Como podemos ver, antes que amor a Barack, al NYT lo hace obamista el Partido Republicano y, suponemos, especialmente el teapartismo. Enumera luego, sí, algunas razones personales para apoyar al hawaiiano antes que a Romney: "Obama demostró un compromiso firme para utilizar el gobierno en aras de favorecer el crecimiento, implementó políticas no dedicadas a proteger a los poderosos y trabajó para salvar la red social de seguridad para proteger a los menos favorecidos. Tiene logros impresionantes a pesar del implacable muro de contención eregido en el Congreso por los republicanos, tan dedicados a detener a Obama que pusieron en riesgo de depresión a la nación.
Mitt Romney ha llegado hasta aquí permitiéndose decir lo que piensa que la audiencia quiere escuchar, pero se ha atado a las fuerzas ultraconservadoras que controlan el Partido Republicano, abrazando sus políticas, incluyendo recortes del gasto e ideas desacreditadas desde hace 30 años (...) La elección de Paul Ryan como compañero de fórmula dice mucho acerca de eso".
Dice también el editorial que han criticado algunas políticas de Obama, incluso se impacientaron por su demora en lanzarse a la pelea política. Aborda algunos items de manera pormenorizada: plan de salud, economía, relaciones exteriores, corte suprema y derechos civiles. Finaliza diciendo que "por estas y muchas otras razones, apoyan entusiastamente un segundo periodo para Obama, y expresan esperanza en que su victoria sea acompañada por un nuevo Congreso que esté dispuesto a trabajar por las políticas que Norteamérica necesita".
¿Se imaginan un editorial de LA NACION apoyando la candidatura de Mauricio Macri? Podría empezar así: "Nadie como Macri para llevar adelante las transformaciones que nuestro país requiere: acabar con el intervencionismo estatal, liberar a las fuerzas productivas (e'cir: que el capital ponga sus propias reglas), atraer inversiones (aka: los esperamos, fondos buitres), reinsertarnos en el mundo (o: regresar al círculo vicioso del endeudamiento con organismos de créditos y someternos a sus revisiones y recomendaciones) y acabar con este clima de confrontación nocivo (e'cir: muchachos, sharap, que acá mandamo' nosotro' y, al que no le guste, palos)". Clarín podría escribir uno similar, pero sin palabras esdrújulas ni giros idiomáticos. Quizás Viau podría utilizar algunos, pero le resultaría harto difícil no incluir algún que otro insulto a Cristina. Igual, parece, a Clarín le gustaría más un gobierno de Romney, seguramente porque sería más permeable que la actual administración a sus reclamos contra el gobierno argentino, cualquiera resulte este:
De todas maneras, nuestro periodismo in-the-pendiente no adherirá nunca al código de ética que lleva adelante el NYT para ser transparente frente a sus lectores: no podrían luego, claro, seguir mintiendo que son "independientes del gobierno pero no independientes de vos". Sería lindo, ¿no? Acérquenme una silla nomás...
De todas maneras, nuestro periodismo in-the-pendiente no adherirá nunca al código de ética que lleva adelante el NYT para ser transparente frente a sus lectores: no podrían luego, claro, seguir mintiendo que son "independientes del gobierno pero no independientes de vos". Sería lindo, ¿no? Acérquenme una silla nomás...
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