lunes, 15 de abril de 2013

Maduro: 1,59%

Venezuela eligió, “por muy poquito" (NK dixit), a Maduro como su próximo Presidente. El amplio margen que se esperaba luego de la muerte de Hugo Chávez, y que se había recortado al final de la campaña relámpago, terminó siendo de tan sólo 234.935 votos. Si se tratara de una encuesta, y no de una elección, estaríamos hablando de empate técnico.

Titular con el exiguo porcentaje que separó a Maduro de Capriles no significa que no nos alegre el triunfo del PSUV, caro a los intereses de los sectores populares venezolanos y a los intereses de Sudamérica toda (o casi), sino que nos rebela la dilapidación de un capital político que parecía definitivo y, a no dudarlo, la confirmación -como si el fallecimiento de Chávez no hubiera sido suficiente (no lo fue)- de que un nuevo tiempo político se abre en Venezuela: sin su líder y fundador, la Revolución Bolivariana estuvo a punto de sucumbir, acumulando 685.794 votos menos que hace tan sólo seis meses. A pesar de contar con todos los instrumentos institucionales que le aseguren gobernabilidad (merced al triunfo de Hugo Chávez en octubre del año pasado), la legitimidad de Maduro estará en entredicho. Y las operaciones de prensa a la orden del día.

Razones para explicar la victoria pírrica y el casi batacazo de la Derecha venezolana:

1. Maduro, a pesar de ser el heredero legítimo, no es Chávez. No sólo hacia afuera ha quedado mellada su imagen, sino al interior del partido gobernante también. No pocos sindican a Diosdado Cabello para explicar, en parte, la merma del caudal electoral. Se impone un fuerte respaldo del oartido al Presidente electo.
2. Una devaluación mayor al 40%, un mes antes de las elecciones, no es una medida proselitista adecuada. Nunca. La economía venezolana viene golpeada, y en enero decíamos que la principal preocupación del elenco gobernante debía estar puesta en lo que se resume como gestión.
3. En cambio, esto que marcamos, fue desplazado por la épica, cuando no por un misticismo y conspiracionismo preocupantes: un pajarito poseído, las denuncias sobre intentos de asesinatos y cánceres inoculados. La campaña no fue buena, y le permitió inflar el pecho a Capriles, elegido como blanco dando cuenta de la preocupación que despertaba.
4. Una buena estrategia para el día de los comicios del MUD, relatada por Fraschini en twitter [1]: a las 16 hs. el PSUV se consideraba ganador, y la coalición liderada por Capriles metió un importante sprint final.

El escaso margen obtenido obligó a Maduro a ser cauto, e intentar implicar a Capriles en el sostenimiento de la paz social. Capriles, como era de prever, no reconoció su derrota, la supeditó al recuento voto por voto y lanzó una velada amenaza: “en aras de (...) la paz de nuestro pueblo (...) queremos que se haga la auditoría, que se cuente voto por voto" [2]. Capriles, hoy, es más que el Capriles del pasado octubre. De todas maneras se contará cada voto, deberá reconocer el triunfo de Maduro, pero es el “mientras tanto" el que abre interrogantes acerca del clima social, la economía, la seguridad ciudadana y los ríos de tinta que se leerán.

Será responsabilidad de Maduro capear el temporal y recomponer su autoridad. Para ello nada mejor que el respaldo de la Unasur y dar la batalla económica. Como en enero pasado, será importante el respaldo de los líderes sudamericanos, que saben además de la existencia del efecto contagio. Debemos descartar, por supuesto, una solución à la peruana, con un Ollanta Humala que, ante una elección reñida, abrió su gobierno a distintos sectores de la Derecha. En Venezuela no sólo significaría una traición a Chávez, sino el desencanto de tantos chavistas que podría terminar de abrir la posibilidad para que la Derecha Venezolana se alce con un legítimo triunfo en una próxima elección.

[1] https://twitter.com/MJCFraschini

[2] http://www.lanacion.com.ar/1572835-capriles-no-vamos-a-reconocer-el-resultado-hasta-que-no-se-cuente-cada-voto

9 pusieron huevos y comentaron:

ram dijo...

