jueves, 14 de noviembre de 2013

Binner, Cobos, Cano, ¿Massa? ¿Macri?: el pan-republicanismo en la encrucijada 2015

Ningún baglinista se plantea, seriamente, que el republicanismo tradicional (UCR+FAP+CC) pueda acceder al PEN en 2015; pero también cualquier correligionario sabe que, como no ocurriera en 2003, 2007 o 2011, las presidenciales de 2015 abren la posibilidad clausurada por aquella cadena nacional seguida de represión, muerte y helicóptero en diciembre de 2001. Catorce años después, el republicanismo tendrá alguna chance. Malamud la establece recién para 2019 (y quizás sea más realista), pero no debe ser descartada para este 2015 si consiguieran sumar Santa Fe, Mendoza y recuperaran Córdoba. Más aún si retornaran en Catamarca y ganaran en Jujuy, Tucumán, Santa Cruz y mantuvieran Corrientes. Un ejercicio de política ficción muy descabellado podría incluir a la CABA, con un PRO “frondizista" (recuerden que Michetti es de “centroizquierda”, ja) para desafiar más a las almas no bellas peronistas.

En este blog fuimos los primeros (13/08) en señalar que, vistos los resultados de las PASO (confirmados luego por las generales), no debía descartarse que la War of the Roses peronista –a tres puntas esta vez: CFK, Scioli y Massa en lugar de Menem vs. Duhalde a partir de 1997– derivara en un gobierno no peronista. Luego adhirieron (je) a la tesis Ignacio Zuleta en Ámbito (19/08), el Turco Asis (27/08), Lucas Carrasco y el pelado Pagni (29/08), Mariano Andrés Montenegro, Nando Bonatto (30 y 31/08) y Abel Fernández (07/11). Es que, recapitulando, el pan-republicanismo conservó Santa Fe, goleó en Mendoza con Cobos, ganó ¡en Santa Cruz!, ¡en Jujuy!, conserva Corrientes, ganó en San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, avanzó en la CABA con UNEN, casi ganó ¡en La Rioja! y –como dijimos– frente a la disputa endogámica peronista (el desmembramiento, la fractura), frente a los más de doce años de peronismo y a los últimos dos años de relato forzado kirchnerista, el pan-republicanismo tiene un activo importante pensando en las próximas presidenciales: no es peronista. Claro, el tema es la provincia de Buenos Aires, ¿no? El bloguero rib plantea acá que el radicalismo ya ganó sin la PBA en 1999 y es cierto. Pero el voto a Massa, lo sostuvimos, contiene un importante componente republicano. Manolo sostiene lo mismo, para desazón del massismo digital –que ya se embarcó en un debate con este cronista (yo, che) en algunos posteos (acá y acá)–. Es así Massa un desafío importante para el FpV, pero más aún –de profundizarse la tendencia al cumplimiento de la Doctrina Pagni– para el pan-republicanismo de Binner, Cobos, Cano y compañía. Como decíamos en el post anterior, en la lucha por la representación de los sectores medios se centra, por ahora, el relato del incipiente massismo. Ello explica el doble juego del todavía intendente de Tigre, que reniega de la disputa por el PJ-PBA para no espantar a sus votantes republicanos o neoinstitucionales, cansados un poco del sistema de representación vigente, pero no deja de poner algunos porotos en la interna peronista.

La ventaja del radicalismo, en este caso, es que posee un partido nacional. Carece, por ahora, de un presidenciable (Cobos robará en Mendoza, pero difícilmente consiga nacionalizar su candidatura luego del “no positivo”. Le conviene pelear la gobernación, así como a Cano le conviene disputar Tucumán y a Mestre (h) ir por el lugar del Gallego De la Sota). Esa es la ventaja del FR, que tiene en Massa a un claro presidenciable (¿pero puede Giustozzi pelear el sillón que hoy ocupa Scioli?). Carece el FR, por supuesto, de una estructura nacional. Puede intentar dos caminos para ello: una guerra de guerrillas de intendencias vs. gobernaciones –foquismo municipal, je, a tono con el materialismo histórico que constituye su soporte programático, ja– o seguir a Pagni y nuclear una Liga de Intendentes transversal en aras de consolidar una Concertación Plural 2.0 (Manolo dixit) que le dispute representatividad al pan-republicanismo en las capas medias. El triunfo del PO en la capital salteña sería un dato que los alentaría en esta dirección. Mirando ese muy reciente triunfo, Nicolás Rechanik señala que es el FpV quien mejor puede recuperar representatividad entre los votantes neotroskos salteños (y del resto del país, agrego), pero el FR puede también legítimamente aspirar a ocupar ese campo vacío, desertificado por el radicalismo salteño. ¿Olmedo? La fagocitación del PRO por el FR es una tentación para muchos.

Sí, existen muchos condicionales como para abrir la puerta al republicanismo en 2015, pero cierto clima de época permite sospechar sus condiciones de posibilidad (y podemos sintentizarlo en este tuit encontrado por ahí: “el voto representa la Republica q anhelamos aunque no se gane,se busca un perfil de paisa futuro x eso Yo NoVoto Peronismo”). Depende, por supuesto, más aún de cómo se desarrolle y resuelva la pelea peronista (¿Se desmembrará más aún? ¿Y si CFK hace la gran Massa y saca los pies del plato con una candidatura testimonial? Ah, te quiero ver ahí. Hasta Macri se animaría. Aquí abogamos, en cambio, por la racionalidad). El frente económico, por supuesto, debe mantenerse como hasta ahora, ni muy bien ni mal, mientras que en lo referido a lo político no debe sospecharse un debilitamiento institucional que llame al peronismo a reconstruir –una vez mas– la autoridad presidencial (como bien reseña Martín Rodríguez en Panamá). Pero como bien señala rib, en este posteo, el pacto de Olivos no ha sido derogado, y el republicanismo tendría mucho que agradecerle a Alfonsín (padre) el día en que retorne al poder. ¿En 2015? Muchas deberían ser las coincidencias (y debería primar la irracionalidad autodestructiva en el FpV y peronismo en general), pero las brujas, en política, suelen existir.

3 pusieron huevos y comentaron:

Erkekjetter Silenoz dijo...

Lo que pasa es que los repúblicos dependen “de otros resultados”.

A mi me parece que lo mínimo que deberían hacer es pegarle un shot de voleo al Alfonsinito y quizás a Ms. Magoo relegarla un chacho dado su histrionismo creciente a la sobre actuación carriotista.

Por otro lado se habla de la “fractura” P con un cierto dejo de intención por parte del oficialismo pero ¿qué pasa si el que quiere romper es el ma$$ita?

Aunque está por verse por que con respecto a los últimos acontecimientos el tipo es “un jugador de toda la cancha”, no quiere entrar pero indirectamente entra e impugna y se le rebeló la tropa. O sea vamos a color, docena y columna ¿se gana así?

Saludos

Ricardo dijo...

Silenoz: deberían dejar de actuar como secta y pensar en términos de votos antes que en manos levantadas de delegados.

Respecto a Massa, ya rompió. ¿Querrá volver? ¿Le convendrá volver? ¿Transversalidad o peronismo? ¿Balcarce 50 o La Plata?

rib dijo...

estimado:
tenemos un plano y un manual de uso ...

http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2012/06/colores.html

para la fragmentación postperonista
que ya aconteció
saludos