sábado, 12 de octubre de 2013

Más sobre la derechización del kirchnerismo

Derecha e izquierda es un tópico que no forma parte del debate público desde hace algún tiempo. No creo que sea imprescindible actualizarlo pero, a partir de un comentario de Esther al posteo anterior, puede resultar interesante para quienes apoyamos (con distancia analítica, je) al oficialismo. Más aún cuando el gobierno decidió recientemente acatar resoluciones del CIADI y cancelar juicios en aras de destrabar créditos del Banco Mundial (y como guiño a los EE.UU. en nuestra disputa con los fondos buitres). ¿Es de derecha arreglar? ¿Sería de izquierda renunciar al CIADI porque es moralmente más elevado? ¿Es de derecha guiñarle un ojo a los EE.UU. y no a… la nueva China comunista de Mercado? (por si no los leyeron, hubieron muy recomendables posteos y comentarios al respecto: en la MAK, en lo de Abel y en lo de Mariano; yo dejé mi impresión en la MAK).

Resulta algo abstracto el asunto de la derechización en un mundo globalizado y liberal, coincidamos. Depende de percepciones personales y categorizaciones con límites algo difusos. De la resolución de tensiones dirimidas en razón del poder que detenten las partes (en ese sentido, tener un ejército, bombas, drones y portaaviones resulta una ventaja; manejar las finanzas internacionales, también). Por si fuera poco, este debate interesa mayormente a quienes les es importante saberse colocados a la izquierda. A los que no, bueno, les importa tanto como memorizar una receta de Maru Botana (!). Para rematarla, no sólo nadie se reivindica como representante de la derecha en nuestro país, sino que están de moda otras caracterizaciones: progresismo, conservadurismo, republicanismo, gestionadurismo (!!), loquelagentequierismo (!!!). Hay otras, por supuesto, y todas cumplen algún papel en la asignación de espacios simbólicos en el imaginario social (fah, chupate esa mandarina, Forster).

Antes del comentario de Esther, un comentario mío respecto a la derechización. Algún tiempo atrás algunos sostenían ya que el kirchnerismo es la derecha posible y con DD.HH. Por acá señalábamos que corporizaba lo más a la izquierda que nuestra sociedad tolera, y que tampoco había nada a su derecha. Que es peronismo, en definitiva. Tan simple y tan complejo como eso. Ahora, debemos agregar, sí surgió algo, y no precisamente a su izquierda (pretende, en realidad, desplazar al kirchnerismo del centro).

Basta de cháchara. Con ustedes, Esther (es largo, pero tiene sustancia):

“…Leí varios de los blogs linkeados en tu artículo y comentarios al respecto. Citaré algunas frases, pero explico que lo haré sólo porque me dispararon ideas y me resultan útiles para hilarlas, así que por esas razones me atrevo a extraerlas del contexto general del pensamiento de sus autores: reconozco de antemano que estoy extrayéndolas de ese contexto.

1)El kirchnerismo es peronista.
De allí derivo en que el kirchnerismo sabe qué es el poder, quiere tenerlo y usarlo.

2) «[…]por acá decíamos que era lo más a la izquierda que soporta la sociedad […] (Ricardo, aquí).
Eso implica que el kirchnerismo no intenta hacer una revolución para tomar el poder . Es de izquierda, pero una que quiere tener poder dentro de los límites marcados por la sociedad, esto es: lo que las personas de a pie desean o esperan, las restricciones impuestas por los poderes fácticos, las que conlleva un sistema democrático y republicano y las que conlleva pertenecer a un mundo donde existen otros países además del nuestro.

3) En función de lo anterior, Néstor y Cristina han caminado durante diez años en el borde de una cuchilla extremadamente delgada. Un avance significativo o extemporáneo contra los poderes fácticos los desequilibraría (125, por ejemplo); un "aplastamiento" significativo los dejaría por fuera de ser la izquierda posible y querible. En ese fillo del cuchillo Néstor decide, por ejemplo pagar la deuda reestructurándola: ni el no pago de la izquierda ni el pago con endeundamiento de la derecha. Si fuera el no pago, los poderes fácticos lo sacan del poder en dos días; si fuera el pago total con endeundamiento dejaría de ser un proyecto "nacional y popular".

3) Me pregunto: ¿los poderes fácticos están dispuestos a seguir cediendo un poquito de su terreno? Respuesta: no lo sé.

4)Me pregunto: ¿y la gente de a pie, común y corriente? ¿Piensa de la misma forma que hace diez años, se puso más a la izquierda, se puso más a la derecha?

La hipótesis de partida que uso es que la sociedad se derechizó. Porque hoy está mejor que hace diez años y naturalizó ese estado y quiere más. Pero quiere más en el mundo que estamos, y en el mundo que estamos "querer más" es querer más cosas que comprar con dinero. No se nos ocurre querer más en, por ejemplo, el ámbito espiritual, ético, intelectual u otros, sino más cosas que se pagan con dinero.

En función de lo anterior, la derechización del kirchnerismo no es un post-kirchnerismo: es seguir siendo kirchnerismo, ya que si la sociedad se corre hacia la derecha, tendrá que ser lo más a la izquierda que esa sociedad acepta. En otras palabras: la identidad del movimiento permanece, lo que cambia es la sociedad en la que está.

5)Si esto fuera así (ojo, son sólo hipótesis de alguien con escasa cultura política), entonces estamos ante una situación inédita en nuestro país: nunca antes un gobierno o movimiento progresista tuvo la oportunidad de correrse hacia la derecha en una forma controlada por sí mismo, acotada, minimizada. Siempre fue destrozado por golpes militares o bien por violentos giros hacia la derecha civiles (menemismo, por ejemplo).

6) Pero, para que este corrimiento a la derecha sea acotado, mínimo, y, añado, circunscripto en el tiempo, se requiere de un movimiento que sea capaz de retener el poder y al mismo tiempo mantener una ideología nacional y popular y un trabajo fuerte al respecto.

