lunes, 29 de octubre de 2012

Le robamos las banderas al institucionalismo antiperonista

Aprovechando que estos días recordamos a Kirchner, sus batallas y legados, el sistema político en su conjunto (incluído, o sobre todo, el peronismo no kirchnerista) bien debe reconocer, a paso de vencedores, que el kirchnerismo lo reconcilió con sus banderas históricas, lo actualizó y, como si lo anterior fuera poco, amplió su base de sustentación, acercándolo a capas medias, progresistas (para algunos debe ser una identidad política, vaya uno a saber), que antes hubieran pensado dos veces antes de introducir en la urna una boleta con el escudo del barbárico PJ. Por eso, a pájaro de vuelo (sic), repasemos los resultados del institucionalismo (y antiperonismo) en aquellos años de triunfos electorales pejotistas:
  • En el '89, año de retorno al triunfo del peronismo, el radicalismo, como representante del institucionalismo, aún a pesar de la debacle alfonsinista, ganó gobernaciones en Córdoba y Río Negro.
  • En el '95, aunque Menem superara su porcentaje anterior, el radicalismo revalidó en Córdoba y ganó en Chaco, Chubut y Catamarca.
  • En 2003, con el peor resultado nacional de su historia (pobre Moreau), igual ganó en Catamarca, Chaco, Mendoza y Río Negro.
  • En 2007 el radicalismo ganó en Catamarca, Corrientes y Río Negro, y participó como segundo del socialismo en Santa Fe. Ese año ganó Fabiana Ríos en Tierra del Fuego (luego se acercó al kirchnerismo) y Macri en la CABA, pero no como opción republicana sino francamente liberal y apolítica.
  • Finalmente, en 2011, el perokirchnerismo debió enfrentar como nunca oposiciones republicanas. Así y todo recuperó Catamarca y el radicalismo sólo pudo gozar secundando al socialismo santafecino. Conservaron sus gobernaciones Ríos y Macri.
Por supuesto, desde la CABA, centro y vidriera del país, las cosas suelen observarse bajo un prisma bastante sesgado: el país profundo poco más es prehispánico y asiento de feudalismos conservadores. Aunque los resultados electorales indiquen una curva descendente para el oposicionismo republicano, siempre encontrarán excusas: que el clientelismo, que los bolsones, el voto cautivo, etc. Todos los actores del sistema político, aunque se disfracen o cabalguen sobre la antipolítica (esto va para ustedes, politizados antipolíticos del cacerolazo de teflón del 8 de noviembre), deberían reconocer esta realidad para realmente intentar incidir en ella.

Entonces, aunque repitan hasta el hartazgo, goebbelianamente (a pesar de que Lanata, experto en goebbelianismo, no lo señale), que atenta contra las instituciones y la República, el kirchnerismo acercó al peronismo a una institucionalidad casi socialdemócrata. Ya no hay espacio para correr al peronismo con el discurso republicano y de buenos modos con que la Alianza derrotó a la formula Duhalde-Ortega en 1999. En 2011 el FAP, para ser finalmente segundo, debió sumar kirchnerismo en versión progresista, apoyando la Ley de SCA y AUH, al discurso institucionalista. Así y todo, aún hoy, el radicalismo, De Narváez, el editorialismo clarinlanacionista, ex guevaristas, los caceroleros 8N y hasta ¡Moyano! apelan a una supuesta degradación institucional y constitucional (!) para intentar aglutinar voluntades en contra del kirchnerismo. Pobres. De espíritu. E ideas. A esto debemos sumar algo que venimos advirtiendo hace mucho: el establishment ya no quiere derrotar al peronismo, sino abrazarlo, domesticarlo y utilizarlo, Sarlo.

Para quien necesite pruebas, esta encuesta de Ibarómetro: "Carlos Menem devaluó las banderas históricas del peronismo y la Alianza puso en crisis los valores del progresismo. Se percibe a Kirchner como alguien que rescató del naufragio buena parte de esos valores". Ai rest mai queis, iorónor.

8 pusieron huevos y comentaron:

dragón70 dijo...

Estimado Compañero solo para corregir un pequeño error, ya en el año 87 la provincia de Misiones dejo de ser gobernada por el radicalismo con el triunfo y la elección como gobernador del cro Julio Cesar Humada, en las presidenciales del 89 el peronismo vuelve a ganar las elecciones generales nacionales y las legislativas provinciales, un abrazo

Anónimo dijo...

Los tentáculos del enemigo superan las fronteras y a los impresentables panelistas del elemco estable de TN que se disfrazan de oposición política republicana... Esos son los que me hacen Erviti la sangre ...je...Saludos.- Pablo, el Bostero.-

Ricardo dijo...

dragón: tenes razón, gracias por el dato. Esto me pasa por guiarme por un documento radical y no chequear en lo de Andy Tow.

Pablo: jeje. Esto es culpa del gobierno, que combate a los monopolios: el de Clarín y el monopolio de la alegría. Por eso la redistribución del dominio: PT para River y ST para Boca. Además protege el empleo (de Falcioni).

Sergio De Piero dijo...

Francamente la discusión que nos pretenden imponer del isntitucionalómetro, ni tiene sentido, te diría.

Daniel dijo...

Comparto con Del Piero.
Vibrante el superclásico.
Ahora, ese pibe Paredes, que solvencia, precisión y óptica para iniciar el gol que les amargó la tarde. Muy bueno el yoruga Mora que no debería haber salido.

dragón70 dijo...

Vaya borrando nomas el comentario anterior compañero, lo importante es la buena data no mandar al frente a nadie, un abrazo

ram dijo...

Usted es un ingenuo, llama "institucionalismo" al deseo húmedo de los conocidos de siempre por ponerle una 9mm en el balero - y apretar el gatillo, por supuesto - a cuanto morocho (de cuero o de alma) ande jodiendo por ahí con extravagancias, como ésa de "los derechos sociales", ...juiiira, raje de ahí, sátiro indecente!!!.
Y más que anti peronismo, si raspa un poquito, lo verdaderamente asqueroso es la democracia y, claro, como los peronistas son los más blanditos a la hora de democratizarle la vida a la negrada, zas!, hay que reventarlos!.
Ay, cómo extrañan al escandinavo de la Rioja, ese sí que no era negro y casi casi una "institución", lástima que esté gagá, necesite pañales y refugio en los fueros, que si no, se terminaba, al fin, esta joda del difunto y la chirusa...
O exagero mucho?

Ricardo dijo...

Sergio: a pesar de no tener sentido, es el único discurso que plantean las oposiciones políticas, basado en la agenda que les bajan desde los diarios. El otro discurso posible es el de una derecha menos hipócrita, pero ese casi no tiene votos nacionales. El PRO quiso intentar ese, pero edulcorado con buenas ondas, apolítica y gestión aséptica; pero no tiene buena onda, no tiene gran gestión para mostrar y mucho menos construcción o discurso nacional.

Daniel: menos mal no fue un clásico horrible de 0 a 0.

dragón: no se haga drama, que es de hombrecito reconocer los errores, je.

ram: no es ingenuidad sino semiología, je.
Se que es como decís, que así fue en realidad siempre, pero es el registro del discurso institucionalista actual el que quiero señalar cómo desarticulado y anacrónico.

Abrazos.