martes, 28 de enero de 2014

Culpar a los poderes concentrados (Shell + bancos) por la devaluación es tan pobre como que Bianchi intente explicar la derrota frente a River en la maldad de Lanzini y Menseguez por intentar constantemente vulnerar el arco de Boca

No solemos apelar a títulos tan largos por estos lares, pero la figura literario/futbolística me pareció acertada y simpática. Algo tan bueno no puede pertenecerme, es propiedad intelectual (y no cobra derechos) del Capitán Medibacha, habitual y agudo comentarista. Decía algo similar en el posteo en el que la grabó para la posteridad (!), criticando la pobre respuesta del oficialismo al momento de producirse el salto devaluatorio (el incremento porcentual de la tasa de depreciación cambiaria, podría decir Jorge Milton). No sólo en lo que a argumentos refiere, sino fundamentalmente en lo equivocado –a mi entender– del approach comunicacional, el mismo latiguillo al que se acude cansadoramente desde 2008. No deja de tener, por supuesto, mucho de verdad, pero no agregar nada nuevo a lo que la población, en su mayoría, sabe que dirá el oficialismo; es ahí adonde pierde potencia y efectividad la palabra oficial. Señaló también el Capitán: “si tenemos bien en claro que ese 1% de argentinos que tiene el 60% de las riquezas del país desde siempre utiliza todo su poder económicos y político destituyente para poner palos en la rueda, ¿para qué perder el tiempo en sorprendernos y escandalizarnos por lo que hacen una vez más? (…) Desde este punto de vista, el reportaje a Kicillof en Pág. 12 y anoche en 678 me dejó muy preocupado”. Amén. Yo sumo la intervención de Federico Bernal en 678 el viernes, cuando el hash propuesto era #EspeculadoresContraElPais. Hablaba, Federico Bernal, de la revolucionario del kirchnerismo, de expulsar del país al CEO de la Shell y que YPF se hiciera cargo de no recuerdo qué con respecto a la política agraria (como si Galluccio no tuviera suficientes problemas ya). Recuerdo haber preguntado en twitter si @FBernalH se hace o es maximalista, ya que ninguna de sus propuestas resultan prácticas o realizables. Fueron pour la gallerie (aunque lo preocupante es que parecen creerlo posible). Es que, hay que decirlo, existe un sector del kirchnerismo que se ha troskizado en época de vacas flacas. Bah, existen dos sectores dentro de la militancia: 1. el de ex-kirchneristas que se troskizaron para justificar su alejamiento (o que se alejaron porque se troskizaron, da igual a los propósitos de este post) y 2. el de kirchneristas que se troskizan para no reconocer que el gobierno ya no sólo se ha peronizado sino que está realizando un giro neo-ortodoxo (y escribo “neo” porque, como dice Garpani, seamos buenos entre nosotros).

Sentenciemos inapelablemente algo antes de continuar: no podemos hablar de un kirchnerismo revolucionario justo cuando se ensayan medidas ortodoxas para controlar algunas variables como inflación, brecha cambiaria o competitividad y que repercutirán en precios y salarios (el objetivo de cualquier devaluación ortodoxa). Además, es una falta de respeto para cualquier revolución que se precie, que debe proveer al suelo de la patria de algunos hectolitros de sangre derramada y contener un sujeto revolucionario armado (y no con balas de tinta), una masa crítica en lo que a capital político se refiere y un claro objetivo de corto plazo. La reforma agraria, pongamoslé, o arrebatarle los dólares a los bancos uruguayos. O aunque más no sea nacionalizar a Natalia Oreiro. Celebrar la valentía de tomar medidas antipopulares, además, es un reflejo del accionar de los grandes medios para cubrir a gobiernos que los representan. No como éste que, antes que representarlos, busca hoy pactar un nuevo punto de equilibrio a partir del cual recuperar márgenes de acción. Uno confía en que sea en orden de volver a permitir un nuevo ciclo de crecimiento virtuoso. Listo, sigamos.