7) Llegado a este punto de mi ¿razonamiento? (me da un cierto pudor suponerlo así) pienso en: «A falta de batalla cultural, la blogosfera se recicla como fabricante de etiquetas» (Oscar Cuervo, blog de Abel).

«Respecto a lo que dice Oscar Cuervo, tengo la impresión de que existe cierta nostalgia -no sólo por lo que dice mas arriba, sino que lo percibo en otros blogueros, comentaristas y lectores que me lo plantean fuera de la web-, cierta nostalgia, decía, por la época de la resistencia bloguera. Más que por la lectura de los blogs, por el clima de época y su significación, creo» (Abel, en los mismos comentarios).

«Finalmente, el tiempo demostró que los blogs son espacios individuales, aunque se identifiquen con un espacio mayor, colectivo, y tengan entre sus objetivos –como en cualquier debate político– pensar a la sociedad, sus posibilidades, sus determinantes, condicionantes» (Ricardo, este artículo).

La batalla cultural no sólo no terminó: está en pañales todavía. La batalla cultural más importante no es contra los medios de comunicación hegemónicos (aunque esta es imprescindible) sino dentro de la sociedad. Si la sociedad se derechiza entonces implica que hay que pelear dentro de la sociedad un cambio cultural. Si ese cambio cultural no se da entonces quedará un único camino: una continua y progresiva derechización de los gobiernos hasta que provoquen otro 2001-2002 y regresemos al inicio.

A mi modo de ver, es aquí donde está el gran desafío y donde está la épica más importante. Se requiere pensar a la sociedad y también actuar en ella. Es un desafío donde la blogosfera tiene mucho para hacer. Incluso la blogsofera está, necesariamente, preparada para encarar uno de los problemas a tener en cuenta en una épica de esta naturaleza, y que aparece dicho por Ricardo: "Finalmente, el tiempo demostró que los blogs son espacios individuales, aunque se identifiquen con un espacio mayor". Me refiero a que en esta nueva sociedad en la que vivimos, signada por la "vida virtual", existe un componente de individualismo muy fuerte, justamenta porque es virtual, es abstracta, es instantánea, deleteable, en fin, posmoderna. Como eso no tiene vuelta atrás, es importante pensar en función de la amplia experiencia blogera que ustedes tienen de qué forma se puede instalar comportamientos menos individualistas en una sociedad que tiende a la bruma virtual, al estado gaseoso.

También creo que la experiencia setentista es fundamental en estas instancias. Es una experiencia valiosísima, a mi modo de ver, porque abarca desde la crisis entre la juventud con el líder hasta los riesgos de pretender ir más a la izquierda de lo que la sociedad permite (pongo solo dos ejemplos, enumerarlos a todos sería larguísimo). Y es una experiencia que ha demostrado ser la más importante en el tiempo: hoy, décadas después, continúa marcando caminos y trasvasándose a sí misma a las nuevas generaciones.

Con respecto a esto último, los más jóvenes son demasiado importantes como para desprotegerlos. En los setenta se asesinó a una generación. En los ochenta, se destruyó, por otros mecanismos, a otra (la juventud alfonsinista, que era numerosísima); en los noventa, a otra (gracias al menemismo).

En síntesis, y disculpándome por lo extenso del comentario, me parece que no hay post-kirchnerismo sino kirchnerismo que evoluciona, que, como se ha dicho en estos blogs, es tiempo de pensar con calma y sin pegarse la cabeza contra las paredes, que una derechización es posible de darse pero que, más que salir huyendo, eso requiere pensar en estrategias para movilizar culturalmente a la sociedad para "tironear" otra vez más a la izquierda.
Creo que si no hay futuro con el kirchnerismo no tenemos futuro alguno. Salvo una revolución, y eso no lo considero ni posible ni probable…”
.

Les advertí que era extenso pero jugoso. Un par de consideraciones (cortitas, aunque si llegaste hasta acá seguro podés escuchar El Salmón de Calamaro de principio a fin; una experiencia, debo reconocer, que nunca me preocupé por adquirir): el primer punto 3 me parece una condensación magnífica. En respuesta al segundo punto 3, creo que es cierto lo que algunos marcan como situación de empate entre el oficialismo y el establishment (éste último le perdió el miedo, sabe que lo necesita en el actual contexto más que antaño; y actúa en consecuencia). El punto 5 es un –vg– punto de vista muy interesante: “…nunca antes un gobierno o movimiento progresista tuvo la oportunidad de correrse hacia la derecha en una forma controlada por sí mismo…”. Discrepo, de todos modos, porque controlar las variables de cambio no implica controlar los factores que obligan a ese cambio. Pero es válido lo que señala. Respecto al punto 6, no puedo estar más de acuerdo. Finalmente, Esther (y muchas gracias por tomarte el tiempo y trabajo de elaborar un comentario así; merecía ser posteo, espero te parezca bien), creo, respecto a la batalla cultural, algo que sostengo desde hace tiempo (y con lo que aburro a mis amigos/lectores/comentaristas): es la economía, son los resultados de la gestión, los que permiten, secundariamente, desplegar batallas culturales. Lo contrario es predicar en el desierto o sólo para los convencidos (algo que el kirchnerismo, lamentablemente, practicó luego del triunfo de 2011).

Ahora sí, como suele decir una filósofa balconera que se separó de uno que le dio ficción a Lanata: lo dejo a sus criterios.

24 pusieron huevos y comentaron:

Unknown dijo...

