No había leído la nota "Massa y la etapa inferior del kirchnerismo", de Enrique Martínez. La acercó Rafa (@loboestepario), a quien le agradecemos. Copio dos párrafos, por demás ilustrativos de las visiones siempre en pugna en nuestro país:
"...el paso de los años sirvió para ratificar que la justicia social es una frontera móvil. En sociedades con la asimetría de destinos que construye inercialmente el sistema capitalista se hace imposible marcar una raya, decir y sentir que se llegó.
Aparecen en consecuencia dos formas de arrojar una mirada crítica sobre los resultados alcanzados por diez años de gobierno kirchnerista.
Por un lado, quienes pongan el centro en la justicia social. Éstos deberán identificar los obstáculos a eliminar para que la necesidad de asistencia pública se reduzca al mínimo o se aplique a proyectos productivos o a infraestructura y no necesariamente a poner dinero en el bolsillo de quienes no tendrían otra alternativa para sobrevivir.
O deberán encontrar el modo de cambiar las relaciones de poder, por las cuales los aumentos nominales de salarios se trasladan a los empresarios vía inflación. O cambiar leyes de inversiones que son de otra etapa histórica, pensadas para beneficio empresario esencialmente. O ejecutar la integración económica latinoamericana, bajándola del discurso a la práctica.
Bien podríamos decir que ese escenario sería la etapa superior del kirchnerismo, en pos de mayor justicia social.
Por otro lado, quienes asocien los faltantes del gobierno a sus posibles errores de gestión en el período previo, aquél que llevó al “país normal”.
Éstos cuestionarán el uso de reservas para cancelar deuda externa y recomendarán apelar a nuevo financiamiento internacional.
Pondrán la inflación como meta superior y por lo tanto elegirán perder dinámica de crecimiento, aún cuando eso afecte en lo inmediato a los sectores más humildes.
Insistirán en que la inversión es la variable de la cual depende todo lo demás y propondrán construir caminos más y más seguros para buscar inversores en cualquier punto del planeta.
Sostendrán que no hay otra manera en que todos estemos mejor que asegurar el crecimiento del producto bruto.
En resumen: confundirán el “país normal” con el país ideal, sin advertir o negando todas las restricciones estructurales de la actual situación, que nos impulsan a cada momento a depender de las trasnacionales productivas o financieras y no especialmente para nuestro bien...".
¿Esto es romper la veda? No, lo que hizo LA NACION hoy, pegándole a Scioli para levantar a Massa, es romper la veda. Poco respetuoso de las instituciones lo tuyo, una Bartolomé (además, un refrito de esta columna de Morales Solá, replicada también por Majul luego. Lo que se dice línea argumental, ¿eh?).
5 pusieron huevos y comentaron:
Creo que las ofertas positivas generadas por el gobierno en estos años han provocado nuevas demandas legítimas. Creer que lo predeterminado es suficiente para consolidar el modelo resultó falso, hoy presentar a Scioli e Insaurralde como los grandes remadores y referentes resulta muy difícil de explicar por la propiatropa desde la ortodoxia. No todo lo malo es producto de la contra, no solo hay faltantes en el modelo, hay cosas que realmente se han hecho muy mal y no veo ese conocimiento. Toda crítica resultaba atentatoria, descartable y condenable hasta hoy que empiezan a aparecer muchos compañeros peronistas que adhieren al proyecto con reservas que antes no cotizaban en bolsa con el cuchillo entre los dientes reclamando espacios y reconocimientos. Puntos más, puntos menos se viene la pasada de facturas. El peronismo nunca se acostumbro a ese concepto de votar y mandarse a guardar hasta las próximas elecciones y menos a esa interpretación que el verticalismo es obedecer a todo inclusive lo que uno no está convencido de hacer.
¡Qué lo parió a Enrique Martínez!
Le cambio una Giorgi por un Martínez.
Abrazo
que falta hace de dejar de dar discursos y ensuciarse un poco las manos
me gusta, me gusta el bloguete. te sigo!
Anónimo: coincidimos.
Por eso acá tratamos desde hace tiempo de proponer debates, marcar algunos déficits según nuestro humilde entender y, bueh, recomendar algunos caminos que creemos también que irían en beneficio del proyecto nacional y popular para que este continúe enfocando en las mayorías populares.
Don Sudaca: ¿vio? Un poco de lo que hablábamos. Hoy Martínez no está en el gobierno. Como dijimos hace poco, el gabinete necesita de una renovación. Cristina no puede ser ministra de todo.
Nele: muchas gracias.
Abrazos.
Yo ceo que la ortodoxia debería empezar a cambiar algunas cuestiones tales como presentarse como ombligos del mundo y sabedores de cómo se maneja el coso.
Por otro lado hay una costumbre creciente que es asumir un supuesto malestar de "laggente" y, montados en ese "saber", trasladarlo a lo que en realidad es alguna desconformidad partidaria normal, con mayor o menor "gravedad".
Asume una postura de sabiondo de lo que piensa y hacen "los pobres" ignorando que las mejoras sociales en el nivel que sea, cambia las percepciones y sentidos. Todos somos P pero fundamentalmente, todos somos clase media.
Pierde de vista que Nac&Pop tiene muchos votantes que no son P y que no comulga con cierto folklore, personajes o sectores. Y encima se enarbolan los "discursos" de ellos.
Por último y con respecto al verticalismo: nadie asume o acata lo que no quiere hacer
Saludos
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