Iba a citar, respecto a comunicación, este post de #BASAT, “La importancia de comunicar bien”, pero ya Abel Fernández se me adelantó. Entonces cito lo contrario, las declaraciones de Kicillof el domingo en Página/12: “…cuando uno analiza la historia de las corridas cambiarias en la Argentina, lo primero que observa es que son provocadas por un aparato desinformativo que genera un clima donde sería aconsejable para todo el mundo ir a sacar los depósitos de los bancos y comprar dólares...”. Sirva este ejemplo para todo lo que señalábamos arriba como inconveniente en términos de comunicación, apta para el consumo de los propios, convencidos, pero no para ampliar el marco de apoyos en la sociedad (ya que no puede, el kirchnerismo, ampliar de aquí en más el sistema de apoyos políticos en los cuales se recuesta –un buen análisis de Sergio de Piero respecto a los apoyos, acá–), o aún el marco de comprensión, que genera también un colchón a la espera de resultados. Puede aplicarse a las intervenciones de Fraschina ayer en Intratables. Debería entonces el oficialismo preocuparse menos por responder o desmontar operaciones mediáticas opositoras y comunicar mejor cuáles son los objetivos de las medidas que se vienen tomando y tomarán, y cuáles serán las posibles turbulencias (ahí señalar a los poderes económicos). Si Cristina dio entrevistas a Brienza y Rial, Twitter no bastaba por entonces. ¿Por qué no sentarse en este momento con algún periodista económico (Gustavo Sylvestre se me ocurre ahora, con una posición equilibrada) y explicar el por qué del cepo al dólar allá por 2011, de la devaluación solapada y del reciente salto que experimentó? Reconocer que a la luz de los actuales acontecimientos puede haberse perdido algo de tiempo pero qué se buscaba y que pretendía evitarse. Son pocos los expertos en economía, pero la sociedad sabe reconocer bien cuando le dicen la verdad o, por lo menos, cuando le explican cuál es la verdad relativa en la que uno se apoya para actuar. La presencia, en las malas, siempre es valorada. La ausencia nunca.

* Hay una cuestión más, en todo este tema devaluatorio y dolarero, que hace a la comprensión netamente política del asunto y a las responsabilidades del oficialismo. Probablemente escribamos algo más adelante. Entiéndase este post, entonces, como la de cal…

31 pusieron huevos y comentaron:

Rodrigo dijo...

Acsolútamente de acuerdo con el posteo, a despecho (cale la terminología que utilizo) del recuerdo infausto de la derrota contra las gallinas. ¡Menseex y Lanzini nos hicieron los goles! Tamadre.
Centrar el análisis en la codicia desenfrenada de la Shell es casi como acusar a un político de "electoralista".
Hay intervenciones de Federico Bernal que dan bastante vergüenza ajena...

Rodrigo dijo...

Post scriptum: qué buena noticia es la aparición de Esther en los comentarios de varios blogs que leo asiduamente. Entre tanto antitodo emocional, las Estheres son bien recibidas.

Anónimo dijo...

El gobierno obtuvo buenos resultados (de eso se trata la política) mientras manejó con picardía lo racional (medidas a adoptar) y lo emocional (uso de la historia) que administró a su gusto, haciendo uso y abuso porque todo funcionaba joya. Su límite era de puta madre, desde la etapa superadora del peronismo al principio, a Cristina eterna elección indefinida en la última etapa. Ese valor emocional de largo plazo sin vencimiento aparente, fue acompañado de malas decisiones racionales acotadas siempre al corto plazo, una medida de gobierno era un buen título, nada de controles, distorsión de los números, poca información de lo actuado, pum para adelante, Dios proveerá. No eran parte de una realidad eran la realidad. Hoy el gobierno se debate en esa inercia producto de su construcción política, no sabe si el problema a solucionar es emocional o racional, se inyecta de una y otra compulsivamente, ve fantasmas por todos lados, está intoxicado, encima hoy se considera víctima de un flagelo. Lo peor es que esto nos lleva puestos a todos porque utilizó como retórica el concepto de Estado Nacional y Popular. El peronismo en momentos como estos suele entender mucho de putos y poco de progresismo sensible. Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.