Ufa, hay días en que me levanto deprimida y temo que todo fue prédica en el desierto. No veo nada que festejar con lo del CIADI, pero tampoco puedo rasgarme las vestiduras. El peronismo es pragmático ante todo, y ya lo sabíamos todos.
Pero me preocupan más cosas como el trabajo en negro, la necesidad de una integración regional en serio, la salud fragmentada , la educación fragmentada, la falta de un desarrollo industrial autónomo, pero no estúpido...
Temo que se olvide que no hemos llegado a ningún paraíso para retroceder en chancletas. No sería digno del peronismo abandonar sus tres banderas y no creo que el kirchnerismo lo haga.
Por los otros que dicen ser peronistas no pongo ni un meñique en el fuego.

rib dijo...

a mi me parece que derrotado en las urnas
el proyecto de reforma constitucional
la batalla cultural queda reducida
a una "riña" en sentido que le
ha dado carl schmitt

http://rib-moregeometrico.blogspot.com.ar/2012/07/eisenhower-visita-franco_23.html

la relativización de la esquicia estructural de clases
es de derecha en si ... desarrollismo de opus dei

yalta existe

Politico Aficionado dijo...

Excelente post. Hay que leerlo varias veces, pero el tema lo amerita. Estoy esencialmente de acuerdo.

Erkekjetter Silenoz dijo...

”este debate interesa mayormente a quienes les es importante saberse colocados a la izquierda”

Voy a opinar así no me tildan de derecha... ja ja..

A mi me parece que esto de andar viendo si la sociedad va pa’ un lao o pa’l otro no pasa más que para ejercer alguna teoría de conductas que a los efectos de predecir o encauzar las políticas necesarias serían inútiles y, llegado el caso, hasta contraproducentes. Además corrés el riesgo de estigmatizar sectores equivocadamente.

Sabemos hacia donde apunta el kernerismo, podemos hablar de alguna impronta ideológica, y creo que la gran mayoría concuerda con el objetivo y muy probablemente con las formas, pero en el fondo evalúa los resultados. Totalmente de acuerdo Ricardo: dame los bifes y después el piripipi

A lo que voy es ¿se es derecha quejarse por que te jode la inflación, querés viajar razonablemente bien en los trenes, la puerta giratoria? Y así al infinito y más allá con cuestiones básicas y que todo el mundo aspira (Me Manolizé). Mejorar el nivel socioeconómico no implica naturalmente derechizarse.

El pragmatismo peronista que se supone que lo libera de alguna ideología, es su virtud y su karma. De una u otra forma hizo lo que consideraba, ponele, pero siempre en función de atender demandas de distintos mostradores. Hasta el mendeznismo actuó mas o menos así.

Si bien acuerdo con muchos puntos que plantea Esther me parece que en el fondo intenta entender al peronismo en su versión actual y quizás proyectar su devenir futuro.

Para rib: estimado lo vuelvo a inquirir como hice en otros lados varias veces, ¿cuál es la conclusión a la que debemos llegar a raíz del enlace al post de su página?

Saludos

PD: no entiendo la necesidad de referirse a un post-kirchnerismo ¿se habló alguna vez del post-mendesznismo, post-alfonso, etc?

Ricardo dijo...

Iris: comparto.
Daniel escribió hoy un buen post sobre laburo en negro.
Respecto al paraíso al que no llegamos, creo que desde ese lugar es que salen las buenas críticas a la actual etapa, desde lo que falta. Las otras, republicanas, de corrupción, centradas en las personas antes que en las cosas, bueh...

Rib: no creo que nadie pensara seriamente en una reforma para una re-re. Claro, después pasa como en el cuento del pastorcito y el lobo.

Político: gracias.

Silenoz: si entiendo lo que decís, vas por el lado de que más que derechización de la sociedad hay un incremento de cierto conservadurismo. Estaría de acuerdo.
Respecto a poskirchnerismo, tómelo como un cumplido. No se habló de posmenemismo o posalfonsinismo porque lo que venía después no pretendía incluir, ni en el discurso siquiera, a lo anterior.

Daniel dijo...

La nostalgia por la "resistencia bloguera" se supera cuando uno postea lo que quiere (no lo hacía antes?). Si, yo creo que si. O digamos que si.
Digamos que cuando amplía el campo de batalla, ve que las posiciones no son tan así como las pensaba.
Entonces es como que tenía el campo reducido.
O entendía que había que pelearla en los términos de esa reducción.
Las posiciones son móviles.
Uno debería buscar su posicionamiento en función de su propio centro de gravedad, no satelitando en lugares que llevado por la nostalgia ya no reconoce, ni menos alrededor de lugares que concebía como antagónicos y debería repreguntarse porqué.
Finalmente puede seguir reconociéndose en los mismos lugares, que por algo se apostó allí y hacer lo que es siempre mejor; pelearla desde adentro pero sosteniendo un centro de gravedad propio.

rib dijo...

este viraje ya lo intentó perón con eisenhower
incluyendo a la california que ahora es chevron

Erkekjetter Silenoz dijo...

Ricardo:
Mmmm es que tengo mis dudas respecto del giro conservadurista. No niego que exista un sector que decididamente lo es pero a mi entender "laggente" presenta una actitud "conservadora", no quiere perder lo que valora y considera propio o ganado.

A la vez y cito con un ejemplo, yo creo que la población vería de buen grado que se nacionalizen los teléfonos de todo tipo. Tecnicamente es un cambio que afecta su día a día y no es precisamente un cambio "conservadurista".

Creo que ciertas categorizaciones están perdiendo su valor y deben resignificarse, cambiar de denominación o ser más específico en la asignación, sin una pretensión abarcativa importante. A mediados del siglo pasado el que se veía de izquierda pretendía tomar el palacio de invierno, hoy quien combate al establishment pero lejos de la revolución.

Rib:
"este viraje ya lo intentó perón con eisenhower
incluyendo a la california que ahora es chevron "


Ajahhh ¿Y? ¿cuál es el inconveniente?

Saludos

A.C.Sanín dijo...

