Esta operación mediática respecto a Schoklender y las Madres, y los anteriores ataques a Moyano y a La Cámpora, sólo ponen de manifiesto la debilidad intrínseca del proyecto político del establishment y el poder mediático-financiero. Aún con sus candidatos ya lanzados, no pueden -ni quieren- dar a conocer sus proyectos de gobierno. No, el objetivo es antes debilitar a quien conduce con fortaleza el Estado.
Acostumbrados a proyectar (en términos psicoanalísticos) sus propios pesares y frustraciones en el oficialismo nacional -lo acusan de prepotencia y escasa voluntad democrática, cuando la historia demuestra que el establishment sólo gobernó en el pasado a través de sucesivos Golpes de Estado; y Menem- buscan ahora trasladar su propia debilidad (cualquier encuesta, ya sea de imagen, credibilidad o intención de voto, lo señala) hacia la figura de Cristina Fernández. Paradójico que un gobierno tan poco afecto -según dicen- al respeto por el republicanismo, que se lleva todo por delante -expresión característica-, que es una "oligarquía política y económica que detenta el Estado" (al decir de Jorge Fernández Díaz hoy) sea además un gobierno que pueda ser considerado -así lo intentan transmitir- débil. No extraña: a escasos segundos de la muerte de Néstor Kirchner los escribas del poder financiero ya estaban tecleando acerca de la debilidad que sobrevendría ante la ausencia de quien sindicaban como el verdadero poder detrás de Cristina. Después hablan de respeto.
Vamos a los ejemplos: ayer Clarín citó al diario inglés The Guardian diciendo que “las Madres quedaron sepultadas en un escándalo de corrupción que dejó anonadada a la Argentina y podría amenazar con desestabilizar a Cristina Kirchner y su gobierno”. Con seguridad The Guardian lee Clarín para entender a la Argentina. Grave error. Eduardo van der Kooy, también ayer, hablando de los "casos de Bonafini y Moyano" dijo que representarían "un estado de crisis (¿incipiente?) en dos de los tres engranajes que le permitieron funcionar desde el 2003 al sistema kirchnerista. Refiere a las organizaciones sociales y de derechos humanos y al sindicalismo. La otra pieza está paralizada hace rato. El peronismo vive encapsulado y temeroso. (...) La descripción permitiría arribar a un corolario. El sistema político y de poder kirchnerista deja escapar síntomas claros de agotamiento". El mismo final de ciclo del que vienen hablando desde 2008. Claro, precisamente cuando empezaron a tomarse medidas como la estatización de los fondos de jubilación, la Ley de Medios, el matrimonio igualitario y la Asignación Universal por Hijo.
Pero tal vez los ejemplos más significativos -y graciosos por lo discordantes-, sean estos de LA NACION: Carlos Pagni, quien suele redactar columnas extensas y pobladas de datos, publicó el viernes 11 una opinión twittera. Dijo, refiriéndose a Schoklender y la discusión entre Morgado y Rachid en el INADI: "Sin embargo, Cristina Kirchner pareció enterarse de estos dramas cuando estalló el escándalo (...) Aunque la discriminen, ella se entera igual. Cuando ya es tarde". La idea es transmitir un supuesto encierro y debilidad de CFK y, más aún, el autismo de un gobierno nacional anárquico en el que los estamentos inferiores deciden por la Presidenta. Esa descripción no puede estar más alejada de la realidad cuando, al día siguiente, en uno de esos editoriales fantasmas a los que nos tienen acostumbrados (y que reflejan cabalmente el pensamiento editorial del diario) titulado "Creciente autoritarismo kirchnerista", dice LA NACION: "Para el kirchnerismo, no existe un gobierno limitado subordinado a la división de poderes, sino un poder ilimitado que, supuestamente, se fundamenta en los votos obtenidos. Algo que equivale al aniquilamiento de los principios republicanos. (...) El kirchnerismo ha demostrado que está dispuesto a superar todos los límites institucionales para sostener su populismo. Esto implica imponer por la fuerza la voluntad del Ejecutivo. Ya sea regulando la economía hasta límites asfixiantes o bien confiscando flujos de ingresos y stocks de capital para financiar su proyecto hegemónico".
Los vaivenes y volantazos de los medios, en sus intentos por catalogar de débil a una administración a la que luego califican como autoritaria no podrían sino ser considerados como un comportamiento paranoide y bipolar. Pero no es ni lo uno ni lo otro, aunque sea la explicación más sencilla. No caigamos en sus mismos reflejos para explicarlos. Se trata, nada más ni nada menos, que de la misma campaña mediática a la que nos vienen sometiendo desde 2008. Las mismas que tuvieron que soportar Lula y Dilma antes de su triunfo electoral y la misma que tuvo que atravesar Ollanta Humala antes de vencer a la candidata del establishment, Keiko Fujimori, en el segundo turno electoral. Como decíamos hace muy poco: "El temor y el odio hacia los gobiernos populistas en Latinoamérica obedece a que estos reafirman la capacidad de los Estados por sobre los poderes financieros supranacionales. (...) Lo que equivale a discutirle poder al Poder".
