Solemos leer atentamente a Eduardo Lucita, de Economistas de Izquierda. Su reciente nota, acerca del paropiquete del martes 20, condensa algunas cuestiones sobre las que venimos escribiendo y algunas otras acerca de las cuales venimos reflexionando sin arribar, todavía, a algo que pueda configurar una síntesis. Vaya entonces este post que, aunque se refiera a la coyuntura (promesa ya desde el título), parece -contradictoriamente- alejado de la misma, tal es la potencia del impulso oficialista para el 7D y que contó con la colaboración, resta confirmar si voluntaria o involuntaria, del Grupo Clarín y su denuncia penal. Compartimos entonces algunos pasajes de la nota de Lucita [1] y los comentamos:
"...La combinación de la emergencia de los límites del neo-desarrollismo, del impacto del 8N y de la ofensiva imperialista de los fondos buitres y la justicia americana, ha colocado al gobierno a la defensiva, en un estado de debilidad relativa. No tiene reflejos y solo atinó a descalificar los reclamos y a la remanida "libertad de trabajo". En tanto que los capitalistas no se sienten mayormente afectados -las reivindicaciones van todas contra el gobierno ninguna contra las patronales-mientras que la oposición derechista busca capitalizar el desgaste político, forzando equivalencias entre el 8N y el 20N...".
Las negritas son mías y ponen en negro sobre blanco la vertiente corporativista y política del reciente paro. Continuamos el copipasteo:
"...Tal vez estemos en los prolegómenos de una nueva situación política. Lo que está realmente en disputa va más allá de las demandas legítimas de los trabajadores, está en juego el curso futuro de la situación política y del propio gobierno. Su debilidad -veremos si momentánea o no- no beneficia automáticamente a los trabajadores, por el contrario es posible que, salvo hechos o circunstancias excepcionales no predecibles, vayamos a una encerrona donde en su debilidad busque recomponer alianzas sobre la base de regresividades muy caras a la derecha (la Ley Antiterrorista y la llamada Ley Corta para las ART son indicios muy claros en este sentido)...".
Motivo, este último, por el cual respondía en un posteo anterior [2], a un comentario de Jack Celliers [3], que este bloguero humildón (y que cumple aceptablemente la posición de 5 con manejo, aunque no fuera el caso anoche) prefería a Hugo Moyano dentro de la coalición oficialista. Sí, se que Moyano decidió alejarse, pero no fue el único responsable del quiebre. Así, también, debe asumir Moyano su cuota de responsabilidad por la nueva ley de ART, reconociendo que su alejamiento, y su incapacidad para contener los intereses del resto de los actores sindicales nucleados en la CGT, tuvo parte en la sanción de la legislación. No querer compartir costos implica, casi siempre, otros costos; hoy a la vista.
Por otra parte, sería conveniente aclarar que la debilidad relativa del oficialismo a la que hace referencia es un dato, pero es tal si se la compara con la posición de fortaleza (siempre relativa) alcanzada por el PEN entre las PASO y octubre/2011. No puede decirse, además, que sus competidores se hayan fortalecido al punto de reconstituir aquel factor de veto que registró el empate cuasi-catastrófico emergente de junio/2009. La acusación penal de Clarín contra Caballero, Russo, Sabbatella y compañía implica también una confesión de debilidad (relativa) por parte del Grupo. Sirvió, además, para aglutinar en su contra aún al resto de su propio gremio.
Quizás él único espacio que amplió sus límites haya sido el antipolítico (sin trasladarse políticamente, este fortalecimiento, a Macri), aunque no puede descartarse que se trate tan sólo de un quiebre de una espiral de silencio.
Continúa Lucita analizando lúcidamente (lucitamente, je) el paro del 20, sus demandas e implicancias:
"...Las demandas por el mínimo no imponible, las asignaciones familiares o los fondos de las obras sociales son legítimas pero si no se acompañan con propuestas de financiamiento, en momentos en que la situación fiscal se deteriora, le dejan el campo a la derecha, y al propio gobierno, para proponer un ajuste superior al que esta en curso. Denunciar la suba de precios es legítimo y necesario pero inconsistente si no se señalan las altas tasas de ganancia de los capitalistas, la responsabilidad de los formadores de precios y la falta de inversión reproductiva como principales fuentes de la inflación, caso contrario la salida que queda es enfriar la economía y bajar el gasto público...".
Hemos señalado en repetidas ocasiones la necesidad de encarar la pelea contra los formadores de precios. Es, de todas maneras, terreno resbaloso, dado el momento económico local, regional e internacional. El contexto económico requiere de un cuidadoso equilibrio. El político también: alguna vez dijimos que, aunque nuestras tendencias zurdas se vieran desafiadas, no veíamos con malos ojos el corrimiento hacia el centro del oficialismo, puesto que de alguna manera opera como dique de contención frente a una posible salida por derecha más dura de cara al futuro. Es, mal que pueda pesar, entender la realidad desde una concepción bien peronista. Pura y a paso de vencedores, che.
Cito algo más de la nota de Lucita y les recomiendo su completa lectura:
"...la única salida realista a la encrucijada que se vislumbra es ir por más. En la protección de los salarios, del empleo, de las libertades públicas, de los derechos sindicales, del ambiente y los bienes comunes, de los pobladores originarios, en la recuperación de los sectores estratégicos para el desarrollo... no dejar en manos de la derecha la lucha contra la inflación, contra la corrupción, por una nueva política tributaria -única fuente de una efectiva distribución de la riqueza-. Sumando las voluntades de quienes quieran sinceramente transformar de raíz nuestra sociedad...".
[1] http://www.laarena.com.ar/opinion-despues_del_paro__la_dimension_politica_del_20n-85573-111.html
[2] http://loshuevosylasideas.blogspot.com.ar/2012/11/un-post-choreado-nuevamente-afanado.html
[3] http://jugodeladrillo.blogspot.com