Voy a disentir apenas un poco, apenas en un punto. No sé bien de qué hablamos cuando hablamos de batalla cultural porque a menudo se la equipara a lucha por la democracia comunicacional o disputa por la plena vigencia de la ley de medios o pelea con Clarín. Pero, según entiendo, esa batalla acompaña la discusión política en un sentido muy amplio: es la lucha ideológica. Digamos: hubo que explicar por qué se estatizaba el sistema previsional confrontando con un sentido común muy arraigado favorable a las Afjp. Fue necesaria una batalla política y comunicacional para abrir paso a esa medida en la sociedad. Y esa pelea fue previa a la posibilidad de mostrar resultados concretos. Hubo que esperar para que se comprobara cómo funcionaba la fórmula de actualización en un año corrido. Es otra batalla cultural aún en curso el esfuerzo por persuadir a las capas medias que disfrutan de salarios “en blanco” sobre la necesidad y justicia de extender la asignación familiar a los trabajadores informales o desocupados. O sea: la batalla cultural, el debate ideológico, no es una actividad secundaria que se despliega luego del logro económico. Por el contrario, el éxito de esa batalla por el sentido es a menudo una condición de posibilidad para que las políticas públicas se sostengan en el tiempo. En fin, da para largo, ¿no?, porque esa batalla suele convocar a escena a “izquierdas” y “derechas”.
¡Un abrazo grande, como siempre!

Anónimo dijo...

No me molesta, Ricardo, me sorprendió... Es un honor, esa es la verdad. También otra de las buenas oportunidades que estoy teniendo en esta blogosfera para pensar y aclarar ideas y aprender.

Mañana regreso con otro comentario (ya hoy es demasiado tarde).

Saludos.
Esther

Ricardo dijo...

Daniel: no puedo estar más de acuerdo. Además, no es tampoco nada muy distinto a aquello que dijo Cristina cuando señaló que los análisis políticos debían realizarse con la cabeza fría.

Silenoz: por supuesto que verían bien medidas como la nacionalización de los teléfonos (o que por lo menos, de mínima, le metieran un buen saque a Telecom, Claro, Movistar, etc., para que dejen de levantarla en pala y den un servicio como laggente, je.
El tema es que no estamos hablando de cosas distintas, yo también me refiero a ese conservadurismo que hace que valoren lo que ganado, pero a la vez las nuevas demandas pueden caer o no dentro de un orden conservador o... ¡ay!, progresista depende del ritmo que sea posible imprimirle a ese futuro.
No creo que seguridad o inflación sean tópicos de derecha, como bien señalabas. Sí demandas que fueron abandonadas para capitalización de nuestra derecha vernácula por un buen tiempo por parte del oficialismo.

Ricardo dijo...

Sanín: es válida la distinción porque a veces suele confundirse el sentido de la batalla cultural por uno más acotado.
Mi referencia al logro económico como condición (no excluyente, si querés, pero sí como una de sus patas) para desplegar batallas culturales tiene que ver más con la cuestión del relato y comunicación política del gobierno que con el laburo militante que podamos hacer en el barrio, en el laburo, entre amigos o en la cola del supermercado. Ponía, el año pasado, como ejemplo al 7D: meses dándole manija, en un contexto en el que había, para la población, cuestiones más importantes que requerían algún tipo de explicación (o ver que se hacía algo, por lo menos -lo que no implica que no se hiciera: estamos hablando de comunicación), y a sabiendas de que había más posibilidades de que terminara como terminó que como un triunfo del oficialismo sobre Clarín (que, de haberse producido, no hubiera movido mucho el amperímetro porque las preocupaciones eran bien otras). Allí, me parece, no había batalla cultural porque el debate de los medios había sido saldado a favor del oficialismo hacía tiempo. Había, en cambio, (como siempre, bah, pero más notorio después de que el propio oficialismo corriera velos) una pulseada de poder que no redundaría en beneficios palpables, materiales, ni electorales. Y se notó.
El kirchnerismo ensachó los márgenes de la política hacia la izquierda como nunca antes desde el peronismo fundacional, pero también debemos considerar, creo, cuando el forzamiento de esos límites puede redundar en una respuesta elástica que derive el equilibrio más hacia el centro, como ocurrió.
Es largo, larguísimo, ¿no? Daría para un par de cafés o asado bien regado. Lástima la distancia...

Esther: la esperamos.

ram dijo...

Para empezar, una preguntita, ¿estás seguro de que las "nuevas demandas" son nuevas?, qué querés que te diga, las veo bastante viejardas y tan reaccionarias como siempre. La novedad, creo, estaría en que ahora los medios las escupen a cara descubierta para estimular al lorerío repetidor.
Después lo de "giro a la derecha", me van a disculpar pero a la derecha no se "gira" - de derecha se es o no se es, porque la derecha no es un sentido del tráfico, es acción, acto, voluntad y no boludeces.
Hablar de "giro" hablan los desencantados de moda, los que ayer se emocionaban del kirchnerismo "transgresor" y ahora se decepcionan, ay, pobrecitos, con el verdadero kirchnerismo (como cualquier "ismo" que se respete) que es - horror de horrores - contradictorio, sinuoso y pragmático. Claro, un alma delicada y sensible necesita dibujos a plumín, trazos perfectos y con las luces y las sombras definidas hasta la exageración. Obvio, una yegua y sus potrillitos haciendo brochazos no califica para tan altos estandares.
¿Este gobierno nacional ES de derecha?, actúa a la derecha de la pantalla?, tipos como Berni, tan cuestionados, están donde están por ser derechosos o porque entre tanto progre, zurdo, zurdito y maumeno, no hay uno que quiera agarrar la puta papa caliente que es la "inseguridad"?, la real y la "sensacional" aportada por la generosidad mediática?.
Y lo más maravilloso de todo, con el "giro a la derecha" se legitima el raje a la pureza y los blancos inmaculados (pero de 4 gatos locos) y a que la derecha - la real, la criminal de siempre - recupere sus espacios y públicos de siempre y, nos vaya regalando sus eyaculaciones precoces. Lo dicho, maravilloso.

Anónimo dijo...

