1. El "Paro Histórico del Campo": un reclamo del sector agroexportador-financiero que fue aprovechado para erosionar la legitimidad del oficialismo mediante la construcción de un relato que permeó en amplios sectores de la sociedad.
2. La elección de junio de 2009: planteada como una elección ejecutiva y no legislativa por parte de los opositores -nucleados en torno a una posición anti-K y bajo el rótulo de "la oposición"- y también por el oficialismo, que apuntó a relegitimarse como si de un referéndum se hubiera tratado.
3. El triunfo de la antipolítica (De Narváez) por sobre la lista liderada por Kirchner, en la PBA, fue vendido por los Medios opositores -Clarín a la cabeza- como una derrota terminal del oficialismo, antes que como un triunfo de esa creación ficcional denominada "la oposición".
Equivocaron el diagnóstico: el FpV fue la primera fuerza a nivel nacional y la situación en el Congreso iba a ser de una paridad inestable. El Gobierno lo entendió mejor. El equilibrio de fuerzas exigía considerar distintas estrategias según los distintos proyectos: con la "centroizquierda" en los temas "progresistas" y con legisladores con pasado en la administración en los temas de gestión.
La tapa de Clarín del 29 de junio de 2009 sirve para entender lo expuesto hasta acá:
Lo importante fue destacar la derrota de Kirchner. Muy chiquito, abajo del título gigante, mencionan a De Narváez. Ejemplo aleccionador de que los nombres propios no eran importantes para el GDA, ya que la estrategia no dependía de ellos. En el recuadro inferior sus propuestas: Reutemann para conducir a un peronismo permeable a los mandatos corporativos, Macri como representando mismo de esos intereses y Julio Cobos para encarnar, desde el radicalismo, los valores republicanos de diálogo y consenso. Todos caídos.
4. La estrategia opositora apuntaba a la destitución del PEN y su reemplazo por un vicepresidente que ya había dado pruebas de su alineamiento corporativo durante la 125. Eso impidió la construcción de una propuesta opositora superadora, pues los grupos económicos (la verdadera oposición) habían entrevisto la posibilidad, gracias al -mediáticamente construido- mayoritario descontento social, de dar marcha con muchas o todas las conquistas sociales, económicas y hasta culturales (si se quiere se puede) del kirchnerismo.
5. En el Congreso, al carecer el Rejunte Opositor de un proyecto propio -distinto a oponerse a todo- y una base de sustentación política (en palabras de Felipe Solá: "No tenemos juventud, no tenemos militancia, no tenemos intelectuales y no tenemos liderazgo"), debieron ser conducidos desde las tapas de los diarios y las columnas de opinión de Clarín, La Nacion y la agencia DyN.
6. Los estrategas opositores, desde sus tanquetas mediáticas, pensaron que podían hacer actuar a ese bloque opositor, por demás heterogéneo, como un cohesionado ejército de laburantes de McDonald´s. El Rejunte Opositor prometió, así, una unidad de acción que les fue imposible conseguir más que en dos oportunidades: el reparto de cargos en las comisiones y el 82% móvil, vetado por la Presidenta sin provocar descontento popular alguno.
La Gaceta llora:
Durante 2010 se aprobaron 61 leyes. Pese a que el Congreso estuvo dominado por los números de la oposición, aunque dividida, el oficialismo logró imponer la mayor cantidad de normas aprobadas. (54).
¿Cómo? ¿Y los temas que realmente le preocupan a la gente?
Por todo esto, y pese a los vaticinios clarinistas de un Congreso comandado por "la oposición", aprobando leyes casi sin oposición del kirchnerismo para que CFK pagara el costo de vetarlas, tuvieron que terminar el año como muestra en su tapa de este domingo 29 El Tribuno de Salta (mientras se lamenta una vez más por la sanción del matrimonio igualitario):