sábado, 30 de marzo de 2013

La conveniencia de que sciolismo y kirchnerismo continúen siendo peronismo

No resulta arriesgado afirmar que pocos negocios podrían resultar menos rentables en términos de poder, para el campo popular, que una fractura del peronismo existente; camino que lo devolvería no a 2003, cuando tres fracciones intentaron hacerse del liderazgo: la populista puntana (acompañada por el moyanismo), la desarrollista duhalde-kirchnerista (junto a buena parte del peronismo territorial bonaerense) y la liberal menemista. No, en las actuales condiciones, una escisión del sector conservador, fomentado o festejado por el ala dura kirchnerista, significaría regresar a tiempos de Menem vs. Duhalde, en un esquema invertido, pero que podría tener un desenlace similar: entregarle la banda a un Presidente no peronista, con las implicancias que eso conlleva.

Desde hace ya algún tiempo, sectores del establishment, rendidos ante la evidencia que la gobernabilidad en nuestro país se asienta en un sistema de partido hegemónico, propugnan por esterilizar al peronismo de la anomalía kirchnerista, considerado un retrovirus que debilita, a veces con prisa y a veces con pausa, las defensas de actores concentrados de la economía y el poder. Al mismo tiempo, representantes del ala dura kirchnerista (halcones K, podríamos decir), se manifiestan a favor de “purificar" (amable lector, note las comillas) al kirchnerismo, tarea que se vería coronada con la concreción de aquel sueño dianacontista de una Cristina eterna. Sueño que fue también el de Perón y Menem, valga el paralelismo: son -somos- todos peronistas.

Dentro del incipiente sciolismo también se expresan halcones, en favor de una ruptura, cuanto más temprana mejor, con el condicionante kirchnerismo. Según Ignacio Fidanza [1], este sector ya se habría impuesto, siendo De Narváez la punta de lanza elegida de la estrategia rupturista para las legislativas del presente año. Si Fidanza hubiera dicho Karina Rabollini, o aún Pepe Scioli, podríamos considerar que se trataría de un divorcio con reparto de bienes conforme a legislación. Apoyar por abajo a De Narváez, en cambio, podría ser una traición, una chicana, pero no un punto de no retorno. A menos, claro, que el otro actor, el oficialismo nacional, así quisiera entenderlo. Sería, además -que Scioli apoyara explícitamente a De Narváez, decimos ahora- un grave error político: el ex Casa Tía se derrotó sólo luego de triunfar en 2009 y fue luego ampliamente derrotado por el mismo Scioli en 2011. No sería acompañar al muerto hasta la puerta del cementerio, sino, directamente, entrar para desenterrarlo con el propósito de regresarlo a la vida. Aunque los zombies estén de moda, se trataría de un accionar tan ajeno a la tradición peronista como inútil sería intentar una vindicación de Agapornis. Sería, también, algo ajeno a la tradición sciolista, cuando el mayor activo político del gobernador bonaerense es su moderación y, por lo tanto, el desarrollo de su carrera percibido como natural por el electorado (y tal es el propósito de Scioli, en esto coincido con Abel Fernández [2]) sería el de una candidatura que aglutine a todo lo que ampliamente se define como peronismo. Como decíamos hace tiempo [3], Scioli sólo puede ser un candidato catch all, si quiere seguir siendo Scioli. Aquello de la continuidad con cambios: continuidad porque no existe horizonte de crisis que haga imprescindible un salto de fe, y cambios porque los tiempos históricos nunca son infinitos (y suele ganar quien mejor los interpreta). Entonces, una suerte de alvearización del kirchnerismo [4].

El kirchnerismo tampoco ganaría al expulsar a Scioli del universo K. No sólo acotaría su desenvolvimiento electoral (si eso es o no significativo no es motivo de este post, fanáticos de la encuestología), sino que estaría entregando una porción importante de capital simbólico peronista a cambio de una pureza ideológica de vieja izquierda. Una victoria pírrica, por definición, se parece más a una derrota que a un triunfo. Sería, además, entregarle a Scioli la Jefatura de la Oposición, algo cómodo cuando de alguien como Carrió se trata, pero mucho menos si ésta la ejerce un peronista (hay que recordar, de todas maneras, que el kirchnerismo es pródigo en entregar regalos a sus contrincantes). Finalmente, y a propósito de unas recientes reflexiones [5], el capitalismo impone límites que, para ser quebrados con el objeto de apuntar hacia la justicia social, hacen necesario el ejercicio de la imaginación pero, también, de una gran acumulación de poder con vocación transformadora, algo que engloba, necesariamente, a muchos y disímiles sectores y actores.

[1] http://lapoliticaonline.com/noticias/val/89581-6/scioli-ya-rompio-y-su-candidato-es-de-narvaez.html

[2] https://abelfer.wordpress.com/2013/03/28/scioli-la-esfinge-sin-secreto/

[3] http://omixmoron.blogspot.com.ar/2012/08/deciamos-acerca-de-daniel-scioli-hace.html

[4] http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2011/10/el-equilibrio-seria-la-alvearizacion.html

[5] http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2013/03/en-economia-no-se-trata-del-relato.html

lunes, 25 de marzo de 2013

En economía no se trata del relato

Hubo un tiempo en que mi romanticismo le peleaba a mi racionalidad. Creía en que una canción podía salvar al mundo, que en un beso se encontraba la totalidad de la sustancia que da sentido al universo y que algún día tocaría en River para 60 mil personas. Todo eso podía sostenerse mediante proyecciones que daban sustento a... un relato.

Las variables económicas que hoy aparecen preocupantes (cuellos de botella que reclaman inversiones hace años, sobre todo en energía, inelasticidad presupuestaria, del empleo, inflación, brecha cambiaria presionada, etc.), en cambio, no pueden solucionarse mediante la construcción de un relato o contentarse con denunciar fallas en la comunicación, como hiciera hoy Aliverti en P/12. Si el objetivo de pesificar la economía -justificado y razonable dado haber encontrado una tradicional muralla de la historia económica argentina, y uno de los limitantes de cualquier economía capitalista en una nación protoindustrializada- si el pesificar la economía, decíamos, necesita ser abordado principalmente desde su vertiente cultural, es que no estamos atacando el problema de manera global y efectiva. Nuestro mantra: es la economía la que permite desplegar un relato, y no al revés. Es muy cierto que terminar con, o morigerar, una cultura económica dolarizada requiere de la implementación de un sistema que permita la emergencia de una contracultura; pero apelar a la grandeza o el patriotismo de los factores de poder económicos, o aún de nuestra clase media, para conseguir ese objetivo, es pecar de inocencia. Pecado sí que no puede ser absuelto si de realpolitik hablamos. Se requieren instrumentos que todavía no han sido siquiera tibiamente probados en nuestra historia, acostumbrados como están los factores de poder a fugar divisas, y a "invertir" en apostar contra la propia economía nacional que los contiene, al igual que los sectores con alguna o mucha capacidad de ahorro.

