La guerra encuestológica de zapa (!) es uno de los instrumentos a los que apelan los candidatos en su pelea por posicionarse. Cada quien tiene el suyo y cada uno de nosotros puede hacer de su propia credulidad una bicicleta y prestársela a quien mejor le parezca. La encuesta de Poliarquía (Scioliarquía, dicen los massistas, a quienes su propio encuestador
Aragón pone en aprietos en la mismísima PBA), la encuesta –decíamos–, es congruente con los escenarios y descripciones que aquí venimos planteando. Veamos.
Marzo de 2015, 1272 casos (de puros votantes naranjas –!– ) a nivel nacional, pero fundamentalmente de grandes distritos (como nota de color –naranja (!)–, en Tucumán toma a la ciudad capital, cuando sabemos que el peronismo recibe aquí porcentajes más amplios en el interior profundo de la provincia).
Para las PASO de agosto, recaba que es el FpV el espacio más votado, con un 36% (el piso, el piso). Colaboran Scioli (25%), Randazzo (10%) y Urribarri (1%). Sigue el PRO con 22% (no suma los votos que podría acercar la UCR, aunque todo está por charlarse en ese espacio que aún no recibió siquiera bautismo) y luego el FR de Massa con un 19%. Para la tesis de PASO de candidatos y no de partidos, Poliarquía aún tiene a Scioli arriba en la pole position: 25% contra 22% de Macri y 19% de Massa. Complicado el vecinalismo nacional (?).
Se verifica uno de los planteos que aquí realizamos, compartido por muchos peronistas/kirchneristas no ultras: el espacio FpV mide más que el candidato, mientras que los otros espacios “son” los candidatos. Década ganada para el peronismo también, no tanto así para las distintas vertientes opositoras, que se van ordenando a los tropezones y apuradas de cara a este año electoral.
Para octubre, primera vuelta, la encuestadora prevé un 31% para Scioli (¿pierde un 5%? ¿Quiénes son esos antimanquistas que no leen Los Huevos y las Ideas, eh?), 25% para Macri (sumaría 3, todos ultra seisieteochistas –¡chan! –) y 21% para Massa (sumaría 2). Habría ballotage y éste sería de empate 45 a 45 entre Scioli y Massa y, en el caso que prevé la encuestadora para octubre, Scioli vs. Macri, el ex motonauta derrotaría al ex procesado por contrabando de autopartes en Sevel (je) por 51 a 40, lo cual me parece no sólo lógico o esperable sino hasta sensato por parte de nuestro electorado. Bien ahí, chicos (?). Recordemos que fue este estúpido y sensual bloguero el primero en sostener que
el FpV puede ganar también en segunda vuelta.
La encuesta es naranja y Randazzo pierde en ballotage tanto frente a Massa como frente a Macri. No se enojen, randazzistas, pero no me parece para nada descabellado: basta de dantepalmearla con que los votos son todos de la Jefa, de su dedo y entendamos que hay razones más allá de la ideología, la pertenencia a un espacio o los propios deseos que determinan la suerte de los candidatos. Por caso,
acá explicamos las responsabilidades del kirchnerismo para haber hecho de Scioli el candidato más medidor y el que el peronismo en usufructo por parte de los gobernadores ha elegido.
Pero el cuadrito que más me gustó es el de intención de voto a Presidente según zona geográfica:
Casi que se explica sólo, pero certifica un par de presupuesto de este blog:
1. Massa no mide en PBA lo que su triunfo de 2013 podía hacernos creer. Allí reside el problema del FR y los movimientos internos de la fuerza en ese distrito lo traducen. El resto del país casi que es anecdótico para el massismo sin un triunfo plebiscitario en la provincia de Buenos Aires.
2. Macri se lleva las preferencias en la zona núcleo o centro, aquella que fuera el objetivo primero de Massa cuando en 2013 intentara nacionalizarse como líder de los reclamos del sector agropecuario opositor. También aparece fuerte en el interior de la PBA, 10 puntos por arriba de Massa. Cuando hace un año decíamos que sería la UCR PBA
la que determinaría la necesidad del radicalismo de aliarse al PRO no contábamos con ese dato pero lo sospechábamos desde un principio: Macri se llevó la representación radical en la CABA, ¿por qué no en el otrora fuerte bastión boina blanca del interior de la PBA? Por historia, por necesidad de supervivencia identitaria, casi, Macri es una apuesta más congruente que Massa.
3. Los número de Scioli en el Norte no me sorprenden. En Tucumán las imprentas se están quedado sin tinta naranja y no se trata de una cuestión ideológica o de convicciones sino de peronismo puro y duro: ¿quién puede ganar? Vamos con él. Sí me sorprenden, en cambio, sus guarismos en el Gran Buenos Aires (el área de influencia primera de la gestión randazzista)y en el interior de la PBA. Los verificaremos en agosto/octubre, pero las dudas aquí planteadas reafirman la necesidad de encontrar el candidato a gobernador adecuado y que venga acompañado de una lista que refleje electorabilidad antes que la capacidad de rosca interna. Según Poliarquía, Scioli también mide más que Massa en la región centro.
Para cerrar, este post estaría necesitando un lindo párrafo final, pero con fe, esperanza y poniendo siempre el hombro,
pueden leer la encuesta de Poliarquía cliqueando aquí…