Las columnas del Borensztein nunca me parecieron inspiradas, pero su editorial, en la última edición de Clarín de 2011, sí. La importancia asignada se revela en su ubicación: página 2 de la edición de papel. Cumple dos importantes requisitos respecto al humor: señala incongruencias caras al imaginario opositor y se coloca por encima del cuadro de situación, analizándolo cancheramente como si conociera las respuestas correctas. Si bien a mí no me parece particularmente gracioso, puedo entender que a los lectores "consecuentes" de Clarín les parezca un compendio del buen humor. Debe ocurrir exactamente la inversa: mis posteos humorísticos, aquellos que se refieren a la canaleta de Sanz, a las profecías lilísticas o a los sacos del padre de Ricardito les pueden caer como una caricia al tobillo por parte de Eber Ludueña.
Le mencionada columna no deja lugar común sin mencionar: refuerza la percepción de hegemonía y la descalificación del sistema democrático como una más primitiva monarquía ("yo preferiría seguir llamándola Compañera Jefa pero como viene la mano últimamente, me parece que Mi Reina es más apropiado"); la inflación ("“No ganamos para sustos” es una frase común que tiene cierto sentido dependiendo del salario que uno gana, de cuanto se lo morfa la inflación"); la falibilidad de los medios se asume, pero desde un costado inofensivo ("Disfrutemos del sol mientras no hay nubes, diría Nadia, la meteoróloga del noticiero del 7 (no le nombro al de Telenoche porque usted no lo mira, pero créame que también es buenísimo: le pifia al pronóstico igual que todos"); el ánimo confrontativo colocado únicamente del lado del oficialismo ("cuando se acercan las fiestas, a todos nos agarra un ataque de amor, de comprensión, de cariño, de paz, de armonía, de amistad, de piedad y sobre todo de reconciliación. A todos, menos al kirchnerismo").
Ya en este punto los antikirchneristas pueden estar en éxtasis, asintiendo con la cabeza, a la espera de que mencionen a los vagos que cobran sin trabajar y a las que se embarazan por la AUH. Es un poco más sofisticado, Borensztein: califica como "húngaros" al 46% que no votó a Cristina, implicando que el kirchnerismo sólo reconoce como argentinos a los que piensan en clave K, se mofa de Scioli tratándolo de subordinado ("¿es verdad que para Navidad le regaló a Scioli un reloj despertador que cuando suena se escucha una voz que dice “Hola buen día, soy Mariotto”?") y en tres renglones dice que todos los sindicalistas son iguales, lo que equivale a decir que el sindicalismo es malo. Luego sugiere algo parecido a lo que sosteníamos en un posteo anterior pero, lo que acá estaba dirigido a la militancia, en el GDA es esgrimido para decir que el oficialismo se ocupa de tonterías (Papel Prensa) en lugar de las cosas importantes ("Con el tema de los medios, yo sería más cauto y no me apuraría a dinamitar Clarín , La Nación y Perfil, invadir Canal 13 y pasar por las armas a María Laura Santillán, Pablito Codevilla y todo el elenco de El Puntero. No sea cosa que terminemos con este tema y después todos se aviven que los problemas del país son otros").
Disculpa a Macri ("Pensar que soñó toda la vida con ser Jefe de Gobierno y justo tiene la mala leche de que le tocó los 8 años con nosotros"); le pega a La Cámpora y, finalmente, con algo de sutileza y mucha mala leche, le recuerda -justo ahora- su mortalidad a Cristina ("Para mí, hoy es jueves al mediodía. Para usted, hora más hora menos, también. Para ambos, mañana es viernes. Ultimo día. Lo malo del viernes es que nunca sabemos a qué hora sale el vuelo. Puede ser que esté un poquito demorado, pero al final siempre sale").
No hay que enojarse. Sí reconocer que me equivoqué cuando dije que "si en Clarín festejan, será en la intimidad": la chicana no deja de ser obvia y es un guiño a los lectores del diario. Alguno lo recibirá agradecido, doy fe. De todas maneras les recomiendo leer la nota completa: es un excelente resumen de fin de año del pensamiento clarinista.
A modo de corolario, y respecto al humor como vehículo, sostuve en algún posteo anterior que las columnas de Carlos Reymundo Roberts, en LA NACION, me parecieron un paso adecuado de la tribuna de doctrina en el campo de batalla cultural. No se destaca, el aludido periodista, por su fina ironía ni por su manejo del remate pero ey, si logra su cometido: reforzar estereotipos en los lectores que comulgan con la línea editorial, puede dar por cumplida su labor. Este tipo de columnas entregan a estos lectores, además, algunos argumentos cortos y directos para la guerra de guerrilla por el sentido que significan los ámbitos familiares, laborales y de relaciones personales en general. Tengo para mí, además, que la aparición de Alejandro Borensztein o el mencionado Roberts en los grandes diarios opositores tuvieron como inspiración a los blogs. Si no fue así, por lo menos su centralidad en la actualidad puede leerse como una respuesta a las tanquetas K en la web; 678 incluído, ¿por qué no? (je).