Tras releer mi primer comentario, las acotaciones que hizo Ricardo y los comentarios, no puedo menos que asumir que dejé puntos flojos; por no explicitarme bien y porque es cierto que yo misma no los tenía claros o no los tengo claro todavía, pero todo esto sirve para ir avanzando.

«Si bien acuerdo con muchos puntos que plantea Esther me parece que en el fondo intenta entender al peronismo en su versión actual y quizás proyectar su devenir futuro».
Qué precisión la tuya, Silenoz… No lo pensé así, pero seguro que tenés razón, entender el peronismo es una obsesión mía, ¡porque no logro hacerlo!

«El peronismo es pragmático ante todo, y ya lo sabíamos todos» (Iris).
«El pragmatismo peronista que se supone que lo libera de alguna ideología, es su virtud y su karma. De una u otra forma hizo lo que consideraba, ponele, pero siempre en función de atender demandas de distintos mostradores. Hasta el mendeznismo actuó mas o menos así» (Silenoz).
Mmm… Siempre escuché que el peronismo es pragmático. Recién en estos momentos me cuestiono si acaso no se trata de que el pragmatismo es inherente al poder político, en tanto se trata de un poder que está tensionado por otros poderes (generalmente de mayor peso); ¿cómo ejercer el poder político sin ser pragmático? Posiblemente sea imposible. Si es así, entonces la condición de pragmatismo del peronismo no sería una propiedad de él, sino una proveniente de su fuerte relación con el poder político. De su vocación de poder.

La cuestión es, creo, si el pragmatismo funciona o no como ideología. Creo que para el peronismo no funciona como ideología. Creo que si algo ha caracterizado siempre a los gobiernos nacionales peronistas es la posesión de una ideología definida. El problema es que, como movimiento, contiene más de una… No hay forma de hacer coincidir a Cooke con Menem, ¿no es así? Pero ninguno de los dos fue pragmático: ambos se caracterizaron por poner sobre la mesa una cierta y definida ideología.

Silenoz marca que las antiguas categorías no necesariamente ahora son válidas. Me parece que el peronismo nació por fuera de las categorías ideológicas aceptadas como válidas, las que, digamos, surgieron como corrientes de pensamiento político básicamente en Europa y/o luego fueron extendidas/reformuladas por USA. Menem fue, a lo mejor, el único que encajó claramente en una de esas categorías.

Confieso que no entiendo de categorías duras ni blandas; a duras penas pienso en términos de derecha e izquierda, y no podría definir en un texto coherente qué pienso que son. Es un análisis que todavía me supera en lo teórico, aunque no tengo dudas en lo práctico. Sí me parece importante saber si el kirchnerismo está a la izquierda o a la derecha de la sociedad, porque cualquier pragmatismo estará dirigido por eso. Que, creo, es lo mismo que dijo Silenoz con otras palabras.
Por dar un ejemplo sencillo: anoche vi —algo distraída— un spot de campaña que creí era de Massa y llegando al final me enteré que era de Insaurralde; en líneas generales, el discurso de continuar con lo bueno, corregir lo malo, atender las necesidades del vecino. ¿Es una cuestión de campaña electoral? (Cosa que no me resulta relevante) ¿O implica un discurso hacia futuro acompañado por acciones? (Cosa que sí me resulta relevante).

También Silenoz marca que:

«A lo que voy es ¿se es derecha quejarse por que te jode la inflación, querés viajar razonablemente bien en los trenes, la puerta giratoria? Y así al infinito y más allá con cuestiones básicas y que todo el mundo aspira (Me Manolizé). Mejorar el nivel socioeconómico no implica naturalmente derechizarse».
Es cierto. Mi primer comentario fue confuso al respecto. Me referí a estar mejor y pretender más, pero en un ámbito de "querer más cosas que se compran con dinero", dejando de lado otros ámbitos de crecimiento.
Trataré de explicarme mejor con un ejemplo, que será demasiado arquetípico, lo sé, pero para señalar diferencias los ejemplos extremos funcionan bien. Tomo lo que dice Silenoz sobre querer viajar razonablemente en los trenes.

(Continúo).

Anónimo dijo...

Caso 1: me pasé diez, quince años, sufriendo por viajar en ferrocarriles pésimos. Pero ahora estoy mejor económicamente, salí del pozo, mi empresa es pequeña pero funciona bien, o tengo un trabajo con mejor salario. Entonces quiero más. Quiero contratar a una empresa de autos con chofer que me lleve y me traiga del trabajo y si los malos trenes los sufren los demás no me interesa porque dejaré de sufrirlos.

Caso 2: me pasé diez, quince años, sufriendo por viajar en ferrocarriles pésimos. Pero ahora estoy mejor económicamente, así que, teniendo el plato de comida asegurado y otras necesidades prioritarias, quiero viajar bien. Nos juntamos los usuarios, los trabajadores del ferrocarril, la militancia política (la de afuera y la de adentro del gobierno) y salimos a reclamar por un ferrocarril que funcione en forma decente, qué caramba, que es un derecho que nos pertenece. Ojo, no somos caceroleros "gaseosos": nos movilizamos.

El primer caso corresponde a lo que llamé "derechización de la sociedad". Querer más en una forma individualista, aislada en tiempo y espacio: no recuerdo hacia atrás (no me preocupa pensar por qué antes mi salario era miserable y ahora no lo es, ni cuál es la historia de la degradación de los ferrocarriles) ni me interesa el entorno social.

El segundo caso corresponde a lo que llamé batalla cultural hacia dentro de la sociedad: recuperar la trama social, la conciencia social. No descubrir la pólvora, nada nuevo bajo el sol: recuperar. Sanin lo explicó mejor que yo, sin dudas. Aunque, si entendí bien lo que dijo Ricardo, acuerdo con él en basarse en los logros económicos. Pero esa batalla cultural, para mí, está en pañales todavía. Volveré a esto más tarde, cuando logre armar mejor mis ideas al respecto…

Sin embargo, lo que me surge tras leer todo es que la premisa de la que partí, esto es, que existe una derechización de la sociedad y que el kirchnerismo, para mantener su identidad de ser lo más a la izquierda que la sociedad permite, debería derechizarse, no puede separarse de ninguna forma de esta batalla cultural de la que hablamos. Hay una responsabilidad de cada persona "de a pie"; hay también una responsabilidad política. Si no se tiene en cuenta esa responsabilidad política entonces sí, se entra en el riesgoso sendero de estigmatizar.

