Como nunca lo subí al blog y sirve para contestarle a Oviedo (y a todos los que huyen despavoridamente de las ideas para encontrar a los insultos), aquí lo copio:
19 de agosto de 2009
Hay ocasiones en las que, discutiendo con mi hermano, sé que no vamos a ponernos de acuerdo. Como lo quiero mucho y no quiero empezar a las trompadas (además es más alto que yo), es que decido tirarme un salvavidas invocando esta Ley de Godwin.
La conversación puede ser algo así:
- Si yo quiero traer un perro más a la casa estoy en todo mi derecho…
- Pero pensálo, loco. ¡Ya tenemos tres perras! ¿Sabés la que gastamos en alimento?
- ¡Pero el que eligió esas perras fuiste vos! ¡Yo también quiero un perro!
- Bueno. ¿Sabés quién más amaba a los perros? ¡Hitler!
La conversación se corta o puede seguir carriles como éste:
- ¿Y cómo se llamaba Mussolini?
- Benito.
- Camelá.
Michael Godwin, un abogado y autor norteamericano, creó en 1990 lo que se conoce como la Ley de Godwin o La Regla de Godwin de Analogías Nazis.
Éste precepto afirma:
“A medida que una discusión on-line se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los Nazis tiende a uno“Esta regla es citada para impedir una Reductio ad Hitlerum. Es decir: “Hitler o los Nazis apoyaban a X, por lo tanto X es malo”.
Los últimos improperios de los Medios que levantaron polvareda en la blogósfera nac&pop hacen uso de la Reductio ad Hitlerum. O lo que es lo mismo, clausuran la discusión comparando a actores del actual Gobierno con personajes como “El Carlo de Anihiaco” o el demonizado Hugo Chávez.
Una manera muy tonta de querer tener razón, si me preguntan a mí, pero efectiva, por los comentarios de amigos antiK del estilo: “Estos Kirchner cada vez se parecen más a Chávez” o “Quieren convertir a Argentina en una nueva Venezuela”.
Muestra de esto son el Panorama Político de Clarín (¿se puede decir Clarín?) de ayer domingo 16 de agosto y el mamarracho que protagonizó Ernesto Tenembaum al ¿entrevistar? al Jefe de la Bancada del FPV Agustín Rossi.
Las palabras de Tenembaum ya las conocemos:
- “Estoy enojado con el gobierno porque son autoritarios, sectarios y ladrones” (aquí incurre en lo que yo creo que hace la oposición, que es proyectar en el Gobierno sus propias miserias y mezquindades)
- “Ustedes lo que están haciendo es demonizar al periodismo para que nadie los critique… …y, ¿sabe que? ¡Antes lo hizo M3nem!” (¡cómo pegó el slogan! ¡M3nem lo hizo! Y queda ejecutada la Reductio ad Hitlerum).
- “Un Gobierno que está descontrolado” (¿por ellos?)
- Le da la razón a Carrió (¿se puede usar la palabra razón en una oración cuyo sujeto es Carrió?)
- y sangra por las heridas de la televisación del fútbol y la prórroga de las facultades delegadas.
Finaliza el editorial diciendo: “…Para comprender la ingrata realidad presente y la que pueda avecinarse, convendría repasar los pasos dados por Hugo Chávez en Venezuela, después de que fue vencido por poco en el plebiscito constitucional de diciembre del 2007. En ese espejo se estaría mirando Kirchner desde junio, peligrosamente.” Y es ahí cuando ejecuta la Reductio ad Hitlerum.
Chávez y M3nem son Hitler.
Y, según nuestros bienpensantes amigos del Multimedios Monopólico, Kirchner, Cristina y el peronismo que los acompaña también.
Volviendo a la Ley de Godwin: lo que no sabe nuestro periodismo in-the-pendiente es que la tradición en los grupos de discusión, cadenas de mails, y chat-rooms es que, al hacerse una comparación con Hitler o los Nazis, automáticamente la discusión es clausurada y, quien haya hecho la analogía, pierde irrevocablemente la misma.
Volviendo a la Ley de Godwin: lo que no sabe nuestro periodismo in-the-pendiente es que la tradición en los grupos de discusión, cadenas de mails, y chat-rooms es que, al hacerse una comparación con Hitler o los Nazis, automáticamente la discusión es clausurada y, quien haya hecho la analogía, pierde irrevocablemente la misma.