Hay que reconocer, por fin, que intentar controlar los desvaríos que el Mercado produce a nivel social con herramientas del propio Mercado se trata de un error. Pensar que ampliando y sosteniendo el mercado interno las empresas oligomonopólicas invertirían para ganar más vía incremento de oferta se probó equivocado. El dinero no hace a la felicidad porque los que tienen mucho invariablemente pretenden más. Y al menor costo posible. Al. Menor. Costo. Posible. El liberalismo globalizado, es decir, el neoliberalismo, plantea distópicamente (para los de a pie) y utópicamente (para los que tienen la sartén por el mango) un mundo en el que finalmente exista una sola empresa, ganadora de la absolutamente libre competencia, rigiendo el destino de los ya nunca más ciudadanos sino consumidores, categoría antropológica superadora para los fieles de Milton Friedman.

Controlar al Mercado con herramientas de competencia requiere de un largo desarrollo, siendo el tiempo el material del que dispone el Mercado y no la política. Cuando el Estado supo crear estas herramientas, o dinamizarlas, los procesos que lo sostenían fueron cercenados, nunca democráticamente, valga la aclaración. A modo de ejemplo, la compañía de telefonía celular lanzada por el Estado, Libre.ar, necesitaría de dos a tres años de musculación para intervenir efectivamente en el Mercado, obligando a las empresas privadas oligomonopólicas, y cartelizadas, a ofrecer mejores servicios a un precio menos arbitrario. La regulación, en cambio, suele ser más efectiva en el corto y mediano plazo. Es precisamente lo que permitió la aprobación de la portabilidad numérica para generar, sí, competencia efectiva entre las compañías.

Recientemente, y referiéndose fundamentalmente al mercado lácteo, la Presidenta deslizó, a modo de amenaza, la posibilidad de abrir importaciones con el objetivo de disminuir el costo para los consumidores: nosotros. Al respecto, Daniel, del Aguante Populista, dijo "Auch!", y con razón, pensando en que la medida iría "a contrapelo de la política de producción nacional". Es, una vez más, uno de los límites contra los que choca el modelo neokeynesiano (experimentando ahora un giro a políticas de centro) kirchnerista: la de una estructura económica primarizada, extranjerizada, y compuesta por un empresariado prebendario que -reversionando a Jaroslavsky- ataca con el libre comercio y se defiende con la teta del Estado. Y son esas empresas, oligomonopólicas, las que en definitiva fijan la política de precios aprovechando su posición dominante. Son las verdaderas formadoras de precio, cuando emisión, subsidios, incrementos salariales y demás tienen una incidencia menor que la formidable tasa de ganancia empresarial.

El problema es haber confiado en el reverdecer de una burguesía nacional; o extranjerizada, pero capitalista y no neoliberal. No existen, ni existirán. Y cuando lo entendemos, llegamos tarde porque, como dijimos, para intervenir en el Mercado, siguiendo sus propias reglas, se requieren tiempos que no son los de la política. Es lícito señalar, además, que la variable de cambio, para esas empresas a las que les interesa el país, es siempre el empleo: las fuentes de trabajo. No se trata entonces de apelar a un cambio de cultura o a la creación de conciencia. Si necesitamos que capten renta vía inversión y no inflación, para quebrar algunos cuellos de botella, hay que incrementar y no disminuir las regulaciones, pero con decisión e imprimiendo el peso político necesario. Lamentablemente, la 125 dejó heridas en el oficialismo. Si necesitamos mejorar la competitividad, podríamos intentar un salto cuali-cuantitativo energético, mediante el uso de la energía atómica, especialidad de nuestro país. Requeriría, es cierto, del elemento vital (tiempo), pero permitiría quebrar parte de ese apotegma del liberalismo económico nacional, bien expresado por uno de sus máximos representantes, Mariano Grondona, allá por 1999: "...la política de sustitución de importaciones es pan para hoy y hambre para mañana (...) porque se produce a costos altos bienes obsoletos...". Y si queremos amortiguar los efectos que la brecha cambiaria produce sobre la microeconomía (la macro está, por suerte, desvinculada), podríamos avanzar hacia un mercado cambiario desdoblado, pero oficial.

En definitiva, nos repetimos, en este momento, en Economía, importante como es, no se trata únicamente del relato. De todas maneras, nobleza obliga, Aliverti, en su columna de hoy, también menciona que se requiere de "acciones (...) mucho más contundentes que las que se están dando". Para hacer honor al humor social hoy reinante en este reino del Señor (Bergoglio): amén.

* Actualización: Udi nos acerca este altamente recomendable post de 2011, en el que hace un repaso de los factores que tensionan la economía argenta.