Julián Otal Landi dijo...

Excelente como siempre, Ricardo. Estoy muy de acuerdo y es una lástima, hubiera preferido no estarlo pero la realidad es innegable y el discurso oficialista es lamentable, como el que dijo Kicillof eso que la devaluacion no afectará a los sectores vulnerables, un discurso muy pobre para la platea el mismo artilugio de Caballo en los noventa. Ojalá se esté a la altura de las circunstancias y verdaderamente se haga lo posible para no afectar a los sectores mas vulnerables que son los que sostienen este modelo despues de todo

jfc dijo...

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-238648-2014-01-28.html
Una lástima que el hacerle goles a boca devenga en la tristeza de una mayoría de los hinchas argentinos, los escorpiones somos así, una lástima que te tengas un accidente y yo evite que la ambulancia pueda llegar a donde estás y tus amigos tratan de que no te desangres,

Ricardo dijo...

Rodrigo: coincido con tu metáfora también.
Y sí, Esther es un gran valor agregado para esta blogósfera a veces demasiado microclimatizada (hola, Esther!).

Anónimo: bastante a tono con lo que decís es lo que prometo en el asterisco en itálicas al final del post.

Gracias, Daniel.

Julián: esperemos que así sea...

Jfc: no entendí mucho. ¿Hablamos de solidaridad?

Adriana dijo...

Pensé algo parecido (aunque mucho más a las apuradas y menos refinado) hoy cuando escuchaba a Bossio diciendo que había sectores/empresas que buscaban desestabilizar el programa de precios cuidados. Pensé justamente, qué onda? me vas a decir que no se lo imaginaban, que todos no lo imaginábamos? No me digas eso, decime quiénes son y qué van a hacer al respecto, o, mejor, apliquenles el correctivo que haga falta y después vengan a contarnos quiénes hicieron qué y qué les pasó por eso. No terminé de escuchar las declaraciones de Bossio así que quizás dijo algo en esa línea pero por cómo venía el asunto no parecía.

Moscón dijo...

Ah, si, hay que respetar los movimientos(roscas) políticos de nuestros representantes.
El pueblo ni delibera ni gobierna si no es a través de sus representantes dice la constitución.
Si el representante comulga con la empomación, nosotros el pueblo en cuatro patas y agradeciendo.
Aparte de la veintena de mineras extranjeras, monsanto, chevrón, y el holding sojero, hay que garpar lo que en su momento nos dijeron que no había que garpar:
http://focoeconomico.org/2012/04/20/los-fundamentos-de-la-nacionalizacion-de-ypf-segun-axel-kicillof/
Los millonarios nos gobiernan.
Ni izquierda, ni derecha, ni populista.
Millonarios
La verdad que ente ispa el fútbol caló hondo.

Anónimo dijo...

Perdón no comparto eso de "que es tán pobre".L adevaluación estaba programada desde terminadas las PASO.No iba a ser Cristina (conociendola) como la conocemos quién diera el brazo a torcer.Fué una buena jugada,se encontraron responsables (el CEO de shell y los bancos).Nada Más.

Anónimo dijo...

Perdón me olvide de algo.Lo peor de Kirchnerismo por lejos (incluido el primer gobierno de Nestor Kirchner,es LA COMUNICACIÓN) y ya que estamos Scioli es el candidato 2015 y la campora se guarda por 4 años.nada más ahora si.

jfc dijo...

http://tallerlaotra.blogspot.com.ar/2014/01/que-ocurre-en-argentina.html

Ricardo dijo...

Adriana: no creo que dijera nada más que eso porque nadie lo hizo.

Moscón: más que comulgar, me parece que fueron obligados por las circunstancias. Para mí el error de cálculo se cometió hace tiempo y ahora se pagan las consecuencias.

