sábado, 29 de enero de 2011

Apuntes políticos peruanos: un cierre


De regreso en los pagos quiero darle un cierre a los apuntes políticos peruanos. Quizás me ayude a pensar también en nuestras elecciones de octubre.

Como primera reflexión fue notorio, a dos meses del comicio, el clima de escaso entusiasmo que generan las elecciones en Perú. Parece sentido común que los lineamientos en materia económica del gobierno de García -y de sus antecesores Paniagua y Toledo- se mantendrán. Ese horizonte de seguridad debe contribuir a ello.

También quiero mencionar que, habiendo leído con regularidad El Comercio, el diario de mayor tirada, no noté predilección especial por algún candidato. Critican, pero no religiosamente -como los diarios opositores argentinos-, a Keiko Fujimori (por los 10 años de "fujimorato") y a Ollanta Humala, a quien no le creen su conversión. Ollanta intenta ahora presentarse menos como un líder nacionalista revolucionario y más como un candidato nacionalista que respetará la economía de mercado y abandonó sus vínculos con Hugo Chávez. Esta mayor neutralidad periodística también debe contribuir a lo señalado en el párrafo anterior.

Algo más sobre la prensa: me llamó poderosamente la atención que la cuestión seguridad ciudadana (lo que nuestros medios bautizaron como "inseguridad") sea la principal preocupación de los limeños y aún así no sea un tema central de campaña. Sólo Keiko habla de involucrar al ejército en la seguridad y de la pena de muerte. Excepto Peru21, un diario sensacionalista, los demás periódicos no agitan el fantasma de la inseguridad como los medios opositores en nuestro país.

Las últimas encuestas dan ganador a Alejandro Toledo, con un 27% de los votos. El segundo lugar en el ballotage es disputado por Keiko y por Luis Castañeda, ex alcalde de Lima por dos periodos consecutivos. Castañeda es bien visto por los sectores acomodados y empresariales de la ciudad capital, pero su escaso carisma y el perfil más popular de Toledo en el resto del país le juegan en contra. De todas maneras, en cualquier escenario de segunda vuelta la hija de Alberto Fujimori pierde irreversiblemente. El único escenario de paridad se daría entre Toledo y Castañeda. Aún así me la juego: Toledo será el próximo presidente del Perú.

Ahora vamos a la cuestión latinoamericana. Es usual caracterizar al gobierno peruano como de derecha, así como al de Chile y al colombiano. Algo de eso hay, pero quizás no estrictamente en el sentido que entendemos "Derecha" hoy en nuestro país. Para ejemplificar, al gobierno de Alan García lo tildan de estatista-populista, supongo que por las obras de infraestructura en servicios básicos. Por el contrario, la extrema derecha en Perú es el fujimorismo, quien llevó a la práctica -como Menem en nuestro país- todos los preceptos del Consenso de Washington. Aborreciendo del poco apego democrático del peruano-japonés, los subsiguientes gobiernos no revirtieron estas medidas (privatizaciones, AFPs, medicina privada, etc.), más bien las continuaron. Quizás en la reversión de ese sistema esté el temor que generaba Ollanta Humala hace unos años. Hoy, sinceramente, no creo que exista el clima de época que permita un vuelco radical en la política económica y social peruana.

Para finalizar, pude, en Lima, observar algo que siempre fue típicamente latinoamericano: la gran brecha existente entre las clases acomodadas y las populares. En mi opinión, liviana, superficial, Perú no necesita una revolución sino el nuevo reformismo latinoamericano: más salud pública, más educación pública y empezar a disminuir la brecha ricos-pobres.

* Acá pueden leer algo desde la perspectiva de un bloguero peruano. La imagen también fue tomada de su blog.

7 pusieron huevos y comentaron:

Pablo D dijo...

De todos modos, recordemos que, estando UNASUR, fuerte como está, muy escaso margen les queda a cualquiera que sea electo en Sudamerica para plantear construcciones regionales como las de los noventa. Piñera y Santos están plenamente en la línea de la integración, que hoy es hegemónica, lo cual permite mirar las elecciones sin tanto temor.

Saludos, cumpa.

Javier dijo...

Pero que necesitan para desèretar los herederpos del imperio Inca ?
Porque el hecho de que Ollanta Humala deba cambiar su discurso implica en realidad que el sentido comun que han instalado los medios , los dirogentes y los politicos esta hoy tan a la derecha que hasta el debe derechizar su discurso , el camino no deberia ser una batalla por el sentido desde los medios , como se cambia esa realidad . como se integran al eje reformista que vivimos en los paies del este . Los yankes han colonizado mas fuerte al oeste ? Colombia , Peru , Chile siempre a contramano ?

Un abrazo

daniel mancuso dijo...

Mi experiencia de haber pasado por Chile y Perú, me mostró una sociedad muy domesticada en ambos países, por años y años de represiones y neoliberalismo. Será difícil el cambio en esos pueblos pero no imposible, el ejemplo de los otros países de la región podrá influir positivsmente en ellos.
abrazo

Daniel dijo...

Pretende "acortar diferencias" sin tocar tributaria o estructuralmente la economía en -al menos- algún tópico es el gran sueño blanco de nuestros Aguinis.
Por eso abrazaron con tanto "amor" el paraiso chileno, donde las diferencias entre ricos y pobres parecen marcadas a fuego -a pesar de tantos años de Concertación en el gobierno-.

Seguro que gana Toledo, garante absoluto del continuismo. Muy domesticados, como dice Mancu.

Ricardo dijo...

Pablo: es verdad. Mientras Brasil y Argentina sigan por esta senda de integración, a todos les conviene seguir con los pies dentro del plato.

Javier: me parece que más que batalla por el sentido, se debe a que la economía crece. En épocas de bonanza siempre gana el continuismo, por eso Humala no es opción, como si podría serlo en un escenario de crisis.

Daniel: puede ser, aunque me parece que lo que mencionás es más patente en el resto del Perú y no tanto en Lima. En Bolivia sí, era así hasta la llegada de Evo, que llega al poder en medio de una crisis política.

Unfor: si lo miramos desapasionadamente, acá en Argentina todavía no se hizo una reforma tributaria. Fue a partir de la macroeconomía que se empezó a sanear deudas.

Abrazos, muchachos. Es un gusto tener sus palabras acá nuevamente.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Mancuso, también
influye mucho la iglesia oligarquica,
al ser paises muy católicos los van
guiando como corderos y les cuesta
despegarse de tantos años de lavado
de cerebro.

Un abrazo

Ricardo dijo...

Supongo que sí, Roberto.
La Iglesia en Perú está con los pelos de punta porque se debate (tímidamente, a través de los medios) el aborto, unión civil y despenalización del consumo de drogas. Y los candidatos dicenn un día una cosa y al siguiente se rectifican. Así que no se bien qué opina cada uno.

Abrazo.