jueves, 21 de marzo de 2013

Puede haber 2015 sin 2013

En términos de individuos, candidatos hablamos. Y pertenecientes al universo peronista, porque a nivel partidario sí, la hipótesis se mantiene. Es que el PRO, la UCR, el FAP y lo que sea que pueda denominarse Peronismo Disidente necesitan recobrar impulso, aunque sea en términos de relato, para olvidar el paupérrimo papel realizado en la elección de 2011. No hay que perder de vista que renueva la promoción 2009, que significó un 30% a nivel nacional para lo que entonces era el ACyS (UCR + FAP, para redondear), y un resonante triunfo, por muy poquito" (Kirchner dixit), de Unión-PRO (macrismo + ¿Peronismo? ¡Federal!) en la provincia de Buenos Aires. Hoy el ACyS no existe, Unión-PRO tampoco (y si se recrea el macricoloradismo junto a Cariglino no será lo mismo), y el peronismo todavía kirchnerista no parece necesitar de candidaturas testimoniales. Resulta por demás gracioso el intento de Mauricio Macri por presentarse como un desarrollista frondizista, quizás intentando tentar a la UCR, o comprar un nuevo, ay, relato. No será tampoco candidato, bajando a la PBA, como se especulaba. Por el lado de la socialdemocracia liberal y el socialismo también liberal no encontraremos actores políticos nuevos y, mucho menos, con mayor potencial al ya demostrado. Por el contrario, la esperanza está depositada en un probable mal humor social, jalonado por Lanata y el cacerolismo vandorista (este último con una estrategia de acumulación casi moyanista, que será un obstáculo si intentaran saltar el cerco y alquilarse a un dirigente o partido), esperan también tropiezos oficialistas (inflación, las fracturas hacia su ampliado interior, solicitadas desesperadamente desde editoriales opositores) y el nunca bien ponderado Dios proveerá (de ahí el bergoglismo militante, por ahora no retribuído por el Santísimo Padre, más preocupado por un alto el fuego, muchachos, si kirchneristas somos todos).

El momento económico tampoco es el de 2009, con algunas ventajas y otras, distintas, desventajas. La inflación, sin dudas, sin ser alarmante, será el indicador que determine la mayor parte del humor social, por eso la importancia del acuerdo de precios y, por la misma razón, el ataque que el acuerdo recibe desde la prensa opositora, sus dirigentes-dirigidos y los autodenominados economistas que son antes lobbistas corporativos.

Por el lado del peronismo es donde se encuentra el flanco oficialista. Cristina, muy probablemente, no tenga re-reelección. Más allá de resultados electorales, de consultas populares que no se harán (mal que les pese a los republicanos, el kirchnerismo dista mucho de ser un chavismo y Argentina de ser Venezuela), de la voluntad de la Presidenta (escasa, en mi horangelismo hipersubjetivo), no existe espacio ni tiempo propicio para una reforma constitucional que habilite un tercer mandato. La de 1994 la realizó un Menem que había vencido la hiperinflación, con el apoyo de una tercera fuerza (un legislador de la UCeDé ofició de portavoz de la reforma) y a la que se sumó la UCR, ya que Alfonsín consiguió, a través del Pacto de Olivos, asegurar la supervivencia del radicalismo. No existe tal consenso hoy, y Cristina puede, mientras agita razonablemente el fantasma de una reforma -al tiempo que la descarta-, señalar un heredero o influir en su elección, reservándose el papel de Madre Eterna (mi vida, el dianacontismoeterno). Para ser muy claro: no habría peor destino para el proyecto que terminar como un alfonsinismo, perdiendo y, a la vez, festejando el campeonato moral. Pasó la etapa del menottismo, y queda el menos lírico bilardismo. De otro modo habría dilapidado todo resto de poder simbólico y la capacidad de presión que poseerá hasta, por lo menos, el 2017.

La prédica mediática a favor de un rompimiento por parte de Scioli y Massa en la PBA se encamina a un predecible fracaso. Scioli depende más de los fondos nacionales que de Clarín, y su postulación a 2015 y las fotos incómodas para Balcarce 50 parecen más berrinches para conseguir caramelos que una verdadera estrategia de poder. Massa, por su parte, ya ha sido advertido por sus asesores norteamericanos que su perfil ejecutivo no haría recomendable, o haría innecesario, enfrentar elecciones legislativas. 2015, parece, no obliga entonces a inmolarse en 2013. El humor social se vería además desafiado por tan prematuros posicionamientos, cuando las demandas se orientan hacia lo inmediato y, más aún, cuando Scioli y Massa hacen de la gestión pura y dura el leitmotiv de sus relatos. Por si fuera poco, no sólo el antikirchnerismo bobo se parece demasiado al quinto círculo infernal dantesco, sino que el espacio opositor no es concebido como uno con proyecto alguno de poder. La reciente reunión de la gran mayoría del peronismo con poder real en Entre Ríos, constituyó una clara muestra del poder institucional del oficialismo nacional. Y la esperanza de unos cuantos en participar de la carrera a 2015 bajo la certeza de que el kirchnerismo cuenta con el aire suficiente como para delinear una sucesión ordenada.

sábado, 16 de marzo de 2013

El nuevo Papa y el escenario político nacional

La Iglesia no es únicamente una institución poderosa ya en la Argentina: al haberse corporizado en Bergoglio ha adquirido una potencia adicional. Esto, a no dudarlo, altera el equilibrio de poder existente, independientemente del curso de acción que elija el Papa Muji... Francisco para influir en el país. Influencia que será mayor si promueve cambios que cristalicen aún más su nueva posición.

La derecha neocon, de tradicionales lazos con la curia, celebró como triunfo propio el nombramiento de Bergoglio. Un sector del peronismo, ortodoxo -o respetuoso de la Verdad 14 (el Justicialismo es una nueva filosofía... profundamente cristiana...)-, celebró también la elección de un Papa argentino, peronista -dicen- y, claro, comprenden que si el pueblo peronista está feliz, ellos también deben estarlo. De todas maneras, más allá de que sea argentino, peronista y hable de “pueblo", a partir de ahora la separación entre Estado e Iglesia será más difícil que antaño. Eso sólo, para mí, no es motivo de alegria y, compañeros, significa menos y no más poder para el pueblo, la ciudadanía o como gusten llamarlo.

Ocurre, lamentablemente, que aunque como Papa Bergoglio tenga por delante una tarea más importante y abarcativa, la agenda de la Iglesia argentina se expande a partir de ahora y deja, por consiguiente, menos espacio para la emergencia de demandas anticlericales, sí, pero antes y más importante, una agenda de derechos como aborto, legalización de drogas y otras demandas progresistas en términos sociales. Todo eso sin considerar siquiera el rol que esta nueva posición institucional puede jugar frente a un gobierno, indiscutiblemente popular, al que la Iglesia se enfrentó casi desde un principio, en alianza con sectores concentrados y para nada populares. Vaya, a modo de ejemplo, el silenzio stampa en el que debió refugiarse la senadora Rojkés cuando se debatía el matrimonio igualitario: de adelantar el que finalmente fuera su voto positivo, hubiera resultado crucificada por el entonces obispo Villalba y, claro, el clerical diario local, La Gaceta. El poder de la curia es importante en el NOA y NEA. A partir de ahora será mayor y se hará sentir en el Senado especialmente. No por mecanismo precisamente democráticos.