Anónimo: no creo, vistos los últimos movimientos, que lo peor sea la comunicación. Antes pondría a la construcción política y a insistir con un sistema de decisiones en el que, además, hubieron y hay algunos que no pueden aconsejar ni cómo untar el pan. Y La Cámpora fue parte importante del problema.
E insisto, hubo una lectura política en 2011 que se probó equivocada.

Erkekjetter Silenoz dijo...

Ja ja...

Me mató don Ricardo... como no miro prácticamente TV no puedo opinar. Podría hacer el esfuerzo de ver porái lo de 678 pero cuando averigué lo de Intratables Ud. me estaría pidiendo un esfuerzo que no estoy dispuesto a hacer.

Saludos

PD: empezó no ma' el Fimbulvetr

rib dijo...

la pregunta es si podrá el fpv mantener hasta 2015
la unidad de los bloques legislativos

http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2014/01/ajuste-rionegrino.html

especialmente a un pichetto
que se va a cortar
solito ahora

Anónimo dijo...

Ricardo,no me refiero a los últimos movimientos,me refiero a la mala comunicación desde el vamos,incluido el gobierno de Nestor Kirchener.Claro que errores se cometieron y seguramente se cometerán,pero es a través de los aciertos y la "reparación" de errores,que se mejora una gestión.es muy fácil no equivocase cuando se hace poco o nada en cambio cuando se arriesga a hacer la cosa cambia,más aún en terminos políticos que económicos, ya que éstos "deberían" estar sujetos a los primeros,pero y a colación del posteo,el "mercado" ya no espera que haya políticos corruptibles dispuestos a "hacer lo que se debe" con las políticas adoptadas (tenemos abundantes ejemplos en nuestra historia mediata e inmediata). Ya se impone por sí mismo a la voluntad del estado y sus políticas autónomas que pretenden gobernar a favor de la gente. El "Estado" somos todos los que vemos azorados que el mercado tiene mecanismos, estrategias, instrumentos perversos que no duda en aplicar con absoluta indiferencia a los perjuicios que caerán sobre nosotros mismos. Porque justamente cuanto más nos consigan perjudicar, mayores serán sus beneficios. Beneficios personales, sectoriales, elitistas, mal habidos pero reclamados como justos, porque siempre los han recogido del funcionamiento de gobiernos dictatoriales, o democráticos que se plegaron a sus irresistibles embates de poder económico , siempre presentados en sociedad a través de una buena prensa adicta, que forma parte del círculo masónico.
Los mecanismos de la democracia y las políticas de estado están siendo insuficientes,hay que saltar la cerca tramposa de la institucionalidad que limita solamente a los perdedores.

Ricardo dijo...

Anónimo: pero eso que muy bien describís respecto al Mercado no se combate con excelente comunicación, que es, sí, importante. Pero no el todo, como alfonsinistamente parecen algunos decir y, peor, algunos creer.
Coincido tanto con tu último párrafo que sostengo hace rato que se necesita más y no menos Estado, más capital político y un núcleo de alianzas mucho más abarcativo. Y mi bronca actual tiene algo que ver con la dilapidación que hizo de estos últimos dos ítems el oficialismo.

Saludos.

Ricardo dijo...

Silenoz: también miro poca TV, pero en tuiter festejaban las intervenciones de Bernal y Fraschina. Dan ganas de golpear a alguien...
Y sí, parece que es así.

Rib: al soporte institucional apostó el kirchnerismo. Veremos ahora...

Esther dijo...

Hola, Rodrigo, gracias por tus palabras.

¿Sos el Rodrigo que conozco de ArtePolítica?

(Si es así, dejé un breve análisis en el comentario tuyo con el artículo de Lynch).

Ricardo, regreso, estoy metabolizando qué comentar, jaja.

Saludos.
Esther

Esther dijo...

Hola, Ricardo

A Bernal no le presto atención. Para mí, delira.

El gobierno del FpV se consideró a sí mismo adherente a un "capitalismo con inclusión". Palabras de la propia Cristina más de una vez. ¿Por qué, entonces, le vamos a pedir la revolución marxista? Carece de gollete.