Para empezar, diría que "dilapidar" es un verbo usado demasiado pronto. Especialmente en una situación que, no por prevista, deja de ser muy particular.
Lo central, creo, es que no se perdiera; el partido de verdad empieza ahora y ahí se verá si se "dilapida" o no.
Por tradición en la desconfianza, sugeriría postergar pesimismos y "autocríticas" para más tarde, ahora es la hora del tsunami mediático de fraudes y demases operetas. No es joda y el botín es enorme.

Nando Bonatto dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=gDTwV3cKUFo

afinar el pajarillo

Daniel dijo...

El PSUV se puso solito al borde de la derrota.
Ganó y esos es buenísimo; 6 años para reparar las cagadas todas juntitas de los últimos meses (justo antes de las elecciones!)
Mucho tiempo para gestionar con inteligencia. A todo o nada.

Anónimo dijo...

La elección fue casi un balotaje. Es decir , el chavismo sin Chávez, algo así como el peronismo sin Perón, logró ganar ante un rejuntado anti, una suerte de Unión Democrática que aún por poco, volvió a perder y busca deslegitimar , en una actitud lamentable.
Todo lo otro está por verse, especialmente si el chavismo logra no resquebrajarse sin su lider indiscutido. Y si Capriles consigue mantenerse como el aglutinador opositor sin elecciones a la vista.
Saludos .- Pablo , el bostero (hoy más que nunca...)

Ricardo dijo...

ram: no nos consideramos tan importantes como para negarnos el placer de la autoflagelación autocrítica, je.

Por otra parte, el partido, me parece, empezó cuando le diagnosticaron el cáncer a Chávez. Este es un capítulo, importante.

Nando: ayer escribía en twitter antes del resultado: “Al final, flor de yeta el pajarito chiquitico. Te emparda una elección que pintaba fácil y hasta te puede inocular psitacosis de la CIA...".

Daniel: el desafío de hacerlo sin Chávez, y aún así con el peso del inventario de casi 15 años en el poder, no es joda, no?

Pablo: seis-a-uno.

Y sí, es importante mostrar gestos de unidad férrea detrás de Maduro.

Daniel dijo...

Ricardo;
no te pierdas el golazo del Coco Lamela con el comentarista italiano. No tiene desperdicio:

http://elaguantepopulista.blogspot.com.ar/2013/04/sabella-lamela-es-argentino.html

Anónimo dijo...

atenti a la movida internacional.
cacerolazos en vzuela
cacerolazos en arg.

q casualidad, en chile y mexico elecciones por menos diferencia y nadie dijo nada.

es una semana dificil, a estar muy atentos
saludo romu

profquesada dijo...

Un derrota electoral se transforma en un triunfo mediático. Fácil.
Maduro salvó la ropa y la revolución bolivariana de Chávez sigue en pie, pasó una difícil prueba. Para disgusto de la derecha, de aquí de allí y de todas partes para la próxima presidencial faltan seis años. No van a ser fáciles sin Hugo. El tema da para mucho pero hay que evitar los derrotismos y si aprovechar las enseñanzas.
Un pueblo más integrado social y culturalmente no se refleja necesariamente en un mayor nivel de conciencia universal. Todo indicaría que algunos de los que se beneficiaron con el chavismo olvidaron pronto el origen de su bonanza. Lamentablemente así sucede en todas partes. Los beneficios que les permitieron ascender socialmente pasan a ser mérito propio, como enseña la derecha.
Sálú Ricardo y a seguir sufriendo con el pelado otro que se apropia de méritos ajenos.

Ricardo dijo...

Es de manual, casi, profe. Ocurre en Venezuela, acá y en cualquier parte. Y es hasta lógico, te diría: los que empezaron a estar mejor quieren seguir mejorando. Hace tiempo decíamos que el éxito del modelo nacypop generaba condiciones para su derrota (si no se leen los tiempos) porque las demandas van cambiando.
En Venezuela ocurrió, seguramente, y en parte debe explicar el acercamiento del MUD en octubre pasado y ahora. Maduro y el PSUV tienen mucho laburo por delante, y en todos los frentes a la vez.