La oposición, como es lógico, intentará subirse a ola anti-K en la que montaba Bergoglio, pero el gobierno nacional, peronista como es, bloqueará esa jugada como lo hizo Cristina no en su carta de felicitación -bastante parca- sino en su alocución posterior, apropiándose de la agenda del nuevo Papa (justicia social para los sectores populares) y no permitiendo la generación de un vacío que pudiera ser ocupado por algún sector de la oposición. O de la propia coalición que lidera.

* Actualización: estas notas de Wainfeld y Fidanza, en P/12 y LA NACION, expresan la misma línea de pensamiento de este post, sólo que mucho mejor, por supuesto:

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-215962-2013-03-17.html

http://www.lanacion.com.ar/1563731-un-golpe-decisivo-a-la-razon-populista

viernes, 15 de marzo de 2013

¿Y la crisis?

¿Y Candela? ¿Y la moto?

Si algo nunca faltó, desde que el kirchnerismo llegó al poder, fueron las amenazas de devastadoras crisis económicas que estarían ya a la vuelta de la esquina. Ya fuera el viento de cola que iba a acabarse, el pago con reservas al Fondo, el cuento de las inversiones chinas, la crisis con los agroexportadores, el fin de las AFJPs, etc., siempre había una excusa para que los Melconians, los Cachanoskys, los Brodas, Prat Gays y Ferreres de este mundo y constelaciones galácticas aledañas pronosticaran #lapocalisis económica que llegaría como un baño redentor o uno de esos parientes pesados que no se van más. Pero, a pesar de haber errado siemp..., bah, operado siempre (y sin éxito), los muchachos siguen con un entusiasmo digno de mejores causas. Por eso quiero rescatar un editorial económico publicado en LA NACION este miércoles. El día en que Bergoglio se comió la agenda. Lo escribe Eduardo Levy Yeyati, que no puede ser sospechado siquiera de kirchnerista portador sano pero, leído con constancia, no resulta tampoco un opositor furioso. Dice el colega bloguero Yeyati [1]:

«... ¿Rebotamos o colapsamos? Si el oficialismo apuesta al despegue de la mano de China, Brasil, la soja o Vaca Muerta (...), la oposición se ilusiona con la inflación y el dólar blue a la espera de que las penurias económicas y el voto negativo hagan el trabajo por ella.

Pero en la Argentina actual la dinámica de una crisis es casi tan difícil de delinear como las razones de un despegue. Para que algo se rompa hace falta una fragilidad: el déficit crónico heredado del sobreendeudamiento ochentista en 1989 o el sobreendeudamiento en dólares heredado de la convertibilidad noventista en 2001. Sin éstos, lo más probable es que, en el peor de los casos, lo que enfrentemos sea una recesión. Ni emergencia ni hundimiento sino una lenta y prolongada deriva, justo en el medio entre el colapso y el milagro, entre el 5% de crecimiento de los oráculos oficiales y el -1% de algunos analistas menos pacientes con el modelo.

¿Por qué la crisis se hace rogar? (...) Hoy el endeudamiento está en mínimos históricos (...). El déficit fiscal es manejable y depende en gran medida de subsidios a la clase media que debieron haber sido reducidos hace tiempo (y que el gobierno viene reduciendo paulatinamente: el gasto nominal en subsidios no varió en 2012 respecto de 2011 y para 2013 se presupuestó una reducción adicional, lo que implica un ajuste real). La inflación inercial podría atacarse de manera incruenta con una combinación de transparencia (un IPC genuino), política (un banco central que se ocupe del tema) y un acuerdo de precios y salarios alrededor de una pauta. Y la escasez de dólares se debe menos a la apreciación del peso que a la obcecación del Gobierno por alienar al capital privado, extranjero y local. Simplificando, podría concluirse que si la Argentina moderara la inflación y recibiera inversiones extranjeras en petróleo, minería e infraestructura -algo que tarde o temprano sucederá- el tipo de cambio estaría más cerca del oficial que del paralelo, los controles serían redundantes, reviviría el crédito de mediano plazo y el crecimiento convergería al 5% regional...

...Cuesta imaginar esta deriva sin desenlace, pero es lo que hay...».

Interesante, ¿no? Deja sin argumentos a los agoreros (aunque no le pone fichas al gobierno) y lleva el debate por caminos de mayor racionalidad. En el pasado sostuvimos que una oposición impresentable le facilitaba triunfos electorales al kirchneperonismo, pero también que una mejor oposición supondría un desafío mayor y obligaría al propio elenco oficialista a mejorar y eso sólo podría redundar en beneficios para todos. Y todas, je. Todavía estamos convencidos de ello.

