunta en Turquía), pero le falta el enfoque social, de otra parte, que pasará con el MERCOSUR cuando por el natural vaivén político cualquiera de sus miembros mire a la derecha?.
Un abrazo.
rafico: en primer lugar, no creo que lo de Chávez, Correa y Evo sean errores y horrores. Decir eso, sin abundar en los por qué, me suena demasiado a pensamiento único.
ResponderBorrarY no se si la Alianza del Pacífico tiene un enfoque social porque se trata, fundamentalmente, de acuerdos comerciales.
Sí coincido en que Ollanta sigue en la encrucijada y está llevando adelante un gobierno pragmático.
Saludos y gracias por pasar.