Y... tantos ingeniosos blogueros terminaron avivando giles y les copiaron el estilo. Pero también es cierto que nadie es el que era hace un rato y hay que seguir tratando de pegar ese saltito hacia arriba para mirar en panorámica.
ResponderBorrarRecién pensaba que hasta ahora hubo en resumen dos editoriales: las k y las anti k. Pero ojo al piojo, tengo la impresión que las editoriales se están diversificando. Ahora están los peronistas, que antes resistían al kirchnerismo pero como les ayudo para volver a enamorar, ahora están agrandados como galleta en el agua. Y entonces empiezan a pechar... ¿a quienes? a los mismos kirchneristas (falta que les llamen imberbes, aunque alguno ya lo sugirió). De esta corrosión interna solo se sale con más inteligencia y con humor. Es todo un desafío.
Un chupaculos del que le da el cheque. Años luz del viejo. Perdón por lo grosero, pero como humorista es un buen arquitecto. Arma la construcción con cositas como "Papel prensa, tema menor". Donde escuché eso de "cargo menor", "tema menor"? En un diario que le dedica parvas a explicar todos los días lo "mayor" de la cosa que atenta contra la libertad de expresión.
ResponderBorrarFiasco.
Dana: bueno, a partir de ahora el escenario es ese: cada quien querrá llevar agua para su molino. Lo de Moyano puede leerse en ese registro, pidiendo cobrar lo que legítimamente, considera, le corresponde.
ResponderBorrarDaniel: sí, la idea no era compararlo al tata, pero me pareció que tocaba todos los temas desde un costado menos odioso que los editoriales de van der Kooy o Blank. El humor permite eso, resumir en pocas líneas lo que a otros les cuesta editoriales enteros explicar.
Abrazos.
Es humor, ácido, lleno de lugares comunes (a la visión del diario)y cruel, hay que aceptarlo, desde este lado de la vereda tambien se tira con ese tipo de humor, no creo que lastime mas que el rato que se tarda en leerlo.
ResponderBorrarComparto con Daniel la cuestión de que este muchacho es una copia, con muy poca tinta, del padre.
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ResponderBorrarEs el humor que esperan los lectores de ese medio... directo... consignista si se quiere, fácil de memorizar y repetir hasta el hartazgo... Una pena, este muchacho pintaba "para más"... una pena...
ResponderBorrarCon el padre me divertí... aunque tenía lo suyo... no porque no esté entre los vivos tenemos que decir que "todo joya"...
Esa parte de "cuando se acercan las fiestas, a todos nos agarra un ataque de amor, de comprensión, de cariño, de paz, de armonía, de amistad, de piedad y sobre todo de reconciliación. A todos, menos al kirchnerismo" casi que suena como una pedida de escupidera ¿no?.
ResponderBorrarHay dos formas de desearle la muerte a alguien. Desde el odio visceral que no admite otra alternativa, o desde la impotencia del que sabe que mientras el otro viva, es tanta la diferencia entre ambos, que no tiene ninguna chance de prosperar.
ResponderBorrarEste odio light, es una mezcla de envidia e impotencia. O lo que es lo mismo están "sublimando" su envidia e impotencia en odio.
No es un gran humor...pero al menos es bueno saber que pueden reírse un poco, aunque no de sí mismos. Recordando al personaje de Umberto Eco, Jorge, que odiaba la risa, los más peligrosos son los que carecen de sentido del humor.
ResponderBorrarAh, y aunque suene obsecuente , creo que Ella sería una reina muy linda.
ResponderBorrarUno demuestra humor cuando es capaz de reírse de sí mismo, como a veces hace Pagni. Este de humorista no tiene nada. Los libretos a el papá se los escribía, entre otros, César Bruto, esos eran libretos y dichos, recitados, por el maestro eran excepcionales (lo siguen siendo) el hijo cuando se hizo grandecito y el papi lo puso de productor apareció como coguionista, se ve que apenas era productor, que es lo que sigue haciendo, no se si bien, no es ni mi interés saberlo ni mi especialidad. Yo soy capaz de reírme con las cosas que hacemos o decimos los que apoyamos o algo así a este gobierno. Por ejemplo, me causa gracia Mariotto y a veces hasta vergüenza ajena. Entre Pagni y Este mal arquitecto y peor humorista hay un abismo, quizás el que hay entre La Nación y Clarín. Entre gorilas de paladar negro y gorilas sin pedigree. Lo que es ridículo en su pseudo humor lleno de lugares comunes y falsa ironía que destila resentimiento por el desastre electoral de la oposición, es poner el odio afuera, en "los K", cuando basta leer cualquiera de los pasquines opositores abriendo al azar con los ojos cerrados en cualquier página, hasta en las de humor, y te encontrás con una muestra del odio. Es como dice Atilio, sin la menor duda. El lo dijo muy bien. Este Borenstein da pena, vergüenza pero no da gracia.