[1] http://www.lanacion.com.ar/1562452-esperando-la-crisis

miércoles, 13 de marzo de 2013

Ber goglio e dopo morire

La espera nos congrega y hermana en un manojo de nervios (mentira), pronto ese balcón vacío será ocupado por un hombre santo (mentira). Para matar el tiempo, los parroquianos juegan a inventar el nombre de guerra (santa) (¿mentira?) del nuevo Papa. Alguien, un malicioso, tira Jerry Lee Lewis II. Se va a pudrir en el infierno (mentira). De pronto se observan sombras detrás del cortinado del balcón, la gente en la plaza empieza a vivar y gritar desaforadamente. Nos preguntamos si el nuevo Papa será Mick Jagger. No nos contestamos, siguiendo el propio mandato de no contestar estupideces. Algo es seguro: después de Juan Pablo II los Papas son rock stars. Uno quisiera escuchar a la Plaza como una sola al grito de “¡quenó seanégro! ¡Quenó seanégro!". Todo bien con el Inadi, pero el instinto de supervivencia puede más. Sale un sotanudo y dice la famosa frase, algo así como el “eureka" arquimediano, el “small step" armstrongniano, el “qué linda noche pa' fumarse un porrito" calamaresco. Dice “habemus..." y la multitud estalla. Uno se pregunta por qué, si ya habían visto el humo blanco, y reincide en la negación de la respuesta. Y dice, el sotanudo: Bergoglio.
Un silencio sepulcral recorre las almas (mentira) bellas del progresismo argentino. ¿Bergoglio? ¿Dijiste Ber go glio? ¿Ete' Bergoglio [1]? Ber goglio e dopo morire.
Inmediatamente uno asocia sus experiencias con ese nombre. ¿Qué me une a Bergoglio? (¡Dios!) Que milité en su prelada cara a favor del matrimonio igualitario (esta vez sí me respondo): de nada, Jorge. El gusto es tuyo. Inmediatamente la sangre argentina nos hierve y nos acordamos del precandidato papal brasileño. Un país hermano, Brasil. Nos reímos en la cara de Pelé, como corresponde. El fútbol nos lleva a reflexionar nuevamente y concluimos que la primera encíclica bergogliana tiene que ratificar que el gol del Diego a los ingleses fue efectivamente con la mano de Dios. Dos segundos más de reflexión y regresa el desconcierto. ¿Bergoglio? ¿Los alemanes se habrán frustrado así ante la designación de Ratzinger, sabiéndose candidatos puestos al oprobio? Dos segundos más de sesudas reflexiones nos conducen a la siguiente hipótesis: es argentino, pero se hizo nombrar Cappo del Estado extranjero más chiquito del mundo. Bergoglio cipayo. Mientras tanto, en TN dicen que Bergoglio no se calla nada, que enfrenta gobernantes, funcionarios. No durante la última dictadura, TN. Cuando nos recuperamos un poco de la sorpresa pensamos: Bergoglio elegido el segundo día. Había que llenar rápidamente el vacío dejado por Ratzinger y su intempestiva salida. Un Papa latinoamericano: se rumoreaba acerca de un brasileño, porque Latinoamérica aglutina la mayor cantidad de fieles pero, ah, claro, está el desafío evangelista, carismático, más cercano al diario vivir. Había que acercarse a Latinoamérica entonces. Simbología barata y zapatos de goma. Un parroquiano nos recuerda que el Papa polaco contuvo el avance del comunismo hacia occidente. Nos preguntamos (y respondemos afirmativamente) si un Papa latinoamericano tendrá como misión contener tanto populismo no tan market-friendly. Alguien más apunta acerca de las importantes dotes políticas del nuevo Papa. Bergoglio se parece más a Wojtyla que a Ratzinger. RR.PP. Pero bien puede ser una síntesis entre ambos, el académico Ratzinger y el carismático Karol. Hay que aprovechar el momento y aprobar el aborto en Argentina. ¿Luego de octubre? Dale, Cristina, que la oportunidad es inmejorable y no hay como la noche para hacer jugarretas (como bien cantaba ese judío, cristiano, y judío de nuevo -¿o ya se hizo cristiano otra vez?-, Bob Zimmerman). Frente a tanta algarabía argentina por un Papa ídem me sale el antichauvinismo: Bergoglio no va a representar a la Argentina. A menos que falle en su cometido...
Ya el nuevo Papa, Francisco the First se ha retirado de la pantalla y el balcón. Nos preguntamos sobre una reunión Cristina-Bergoglio. Nos respondemos que transitará los caminos protocolares. Imaginamos luego al DT de Boca, casi nuevo como el Papa, en su próxima charla técnica: Muchacho', eligieron un Papa argentino.Tenemo' pa' laburar un par de días tranquilo'...". O  Bianchi nuevamente frente a sus dirigidos: Muchacho'... ¡tengo el celular e' Bergoglio!". En Clarín festejan que Carrió habría vaticinado el futuro papal de Bergoglio allá por 2001, y se impone un desagravio a Lilita que jamás se realizará. Pienso, antes de apagar el televisor fijado en TN, que ahora Lorenzetti podría sacar una acordada conminando a los Papas argentinos a pagar impuesto a las ganancias. Sus majestades supremas por supuesto que no.

[1] http://www.taringa.net/posts/noticias/5189962/Bergoglio-Dictadura-e-Iglesia---Por-Verbitsky.html

#MacriReprime. Twitteos y algo más...

· ¿Al 60 y pico % de los porteños no los jode la #represionPRO y si las cadenas nacionales o el relato K? Cariños a la mitad, ¿eh?

· Un médico legista me explicó una vez que no es lo mismo decir: choqué a un ciclista que decir que el ciclista te chocó a vos...

· La Nacion dice que los manifestantes chocaron con la policía. Inversión de la carga. Muy bonito, independiente y super PRO.

· Mañana (si no se va de viaje) hay que preguntarle a Macri si se acercó preocupado esta noche a la cuna de Antonia...

· Sigo leyendo la nota de La Nacion sobre la represión en el Centro Cultural San Martín. El primer Jefe de Gobierno que nombran es Telerman [1].

· Como era de esperar, ni Clarín ni La Nacion nombran jamás a Macri en sus notas sobre un desalojo con represión en su distrito. #Obvio

· Si Macri hubiera sido Presidente en 2008 hubiera desalojado a balazos también a los que acampaban en las rutas. Ah, no, pará...

· El #18A los caceroleros también van a protestar contra la represión macrista, porque son independ... Ah, no, pará...

Eso, pará. Sabemos que ninguna revolución comenzará en Twitter, aunque pueda ser un medio para canalizar la inmediatez de algunas sensaciones o percepciones. Como las que abren este post.

Macri, UCEP, Palacios, represión a maestros, agricultores comunitarios, indigentes, ahora artistas. Que los protagonistas del escenario político no se hayan renovado y, nombre más, nombre menos, sean los mismos, tiene mucho de preocupante pero algunas ventajas también. Por ejemplo, que nadie pueda hacerse el distraído y decir uy, yo no sabía que este tipo era así, qué macana...". No, todos saben quién es Macri y por qué lo vota quien lo vota. Ocurre igual con Cristina, Binner, Carrió, etc., ¿eh?

Macri, amén de haber demostrado una vez más cuales son los conceptos que lo guían, y a qué electorado busca satisfacer (uno que, para el caso, privilegia el mantenimiento del orden en los espacios públicos aunque eso pueda significar que otros lamenten heridos o muertos), es un problema de los porteños (protestando por árboles y rejas en las plazas le va a regalar el gobierno a Vidal, ojo). Cualquier sueño nacional que puedan haber abrigado Macri y el neoconservadurismo neoliberal republicano hace rato pertenece a, sí, el mundo onírico.