No sé qué pasa en la militancia kirchnerista. Si hay una troskización, en mi opinión, se están equivocando y se están equivocando en mal momento. Espero que no sea así: implicaría una lectura política algo pobre.

Nada hasta el momento me hace pensar que se invalida la idea de que el kirchnerismo es lo más a la izquierda que aguanta nuestro país en esta época.

¿El gobierno se ha peronizado? No sé, no lo veo tan claro. Más bien me da la impresión de que no se ha peronizado lo suficiente, desde el punto de vista de algo que señalás:

«[…] no creo, vistos los últimos movimientos, que lo peor sea la comunicación. Antes pondría a la construcción política y a insistir con un sistema de decisiones en el que, además, hubieron y hay algunos que no pueden aconsejar ni cómo untar el pan […]».

Al kirchnerismo le falta solidez en construcción política y ese es un defecto que el peronismo no comete o no debería cometer. Justamente el peronismo, no.

Sigo repitiendo que me tranquilizaría más el ver, en el equipo económico, uno o dos economistas peronistas, de los que han transpirado la camiseta y pateado en el barro de la calle. Si algo me quedó en claro en estos meses de blogosfera es que en las ciencias económicas no hay un bendito modelo teórico que funcione bien; por eso creo en la importancia de tener a gente que tiene un buen bagaje de práctica real.

Al contrario que a vos y a otros comentaristas, a mí me gustó tanto la entrevista a Kicillof en Página 12 (que estuvo dirigida a informar sobre cuestiones de implementación que, seguramente, le interesaban a muchos lectores) como su intervención en 6,7,8. Reflexionando un poco, creo que vale la pena en detenerse hasta dónde las personas de a pie ven lo que sucede como lo ve la esfera politizada. ¿Realmente las personas de a pie reconocen la importancia de las manipulaciones de los agentes económicos o incluso saben cuáles son las trampas que tienden? No lo sé. Por eso no me parece nada mal ver al ministro de Economía hablando del efecto de los poderes concentrados o contando la cocina de la compra de Shell. Sobre todo porque lo hizo en tono tranquilo.

Fijate que yo misma, y pese a que me preocupo bastante más que otras personas de mi entorno cotidiano de leer sobre cuestiones político-económico (mucho más, diría) y tengo alguna idea aunque sea vaga, quedé impactada con el análisis que hace Atilio Borón sobre el manejo de las exportaciones:

http://www.atilioboron.com.ar/2014/01/ante-la-ofensiva-de-los-oligopolios.html

(A propósito, llegué a este artículo gracias a MundoParió.)

Es cierto, apunto, que quienes ven 6,7,8 no son personas que se preocupan poco de política y economía. Pero, hoy por hoy, los videos se viralizan fácilmente en las redes.

(Continúo)

Esther dijo...

(Google me impide comentar extenso, jaja).

Vuelvo a citar un párrafo que ya cité en un comentario anterior, referido a dichos de Calcagno en 1996, pero ¡me parece tan útil!:

«Calcagno (padre del actual diputado del FpV Eric Calcagno) explicaba la “trampa” en el debate: “A los instrumentos, tales como el régimen de convertibilidad, el tipo de cambio, la tasa de interés, el equilibrio fiscal y el grado de apertura externa se les ha dado el carácter de objetivos. Con ello se obtienen dos resultados: primero, que no se discutan los instrumentos, porque ahora son los objetivos que deben cumplirse y no cuestionarse; segundo, que los verdaderos objetivos (desde nuestro punto de vista, homogeneidad social, distribución más justa del ingreso, mejoramiento de la educación y la salud, industrialización, defensa del interés nacional) desaparecen del debate. De tal modo, no hay nada que discutir”».
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-238495-2014-01-25.html

Me interesa ver qué pasa en el tiempo con los objetivos. ¿Los instrumentos? Bueno, no soy economista; si los instrumentos puntuales son heterodoxos, ortodoxos, una mezcla de ambos, si se salta de uno a otro según lo que convenga… Lo que me importa son los objetivos. Si para dar una cierta solución se requiere que el equipo económico en pleno se disfrace de payaso y vaya a Plaza de Mayo cantando "conga, conga, que se venga la milonga", pues que lo haga. Me da lo mismo.

