A lo Mirtha: así no, ¿eh?

Los análisis políticos que se hacen en los editoriales de los cada vez menos respetados medios opositores deben, para resultar creíbles, abrevar en porciones cuidadosamente seleccionadas de la realidad. Es lamentable, entonces, que desde el oficialismo faciliten tanto el trabajo de los editorialistas. Deberían pedir, por lo menos, una participación en sus ganancias.

Las internas en la PBA, la discusión por las colectoras, les sirve en bandeja de plata a los -así autodenominados- analistas argumentos para dudar del triunfo de Cristina en primera vuelta, para cuestionar supuestos avances del Ejecutivo sobre algún juez, para oxigenar al ¿peronismo? ¡federal! y, sobre todo, para aumentar el valor de las acciones del ala pejotista dentro del peronismo. O sea: ningún beneficio. Bajarle el tono a la discusión es más que necesario, urgente.

Por otro lado la CGT lanza un comunicado en defensa del Momo Venegas y el sindicalista favorito de las patronales rurales paga el gesto diciendo que no lo defienden a él sino que reaccionan contra algo que es político. Gracias, Momo y la puta que te parió -debe haber pensado Moyano-. Ni siquiera sirve tirar la pelota afuera de la cancha señalando que para los medios es justicia cuando afecta al oficialismo y un juez cuando toca a actores opositores. Tenemos que ser más maduros que eso.

Por suerte en el radicalismo siguen tirándose con perdigonadas. Por suerte el PRO no existe más allá del primer o segundo cordón capitalino. Por suerte el ¿Peronismo? ¡Federal! no pudo nunca construir una candidatura que cruzara la barrera de los dos dígitos de intención de voto. Todos por suertes que, de otra manera, podríamos estar lamentando ahora debido a errores propios del oficialismo. Y para octubre falta mucho.