Pero en su distrito, el PRO replica la lógica del kirchneperonismo a nivel nacional: actor excluyente, sin oposición a la vista y, lo peor de todo, sin que exista la esperanza de que alguna surja. Las terceras y cuartas fuerzas operan a favor del macricaputismo y, a meses de las legislativas, eso que señalábamos como el mayor déficit durante la campaña 2011 (la no construcción de una alternativa de poder con anclaje territorial en la Ciudad Autónoma), sigue siendo la norma.

Bah, lo peor es ver con qué poco le alcanza a Macri, que debe intentar alquilar un Lavagna porque en su espacio no cuenta con candidatos tampoco.

[1] http://www.lanacion.com.ar/1562668-manifestantes-frenaron-el-desalojo-de-una-sala-del-cc-san-martin-y-hoy-volveran-a-marchar

domingo, 10 de marzo de 2013

Las siguientes empresas, a las que les interesa el país...

Eduardo Lucita, sobre la alocada tasa de ganancia de la burguesía nacional y la inflación, en una muy recomendable nota [1]:

«... La derecha y los liberales siempre plantean que la inflación es producto de un exceso de demanda. Lo que dicen es que hay que bajar la demanda para que se equipare con la oferta y así todo va a funcionar armoniosamente. Bajar la demanda significa menos gasto público, menos emisión y menos salario.

Es evidente que a medida que crece el nivel de emisión, algún grado de incidencia tiene sobre la inflación. Se está emitiendo al 40% pero acá las causas son varias. La principal es la alta tasa de ganancia con la que funciona el capitalismo argentino, que es un sistema capitalista muy concentrado. Hay 500 empresas fuertes que explican el 30% del PBI de la Argentina. Hay 200 empresas formadoras de precios y hay 50 empresas que explican el 15% del PBI. Estas son las empresas decisivas. Si el Estado, en vez de controlar precios en los locales a la calle, no controla los costos de producción de las 200 formadoras de precio y establece índices de rentabilidad razonables, como el sistema mundial y no la locura que es acá, no hay forma de controlar la inflación...

... El segundo punto es que esta no es una inflación de demanda sino de oferta. Hay poca oferta de productos porque no hay inversión de ampliación de la capacidad instalada. Los capitales apenas invierten para seguir por atrás a la demanda pero nunca se anticipan ampliando la capacidad. La tercera cuestión que incide sobre el precio de los alimentos es su precio a nivel mundial, que se traslada a todos los productos agropecuarios.

Eso tira para el precio de los alimentos. Por eso la política de retenciones no es sólo política fiscal sino que trata de desprender los precios locales de los internacionales. En realidad para eso la solución es la nacionalización del comercio de granos. Recuperar el IAPI, pero de una forma nueva, moderna, más ágil, más eficiente. El Estado tiene que fijar los costos y vender. No hay otra forma. El peso de la renta agraria volvió para quedarse, y va a ser un factor desestabilizador y de conflicto permanente...».

Lean el resto en LPO.

[1] http://www.lapoliticaonline.com/noticias/val/89170-3/-%E2%80%9Cen-economia-a-cristina-le-toco-la-dificil-no-como-kirchner-que-parece-un-heroe-y-le-toco-la-facil-.html

viernes, 8 de marzo de 2013

Maduro y el desafío del chavismo

En nuestro país, luego del fallecimiento de Kirchner, la candidatura del peronismo era responsabilidad pura -y dependía de la decisión- de Cristina. En Venezuela, el mismo Hugo Chávez despejó cualquier incógnita respecto a la sucesión: su voluntad «plena como la luna llena» señalaba a Nicolás Maduro (dirigente sindical y ex Canciller, pueden leer su perfil en P/12 [1]).

En nuestro país, en 1974, Perón nombró al pueblo como su único heredero. El anciano General no pudo -o no quiso- decantar su legado en la persona de nadie. Ocurrió así lo peor: sus herederos, en la única verdad que es la realidad, fueron Isabelita y ese personaje siniestro llamado López Rega. Daniel. Y la burocracia sindical, porque “renunciar" a Cámpora implicó de hecho el desplazamiento de la JP. Resonaron entonces los ecos del Golpe.

En Venezuela, Maduro conducirá el proceso hacia su elección presidencial. Formalmente, debiera haber sido Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, quien condujera la transición. Ocurre que, como dijimos, en el mismo instante de la muerte de Hugo Chávez se dio inicio a la carrera electoral para Maduro, el PSUV y el chavismo todo. Las exequias de un líder, como acá, aunque suene cínico y frío, forman parte de la campaña electoral cuando lo que se pretende es asegurar la continuidad. Así, Cabello a cargo del Ejecutivo y Maduro como candidato no hubiera constituído una buena señal. Ahora, con Nicolás Maduro llevando en sus hombros el peso, la señal de unidad es más fuerte, y habilita la transferencia directa del aura del líder que ya es mito. Las recientes elecciones, con Chávez mortalmente enfermo, adquieren un nuevo significado hoy, como plebiscito de la revolución bolivariana y no sólo de la persona de Chávez, y fueron preámbulo de las que en menos de 30 días se celebrarán.

El futuro se va escribiendo en arena. De cualquier manera, todo hace pensar en que Maduro vencerá a Capriles; pero ya sin el liderazgo carismático de Chávez, el proceso bolivariano deberá esmerarse no sólo en mantener la unidad sino en la consecución de éxitos de gestión, ya que la espalda para los momentos de tensión, que han sido la regla en el caribeño y hermano país, no será ya la misma. Ese es el desafío que el chavismo enfrenta, y no el que la prensa opositora interesadamente le señala [2].

[1] http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-215296-2013-03-07.html

[2] http://rambletamble.blogspot.com.ar/2013/03/que-espera-la-opo-neoliberal-de-nicolas.html

miércoles, 6 de marzo de 2013

El demonio y el diablo

Chávez y Bush; siempre de acuerdo, Diego, al cristal con el que se mire. Pero nunca la elección de los términos es inocente, aunque uno crea que sí. Estamos atravesados por el lenguaje, dicen los psicólogos que saben (pero los bitles saben más). Es así que los distintos cristales encuentran su razón en nuestras distintas historias, sensibilidades, lecturas, en suma, en eso que denominamos cosmovisión.

