Blogger, Cristina y su discurso en José C. Paz

Volvió Blogger, volvió la alegría (?). Ahí están, más abajo, los posts que estos turros de Google, al servicio del imperialismo transnacional, transcultural y aldoushuxleiano, borraron impiadosamente. Los comentarios, eso sí, perdidos.

Respecto a Cristina y Moyano, un par de impresiones:

Desde hace un tiempo asistimos a una puja entre dos aliados no sólo necesarios y estratégicos sino -podríamos agregar- indivisibles: el gobierno nacional, a cargo del Estado y la CGT de Hugo Moyano, como representante mayoritario del MOO. Y es en esos distintos niveles de representatividad y responsabilidad que debemos buscar las razones de la advertencia que lanzó Cristina al gremialismo todo (y no sólo a Moyano). Cristina dijo, en otras palabras, que quien conduce es ella y más valdría que quienes acompañan acompañen en lugar de regalar excusas a quienes quieren que los trabajadores queden desguarnecidos, como antes, para poder así, más fácilmente, retrotraer la distribución del ingreso hacia épocas más complacientes para el capital.


Son muy interesantes estos posteos: el de Artepolítica, el de Mendieta (aquí), el de Abel y éste de Mariano, pero yo quiero recomendarles éste, de Fede Vázquez, que cita una nota suya en Ni a Palos, el suplemento de Miradas al Sur, donde reseña el enfrentamiento entre la Central Obrera Boliviana y el gobierno de Evo Morales. Puede ser traspolada casi de manera perfecta para entender la actual situación hacia el interior de la coalición que sostiene al oficialismo nacional. Algunas citas -el resto deberán leerlo en su blog-:

La frase es atribuida a una militante del PT brasileño, cuando a comienzos de los años noventa se convirtió en funcionaria de una ciudad ganada por la izquierda: “antes éramos la piedra que rompía el vidrio, ahora…somos el vidrio” (...)

el vice de Evo, Álvaro García Linera, usando sus dotes de sociólogo, definía que “en Bolivia existe un debate sobre el reparto del excedente”. Pero ese debate, que acá solemos llamar puja distributiva, no es sólo entre Estado y empresas privadas, sino también por la capacidad de ese Estado de fijar los criterios de inversión social y gasto público con autonomía respecto de todos los sectores, aún de los aliados reales o potenciales. En ese sentido, y anticipando lo que serán futuros enfrentamientos, Linera explicó que “hay dos opciones: o bien las victorias populares logradas en un momento de gran ascenso social se consolidan institucionalmente o bien hay una tendencia, una presión, por salidas corporativistas, sectorialistas.” (...)

...es el gobierno, democráticamente elegido por la ciudadanía, el que debe conducir ese Estado y para hacerlo debe tener una autonomía relativa con relación a las corporaciones económicas más importantes (lo que constituye acá y en Bolivia el eje central del conflicto) pero también, y cruzado tal vez por mayores matices, respecto de las organizaciones sociales, políticas y sindicales. Lo que muchos entenderán de esto como una “traición a las bases” constituye, en realidad, la posibilidad de darle alguna respuesta a la metáfora del vidrio y la piedra...