Ram dice:
«Después lo de "giro a la derecha", me van a disculpar pero a la derecha no se "gira" - de derecha se es o no se es, porque la derecha no es un sentido del tráfico, es acción, acto, voluntad y no boludeces».
Básicamente tiene razón… En términos políticos, sí. Pero ¿cuál es la fracción de la sociedad que sabe, conscientemente, si se encuentra a la derecha, a la izquierda o dónde? Creo que es una fracción pequeña. Me parece que la mayor parte de las personas no se ven a sí mismas en un lugar o en otro. Y allí es donde entra lo que dice Ricardo:
«Mi referencia al logro económico como condición (no excluyente, si querés, pero sí como una de sus patas) para desplegar batallas culturales tiene que ver más con la cuestión del relato y comunicación política del gobierno que con el laburo militante que podamos hacer en el barrio, en el laburo, entre amigos o en la cola del supermercado».

Aún me quedan cosas en el tintero (ay, soy tan poco sintética escribiendo…). Regreso.

Saludos.
Esther

ram dijo...

Esther, la fracción de la sociedad que es (y si no es la mira con cariño) de derechas (como dicen los gallegos) es amplia, mucho más amplia de los que nos gustaría.
Si no, ¿cómo se explica que una provincia como Tucumán, habiendo padecido en muertos y en directo a un bussi, en democracia lo haya elegido gobernador?, ¿síndrome de Estocolmo o un núcleo duro derechoso y poco afecto a la mariconería democrática?, y la joda es que, con esos antecedentes, se pretende un "Che" Alperovich y, de paso, se aproveche la volada para "certificar giros a la derecha" del gobierno nacional por no hacerlo moco al "feudal" Alperovich.
La derecha es un asunto serio y los castos y puros que tienen el derechómetro, invariablemente terminan en simplificaciones y boludeces peligrosas, especial pero nunca casualmente contra los despreciados gobiernos populistas, reformistas y demases espantos burgueses (dicen allos, los "verdaderos enemigos" de la derecha; el día del poroto manteca, claro).

Norberto dijo...

Esto me pasa por comentar de apuro, este comentario lo puse en el post anterior cuando correspondía a este, y como el post toma como uno de los temas lo económico, adjunto el comentario que hice en uno de ese tema

Anónimo Norberto dijo...
Mas que derechización del Kirchnerismo, creo que hubo una actitud económica pragmática por parte de ambos contendientes, el otro es mundo financiero internacional, y nos hemos encontrado a mitad de camino, como no tengo tiempo reproduzco mi comentario en lo de Mariano

Norberto dijo...
En cuanto a los créditos, se pueden tomar con refinanciación de vencimientos que es lo normal con el BM, donde te dan un crédito inicial con un programa acordado, y en esto está el curro de la burocracia que te asigna una consultora para el control y seguimiento, y en el momento de empezar a pagar, presentas otro programa que cubra el vencimiento, si se acepta no hay egreso de divisas, salvo el de los honorarios de la consultora, porque ademas las inversiones, ya sean sociales o de infraestructura, se hacen generalmente en el país y con moneda local.
Para Anónimo, solo que le pago en las condiciones pactadas, ni siquiera en las que logró en el fallo, los juicios eran por aproximadamente U$S1300 millones, lo que habían logrado es cerca de U$S680 millones y se pagan con bonos que implican quitas que los convierten en menos de U$S500 millones, plazos y acuerdos de reinversión.
Es interesante como va cambiando en este tiempo la forma de ver al país, primero en el BM
““El crecimiento del 4 por ciento proyectado para Argentina en 2013 es bastante favorable en comparación con el promedio de la región”, señaló ayer el economista jefe del Banco Mundial para América latina y el Caribe, Augusto de la Torre, quien además resaltó que el país “no tiene un desajuste macroeconómico”. El organismo dio a conocer en Washington sus proyecciones para este año y el próximo, en donde estima un crecimiento para la región de 2,5 por ciento, por debajo del 2,7 que el día anterior publicó el Fondo Monetario. De la Torre sostuvo que la proyección para Argentina “quiere decir que en el país todavía subsisten motores de crecimiento más o menos endógenos, propios, que mantienen la expansión””

http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-230956-2013-10-10.html

continua

Norberto dijo...

Y en lo que respecta a seguridad, y en particular la actuación de Berni, lo veo como medidas preventivas contra un golpe, entre duro y blando, gestado entre Duhalde, Juanjo Alvarez y Toma, mesa de la máscara sonriente, y ejecutado por acción u omisión por la policía de la PBA mediante la liberación de reclutados y zonas y desarmado por la presencia de los 4500 efectivos no radicados en la zona de la Gendarmería. Es notable como se diluyó el tema seguridad de los titulares de los diarios desde que aparecieron las patrullas verdes controlando a los blue, y si no es que estoy equivocado, también eso es la causa del cambio del control de los "pata negra", que pasó de uno casi del palo a un civil con pinta de ser duro con todo tipo de delincuentes, incluyendo los uniformados.
Nosotros somos Ella, abrazos

Ricardo dijo...

ram: coincido con que esas demandas no son nuevas, pero convengamos que antes habían otras que, electoralmente, pesaban más: empleo, consumo, crecimiento, etc. Hoy, viendo los resultados, podemos suponer que esas viejas demandas ocupan un lugar que las anteriores dejaron vacío.
Lo encadeno a esto, además, con lo que decíamos hace un par de posteos: todos los candidatos, aún los posibles candidatos del Fpv en 2015, están a la derecha del dial. Ay.