ResponderBorrarA mí se me ocurre que lo primero que este "hijo de" resalta es que el "difunto" clarín está vivo y conservando (cuando no ampliando) todo su arsenal de malas leches y personajes al tono.
ResponderBorrarO sea, la "batalla cultural" está lejos de ganarse, más bien que va cambiando de discursos y de patrañas.
El tipo no es gracioso, o sí, es gracioso para el odiador mononeuronal que ya tiene el libreto puesto en el balero como chip. Así que otro hijo, otra fotocopia sin toner de un papá talentoso, tiene su lugarcito, los mononeuronales le asignarán de prepo el talento del papá y él refritará todos los "conceptos" del chip de los mononeuronales, un círculo perfecto, a la medida del clarín que cae en desgracia, con especial inclusión de sus negocios, negocietes y chanchullos.
Lo realmente bueno es que sigan insistiendo en lo que no sirve, pensadores sin ideas, comunicadores a los que no se les cree e hijos de cómico sin gracia. Don mañeto podría escribir un manual sobre como ser el peor CEO de un grupo concentrado y sobrevivir en el intento - eso sí, con el riesgo de que antes que impriman el manual le den el adecuado patadón en el tujes que se ganó hace mucho. Es un bochorno el tipo, como líder, que como hijo de puta es un master; y así merecidamente le va como le va.
El tatito éste ni merece que uno malgaste ojos leyéndolo; salvo que usted, Ricardo, aburrido entre la resaca y el mucho calor, esté con ganas de joder con algo.... mejor un post sobre empanadas salteñas, no?
PODRIA SER MEJOR.... ES MAS LOABLE LO DE ROBERTS, INTENTAR HACER POLITICA EN CLAVE DE HUMOR EN EL MISMO DIARIO DONDE PUBLICA EDITORIALES MAJUL ES UNA TAREA CICLOPEA... SALUDOS.- PABLO, EL BOSTERO.-
ResponderBorrarHola Ricardo
ResponderBorrarMe estaba preguntando sobre el calificativo de "humor" para lo que hace el hijo de Tato, y recordaba algo atribuido a Sócrates que más o menos decía "las virtudes en los padres se convierten en defectos en los hijos".
Creo que el humor es cosa seria, y que, en el caso al que te referís, el traje le queda demasiado grande.
Y bueno, al gran Tato le pasó lo mismo que a Alfonsín: el hijo le salió medio bobo...
Abrazo
Edgardo: coincido con vos. Lo que sí, creo que, mayoritariamente, de este lado somos un poco más respetuosos...
ResponderBorrarHilda: consignista, tal cual. Y sí, tenía sus cosas Tato.
Rucio: hace rato que la vienen pidiendo. Aún antes del 23/10.
@tilio: además de sublimar, proyectan. Todo eso que le achacan al kirchnerismo hablan más de ellos que del universo oficialista.
Iris: muy cierto. En el único momento en que se ríe un poco de sí mismo es cuando dice que todos los medios se equivocan más o menos igual... Lo que es una manera de disculpar los yerros propios, claro.
profe: eso está bastante claro y las elecciones permitieron certificarlo: el odio está de aquel lado. Bueno, nosotros teníamos bronca luego del voto no positivo y de las elecciones de medio término, pero jamás le deseamos la muerte a Grondona o Magnetto.
ResponderBorrarram: es central eso. Y es verdad: no hay una sola idea o concepto nuevo del lado opositor. Son todos refritos utilizados desde la época de la Unión Democrática. Por eso subí hace un tiempo ese artículo del Reader's Digest con todos los lugares comunes a los que siguen apelando. Y eso pasa porque no pueden presentar nada superador, porque algo superador debería incluir, necesariamente, las reivindicaciones sociales del peronismo/kirchnerismo. Y repartir la torta, para ellos, está fuera de toda discusión.
Pablo: ¡qué bueno eso! La verdad, Majul es insuperable. Cuando dijo que tenía miedo daba bronca, pero visto en perspectiva debe ser uno de los mejores stand ups de la historia del género en nuestro país. Grosso.
ResponderBorrarSujeto: bueno, capaz que es un muy buen arquitecto, je.
Pero no, creo que esta columna sí cumple algunos estandares del género y puede ser muy gracioso para un odiador consuetudinario.
Abrazos, ches.