El asunto es, ¿y qué pasa, qué pasará con la producción, las fuentes de trabajo, la distribución del ingreso, la inclusión social, etc.? Aquí… Creo que hay que esperar. Todavía es temprano para saber los resultados de esta intervención "neo-ortodoxa".

Pero es en este punto donde se vuelve importante los dos déficits que señalás: la falta de una adecuada construcción política y de una adecuada comunicación.

Me parece que se llegó al límite: al límite permitido por el poder económico. La derecha nunca se equivoca: si impone un freno a una política de desarrollo e inclusión social tal que obliga al gobierno a retroceder es porque sabe que el gobierno tiene debilidades. Uno, de tanto andar, ya es escéptico; uno cree que es imposible ganar la guerra y se conforma con ganar batallas, de a una, poquito a poquito, sabiendo que si avanzás tres pasos tendrás que retroceder dos. Entonces uno se pregunta: ¿podrá el gobierno ganar esta pulseada? En lo inmediato implica frenar una escalada inflacionaria y manener las paritarias en un nivel que, seamos realistas, no sería el nivel de ganarle a la inflación, solo pelearla un poco. Para eso se necesita cintura política y buena comunicación.

En el mediano plazo ya es otra la historia. Si la batalla se dará en la loma del dólar a 8 pesos (me apropio de frase ajena, jaja), se necesitará más. Y ahí, en ese más, es donde aparece con toda potencia tanto el problema de la construcción política kirchnerista como el de la calidad de las decisiones políticas. No sé si le dará el cuero al gobierno. No lo sé.

(Continúo)

Esther dijo...

Ojo, el que me haya gustado las intervenciones de Kicillof no significa que crea que con eso está todo. No, hace falta más, y ahí acuerdo con la entrada: hay que informar más, con honestidad y con claridad. Traigo a colación un comentario de Capitán Yáñez en el blog de Abel (un fragmento, mejor dicho):

«Recurro a lo más lúcido que escuché el jueves pasado, de boca de un economista amigo (y compañero a toda prueba): “no hay conspiración ni corrida: el gobierno está devaluando”.
¿Cómo “comunicar” que el gobierno está devaluando después que la presidenta dijo que “a mi no me van a ver devaluar”?
Complicado… ¿verdad?
En lo personal, opto por una solución “a lo Pepe Mujica” (no muy distinta a la que hubiera usado Perón):
“Muchachos… los números no cierran. La única solución es devaluar, usar tapas de inodoro un poco más berretas cuando haya que cambiarlas y prescindir de la mayonesa de atún, entre otras cosas”».

Señala dos cosas que me parecen importantes. Una, que “no hay conspiración ni corrida: el gobierno está devaluando”. Pero hago una interpretación que es mía (no sé si él estaría de acuerdo): creo que sí hay actores que fuerzan la devaluación; la cuestión radica en mostrarlos como actores y no como conspiradores. Esto es, sí hay que señalar la existencia de agroexportadores que retienen la soja especulando y alterando las reservas del Banco Central. Pero no son conspiradores que van en contra del gobierno: son actores económicos. Hay una diferencia fundamental entre ambos conceptos.

La otra cosa que me parece importante es que sí, por Dios, ¡comunicar como Perón! En la época de Perón no se conocía la palabra "márketing" y menos aún "márketing político" y los Durán Barba no existían, pero Perón hablaba y la gente lo entendía. Porque era directo, sencillo, utilizaba ejemplos y metáforas fácilmente reconocibles, ponía humor cuando era necesario… Muchas de sus frases quedaron en la historia, y no creo que haya sido únicamente porque el peronismo las mantuvo, sino porque eran y son buenas, buenas de verdad.

Saludos.
Esther

Erkekjetter Silenoz dijo...

Yo creo que los discursos, comentarios y afines referidos a lo pistola que somos que no nos comemos el "relato" es de segunda importancia.

