Nuevo descanso musical

Como hace un par de fines de semana, aprovecho para descansar un poco del ajetreo político acercándoles algo de música, el alimento de alma. Esta vez el posteo es culposo.

Ya he sacado chapa suficiente (o no, ¿qué importa?) como para empezar a autoflagelarme sin problema. Los desafío a ustedes, piadosísimos lectores, a negarme en la cara (o monitor) que estas canciones, citadas a continuación, no les tocan alguna fibra íntima. Y, de ser así, lo lamento sinceramente. Permítaseme entonces un poco de autoindulgencia y sigan los links para escuchar.

1. La Pachanga, Vilma Palma:

Marcó una época de mi vida. ¿Cómo negarlo? La Pachanga fue el fondo musical de nuestras vidas durante el '92. Quizás tanta aparición en Ritmo de la Noche les terminó jugando en contra a los Vilma Palma. Quedaron asociados a Tinelli, Menem y el comienzo de una época liviana de contenidos pero cargada de farandulismo. No pudieron convertirse en una banda de culto, tal era su objetivo. Ja.

Tuve la suerte de mudarme a Bolivia en el '93, con tanta mala suerte (?) que La Pachanga recién se puso de moda allí durante ese año. Si: durante dos años de mi vida lo único que se escuchaba en la radio era esta canción. ¡Maldita seas FM Fama, 101.5!

Convengamos en que Vilma Palma tiene buenos temas. Claro que si. Muchos de los que arrugan la nariz cuando escuchan mencionar a los rosarinos saltarían y harían cuernitos si asistieran a un concierto de la banda y escucharan: "...y se pasan las noches sin tu amor, ahogando toda mi respiración...". Y también podrían reconocer, con unos vinos encima, que la voz de la corista morocha los calentó siempre. Vergüenza es robar, muchachos.

"The sound you make is muzak to my ears", le cantaba Lennon a McCartney.
Macca le habría dicho "carnero" antes. ¡Que lindo que la gente se quiera!

2. Verónica, Cristian Castro:

¡Uh! La canción es bastante berreta: una melodía simple, letras que merecen un calificativo aún peor que cursis, ¡pero que falsete sostenido le mete en el estribillo el muy hijo de... de Verónica Castro! Me hubiera gustado estar presente en el estudio mientras lo grababa para aplaudirlo hasta que me dolieran las manos. Hijo de puta. Pero en el buen sentido, no como De Narváez.

Es un hermoso tema también para que todos aquellos que tienen "problemas que resolver" con sus respectivas madres, lloren como la conductora de este programa (minuto 3:04), mientras veía y escuchaba como Cristian le confesaba a su madre su amor edípico (de paso, en el minuto 1:59, pensé que se la tranzaba). ¿Adónde estaba el tata de este chango, compañeras Chela, Nilda, compañero Sujeto? ¿Por qué no le prohibió a la madre? ¿Por qué no lo agarró a patadas en el culo y le dijo "¡esa mujer es mía! ¡Andá a buscar a la tuya no a la puta que te parió! ¿Nos entendimos, pendejo de mierda?". Se ve que no fue el caso y el tipo sigue enamorado de la madre.

¡Que horror! Es posible que en este país dominado por dos montoneros ateos, marxistas y grasas, pronto le permitan a Cristian casarse con su madre. O con su perro. O con el cantante de Tool, si tiene ganas.

3. Como decirte que te quiero, Axel:

¡¡...quememuérodeamorrr siéstoiii tratándodedecírlealcórazoooonnnn...!!

Ah, ¿todavía por acá? ¡Esa, varón! ¡Que es de macho reconocer que uno es medio puto!
Sobre esta canción no es mucho lo que puedo decir. Me gusta y listo. El solo de viola está bastante bien, el pibe es fachero -parece el hermano menor del "Pájaro" Gómez de Vilma Palma, ¿no?- y a las minitash, minitash también les gusta, por lo que, si uno aprende a tocarla y pela la viola, seguro se vuelve a casa acompañado. Hay que terminar con las pelotudeces de Silvio Rodríguez y la lluvia que es milagro que baja por tu cuerpo, que ya no quedan tantas psicobolches. En la era del teleconsumismo Axel es la papa, vieja.

Este tema era, además, la cortina de la telenovela Herencia de Amor. A mi me pareció re mal que al final lo mataran a Lautaro. ¡Y su propio hermano! ¿No aprendimos nada desde Caín y Abel? Y, pregunto yo, ¿qué tiene si Lautaro quería quedarse con todas las tierras del pueblo? ¿Tanto quilombo? ¡Si seguramente Pedro, Verónica y Julia anduvieron caceroleando para que los gauchócratas les plantaran soja hasta en la tierrita que tienen bajo las uñas! ¡No jodamos! ¡Seamos buenos entre nosotros! -diría Garpani-.

4. Like a Bird, Nelly Furtado:

La canción ideal para que esas chicas, que todavía no decidieron si quieren más a su papá o a su mamá -o si los odian por haberse divorciado-, le dediquen a su chico ocasional.
Se tratan, estas señoritas, de prototipos de mujeres-carne de diván. No son capaces, ellas, de bancarse la soledad. La inmensa soledad del ser. Necesitan llenarla de fiestas, alcohol, sexo desenfrenado (¡minitash!) y, ocasionalmente, de chicos a los que enamoran con ese halo de libertad con que se envuelven para ocultar sus profundas represiones. ¡Que frase! ¡Anotala, che!

Bueno, en fin, que esta canción "I´m like a bird, I´ll only fly away... I don´t know where my soul is. I don´t know where my home is" (¡si no sabés un carajo ¿para qué hablás?!) es la banda de sonido perfecta para que estas adolescentes corten a sus novios, al tiempo que les dicen: "no, Cachito, no sos vos, soy yo, que necesito ser libre...". Libre... ¡mah, si! ¡Tomatelá' ¿queré'?!