Ah, y sí, por supuesto que la chicana es para ahuyentar carmelitas descalzas que pretenden mantener una pureza que ni el Papa, vea. Iba a ponerlo en el post, me olvidé, pero sabía que alguien lo mencionaría. Gracias.

Esther: básicamente acuerdo con tus reflexiones. Eso sí, me parece que Menem fue pragmático para el tiempo que le tocó vivir. Excesivamente pragmático, diría, al punto de no sólo abandonar cualquier pretensión ideológica, sino directamente a nivel de rendición. Menem, recordemos, fue contemporáneo a Fujimori, Collor de Mello, Pinochet todavía estaba ahí, Andrés Pérez en Venezuela y así... El tema es que nosotros sobreactuamos el buenalumnismo al punto del relacionalcarnalismo...

Norberto: siempre leo con atención tus comentarios en otros blogs. Te agradezco por sumarlos también acá.
Te recomiendo los de Silenoz en la MAK...

Abrazos.

Ricardo dijo...

Norberto: además, aparentemente, lo que mencionás estaría repercutiendo en imagen e intención de votos en la PBA.

Abrazo.

Erkekjetter Silenoz dijo...

Esther:
Veo que te referís bastante a mis comentarios, aclaro que lo mio no pasa por la crítica acérrima de la tuya ni mucho menos.

Algunas cositas que me atrevo humildemente a sugerirte y/o comentarte:

Respecto a que será el devenir futuro, quí lo sa... No soy un experto en peronismo ni mucho menos pero pa' entenderlo me permito recomendarte ESTE ENLACE que lo pasó el repúblico rib en un comentario en Artepolitica redirigiendo, una vez más, su parecer o lo que fuera a este post de su blog Postperonismo (rib avíseme donde debo pasar a cobrar por la promoción de su posteo)

Levitsky es un autor que me gusta cuando se refiere al peronismo por que va a los bifes y sin prejuicios (bahhh si los tuviera los disimula más que bien)

A esto agrego que Perón era un militar de la rama nacionalista y siendo en los inicios -aún hoy- un movimiento policlasista es practicamente imposible un cariz fuerte de izquierda

Me resisto a considerar al Peronismo como un no partido y sin falto de ideología, y me remito a las tres banderas: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política

El tema es que el peronismo te libera del cómo llegar a eso. Precisamente "la única verdad es la realidad" hizo que Perón en su 2da. presidencia aplicara políticas económicas, al día de hoy, ortodoxas para resolver problemas relativamente graves.

De hecho a mi entender todos somos ideológicos hasta para ir al baño. Incluidos los intendentes -aprovechando la emergencia del nuevo sujeto político¿?-, una partida se puede destinar a cloacas en barrios medios bajos o para infraestructura para emprendimientos inmobiliarios tipos countries o barrios cerradso.

De hecho todos de alguna manera en el poder se obligan a ser pragmaticos pero ese pragmatismo los obliga a contrsuir poder -como decís vos- y avanzar de acuerdo a ello. En esto dos puntos me parece que el peronismo es donde sacó ventajas

Ricardo:
Le agredezco su parecer respecto a mi entervención en la MAK y, parafraseando a el Bosnio, "pase a cobrar donde siempre"

Y los comentarios del cumpa Norberto para mi también son de lectura obligada, encima -según el- es un viejo lobo de mar

Saludos

Anónimo dijo...

Silenoz, no consideré que me criticaras en forma acérrima, para nada, de hecho, estamos bastante de acuerdo; el caso es que me quedé a medio camino con el comentario previo, por eso te pareció que me refería a vos casi en forma excluyente (y de hecho, seguiré a medio camino, porque si continúo escribiendo ya dará para una novela de 600 páginas, jeje). Además, si se trata de tener ideas diferentes, ¿qué mejor? Eso sirve para aprender o ampliar las perspectivas.
Te agradezco mil el enlace, ya bajé el material. He leído y también hablado bastante con peronistas de pura cepa, pero todavía no me es suficiente. En estos momentos estoy embarcada en una asignatura pendiente very grossa: leer toda la producción escrita de Perón y Evita, en forma continuada y con la lentitud que corresponde. Me da vergüenza tener que decirlo… pero no lo he hecho antes.
(Y sí, respeto a los otros blogeros que mencionaste, los leo siempre con atención).


Ram: Bussi y también otros… No fue el único. Hoy, todavía, tenemos a carapintadas dando vueltas electoralmente, ¿no? Estoy de acuerdo con vos en que no se puede pedir peras al olmo: hay que ser consciente de cuál es el piso del cual se parte; y, como se ha dicho aquí, no esperar milagros. Otra vez, los límites de la sociedad. Un siglo de golpes militares no pasan en vano. También habría que incluir al sistema educativo: la escuela (esa que hoy se sigue añorando…) basada en la obediencia a la autoridad y a un ritual de símbolos y marchas patrióticas que la convertían casi en una escuela militar.
También acuerdo con vos en que todo proceso político tendrá avances, retrocesos, desvíos y saltos de acá para allá y de allá para acá. Es la realidad, la pureza prístina es fantasía. Lo que importa es cuál es el sentido global de ese proceso, visto en perspectiva.

Norberto, no había pensado lo que decís sobre las nuevas medidas acerca de la seguridad… Y es una hipótesis interesante. Mmm… Capaz que tenés razón, nomás.


« El punto 5 es un –vg– punto de vista muy interesante: “…nunca antes un gobierno o movimiento progresista tuvo la oportunidad de correrse hacia la derecha en una forma controlada por sí mismo…”. Discrepo, de todos modos, porque controlar las variables de cambio no implica controlar los factores que obligan a ese cambio».
Ricardo, con esto sí que me dejaste pensando… Tendré que darle bastantes vueltas, me temo, jaja.


