Blogueros K tomaron Tucumán por asalto

Una pintura, vea, la juntada del sábado pasado. Aplausos para el asador, Aldo Jarma.

No, no saqué fotos tampoco. No quería opacar a nadie con mi besheza...

Si, vinieron Carrasco y Mendieta. No, no trajeron ni la metralleta ni quedó armado el #picadonacypop. ¿Quiere decir que quedaron cosas en el debe? Si, seguramente hubiera sido lindo otra noche de empanadas, cerveza y charla.

Hablando de lo último, pude charlar un buen rato con un comentarista que admiro -por su sagacidad y capacidad de ironía- como ram. Difícil debe ser aburrirse en un asado con el compañero de la rosa empuñada y estaría más que dispuesto a poner la empresa a prueba.

Tuve el gusto también de conocer a Daniela Godoy, de Calando la Piedra y a su marido Federico. Entrerriana ella, porteño él, unos tipazos ambos. Muy rico el helado pero más aún la larga charla con mate de por medio que mantuvimos. Una idea, en particular, me encantó por lo kirchnerista: Elisa Carrió debería tener su propio programa en la TV Pública, antes de 678: Cenando con La Pitonisa Anaranjada. ¿Se lo imaginan? ¡Levantamos votos con pala cada vez que la chaqueña abra la boca! Eso sí, Mirtha se pondría celosa.

Vinieron desde Rosario Udi, de La Venganza de Sauron; Paola, de Suburbian Chamuyo, desde el Conurbano bonaerense; Fede Murcia, cordobés y comentarista nac&pop. Si se me escapa alguien chifle y corrijo.

De los coprovincianos blogueros pude conocer a Guillermo Norry, de La Monteagudo (creo que su hija habló también y muy pero muy bien); a Álvaro Trejo, de su blog homónimo y a los chicos de La Cámpora Universitaria Tucumán. Éstos últimos fueron elegidos democráticamente a dedo como organizadores del #picadonacypop y nada, che. Ahi dejé un posteo en el foro a ver si se ponen las pilas los tucumanos fulboleros. Estuvieron también los de la Juventud Justicialista Libertaria pero con ellos no charlé.
Con quienes tampoco pude charlar fueron los otros blogueros tucumanos, de los blogs Mi Tucumán... ¡Nuestro Tucumán! y Conocé Tucumán. Tenía ganas de conocerlos. Asignatura pendiente.

¿La repercusión? Nos atiende (en el buen y mal sentido) La Gaceta. Que la sigan... ladrando. Señal que cabalgamos.

La parte social de la noche fue lo más lindo, ya que nos permitió -como decía la sección social de un diario que solía leer- departir gratos momentos de confraternidad. ¡Guau! Que finura para decir que nos juntamos a hincarle el diente a unas empanadas y chupar cerveza como esponja nueva.