Como leí en un algún posteo: es el momento de "bajarse del barco" para el que lo considere, y el que no velando las armás deberá elegir un lado para ir "a la cabeza o con la cabeza" (como leí en otro posteo). Y no creo que sean momentos de "retroceder a posiciones seguras y conocidas" (como leí en un tercero) al menos sin presentar batalla. Y me refiero a nuestro lado más allá de la conducción

Saludos

Politico Aficionado dijo...

Siempre es un gusto leerla, Esther, si bien en este último posteo suyo se me hace un tanto etérea la distinción entre actores y conspiradores.

Silenoz, muy bueno lo suyo. Creo que la perspectiva del Fimbulvetr hace necesarios algunos compromisos personales. Algunos preconizan el , otros el no o el ni.

Aprovecho para recordar el conocido pasaje (Apoc.3:16): Dios vomita a los tibios.

Rodrigo dijo...

Esther, soy el mismo de Artepolítica. Tenía un blog antes y ahora puse uno nuevo (tratando de que sea un poco más "serio" porque le pongo mi identidad verdadera).
Coincido con Esther en que prefiero llamarles "actores políticos" que conspiradores. ¿Por qué? Pues porque la conspiranoia es hija de la pereza mental, y no explica nada... sirve más para ponerse en guardia contra las razones del otro que para entender la realidad. Me parece que los seres humanos tenemos, en buena medida motivados por el sistema capitalista y el consumismo mediático y en buena medida porque lo traemos "de nacimiento" (nunca quedará claro hasta qué punto es nurture o nature), actitudes egoístas. Pero en general, las personas perversas o malvadas son minoría. Como dijo Primo Levi: los monstruos existen, pero son demasiado pocos para ser muy importantes, las peligrosas son las personas comunes. Digamos: la estupidez y la pereza mental son más peligrosas que la maldad, porque la maldad es menos "natural" de lo que se cree. Y me parece que el capitalismo se entiende mejor desde puja de intereses muchas veces contrapuestos, y se vuelve delirante desde la conspiranoia.

Esther dijo...

Gracias, Político aficionado… ☺☺☺.

Con respecto a la diferenciación entre "conspirador" y "agente económico", me explico un poco más. Veo que muchas personas discuten, por ejemplo, la inflación, en términos de que es causada por el gasto público, por el déficit fiscal, etc. Como si todo se redujera a variables de la más pura prosapia teórica de un mercado libre y feliz. No tienen en cuenta que el mercado es deshonesto por definición, y que en estos momentos no hay forma de analizar la economía si no se incluye, como agentes económicos, a quienes llevan adelante prácticas depredatorias de toda índole (desde la transferencia de fondos al exterior en negro hasta la guerra psicológica). Un poco lo que dice el título de esta entrada: ¿qué, nos vamos a sorprender de los bancos o de Shell?
El caso es que sí nos podemos sorprender. No la esfera politizada, pero sí las personas de a pie.

Cuando se habla de "conspiradores" es fácil pensar que se trata de hechos aislados, o de personas que se mueven en la oscuridad de un callejón, tipo película de Hollywood, o bien pensar que se trata de una cuestión K/anti-K. No se percibe que se trata de una cuestión intrínseca a la economía globalizada, que afecta quieras o no quieras y que sus efectos negativos no son contra el gobierno (este o cualquier otro) sino sobre el país.

Se cae en la dicotomia K/anti-K en vez de hacer lo que se debería hacer: señalar la existencia de una red financiera global que absorbe ganancias sin cesar y a como sea.

Dejo un enlace a una entrevista radial a Hernán Arbizu, de hace pocos días, que seguramente explicará mejor que yo qué quiero decir… Sugerencia: resistir la tentación de leer el texto de la página: escuchar directamente el audio.

http://www.radionacional.com.ar/mediateca/65-economia/57815-hernan-arbizu-son-estructuras-armadas-para-desestabilizar-y-sacar-provecho-de-la-situacion.html

Saludos.
Esther

Esther dijo...

Eodrigo, hola, nos cruzamos con los comentarios; creo que ambos apuntamos hacia el mismo lado, ¿no?

