jueves, 8 de octubre de 2015

Para judicializar el resultado electoral

Muestran las cartas, son así de pornográficos. Ya debimos soportar que acá, en Tucumán, hablaran —lo que es peor: sentenciaran— de la plena validez del voto (esto es, hay votos que tienen validez completa y otros que valen menos; un tercio, ponele, cuando valen algo) e intentaran anular el resultado electoral. Consiguieron una victoria para sus términos: deslegitimaron el voto popular, judicializaron el resultado de los comicios y comprobaron que pueden conseguir apoyo social que ocupe el espacio público en reclamo: las sucesivas plazas que irrespetuosamente denominaron “Tucumanazo" y los tractores de la Sociedad Rural. El de la prensa podemos descontarlo, puesto que sabían de antemano que podían contar con él.

Tucumán, como señalamos, fue un globo de ensayo para instalar la figura del fraude y cualquier intento por judicializar lo electoral con miras a las elecciones nacionales del 25 de octubre. Como bien apuntó @AldoJarma, Cano no llevó a la Corte Suprema su reclamo pues un fallo de la misma hubiera supuesto un precedente que inhabilitaría a Macri para reclamar luego. Lo descartaron cuando no les sirvió más.

Ayer leíamos a Jesús Rodríguez en LA NACION, hablando —como antes hicieran con la calidad del voto— de la calidad de la gobernabilidad, apelando a razones de orden moral (ajá) y prácticas. Las segundas las resumió Macri en el debate cuando preguntó quién gobernaría en lugar de Scioli: si Cristina, Zannini o La Cámpora. No solo se trata de una proyección psi de los graves problemas que enfrentaría Cambiemos para conseguir algún grado de gobernabilidad, en razón de lo endeble de su conformación y los desafíos legislativos al proyectar un ajuste, sino además de una deslegitimación de la figura presidencial. Lo que hicieron con Néstor y Cristina apelando al “doble comando". Se rasgan las vestiduras por las instituciones y atacan el contrato social que implica el voto popular y a la figura central que determina nuestra Constitución en el PEN.

Ahora leemos a Pagni, que completa el círculo con el que intentarán deslegitimar/anular/judicializar (tache la que no corresponda o marque todas) las próximas elecciones: el voto en blanco. Dice: “...algunos asesores de Mauricio Macri se han planteado un interrogante: ¿cómo debe contabilizarse el voto en blanco para las elecciones del próximo 25? La incógnita debería estar saldada. Pero la jurisprudencia ofrece una laguna. O, lo que es más interesante, posiciones encontradas. La cuestión es estratégica. La Constitución establece que para alcanzar la presidencia hay que obtener el 45% de los votos, o más del 40% siempre que se obtenga una ventaja superior a 10 puntos respecto del segundo. Si el universo sobre el cual se realiza el cálculo incluye los votos en blanco, para alcanzar el 40 o el 45% haría falta un mayor caudal electoral. Dicho de otro modo: aumenta la probabilidad del ballottage...". En Nestornautas realizan un buen análisis de la legislación electoral y marcan algo fundamental: buscarían saltear la Cámara Electoral Nacional como saltearon en Tucumán la Junta Electoral Provincial. Saben adónde tienen amigos o cómo ocasionar mayor daño.

Quieren ser Presidente y no entienden la diferencia entre votos afirmativos y votos válidos. Bah, entienden, pero les importa un carajo la democracia, el voto, la Constitución y la Cámara Electoral. Uno lo entiende del macrismo y hasta de este radicalismo residual del que Alfonsín probablemente renegaría. Pero este tipo de jugadas requieren de la coordinación de toda la oposición para ser efectiva, por eso la foto de Cano, Macri, Sanz, Stolbizer y Massa. Se entiende la apelación republicana de este último, en su disputa por el voto opositor con Macri, pero un peronista bancando la deslegitimación del voto, luego de años de proscripción, me resulta francamente incomprensible. El massismo acompañará la jugada de realizarse esta. Lo adelanta una de sus espadas, el @VascoAmonda en Twitter:


El meollo de la cuestión no hace a la optimización del sistema ni a propósitos superiores de orden moral y/o defensa del voto de la gente, como arguyeron varios luego de Tucumán. Es más simple: Scioli y el FpV sacaron en las PASO, escrutinio definitivo, 38,67% de los votos positivos. Computando los votos en blanco, el porcentaje de votos válidos cae a 36,69%. ¿Cuáles tomar?, preguntan a coro Carlos Pagni, los asesores macristas y el massismo. Republicanos de Capriles.

No se votó aún pero ya pretenden desconocer el resultado y criticar las reglas de juego con las que aceptaron participar y con las que perdieron pero también ganaron elecciones en el pasado. Más que un escenario brasileño, en el que Aécio Neves reconoció su derrota (por muy poquito), buscan un escenario a la venezolana. Algo así como reconocer que son una oposición bananera o gusana.

4 pusieron huevos y comentaron:

Nando Bonatto dijo...

No se votó aún pero ya pretenden desconocer el resultado y criticar las reglas de juego con las que aceptaron participar y con las que perdieron pero también ganaron elecciones en el pasado.

Si no se gana por arriba del 45% la cosa se va a empiojar y mucho...estamos cerca,ellos estan planchados,de ahi la 1000 y 1 operetas

Erkekjetter Silenoz dijo...

"un peronista bancando la deslegitimación del voto, luego de años de proscripción, me resulta francamente incomprensible"

Y..... el problema es que quizás este NO SEA peronista, o al menos no sea considerado como tal...

Un poco de limpieza en honor de nuestro propio autoestima es necesario aplicar diría Yoda, pero buehhh.. será que no me llevo para nada con el fundamentalismo del aparato y la infalibilidad de sus dirigencias realpolitikeras.... Roma ¿no paga traidores?

Yo se que hay que ganar siempre pero me parece oportuno NO olvidar a futuro... digo ¿no?

Saludos

Valentino dijo...

el Vasco Amongo dando lastima en las redes sociales
que raro...

Ricardo dijo...

Nando: ahora no es 40 + 10 sino 42 + 10.

Silenoz: por acá decíamos hace un tiempo que Massa debía buscar el modo de retornar al peronismo. No parece ser su idea, lo cual no me parece mal. Pero creo que se va a convertir en Enríquez-Ominami.

Valentino: todos necesitan de espadas así...