Chávez es el Demonio porque este suele ser el término con el que nombran al Malo las clases ilustradas. Y las clases ilustradas suelen ser, por lo general, las que monopolizan los recursos. Las clases populares, predispuestas, también por lo general, a una menor intermediación, suelen referirse a ese, el Malo, como Diablo. El Diablo. Quizás porque Demonio remite a algo más abarcativo: demonios hay muchos, y por eso “demonio" es un significante vacío (ah, cómo pelamo' lectura', vieja) y Diablo no (o no tanto), el Diablo es un personaje con cuernos, cola, tridente y coloráu como verija con picazón. El Diablo es Bush.

Quizás estas referencias merezcan ser contextualizadas porque no todos ven 678, y quienes piensan que se informan a través de TN quizás tampoco capten de buenas a primeras que eso que se presenta como información aséptica es, en primera instancia, la demonización de una figura. Chávez fue permanentemente demonizado (Stalin, Hitler y el nene de La Profecía eran más buenos) y Chávez, en Naciones Unidas, se refirió a Bush como el Diablo.

Bush representó, en el relato chavista, la causa y suma de todos los males que habían aquejado a Venezuela en el pasado. Fue Braden. Bush o Chávez. Chávez en cambio fue, como bien describe Fabbro en P/12 [1]: «el espejo invertido con el cual las almas bien pensantes de Occidente armaban su propia imagen de demócratas honestos».

Imagen, porque de eso se trata. El personaje público es una imagen de uno mismo proyectada. Proyectada por uno, por otros, amigos y enemigos, por los medios de comunicación. Y Chávez fue una medida de lo Malo en toda América, tal su estatura continental. Es más fácil, claro, cuando uno está sentado sobre la tercera reserva mundial de petróleo, un recurso estratégico que las elites venezolanas pre chavistas manejaban únicamente con mentalidad rentista. Chávez fue lo Otro, que siempre siempre es algo malo (estamos programados así, doña, qué va'cé...) porque quienes se miraban en oposición al Chávez/Demonio podían luego venderse a sí mismos como demócratas atenienses, de honestidad impoluta y compromiso cívico despojado de cualquier baja pasión humana.

Con lo hermoso que es ser humano. Si tuviera un Humanómetro me atrevería a decir que Chávez y el resto de los líderes sudamericanos populistas fueron y son más humanos que much... Eh, perdón... Sí... Ah, muchas gracias. Listo: me llegó el Humanómetro que había encargado. Ahora sí: Chávez y el resto de los líderes populistas sudamericanos fueron y son más humanos que muchos de los que calzan traje de señores estadistas y señores ejemplos a seguir.

[1] http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-215202-2013-03-06.html

martes, 5 de marzo de 2013

Al pueblo venezolano

Muchos, muchos años debieron reposar, olvidados en algún libro de Historia, los sueños de Bolívar, San Martín, y de millones, por una Patria Grande latinoamericana. Hugo Chávez, y el pueblo venezolano, cumplieron -y cumplen- un importante rol al actualizar esos anhelos, en la comprensión de que no sólo nos une un pasado común sino que el futuro, para proyectarse venturoso, hacía y hace necesario, imprescindible, colocar a ese sueño como horizonte y guía.

Resistido, demonizado hasta el hartazgo, atacado, secuestrado, el primer líder latinoamericano de la nueva izquierda, populista, revisionista, ya no más colonizada, ha fallecido hoy. Es el pueblo venezolano entonces, y el latinoamericano, quienes han perdido a Hugo Chávez. Ha muerto un hombre, pero ha nacido un mito y, para muchos, un Prócer.

No son pocos los que señalaron, acertadamente, las características que hermanan al proceso venezolano con nuestro peronismo, en su carácter fundacional, popular, independista, y en el espacio que creó la emergencia de un líder carismático, movilizador y sin temor a quebrar estructuras largamente diseñadas y pergreñadas por los sectores más conservadores de nuestras sociedades.

Hoy el pueblo venezolano está de luto, y a él queremos enviarle nuestras profundas y sinceras condolencias. Y mucha fuerza, porque el desafío que les espera comienza hoy mismo.

domingo, 3 de marzo de 2013

Barcelona 2 - River 0

We will rock you.

El ímpetu con el que San Lorenzo salió a disputar el partido no tuvo equivalencia en River. Pero eso sólo no explicaba el tempranero 0-2 con el que River se fue al descanso. El equipo de Tinelli y compañía, además, jugó colectiva e individualmente a un nivel superior al del equipo de Ramón Díaz. Durante el PT, Jara, Ruiz, Buffarini y todo el mediocampo azulgrana superaron individualmente a los defensores y mediocampistas riverplatenses.

With a little help from my friends.

El planteo de River, una vez más, ayudó a su rival. La línea de 3 dispuesta por Díaz, una vez más, potenció el rendimiento rival. La sentencia futbolística un córner mal ejecutado es gol en contra" describía el sufrimiento defensivo gallina. San Lorenzo no necesitaba de un pase riquelmiano para colocar a sus delanteros, con pelota dominada, mano a mano frente a los defensores rivales. El espacio entre Vangioni y Botinelli era permanentemente explotado por los mediocampistas y delanteros blaugranas. Sí, gracias al planteo de Ramón, el equipo de Pizzi parecía el de Pep Guardiola.

A change is gonna come.

Tanta fue la superioridad de Straqualursi & Co. que Ramón Díaz hizo los tres cambios en el entretiempo. Recién a los 16' del ST, a través de un cabezazo de Mora, River tuvo su primera chance. Si hasta ese momento San Lorenzo hubiera gozado de un 100% de efectividad, River hubiera debido descontar 7 goles para empatar.

The song remains the same.

Los ingresos de Iturbe, Rojas y Luna le permitieron a River, ocasionalmente, merodear el área de Migliore pero, en una cancha de grandes dimensiones, San Lorenzo continuó aprovechando los espacios que la línea de 3 abre a los costados. Este sistema no sólo es el favorito del DT, sino que, para peor, River no cuenta con un lateral izquierdo y sí con muchos centrales en la enfermería. El planteo, además, contiene y condena a Vangioni y Sánchez, que deberían ser los mediocampistas más adelantados.