Esther dijo...

Bien, antes de abandonar la página rumbo a continuar las tareas cotidianas, dejo un enlace que puede valer la pena ser leído:

http://elestadista.com.ar/?p=4061

Saludos.
Esther





Ricardo dijo...

Esther: como siempre, muchas gracias por la extensión de tus respuestas que enriquecen, y mucho, el nivel de debate.
Creo que estamos bastante de acuerdo en lo que a esperar los resultados de los instrumentos que se están aplicando. No coincido, claro, con la apreciación que hacés de las entrevistas de P/12 y 678 al ministro porque, como dicen por ahí, el medio es el mensaje; entonces el mensaje está dirigido a los propios (y cada vez menos, por la disminución en la viralización de los videos seisieteochescos). Creo que es fundamental crear un colchón de comprensión (a la manera en que los medios hoy opositores buscaban banca para los proyectos de Menem o De la Rúa) porque primero, admitamos que esto no puede no repercutir en el poder adquisitivo de los asalariados, y segundo, aunque las herramientas sean ortodoxas, uno quiere pensar (porque así ocurrió durante 10 años), que los objetivos son distintos a los que se perseguían antes cuando el menemismo y la alianzan afectaban el tipo de cambio.
Coincido en que el kirchnerismo, aún siendo un reformismo burgués y típicamente peronista, es lo más a la izquierda que nuestra sociedad y sus condicionantes permiten. Y sí nos hemos topado con un límite al desarrollismo neokeynesiano.
Demás está decir en que coincido con el Capitán Yáñez y lo que expresás a continuación.

Silenoz: estamos de acuerdo. Acá no nos bajamos de ningún barco. Pero tampoco vamos a hacer seguidismo acrítico porque, además, hace raaato ya que no lo hacemos. Quizás en el primer año del blog y este ya lleva 4 años y medio...

Ricardo dijo...

Político: en este momento, ser tibio es no señalar aquello que uno cree que debería ser revisado para bien de todos...

Esther: como suelen ser los análisis en El Estadista, éste también es muy bueno. ¡Gracias!

Abrazos.
Y disculpas por la demora en las respuestas...

Guillermo dijo...

Estimado Ricardo: creo que la militancia está un poco desorientada y la comunicación es fundamental. No intento caer en el nestorismo, la versión actual del evitismo, o sea el gorilismo disfrazado. Pero me permito citar a Néstor para que veamos los errores que acumulamos en el último tiempo, no hicimos la sintonía fina y ahora hay que hacer la "gruesa". Néstor defendía a ultranza los superávits gemelos, la ampliación de derechos, la movilidad social ascendente. Cuando perdimos los primeros que enumeré, nos desorientamos. Porque el superávit comercial aún existe, pero a fuerza de trabar importaciones y, a pesar de ello, se hizo estrecho. Esta crisis es diferente a las anteriores, pero no muestra un programa completo y un piloto capaz de navegarlas. Lo digo con pena, con dolor. Acuerdo con Esther, no me sirve rotular de especulador a un agente económico que busca maximizar ganancias, esa es su conducta habitual, ahora y antes. Tenemos que usar la zanahoria, por ejemplo los subsidios de manera inteligente, para que los agentes económicos actúen de manera virtuosa. Aumentás la producción en un x %, te mantengo un x% de energía subsidiada. Exportás un x% más de granos, te bajo tantos puntos las retenciones. Mucho libro, poca calle. Abrazo

Fox dijo...

La conducta habitual, pero no la que la que debe ser. Es decir, yo quiero intervención del estado, cuando ante la devaluación, los poderes de siempre y muchos chicos hijos de puta, suben las cosas sin que en su producto haya un solo puto punto de incidencia por el dólar. Sabes qué, las conductas "libres" a los que estos inmensos les importa NADA los consumidores, son habituales, sin dudas, como en los 90 en dónde algunos foristas estarían tan cómodos, pero son de hijo de puta. Y ya estamos bastante cansados de los hijos de puta.