jueves, 16 de mayo de 2013

Los noventistas culturales

En sectores no expresados actualmente por los grandes medios, pero de posición antagónica a la del oficialismo, el noventismo cultural es una obstinación todavía. Digo no expresados porque se consideran más sofisticados que el actual relato mediático, sostenido en un honestismo hipócrita. Acordaban más con planteos que LA NACION tiene ahora algo abandonados, inmerso en una clarinización que diluye su papel como tribuna de doctrina. Esto es, acordaban con el discurso de la seguridad jurídica, de la seducción de capitales y la “integración al mundo".

A pesar de haber debido soportar consecuencias por la implementación, exitosa, del credo neoliberal que lo utiliza como soporte discursivo, desde prácticamente 1998 hasta aproximadamente 2002, aún a pesar de observar sus consecuencias en los países de la periferia europea de manera escandalosa (y menos espectacularmente en los centrales), continúan considerando al “clima" de negocios y la “seguridad jurídica" como factores centrales a la hora de la inversión en un determinado país. Esa mirada simplista que, como todas las miradas, puede ser inocente sin saber que no lo es, desatiende postulados básicos del comercio. Uno en especial: la demanda, sostenida por el oficialismo desde que decidió que sería el mercado interno el motorizador de un ciclo virtuoso expansivo. Para los noventistas culturales no puede haber mercado si no existe un Estado garante de ganancias extraordinarias con bajo riesgo. Son, quizás, lecciones aprendidas de grandes maestros como Franco Macri, Soldati, Magnetto, Pérez Companc o Fortabat. Sí, sumen Cristóbal López o Lázaro Báez si gustan. El capitalismo bien entendido es prebendario o no es capitalismo.

Frente a disyuntivas económicas como la actual, los noventistas culturales buscan siempre refugio en el dólar. Cabe aclarar que no sólo ellos. Y consideran que lo correcto es aplicar el manual de la ortodoxia. Es “simple", dicen. Y las restricciones a las importaciones son una de sus muletillas favoritas. Si alguien se atreve a mencionar “sustituciones", rápidamente retrucarán que conviene comprar tal o cual insumo en China. Ahondar luego de ese punto no suele ser del agrado del noventista cultural, pues debería reconocer que la competitividad de nuestro país, para él, tiene poco que ver con variables como el tipo de cambio, y sí con el valor del trabajo nacional. En criollo: los sueldos deberían ser más bajos. Crecer a tasas chinas con salarios chinos sería su ideal.

Solían estar expresados largamente en la prensa especializada económica, los noventistas culturales. Pero desde que la política, a la que suelen soslayar -o no comprender-, se inmiscuyó en economía, se encuentran abandonados a su suerte. Es difícil, además, reconocerse noventista cultural en este país. Pero quedan algunos valientes todavía. Debatir con ellos es más fácil que con los honestistas-contratistas morales, y suelen aceptar argumentos con mayor facilidad también. Ojalá hubieran más noventistas culturales que se reconocieran como tales. El debate con ellos, quizás, sería más productivo.

4 pusieron huevos y comentaron:

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Hace poco en "Artepolítica" se dio un debate con alguien que podría ser calificado de "noventista cultural": Héctor Huergo.
http://artepolitica.com/articulos/que-nos-dice-huergo/

Abrazo Ricardinho!

Ricardo dijo...

Vamos a pasar, Rodrigo.

Abrazo de gol de pedo de Riquelme, je.

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Otro libro interesante que estoy leyendo es "Cómo funciona el mundo", conversaciones de Noam Chomsky con David Barsamian.
En estos días me pasa que siento que me cansé un poco mucho de discutir el discurso de los operadores políticos. Soy demasiado estúpido e ignorante como para ocuparme de Sanata, de Marcos Aguinis, de si la bóveda existe o no existe. Me falta profundizar en la obra de Polanyi, leer mejor a Marx, entender más de historia, de economía política, de la realidad latinoamericana. ¿Me explico? Discutir el discurso de alguna gente desgasta. Te seca espiritualmente. Y sé que hay que dar una "batalla cultural", pero para eso hay que tener algo adentro.
Le mando un abrazo bostero Ricardinho!!

Ricardo dijo...

Rodrigo: yo no creo ya que, a esta altura, cambie efectivamente algo discutir en los blogs a Majul, Lanata o la última operación de Morales Solá. Me parece que ese tiempo pasó hace rato y el oficialismo dispone de herramientas como para hacerlo, imponer su agenda, hacer relato contrahegemónico, etc. Y cuenta con la posibilidad de llevar adelante una gestión que efectivamente le cambie la vida a muchos. Entonces, esto decíamos a principio de este año:

"Eso sí, no pretendan que nos prendamos en el Gran Cuñado o sucedáneo tinellesco. Acá estamos para las grandes cuestiones, como “¿de dónde venimos?”, “¿hacia dónde vamos?”, “¿adónde se consigue buen asado y barato?” o “¿cómo se hacen los bebés? (con ejemplos prácticos)”. Esperen, por lo tanto, un menor volumen de posteos. Clarín, mientras, seguirá enalteciendo a la sórdida trata de noticias. Nos interesa poco. Hay que cruzar los dedos para que quienes lleguen a la Rosada, luego, también piensen así. Y si no, que algún comedido militante nac&pop les acerque algo de Foucault y el poder, ¿si?.

Ah, y que viva el rocanrol".

http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2013/02/uy-ya-llego-el-2013-y-aca-ni-nos.html

En realidad, hace rato que creo que este blog funciona así.

Abrazo.