Macri en el Conurbano y la posibilidad del Frente PROnador

Pronación es la posición contraria a supinación, que vendría a ser algo así como estar de frente en posición anatómica. ¿Qué tiene que ver esto con cualquier cosa? Bueno, algo. Digo, si no estás repodrido a esta altura de leer analistas opositores clamando por la unidad Macri-Massa es porque la política te interesa muy poquito. Y sabemos que no es así porque estás leyendo esto. ¡Hola! Entonces, el neologismo y su metáfora son malísimos, pero queremos decir que la constitución de un Frente PROnador daría la espalda a las expectativas y deseos de muchos de los votantes de Sergio y Mauricio. Veamos por qué.

La leyenda del acuerdo entre Macri y Massa —creemos— se encamina a convertirse en el Reutemann que tampoco fue, esa esperanza blanca de los sectores ABC1 que no comen vidrio pero tampoco entienden las razones de la realpolitik. ¿Estamos diciendo que una alianza entre el PRO/UCR y el FR es ya un imposible? No, pueden acordar el 19 junio a las 19 hs., pero ya no les servirá para derrotar al oficialismo. No por lo menos en primera vuelta, como podrían soñar los que suman porcentajes de encuestas truchas de modo aritmético; y arriesgamos acá que tampoco en ballotage, si lo hubiera.

Como dijimos y resulta claro, es Macri quien decide el destino de la oposición si la pensamos como un todo, como el campo no-oficialista. Es el depositario de la posibilidad de una nueva Unión Democrática y la clausura, al menos por ahora. Por su lado, Massa da un poc..., bah, da bastante vergüenza ajena implorando esa gran alianza opositora, al punto de amenazar a sus ¿ex? aliados radicales con plantar candidatos locales en caso de que no abogaran por esa Gran PASO ante Macri. No se Morales, pero Cano ya adelantó que no se dejará extorsionar por nadie, siendo Nadie justamente Sergio Massa. Ante la hemorragia crónica de dirigentes renovadores, y la caída abrupta de las expectativas que explican antes dicho desangre, toman estado público los rumores de que Massa bajaría a disputar la gobernación bonaerense. Un minuto después de finalizado el acto en Vélez parecía imposible, pero ahora no suena tan descabellado. Con eso en mente nos preguntamos: ¿se trata el reciente resurgimiento de la corriente anti-cristinista en el massis... en Massa, bah, de una táctica para incrementar las chances de un acuerdo con Macri? ¿Algo así como una prueba de fe, un rito de iniciación en la oposición dura que representa el PRO? Acá consideramos que tanto Massa como Macri perderían con ese acuerdo anhelado por el Círculo Rojo. Más el FR que el PRO, pero no se equivoca Durán Barba cuando le aconseja a Mauricio no arreglar una interna con Sergio: vería diluida su representación en el antikirchnerismo más rabioso y se arriesgaría a enfrentar un escenario similar al que una interna entre Aécio Neves y Marina Silva podría haber arrojado: abortar la polarización y transformar al que marcha tercero en un recolector más adecuado del voto útil.

Un descenso bonaerense de Massa, en cambio, podría ser aceptado por Macri, pero no sería en beneficio inmediato de Sergio: los votos más opositores, que en 2013 lo catapultaron sobre los 40 puntos, ya han retornado u optado por el macrismo. Los que le restan pueden ser más afines al peronismo y no resulta descabellado suponer que preferirían el anchavenidismo de Scioli antes que el veredismo neoliberal del PRO. Es la razón que explica los garrochazos inversos. Entonces los rumores en el FR indican boleta corta en PBA o candidato a gobernador del eterno y combustible fuera de Córdoba De la Sota. Repetimos entonces: cualquier escenario de abandono de la carrera nacional por parte de Massa es en beneficio del PJ-FpV PBA y RA. Sostuvimos en este blog —y contra la opinión mayoritaria de la adhesión digital al kirchnerismo—, que la candidatura presidencial de Massa opera más en desmedro del peronismo oficialista que de Macri. En el Blog de Abel exponíamos argumentos pero queremos recordar el escenario —hipotético, ante una caída que finalmente se verifica y acentúa— que planteamos luego del acto massista en cancha de Vélez: “...Retorno de votos massistas a su tradición más peronista en el AMBA (...), Primarias que coronan a Scioli y Macri y triunfo en octubre de DOS debido al escenario de polarización soñado por el kirchnerismo y el mayor rechazo que genera la figura de Macri...". ¿Por qué esta autocita para finalizar el posteo? Porque Hugo Haime le da soporte con data de su última encuesta en el área del Conurbano bonaerense: muestra liderando a Scioli con 32,3%, luego Massa con 25,2 y tercero, lejos, Macri con 18,6. En lo que a imagen respecta, coincide con lo que sosteníamos: “...El gobernador también lidera en el diferencial entre imagen positiva y negativa (...) Tiene un 65.2 de imagen positiva y un 32.3 negativa, un diferencial favorable de 32.9. Le sigue Massa con 53,3 que lo quiere y un 38 que no, un saldo bueno de 15.3. Macri quedó último cómodo en esta mediación: un 50.9 a favor y un 46.1 en contra, o sea, sólo un 4.8 de saldo favorable". Frente a un escenario de ballotage, o aún en octubre, luego de las PASO que actuaran como primera vuelta, el porcentaje de rechazo (personas que nunca votarían a determinado candidato) adquiere gran relevancia. Preguntar, si no, a cierto riojano que solía ser el más famoso.