She wolf.

El Lobo Ledesma. El jugador que Ramón Díaz usa para decir que los que juegan son sus jugadores. Renuncie, Montonero Ledesma. Renuncie usted también, Montonero de Derecha Riojana Nepotista Ramón Díaz.

Que vuelvan Falcao y el Gallego Méndez.

sábado, 2 de marzo de 2013

Re-re. La mirada mediática

Finalmente el arduo trabajo militante llevado adelante por los adalides contra la re-reelección, Hermes Juan [1] y Mauricio [2], ha dado sus frutos. Imagino a Binner brindando en este momento con un vaso de vino con soda (sin vino), recibiendo palmadas en la espalda de quienes veían con preocupación el inexorable hundimiento de la República. Pienso en Macri también, recibiendo felicitaciones de todas las empresas a las que les interesa el país, mientras levanta la copa de champán y brinda porque, ahora sí, sin la señora de ahí enfrente peleando por la re-reelección, por fin puede decirle a Antonia que duerma tranquila.

Antes que en la definición descartando la reforma constitucional, hoy los diarios opositores prefirieron centrarse en el ataque a la Justicia y en el terrible miedo que ahora los jueces, ahogados por el llanto, le tendrán al kirchnerismo. Clarín tituló: «Cristina anunció que avanzará sobre los jueces y la Justicia». Chiquito, abajo de todo, un recuadro para el anuncio de que no habrá reforma. LA NACION tituló: «La Presidenta anunció un fuerte avance sobre el Poder Judicial». Tampoco es titular el anuncio sobre la no reforma, quedó sólo para las frases destacadas.

Uno podría pensar que, luego de tanta alarma sobre una posible reforma constitucional para habilitarle a CFK la posibilidad de presentarse (presentarse) en el 2015, la lógica indicaría festejos, pitos, matracas, serpentinas y descorches varios antes de titular «Cristina renunció a la re-reelección», para abajo editorializar acerca del triunfo de los valores republicanos y el agradecimiento que el país le debe a la prensa, la medalla para Lanata, etc., etc.

El problema, estimados, es que la prensa opositora continúa siendo la cabeza de la oposición. No el total, pero sí parte visible de la oposición realmente existente. Y, como verdadero think tank y proveedor de argumentos, sabe que sin el fantasma de una posible reforma constitucional la oposición electoral se ha quedado sin su caballo de batalla más importante hacia el exterior del núcleo duro opositor. Tratándose de una elección legislativa, la inflación o el dólar (quizás este último sí, pero suena a poco) no son temas tan convocantes para quienes se pretendían salvadores de la República, tal el relato predominante en la vereda opositora.

Hasta me animaría a decir que este anuncio defraudó más a nuestros opositores que al kirchnerismo paladar negro en su versión más ultradianacontista.

[1] http://www.lacapital.com.ar/politica/Binner-junta-firmas-contra-la-re-reeleccion-y-espera-un-acuerdo-nacional-confiable-20120923-0036.html

[2] http://m.minutouno.com/notas/260179-macri-liderara-la-lucha-contra-la-re-reeleccion-cristina-kirchner

viernes, 1 de marzo de 2013

En Sesiones abiertas no entran moscas

Más allá de todas las lecturas francamente maniqueas y estúpidas (o inteligentes, por ahí debe andar dando vueltas algún opositor con dos gramos de cerebro) que puedan hacer los analistas antiK luego del discurso presidencial en la apertura de sesiones, Cristina está definitivamente unos cuantos escalones arriba de cualquier futuro pretendiente al trono. O de cualquier vociferador al trono. Es una Lannister con corazón de Stark (o no, ponele, y es sólo una Lannister, yo compro igual porque para todo existe una frase de Perón y justo ahora recuerdo esa del malo y el bruto).

Todo lo anterior es sólo una manera educada para decir lo que, supongo, deben haber pensado algunos representantes escuchando in situ el discurso de inauguración del año legislativo: “cómo nos coge de parados".

Ok, toda la seriedad analítica se fue al tacho. Intentemos recuperar algún despojo.

Lo central del discurso, fuera de toda la cifralogía a la que es fanática el kirchnerismo todo (causalmente porque tiene cifras para mostrar), estuvo en la explicación del memorando de entendimiento con Irán (régimen casi tan teocrático como el norteamericano, que confía en Dios, tiene un cinturón bíblico poderosísimo, pena de muerte y armas nucleares como para hacer dulce), en el mensaje hacia los fondos buitres (les vamos a pagar lo mismo que a todos) pero más hacia la Cámara de Apelaciones en Nueva York (no vamos a pagarle a los buitres lo que pretenden, y ojo con el precedente que sienten), en alguna que otra referencia a administradores públicos malos, adalides de las cámaras de vigilancia que justo no graban cuando más se las necesita, alguna referencia también a Macri que ahora se me escapa y, sí, el brutal, espeluznante, morboso y tiránico ataque a -snif-, pobrecita, la Justicia.

¡Buaaaaaa!

Democratizar la Justicia. Se ha hablado y escrito mucho al respecto. Carradas de tinta y bytes se gastaron. Finalmente empezamos a ver la punta del ovillo [1]. ¿Ganancias, los jueces? Que decidan solos, ahora, luego de haber sido expuestos, la luna y no el dedo, si van a pagar ganancias como el resto de los mortales que tienen la suerte de tributar el impuesto (sí, jode, deberían pagar más los que más ganan, pero...). No se trata ya de una pulseada entre Ejecutivo/Legislativo vs. Judicial. Maquiavélicamente tiró la pelota del otro lado de la red. Respondan al drop, muchachos de la familia judicial.

Familia. Famiglia. La democratización del Consejo de la Magistratura y el sorteo de cargos atenta contra la famiglia. Bárbaros. ¿Qué es eso de las nuevas Cámaras de Casación propuestas sino una manera de agilizar la tramitación de Justicia y, además, una interesante transferencia de poder, que deja de estar tan concentrado en manos de los Supremos? Lo de las cautelares, en fin, si hasta parece que finalmente Cristina escuchó el reclamo de 2009 y dijo ¿querían más República? Ahí tienen. Empáchense.

[1] http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-214888-2013-03-01.html