Muy buen post.La muchachada antipopulista a punto de tragarse la cucarda que quieren colgar al gobierno.
ResponderBorrarSomos tan hegemónicos en este momento particular, que somos todo. Je
ResponderBorrarUn abrazo, Ricardo
Gracias, Moscón. Mal que les pese, la muchachada antipopulista es antipopular.
ResponderBorrarDiego: así es, débiles y autoritarios. Hegemónicos pero en retirada. Lindos (CFK) pero feos (Moyano).
Abrazos.
Ni te gastés Ricardo.
ResponderBorrarUn tipo que escribe ésto:
"Soy ochentista, y siempre me molestó la gendarmería ideológica que los setentistas ejercieron sobre nosotros, tirándonos sus muertos y tratando de disciplinarnos cuando intentábamos corrernos un centímetro de su relato".
Es un pelotudo a cuerda.
Y si, en los '80 con toda esa movida tecno no quedó bien del bocho el muchacho. Decile que viene Erasure a la Argentina.
Daniel: y eso que Fernandez Díaz me parece uno de los mejorcitos (sino el mejor, junto a Sarlo) de los escribas de LA NACION.
ResponderBorrarYo conozco a uno que escuchaba Erasure y ahora anda con la "música" electrónica. Acá nos hacemos eco de las palabras del gran Carpo y pedimos que los DJ se consigan un laburo honesto, je.
Un abrazo.
Pero que estuvieron involucrados en
ResponderBorrarcrímenes políticos y golpes de estado
nada. Sus misiones es tapemos, tapemos, no sea cosa que sigan jodiendo con el adn y papel prensa,
es demasiada larga la lista y hay
tan pocos árboles donde esconderse.
Muy bueno, Ricardo. No creo que les alcance ni para ayudar a Macri a retener la Capital.
ResponderBorrarSaludos
Roberto: Schoklender es un arbusto que riegan y riegan para que se convierta ya no en un árbol sino en el bosque completo.
ResponderBorrarargentinolibre: ojalá sea así. Sería un paso fundamental en la profundización del proyecto.
Abrazos.
Este gobierno tiene la puta costumbre de gobernar para quienes lo votaron.
ResponderBorrarEs inconcebible, donde se vió?
Abrazo.
Incorregibles, Algún. Y mire que los vienen queriendo corregir desde hace rato, ¿eh?
ResponderBorrarLos periodistas deberían revisar aquellas viejas clases de Educación Democrática y saber que, efectivamente, el Poder Ejecutivo se ejerce por la cantidad de votos obtenidos. O que un gobierno democrático establece políticas beneficiosas para el pueblo, el que lo votó y el que la liga de rebote. Y abrir bastante la cabeza para escuchar a los funcionarios del MUNDO, como el Secretario de la ONU, reconociendo los pilares sobre los que Argentina se puso de pié y hoy dá cátedra: DDHH, recuperación económica, inclusión social. Y avivarnos con estos pre-candidatos que ayer ganaron solamente una "posibilidad" y hoy desayunan con palabras como devaluación... progresismo? eso sería ir para adelante y no volver a cambiar las mismas figuritas rancias...
ResponderBorrarSí, Chela. Esa aseveración: "poder ilimitado que, supuestaente, se fundamenta en los votos obtenidos" es absolutamente transparente. Estos tipos se pasan los votos por el centro del...
ResponderBorrarSistemáticos, predecibles, incongruentes. Así orquestan las operaciones antipopulistas. Y, es claro, les va mal en el intento. Pero son huesos durísimos de roer. Todavía dominan la hegemonía mediática, al menos en lo cuantitativo. Tienen influencia sobre la Justicia. Y unos cuantos soldados en el Parlamento. Gran post. Abrazo.
ResponderBorrarGracias, Tango.
ResponderBorrarQue deban ser tan pornográficos es un claro reconocimiento de su debilidad.
Un abrazo.
Estas operaciones mediáticas contra el gobierno suceden todo el tiempo. Lo que pasa que tanto Clarín como La Nación saben que Cristina va a arrasar en Octubre y quieren vender pescado podrido todo el tiempo para ensuciarla. Lo que pasó con Schoklender tiene que ser investigado y si es culpable tendrá que pagarlo con la cárcel. Eso es una cosa pero cuando ya tratan de ensuciar a las madres y inventar enfrentamientos entre ellas es otra cosa. Lo de Pagni no es ninguna novedad. Tanto él como Blank, Van der Kooy, Grondona, Majul u otros despotrican contra el gobierno todo el tiempo. Son golpistas que quisieran ver caer a Cristina antes de las elecciones. Pero quédense tranquilos muchachos que cada vez más personas se están dando cuenta que la mayoría de lo que dicen son mentiras. Ricardo, tanto La Nación como Clarín no tienen autoridad moral para descalificar a este goberno ya que apoyaron los gobiernos de facto y en plena democracia extorsionaban y presionaban a los Presidentes de turno si no beneficiaban sus intereses (más que todo Clarín).
ResponderBorrarAnónimo: estamos en todo de acuerdo.
ResponderBorrarSaludos.