«En respuesta al segundo punto 3, creo que es cierto lo que algunos marcan como situación de empate entre el oficialismo y el establishment (éste último le perdió el miedo, sabe que lo necesita en el actual contexto más que antaño; y actúa en consecuencia) (Ricardo)».
«Mas que derechización del Kirchnerismo, creo que hubo una actitud económica pragmática por parte de ambos contendientes, el otro es mundo financiero internacional, y nos hemos encontrado a mitad de camino…» (Norberto).

Si es así, entonces es hora de ser más que cautelosos en la evaluación de las medidas económicas, sobre todo las de impacto internacional; no apresurarse a emitir juicios. No sé, me parece imposible la existencia de equilibrios o empates estables; ¿cuál de los actores desequilibrará con mayor potencia o mayor rapidez y para dónde? Silenoz marca las tres banderas: Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Si hay un escenario de empate o equilibrio inestable, entonces la relación entre las tres necesariamente debe ser compleja.

(Continúo)

Anónimo dijo...

Creo, Ricardo, que lo que decís, con respecto al comentario de Sanín, es que la teoría debe anclarse en hechos concretos para que sea tomada en cuenta. "La patria es el otro" es una consigna de profundo significado ideológico, pero… ¿tiene algún valor si la persona la escucha con el oído distraído? No. Le rebotará en la superficie de la mente. Desde este punto de vista, lo económico es un buen ancla y vale la pena utilizar las conquistas y/o las conquistas no logradas todavía para darle un sentido en la conversación cotidiana y más allá de los grupos politizados.

Un caso, como ejemplo, partiendo de algo que dice Daniel y que me parece muy importante:

« Digamos que cuando amplía el campo de batalla, ve que las posiciones no son tan así como las pensaba.
Entonces es como que tenía el campo reducido.
O entendía que había que pelearla en los términos de esa reducción.
Las posiciones son móviles.
[…]
Finalmente puede seguir reconociéndose en los mismos lugares, que por algo se apostó allí y hacer lo que es siempre mejor; pelearla desde adentro pero sosteniendo un centro de gravedad propio».

Me pregunto cómo las inundaciones en La Plata revelaron la existencia de una trama de solidaridad muy profunda en nuestra sociedad y, sin embargo, muchas de esas personas se dejaron llevar por el discurso de "está mal que los de La Cámpora se identifiquen con una pechera". Es como que existe una preocupación por el otro y un genuino deseo de ayudar a ese otro, pero es un centro de gravedad corrido del centro de gravedad político: entonces, desde ese centro desplazado se observa un campo muy reducido; en el fondo, estas personas también están pensando que "la patria es el otro"… pero no lo internalizan de esa manera. ¿De quién es la responsabilidad de que eso suceda? ¿De esas personas, de quienes tienen claro que hay que dar una batalla cultural o de ambos? ¿Cómo toman esa responsabilidad los actores políticos (léase gobierno, militancia, etc.). Aquí reflexiono sobre lo que escribió Ricardo, y me pregunto si acaso los medios hegemónicos han sido tan fuertes que llegaron a interponerse entre los referentes políticos y las personas, no por sus mentiras y etc., sino porque los propios referentes políticos, ocupados en defenderse de esos medios, piensan en esos medios y no en las personas de a pie con quienes tienen que dialogar o a quienes tienen que interpelar o ser interpelados por ellas. Cuando los medios hegemónicos salen a cuestionar las chaquetas de La Cámpora te están dejando la pelota picando en la cancha, ¡y cómo! Es una oportunidad de oro para confrontar la caridad con la solidaridad social y la responsabilidad política, y eso es, me parece, dar la batalla cultural. ¿Se hizo así? No lo tengo claro…
Mientras estoy escribiendo recordé las filmaciones de Eva en España, en Europa, sus discursos, que me impactaron enormemente la primera vez que las vi. Eva cruzó el océano, a un mundo muy distinto al suyo (caramba, en ese momento ni televisión había, Europa debía ser casi un mundo mitológico…) y, ¿qué hizo? Hablarles a los trabajadores. Para ella, el que al lado estuviera el Generalísimo Franco, el Papa o el Emperador de una galaxia muy, muy lejana, no hacía ninguna diferencia, no le importaba, eran cartón pintado a la hora de hacer lo que quería hacer: comunicarse con sus trabajadores, sus obreros, sus pobres, fueran del país que fueran.
A lo mejor cada vez que los medios hegemónicos salen con mala leche están regalando una oportunidad para hacer política comunicacional de verdad, con la gente, si es que uno se olvida de defenderse de esos medios, de contestarles, y los imagina como cartón pintado, los corre de la escena y piensa exclusivamente en cómo comunicarse/interpelarse con las personas de a pie.

Concluyo, antes de realmente escribir esa novela de 600 páginas...

(Ahora me da cosa escribir mi acostumbrado y formal "Saludos. Esther")

Ricardo dijo...

Silenoz: se agradecen los links. Había leído citas de Levitsky pero no me había tomado el laburo de profundizar. Con eso me doy más que pagado, ja.

Esther: muy interesante.
Respecto a la batalla cultural creo, como vos, que se dejaron pasar algunas oportunidades. Quizás porque la preocupación principal fuera “salvar" a un dirigente u organización antes que hacer lo que propusiste.
Y me parece que puede haber mucho de cierto en ese chip incorporado al que te referís, de tipos pensando en responder ataques mediáticos antes que dialogar con el de a pie.
Hace un tiempo, otro bloguero proponía en un comentario que Cristina o alguien habilitara un canal de reclamos/pedidos a la manera de Evita. Martín, de Encuentro Latinoamericano. No se si es viable o una utopía, pero marcaba una distancia, una brecha que debía acortarse o salvarse.

Ah, y concuerdo con Norberto en eso de que hubo una actitud pragmática de ambos contendientes. No es sólo que la sociedad se “conservadurizó" (!) -ni que eso es culpa exclusiva de CFK y UyO como planteaba otro bloguero, Mariano Montenegro-. Descreo de las simplificaciones y la unicausalidad.