2005 - 2011

Interesante perspectiva la que plantea Fernando en su blog. Contrasta la reunión Kirchner - Bush en Mar del Plata, con la de Cristina y Obama en Cannes. Los videos, siguiendo este link.

Esa Cumbre de 2005 significó un cambio definitivo en la política de nuestro subcontinente. Ya Sudamérica había elegido mandatarios que le permitieran salir de la década neoliberal, signada por relaciones carnales con los EE.UU. y el FMI. Fujimori en Perú, Collor de Melo y Cardoso en Brasil, Sánchez de Losada en Bolivia y Carlos Menem en la Argentina fueron alumnos ejemplares, todos, de los organismos financieros. En 2005 la ecuación era distinta. Lula, Kirchner y Chávez habían comprendido que sólo aunando fuerzas, los países latinoamericanos podrían enfrentar el futuro con perspectivas mejores a las de la década anterior.

La década neoliberal significó un cauce democrático para las políticas económicas que ya habían comenzado a implantarse a través de simultáneos gobiernos de facto en la región. No todo fue malo, si intentamos ser ecuánimes. Pero sí fue ampliamente negativo el aceptar sin mayores reparos las políticas económicas del pensamiento único. En Argentina significó la implantación de la miseria planificada y la entrega a precio vil de elementos estratégicos para el Estado nacional.

En 2005 Bush llegaba a Mar del Plata reelecto, en la cúspide de su poderío. La economía norteamericana no mostraba signos de agotamiento. Lo esperaba un Kirchner que había accedido al PEN tan sólo dos años atrás con el 22% de los votos, pero que había construido una legitimidad de ejercicio. La economía argentina, lentamente, subía escalones desde el infierno al purgatorio. En el subcontinente, la construcción de esta década posneoliberal ya había comenzado. El Mercosur había ganado en protagonismo y los líderes de la región iba forjando una relación que se haría hasta personal. Si Menem antes jugaba al golf con Bush en Texas, Kirchner ahora le regalaba la camiseta de Racing a Lula.

Este 2011 encontró a la Argentina y a EE.UU. en caminos diferentes. Cristina Fernández reelecta en términos históricos y la economía argentina creciendo a tasas extraordinarias desde ese 2005 a la fecha -excepción hecha para 2009-. Barack Obama, por el contrario, enfrenta un proceso electoral que puede depositarlo afuera de la Casa Blanca. La economía norteamericana es también la sombra de aquella heredada de Clinton por George W. Bush. Argentina ha liderado además, durante estos años, la creación de empleo en Sudamérica y Cristina es una de las artífices del crecimiento argentino. El empleo es, justamente, el caballito de batalla con el que Obama intenta revalidar su mandato frente a la opinión pública estadounidense y su carta para intentar salir de la crisis financiera. Es en este contexto que hay que entender el pedido de la diplomacia norteamericana para la reunión bilateral.

* Actualización: el resumen acerca de la reunión bilateral, a cargo de Timerman y Scoccimarro.